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Argentina
- 20 de agosto de 2021


Reportaje a trabajadores del Hospital Roffo (UBA) que con unagran lucha conquistaron la reincorporación del compañero Pablo Boglio

“Todas estas semanas de lucha (…) sirvieron para mostrarnos la fuerza que tenemos si nos organizamos y si prima la solidaridad entre los trabajadores. También nos mostró la forma en las cuales pelear por las demandas que tenemos pendientes”

¡Todos somos Pablo! ¡Los trabajadores de la salud no somos descartables!

 

Entrevistamos a trabajadores del Instituto Roffo, quienes nos cuentan de la enorme lucha que libraron para conseguir la reincorporación de su compañero Pablo Boglio, trabajador no docente, quien había sido injustamente despedido en medio de un tratamiento psiquiátrico.
La decisión de la dirección del Hospital de dejar en la calle a Pablo, había sido completamente avalada por la Comisión Interna de APUBA del Instituto. Ante esto, compañeros del Roffo profundizaron el proceso de autoorganización que venían llevando adelante e impulsaron la pelea al interior del Instituto y también buscando la solidaridad y la unidad con otros sectores en lucha.
Así los trabajadores del Roffo demostraron un enorme ejemplo de cuál es el camino a seguir para pelear por las justas demandas de la clase obrera, enfrentando la traición de los dirigentes sindicales.

 

¿Cómo se produjo el despido injustificado de Pablo?

En primer lugar, gracias por el apoyo de estas semanas y por el espacio y la difusión. El proceso comienza con la cesantía del compañero Pablo; una cesantía que desde el minuto cero fue todo un proceso administrativo totalmente irregular, porque el compañero Pablo estaba de licencia psiquiátrica desde el mes de febrero y por cuestiones de su cuadro de salud mental no pudo presentar en tiempo y forma ciertos papeles y certificados. Sin ningún previo aviso, sin ninguna advertencia, sin suspensión, sin que Medicina Laboral vaya a su domicilio, sin que se le haga ninguna junta médica como dicta nuestro convenio, el compañero fue cesanteado.

En un primer momento nos enteramos por dichos en los pasillos. En esa primera instancia lo primero que hicimos fue acudir al compañero para ver cómo estaba y en qué situación estaba. Su cuadro era grave y se había agravado aún. Así que lo primero que hicimos fue rodearlo, contenerlo y ayudarlo.

 

¿Cuál fue el rol de los dirigentes sindicales de la Comisión Interna?

En todo esto, el rol de nuestra Comisión Interna fue una inacción total. No hubo ningún tipo de contención y nunca se puso a disposición. Previo a la cesantía, no contuvieron al compañero o le brindaron algún tipo de ayuda. Y luego de la cesantía, tampoco se puso a disposición para impedir el despido y para conseguir su reincorporación.
Así que fuimos un grupo de compañeros los que nos empezamos a organizar y recorrer el Hospital pidiendo la reincorporación de Pablo. Así y todo, en un primer momento acudimos a la Comisión Interna. Lamentablemente, no hubo respuestas. La única respuesta fue que el compañero podía presentar un descargo, pero lo dejó en manos de él únicamente. No puso un abogado ni nada por el estilo. Así que también un grupo de compañeros tuvimos que acudir a un abogado para que lo apadrine en su descargo y denuncie todo el proceso

 

¿Cuál fue entonces el camino que siguieron para conquistar la reincorporación de Pablo?

Fueron semanas de empezar a recorrer el Hospital, primero para comunicar la situación de Pablo. Porque no solamente la Comisión Interna no hizo nada como pedimos, sino que justificó desde el vamos todo el procedimiento de Recursos Humanos. No hay que perder de vista que nuestra delegada general, Verónica Cisterna, es parte de la oficina de RRHH. De hecho, tiene un cargo jerárquico en esa área, así que su rol fue el de justificar todo el procedimiento.
A partir de ahí hubo una conmoción en todo el Hospital, primero de solidaridad para con Pablo y su situación. También hubo un sentimiento de desprotección y nuestra frase de “Pablo somos todos” se hizo realidad, porque todos nos vimos en su lugar. Primero humanamente y como compañeros, pero también para que no quede el antecedente de que por un mal procedimiento de RRHH un trabajador del Hospital se quede sin su fuente de trabajo y segundo, porque no puede ser que nuestra representación gremial no nos defienda, teniendo en cuenta que Pablo justamente no era afín a la Comisión Interna, así que ese fue nuestro proceder.

 

¿Cómo se organizaron a partir de esto?

