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27 de julio de 2020

A propósito del llamamiento del FIT-U


Una Conferencia Latinoamericana que no llama a los obreros del continente a pelear junto a los explotados de Portland y de todo Norteamérica


Que hoy combaten al jefe de todos los gobiernos y estados que nos oprimen desde Alaska a Tierra del Fuego y del Pacífico al Atlántico

El FIT-U llama a una Conferencia Internacional los días 30 y 31 de julio y el 1 de Agosto, bajo los temas: “Crisis mundial y rebelión en el imperio”, “El movimiento obrero latinoamericano ante la crisis capitalista y la pandemia” y “La situación latinoamericana”. Una Conferencia virtual Latinoamericana y de los EE.UU.
En esta nota no pretendemos debatir su temario sino alertar a los trabajadores latinoamericanos y de Norteamérica que esta Conferencia no llama a los trabajadores del continente a hacer suyo el actual combate de los trabajadores norteamericanos, a forjar la unidad internacional de la clase obrera del continente y a ganar las calles para pelear junto a ellos, hoy que en el corazón de la bestia imperialista se golpea al jefe de los gobiernos de Latinoamérica.
En momentos en que el movimiento negro y la clase obrera con sus combates en las calles, quemando comisarías, poniendo en pie zonas autónomas, está abriendo un período prerrevolucionario en el epicentro del imperialismo yanqui, el país más blindado institucional y militarmente del mundo. Las masas avanzan en poner en pie sus organismos de autodeterminación y democracia directa, desarrollan destacamentos de autodefensa, chocan contra la policía asesina y enfrentan abiertamente al régimen burgués. ¡Es este el momento para atacar a nuestros verdugos!

Pero le alertamos a la vanguardia que hoy combate en EEUU, en Chile, en Ecuador, que el FIT-U que habla de “independencia política”, en Argentina fue con sus diputados a una reunión con el gobierno de Fernández, donde lamentablemente terminaron dándole consejos de cómo salir de la crisis actual. Ubicándose así de sostén del gobierno burgués de Fernández y su llamado a la “unidad nacional”. Afirmamos que esta Nueva Izquierda, habla de revolución en una perspectiva lejana mientras se plantea hoy pelear por más democracia, “democracia real”. Se encuentran país por país, colgados a los faldones de los gobiernos y regímenes burgueses, subordinando los intereses de la clase obrera a los de las burguesías “progresistas”, que son igual de sirvientes de Trump, el FMI y los piratas de Wall Street que los llamados “ultraderechistas”.
Por eso, repetimos, en su “Conferencia Latinoamericana” no llaman a sublevarse y entrar al combate a los trabajadores del continente.

Esta “Conferencia Latinoamericana” del FIT-U no se plantea la unidad internacionalista con los que hoy se encuentran combatiendo, y extender esta sublevación de los trabajadores norteamericanos, que son los que tienen la llave para liberar a los trabajadores, no sólo de Latinoamérica, sino también de Palestina, Siria, Irán, Irak, el Líbano y del Túnez insurrecto que se vuelve a poner de pie. Porque ese no es su objetivo.
Los partidos que convocan a esta Conferencia no llaman ahora a una lucha coordinada internacionalmente como tampoco la llamaron cuando los explotados incendiaban Chile y Ecuador. Y mucho menos la llamaron para enfrentar en Bolivia el golpe fascista de Añez que arremetía a sangre y fuego contra los trabajadores bolivianos. No lo hicieron, no lo hacen, ni lo harán, porque lo que proponen es “generalizar la experiencia” del FIT-U a todo el continente: que es, ni más ni menos, un frente electoral que les dice a los trabajadores que pueden conseguir sus demandas a través del voto en las urnas para llenar de diputados de izquierda los Parlamentos fantoches. “Frentes”, “Partidos de Trabajadores”, “Instrumentos Políticos”, todo para terminar sometiendo a la vanguardia obrera país por país a las trampas electorales, y por esa vía, al sostenimiento de los regímenes burgueses.

 

