Períodicos Democracia Obrera
El Organizador Obrero Internacional

VISITE TAMBIÉN
LA PÁGINA DE LA FLTI

WWW.FLTI-CI.ORG

volantes
Suplementos DO
English
Portugués

29 de diciembre de 2017

La masacre del fascista Al Assad y del sicario del imperialismo Putin, comandados desde Ginebra ayer por Obama y hoy por Trump, se generaliza al mundo con un feroz ataque de flexibilización para imponer la esclavitud laboral, la clase obrera Argentina ya lo siente en carne propia y le presenta batalla…
Los gramscianos-stalinistas del PTS con su posición de “democracia generosa”, como ya hiciera Kautsky y Stalin, quieren desarmar a la clase obrera y someterla a sus verdugos, pero para hacerla deben renegar del marxismo

Mientras la clase obrera responde con acciones revolucionarias en las calles a la guerra que le declararon el gobierno y los explotadores

El PTS declara la guerra contra el marxismo y se hace portavoz de la democracia burguesa

Cualquier obrero o joven que haya participado de los combates revolucionarios del 18 y 19 de diciembre en el Congreso de la Nación en Buenos Aires, entendió que si no derrota a Macri y a esa cueva de bandidos del Parlamento no podrá parar el ataque de los capitalistas. Con una enorme conciencia de clase, a pesar de la burocracia carnera y de los reformistas del FIT, los trabajadores y la juventud explotada identificaron al enemigo y pugnaron por hacerlo retroceder y derrotar el plan de flexibilización.
Todo el reformismo durante años se ha dedicado a echarle la culpa de sus propias capitulaciones y traiciones al “atraso de conciencia de las masas”. Pero cada lucha decisiva que presenta la clase obrera demuestra que el mayor atraso que tienen los trabajadores en su combate contra los capitalistas son sus direcciones reformistas y colaboracionistas.
Ahora, Albamonte y Castillo, los portavoces de la democracia burguesa se encargan de levantar una verdadera cortina de humo y falsificar los hechos para que se encaje en su sesudo análisis político de la situación. Tal vez a estos paladines de la democracia burguesa y de la constitución le contó la película su diputado Del Caño, que la vio por la ventana sentado en la banca parlamentaria pidiendo “Consulta Popular” para garantizar que “no le roben la leche a los chicos”. Esta gente se ha elevado tanto que ya piensa y ve la realidad al igual que sus colegas parlamentarios de la “casta política”, como ellos se refieren a la hora de hablar de los políticos burgueses.
Pero para los miles de obreros y jóvenes que se enfrentaron a la policía y a la gendarmería en las calles, inclusive a los propios militantes de base del FIT, esta mentira solo se la tragarán si se sigue dejando que este veneno entre. La máxima del PTS es: miente, miente que algo quedará.

Veamos: Según el PTS lo que sucedió el 18y 19 de diciembre fue un “enfrentamiento a piedrazos con la policía” que no podría lograr que se pare la reforma “independientemente de comprender que estos enfrentamientos fueron expresión de una justa bronca popular”. Y dicen que “había que desplegar la fuerza del conjunto de la clase obrera en una huelga general con movilizaciones que permitiera expresar la fuerza real de la voluntad popular en las calles (…) a lo que se negaron los burócratas de la CGT…”.

Evidentemente Albamonte y Castillo vieron el combate de barricadas muy desde lejos, tal vez en algún lugar desde donde pudieran seguir la sesión del Congreso donde su flamante parlamentario llamó a hacer una “Consulta Popular”, puesto que no solo no combatió en las calles sino que ni siquiera llamó a la huelga que ellos dicen defender.
Pero lo más increíble aún es que consideren que lo que sucedió fue un “enfrentamiento a piedrazos con la policía”. Para los que combatieron en Congreso, enfrentar a los perros guardianes de la burguesía, a los asesinos de Rafael y Santiago, era el primer paso para saldar cuentas con Macri. Ninguno de los que estaba ahí consideraba que con enfrentarse a la policía se paraba la ley, todos -o por lo menos la amplia mayoría que no sigue a Albamonte y a Castillo- el blanco al que había que llegar era al propio Macri y a todos los políticos burgueses. Por eso el grito fue “Que se vayan todos” como en el 2001, cuestión que hizo que se le frunciera hasta el pelo a la gorila de Lilita Carrió que dijo que se estaba “gestando un golpe como el que derrumbó a De La Rua”.Con gran instinto la burguesía volvió a ver los fantasmas de la revolución. Esto no hace más que empeorar las cosas con el PTS, porque negar este hecho es negar que estaba planteado avanzar por el camino del 2001, por el camino de la revolución.
Qué rápido que se olvidan los “dirigentes de Zanon” que esa conquista fue un subproducto no de la democracia generosa sino de la revolución proletaria y que por no haber tomado el poder hoy los obreros de esa fábrica como de todas las fábricas expropiadas en el 2001-2002 sufrieron un sofoco enorme y han quedado a la deriva o derrotadas.