A la vez que empezamos a recorrer y a movilizarnos en el Hospital, comenzamos a llamar primero a las organizaciones gremiales de la Universidad para que nos ayuden, a nuestro sindicato y a los trabajadores de la salud de otros hospitales. En una primera instancia quienes acudieron a brindarnos su solidaridad fueron organismos de DDHH como Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, la APDH La Matanza y la Gremial de Abogados. Así comenzaron a llegar en cadena, decenas de muestras de solidaridad, principalmente de trabajadores de salud.Hemos sacado un listado de todos aquellos que nos acompañaron. Recibimos mucha solidaridad de los trabajadores del Garrahan, del Hospital Italiano, del Gutiérrez, del Posadas, de muchos docentes de La Matanza.
Empezamos a dar a conocer al interior del Hospital y hacia afuera todas las muestras de solidaridad. Esto nos permitió hacer público este atropello hacia el compañero Pablo y hacia todos los trabajadores del Hospital, a la vez que también nos ayudó a organizarnos adentro del Roffo y a ser cada vez más compañeros los que den el paso y se animen a denunciar esta situación y a hacer acciones. Algunas de ellas fueron sacarnos fotos con el cartel de “Todos Somos Pablo” en los distintos servicios del Hospital. También cortamos una vez la Av. San Martin en el barrio de Agronomía, donde se encuentra ubicado el Hospital. En otra oportunidad hicimos un Banderazo en la puerta.
También recibimos la solidaridad y el apoyo de sectores al interior de la Universidad, como de algunos Centros de Estudiantes, de docentes y, fundamentalmente, de la Comisión Interna de la Facultad de Sociales.
Todo esto permitió y logró que nuestro sindicato APUBA empiece a involucrarse e intervenga en beneficio de la reincorporación del compañero.
A partir de ahí, el director que había firmado la cesantía no aceptó ni rechazó el descargo, sino que lo elevó a quien depende directamente el Instituto que es la Facultad de Medicina. Fue el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina el que terminó resolviendo dejar nula la cesantía. La nulidad aprobada por el Consejo Directo es una confesión y una muestra de que todo el procedimiento del despido de Pablo fue completamente irregular, aunque en estos momentos la Comisión Interna siga insistiendo en que todo el proceso administrativo fue legal y correcto.

 

¿Qué perspectivas se abren ahora para ustedes a partir de esta lucha?

Las perspectivas que vemos a partir de ahora es primero garantizar que se haga efectiva la reincorporación de Pablo y la resolución de la Facultad de Medicina y el Consejo Directivo. La resolución llegó al Hospital y el director fue notificado, pero todavía Pablo no fue notificado. En este momento la resolución de su reincorporación está durmiendo en un cajón, así que seguimos en estado de alerta para que se haga efectiva y para que Pablo vuelva a cobrar sus haberes.
En relación a esto, otras de las cosas que organizamos e hicimos, y donde se dio muestra también de la gran solidaridad tanto al interior del Hospital como por fuera, fue una colecta para poder sostener al compañero Pablo, su subsistencia. Él tiene a cargo a su padre, un hombre mayor con complicaciones, y una hija también para alimentar. Para eso y para que él pueda seguir su tratamiento la colecta sirvió de sostén. Hoy en día seguimos haciéndola hasta que se concrete la efectivización y vuelva a cobrar su salario.
La perspectiva en primer lugar es esa. Y, en segundo lugar, poner sobre la mesa demandas que tenemos postergadas en el Hospital, comocontra la precarización y la inestabilidad laboral que existe hoy en día. Entre compañeros monotributistas y contratados, tenemos un 20% de personal precarizado. Y si contamos un tipo de contratación que se llama “subrogancia” al interior del Hospital, es casi el 40% el que está bajo un contrato inestable.

 

¿Cuáles creen que son las conclusiones y enseñanzas que les dejaron estas semanas de lucha?

Todas estas semanas de lucha, si bien fueron angustiantes, sirvieron para mostrarnos la fuerza que tenemos si nos organizamos y si prima la solidaridad entre los trabajadores. También nos mostró la forma en las cuales pelear por las demandas que tenemos pendientes, que son demandas que nuestra Comisión Interna viene postergando desde hace ya años.
Así que las perspectivas son esas: lograr que se haga efectiva la resolución de reincorporación y seguir este camino de organización, unidad y lucha para las demandas que tenemos pendientes, principalmente contra la precarización laboral que existe y que sufrimos como no docentes, pero también como trabajadores de la salud que somos. Creemos que esta es una realidad que está padeciendo el conjunto de los trabajadores de la salud, más con la exposición y las condiciones a las que fuimos sometidos en este año y medio de pandemia. Por eso también creemos que hubo tanta solidaridad por parte de los trabajadores de la salud. Opinamos que esto va a servir como experiencia para el día de mañana más inmediato poder organizarnos por las demandas que tenemos, que son las mismas de todos los trabajadores de la salud.

 

 

 

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