28 de diciembre de 2017

Los demócratas liberales de la dirección del PTS ocultan el carácter de clase del estado burgués y su democracia para ricos

- El PTS afirma que la repuesta de masas frente al ataque de Macri junto a su reclamo de unidad es “Parte del costo para la clase dominante de poner en el Gobierno a los dueños del país. O, para ser más precisos, a parte de los mismos, con gerentes incluidos.” De partida, ¿quiénes son los dueños del país, según los intelectuales del PTS?, pues aquí se da a entender que estos capitalistas son los verdaderos dueños de los negocios que tienen las empresas nacionales con las transnacionales imperialistas, cuando por el contrario, es la burguesía nacional la que administran el saqueo de los parásitos imperialistas, y sólo desde ahí amasan sus jugosas ganancias. Y más aún, esta administración está estrechamente sometida a los dictamines del capital financiero internacional y que a nivel local,  son las fracciones de esta misma burguesía nacional las que se disputan esta administración de los negocios.
A partir de la misma cita, en cuanto a quiénes son los que gobiernan, al PTS sólo le interesa discutir los alcances de la democracia burguesa, cuando mete por debajo de la mesa el elemento determinante de aquella, la esencia del carácter del Estado Burgués como máquina de dominación de la burguesía sobre las masas explotadas. Entonces, en el funcionamiento de las instituciones de este aparato estatal, ellos se escandalizan de que la democracia esté siendo “asesinada” y negada para las amplias masas… Pues así ellos caen en la interrogante de ¿qué clase en el gobierno es el que se puede esperar conquistar de la mano de la democracia burguesa? Lenin le respondía a Kautsky en su folleto “La revolución proletaria y el renegado Kautsky”: “Considerad el parlamento burgués. ¿Puede admitirse que el sabio Kautsky no haya oído decir nunca que los parlamentos burgueses están tanto más sometidos a la Bolsa y a los banqueros cuanto más desarrollada está la democracia?”. Es decir, la democracia como forma de estado es sólo funcional a los intereses de clase de la burguesía. El gobierno burgués de esta semicolonia, que es Argentina, no puede revestir otro carácter. Como planteara Lenin, la democracia burguesa es la envoltura dulzona de la más feroz de la dictadura del capital. Pero esto no lo considera el PTS, pues para ellos, no existe el carácter de clase del Estado, pues, según ellos, éste es utilizado por la clase dominante a su favor, y aquí es donde depositan la lucha de clases, en la conquista del poder del estado y no precisamente en la destrucción violenta de éste, mediante la Revolución socialista, como veremos a continuación.

- “La votación finalmente favorable a la ley no fue “la expresión democrática del cuerpo legislativo”, como nos quieren hacer creer, sino la victoria de la gigantesca operación coactiva del Poder Ejecutivo Nacional y los Gobiernos provinciales, apuntalada por la Corte Suprema, con militarización del Congreso incluida, para aprobar un proyecto rechazado por una amplísima mayoría de la población. La división de poderes de la que alardean los “republitruchos”, “te la debo”. Un verdadero democraticidio.” ¿Democraticidio? ¿Es decir que con este actuar se mata la democracia y nuestra lucha debiese ser por mantenerla viva y perfeccionarla? Cuando esta es la menera normal de funcionamiento de la democracia burguesa.

- “Un estudio reciente consigna que la burguesía abarca en nuestro país al 0,3 % de la población, mientras que los directivos de las grandes empresas suman un 0,5 % más. En números absolutos, este 0,8 % de los habitantes de nuestro país no supera las 400.000 personas. Ahí está, asociado a las corporaciones imperialistas que actúan en nuestro país (que representan dos tercios de las principales quinientas empresas), el interés social representado por Cambiemos, el “Gobierno de los ricos”. Esta manera de abordar la cuestión es digna de un liberal burgués. Es hablar de mayorías y minorías de la población como lo hacía Kautsky que afirmaba: "Los explotadores han constituido siempre una pequeña minoría de la población" y borraba toda relación entre ambas partes antagónicas e irreconciliables. Lenin le respondía: “Esto es una verdad indiscutible. ¿Cómo deberemos razonar partiendo de ella? Podemos razonar como marxistas, como socialistas; entonces habremos de basarnos en la relación entre explotados y explotadores. Podemos razonar como liberales, como demócratas burgueses; entonces habremos de basarnos en la relación entre mayoría y minoría.” “la relación entre explotados y explotadores ha desaparecido de la argumentación de Kautsky. No queda más que la mayoría en general, la minoría en general, la democracia en general, la "democracia pura" que ya conocemos.”

- “Derrotar este paquetazo era posible. Es evidente que no era un enfrentamiento a piedrazos con la Policía lo que podía lograr esto, independientemente de comprender que estos enfrentamientos fueron expresión de una justa bronca popular. Para eso había que desplegar la fuerza del conjunto de la clase obrera en una huelga general con movilización que permitiera expresar la fuerza real de la voluntad popular en las calles. Ese fue nuestro planteo y a lo que se negaron los dirigentes burocráticos de la CGT (e incluso la mayoría de los dirigentes de los gremios que formalmente convocaron a movilizarse), pese a la tendencia a concurrir al Congreso de numerosos contingentes de trabajadores, que impusieron el paro y se movilizaron en distintos lugares de trabajo.” ¿Ligar la huelga general al problema del poder, del armamento, de la expropiación? Silencio. Leyendo el documento ésta sólo sería una medida de presión para perfeccionar la democracia y que sean las mayorías quienes decidan. Es decir, que la lucha en las calles para el PTS debe ser puesta a disposición de las decisiones en el parlamento y no al servicio de conquistar con organismos de autodeterminación la independencia de clase del proletariado para luchar por derrocar no sólo al gobierno y sus reformas, sino que derribar al régimen burgués. Su planteamiento sólo va en pos de sostener y legitimar a las instituciones del estado frente a las masas y, junto a esto, salvarle la vida a la burocracia sindical corrompida por éste, al exigirle un paro de presión.
- “nuestra lucha por terminar con este régimen político y social basado en la propiedad capitalista de unos pocos a costa de la esclavitud asalariada de la gran mayoría no se contrapone, sino que se ve fortalecida con cada nuevo derecho democrático obtenido. Como decía León Trotsky en Un programa de acción para Francia [5], la lucha por una democracia más generosa facilitará la lucha por el poder obrero, por un gobierno de los trabajadores basado en una democracia de los consejos” Una falsificación alevosa. Una reedición de la pseudo teoría de revolución por etapas. Primero habría que fortalecer la democracia y en una segunda etapa vendría el gobierno de los trabajadores. A su vez Trotsky en el escrito citado, plantea todo un programa de defensa de las libertades democráticas con los métodos de la revolución proletaria, ligado a la destrucción del estado burgués (que como buenos kautskistas, los del PTS ocultan).
- “El carácter antidemocrático de toda república burguesa, donde el derecho al sufragio juega el papel de presentar una ficción de soberanía popular para encubrir el carácter despótico de un poder estatal al servicio de mantener el de una ínfima minoría de propietarios capitalistas, es algo que siempre señalamos los marxistas. Por ello luchamos por una democracia infinitamente superior a la más democrática de las repúblicas burguesas, una democracia de consejos de trabajadores.” Es un hecho innegable. Pero como “liberales burgueses con fraseología socialista” -al decir de Lenin- ocultan la vía para conquistar la democracia obrera: por medio de una revolución violenta que destruya todo el aparato burgués y sobre sus escombros erija un gobierno de consejos de trabajadores. Nada que no haya sido estudiado en la experiencia de la Comuna de Paris.

POI-CI