 

La democracia generosa del PTSun fraude contra el socialismo

El PTS toma una frase suelta de Trotsky para justificar su política antirevolucionaria. La clase obrera necesita sacarse de encima a estos curanderos que con voz de académico llevan a la clase obrera a la guillotina. Ellos dicen que Trotsky en “Un programa de acción para Francia” definía que “la lucha por una democracia más generosa facilitará la lucha por el poder obrero, por un gobierno de los trabajadores basado en una democracia de los consejos, el ‘tesoro perdido’ de las revoluciones, según lo denominaba Hannah Arendt”. Además de falsificar a Trotsky lo ponen junto a Hannah Arendt una filósofa alemana antimarxista, así como juntaron a Trotsky con Gramsci, siguen insistiendo en juntar al fuego y al agua.
Pero hay que ser un falsificador profesional para hacer este tipo de cosas, hay que ser un enemigo confeso del marxismo. Un Programa de Acción para Francia es un programa transicional determinado en 1934 cuando lo que asolaba a Francia era un putch fascista y se abría el camino a la Guerra, por ello Trotsky antes de afirmar que “la lucha por una democracia más generosa facilitará la lucha por el poder obrero” define en el punto 16 bajo el título de “Por una Asamblea Única” un programa de democracia extrema, un programa determinado a defender la “Democracia con los métodos de la revolución proletaria”. Así lo desarrolla: “… mientras la mayoría de la clase obrera siga apoyándose en las bases de la democracia burguesa, estamos dispuestos a defender tal programa de los violentos ataques de la burguesía bonapartista y fascista.
Sin embargo, pedimos a nuestros hermanos de clase que adhieren al socialismo ‘democrático’, que sean fieles a sus ideas, que no se inspiren en las ideas y los métodos de la Tercera República sino en los de la Convención de 1793.
¡Abajo el Senado, elegido por voto limitado, y que transforma el poder de sufragio universal en mera ilusión! ¡Abajo la presidencia de la República, que sirve como oculto punto de concentración para las fuerzas del militarismo y la reacción!
Una asamblea única debe combinar los poderes legislativos y ejecutivo. Sus miembros serían elegidos por dos años, mediante sufragio universal de todos los mayores de dieciocho años, sin discriminaciones de sexo o de nacionalidad. Los diputados serían electos sobre la base de las asambleas locales, constantemente revocables por sus constituyentes y recibirían el salario de un obrero especializado.”
Y digamos de paso que luego de este punto programático Trotsky define que la burguesía jamás se rendirá voluntariamente, por eso completa el programa planteando que los explotados deben defenderse contra los capitalistas y agita: “¡Armar al proletariado, armar a los campesinos pobres! ¡Milicia popular antifascista!”

Pero para estos pacifistas del PTS, cuando las masas se arman para defenderse contra los capitalistas el “conflicto se militariza y se pudre”, como de forma grotesca levantaron ante la revolución siria, cuando los obreros y campesinos se armaron partiendo al ejército del perro Bashar. Aunque digamos de paso que a las bombas de Putin lo llamaron “ayuda humanitaria”.
Pero volvamos a Argentina. Según el PTS lo único que se puede hacer es una “Consulta Popular” y luchar por una “Democracia generosa”, por fuera de un “Programa de Acción”.