Tan es así, que el PTS, uno de los principales impulsores de esta Conferencia, en su nota del 4 de julio plantea para EEUU: “Las campañas electorales no son intrínsecamente perjudiciales para los socialistas. Muchos socialistas dentro y fuera de la DSA, legítimamente frustrados por el carácter monopolizador y finalmente fallido de la campaña de Sanders, llegaron a la conclusión de que las elecciones siempre conducen a un fortalecimiento del dominio burgués. Por eso creen que la única actividad que vale la pena es la organización en los barrios y lugares de trabajo, creando comunidades entre esos sectores. Todo esto es bueno, y son esfuerzos que pueden contribuir en gran medida a generar conciencia y fuertes lazos entre la clase trabajadora, pero tiene que haber un objetivo a largo plazo de que esa clase tome el poder. Con este objetivo en mente, las campañas electorales pueden ayudar a construir una identidad para los trabajadores, difundir la política revolucionaria, promover consignas radicales que socaven la legitimidad del Estado burgués, y avanzar en la construcción de un partido político que, en una situación revolucionaria, sea capaz de dirigir a las masas de trabajadores al poder.” (https://www.laizquierdadiario.com/Romper-con-Sanders-y-los-democratas-para-que-haya-futuro-en-la-izquierda-norteamericana). Lo que esta corriente cretinamente electoralista les dice a los trabajadores norteamericanos hoy, es que la toma del poder es un objetivo a largo plazo y que ahora hay que aprovechar las elecciones (que son dentro de 4 meses) para construir la herramienta política de los trabajadores.
Así es que, lejos de ayudar a que las masas pongan en pie sus organismos ad-hoc para la lucha política contra la burguesía, su régimen y estado, el PTS y su comitiva electoral no hacen otra cosa que ayudar a la burguesía en intentar someter a las masas a la trampa electoral.
Por eso, el pasado 25 de julio no llamaron a luchar con Portland, ni las decenas de ciudades que al interior de EEUU se coordinaron con ese combate. Pero las explotados no quieren elecciones. Quieren acabar con la policía asesina, pilar fundamental de la banda de hombres armados que es el estado burgués, del que son sus perros guardianes. Y en ese combate chocan todos los días abiertamente contra el orden imperante. Y su demanda hoy se transforma en un motor hacia la lucha por la toma del poder. Puesto que para acabar con la policía la clase obrera tiene que derrotar a la burguesía y conquistar su poder, no a largo plazo, sino llevando al triunfo su lucha en el período inmediato.
Y aunque el PTS lo añore, la vanguardia aguerrida no piensa en las elecciones, sigue combatiendo porque sabe que el camino para echar a Trump está en las calles. Hoy, la situación de la lucha actual plantea incluso derrotar ese intento de trampa electoral en noviembre. De lo que se trata hoy para los revolucionarios internacionalistas es la pelea por ayudar a la clase obrera para que no se detenga y profundice su ira y creatividad revolucionarias; para que confíe en su propia fuerza; para desarrollar, extender y centralizar sus organismos de autodeterminación y armamento; para demoler al régimen de los Republicratas, acabar con el gobierno de Trump, expropiar a todos los parásitos de Wall Street y conquistar el verdadero poder de la clase obrera y los explotados con una insurrección triunfante.

La clase obrera necesita de un partido... pero revolucionario. Que les diga a los trabajadores que para acabar con la policía hay que tomar el poder y abrir paso a la revolución obrera y socialista. Este partido será la IV Internacional refundada que planteaba con claridad y total vigencia: “Así pues, si por una parte la sub-burguesía latinoamericana no puede actuar a favor de sus intereses de clase sin el concurso de las burguesías imperialistas, por otra parte, dialécticamente, el proletariado de América Latina no ha podido, no puede, no podrá luchar eficazmente por sus intereses de clase, sino en concurso del proletariado de los países imperialistas. Así pues, para los bolcheviques leninistas, no hay ninguna tarea más importante que la de establecer la conexión y más tarde la unificación entre las diferentes partes de la organización proletaria del continente, creando un organismo tan bien construido que cualquier vibración revolucionaria de él acaecida en Patagonia, repercuta inmediatamente como transmitida por un sistema nervioso perfecto, en las organizaciones proletarias revolucionarias de los Estados Unidos. Mientras tal cosa no se realice la tarea de los bolcheviques leninistas en el Continente Americano, no se habrá llevado a cabo”.
(...) “El hecho incontrovertible de que si el proletariado latinoamericano no puede realizar su liberación completa sin la unificación con el de los Estados Unidos, trae aparejado el hecho incontrovertible también de que el proletariado de los Estados Unidos no podrá realizar su liberación contra el poder imperialista sin la colaboración y el auxilio del proletariado latino americano. En consecuencia: si por una parte es posible y probable que la revolución social triunfe primero en los Estados Unidos, esto no excluye de ninguna manera la posibilidad que esta revolución principie en cualquiera de los países de la América Latina, en donde los choques de clases se hayan agudizado más y de allí cundan al resto de ellos; esta revolución, necesariamente de carácter anti-imperialista, puede perfectamente llegar triunfante a constituir los Estados Unidos de la América Latina, y la vanguardia del proletariado debe estar lista desde ahora y continuamente para iniciarla en cualquiera de los países de la América Latina en que las circunstancias objetivas y subjetivas lo indiquen y lo permitan. Esto será primera parte de la tarea total del proletariado revolucionario de América, y tal tarea podrá llevarse a cabo solamente con el concurso revolucionario activo del proletariado del país imperialista, los Estados Unidos, y siendo este país aquel en donde está concentrado en este continente y en el mundo entero la mayor parte de la producción industrial, nuestra revolución continental se realizara hasta su fin, incluyendo a los Estados Unidos en la UNION DE REPUBLICAS SOCIALISTAS SOVIETICAS DEL CONTINENTE AMERICANO”. (Los países del Caribe, Revista Clave N° 4, primera época, enero de 1939).

En el combate actual, en los obreros y jóvenes revolucionarios que pugnan por unir y atar su suerte a la de sus hermanos de clase que pelean en Portland, están las fuerzas para que surja el partido revolucionario e internacionalista que las masas necesitan para llevar su lucha al triunfo. Luchando por este programa, por sublevar y unir a la clase obrera de todo el continente, derrotando la política de la Nueva Izquierda, los abanderados de la “democracia real”, los lazarillos de Sanders, Varoufakis y Pablo Iglesias que como queda demostrado son un freno a la lucha revolucionaria de las masas. Queremos convencer, a estos jóvenes y obreros revolucionarios, a partir de su propia experiencia, para dar esta pelea, para que surja ese partido, la IV Internacional refundada. Para ello los trotskistas de la FLTI-CI pondremos todas nuestras fuerzas.

Ch, Lo, Avr y JJ
Corresponsales del periódico “Democracia Obrera” de Argentina

 


Muro de madres en Portland

 


Mineapolis



Chile, barricadas en Pudahuel Sur

 


Ecuador, noviembre 2019

 


Masacre de Senkata, Bolivia

 


Migrantes centroamericanos yendo a EEUU

 

 

 

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