 

Bolchevismo vs Stalinismo / Trotsky vs PTS

El PTS está tan embriagado de parlamentarismo burgués que ya no cuida ni las formas. La palabra revolución y socialismo están perimidas para estos demócratas seniles y su “democracia generosa”. Hoy el PTS sigue muy bien los pasos de sus jefes del castrismo, ellos votaron que “el socialismo no va más”, y Albamonte y Castillo lo repiten como cacatúas y así forman a los militantes emulando a la Juventud Comunista del PC Cubano, que ayer votó en sus congresos a favor de la Propiedad Privada, como un preludio para entregar Cuba a los yanquis.
Los obreros y jóvenes combativos del FIT deben prestar muchísima atención a lo que hacen sus dirigentes. Hacer lo que hace el PTS es para que no quede piedra sobre piedra del marxismo. Compararemos a Trotsky contra el PTS y verán que se podría decir que estamos ante la misma situación en la que el Bolchevismo se defendía enfrentando al stalinismo.
El programa del PTS contra la burguesía es el siguiente: “Ellos, ‘los republitruchos’, defienden un aparato judicial corrompido y vitalicio, manejado a carpetazos y por operadores como Angelici y los fondos que salen de los servicios de inteligencia, que en el caso de la Justicia Federal la llevan a beneficiar siempre al poder de turno. Nosotros, la elección directa de los jueces por la población y el establecimiento generalizado de jurados populares. Ellos son parte de una casta política que cobra como gerentes de empresas, mientras nosotros luchamos porque todo funcionario político cobre como un trabajador calificado o como un docente y sea revocable por sus electores. Ellos defienden al Gobierno de los decretos y los vetos presidenciales. Nosotros propugnamos la abolición de la figura presidencial, un rey sin corona, como lo llamó Juan Bautista Alberdi en función de los atributos ’cesaristas’ que le consagra la Constitución Nacional al ‘primer mandatario’.”
Y más abajo definen: “un sistema de consejos obreros y de las masas explotadas sería para nosotros la forma que tomaría el poder en un Estado de los trabajadores. Sobre la base de la expropiación del puñado de capitalistas que mantiene el control de los recursos estratégicos de la economía, permitirían la centralización de los medios de producción y que sean las propias masas las que decidan democráticamente su propio destino, participando no solo en la deliberación política cotidiana (…) sino en la planificación democrática de la economía…”

Veamos ahora cómo Trotsky, en 1934, bajo el título “Los despojos del reformismo haciendo las veces de programa revolucionario”, denunciaba en “Adónde va Francia” al stalinismo que falsificaba al marxismo para traicionar a la revolución con la misma lógica programática que hoy desarrollan sus continuadores gramscianos del PTS.
La idea final de la resolución programática del Comité Central (del PC francés, NdeR) corona todo el edificio. Citémosla literalmente: ‘Combatiendo cada día para aliviar a las masas laboriosas de las miserias que les impone el régimen capitalista, los comunistas subrayan que la liberación definitiva no puede ser lograda más que por la abolición del régimen capitalista y la instauración de la dictadura del proletariado’. Esta fórmula no sonaba mal en los principios de la socialdemocracia, hace medio siglo y más. La socialdemocracia dirigía entonces no sin éxito la lucha de los obreros por reivindicaciones y reformas aisladas, por lo que se llamaba ‘programa mínimo’… El “objetivo final” del socialismo era dibujado entonces en la lejana nebulosa de los años. Esta concepción, que ya en la víspera de la guerra se sobrevivía, es la que el Comité Central del Partido Comunista ha transportado súbitamente a nuestra época, repitiéndola palabra por palabra, hasta la última coma.
¡Y estas gentes invocan a Marx y a Lenin! (…)
La fórmula política marxista, en realidad debe ser la siguiente: Explicando todos los días a las masas que el capitalismo burgués en putrefacción no deja lugar, no ya para el mejoramiento de su situación, sino incluso para el mantenimiento del nivel de miseria habitual; planteando abiertamente ante las masas la tarea de la revolución socialista como tarea inmediata de nuestros días movilizando a los obreros para la toma del poder; defendiendo a las organizaciones obreras por medio de las milicias, los comunistas (o socialistas) no pierden, al mismo tiempo, ni una sola ocasión de arrancar al enemigo, en el camino, tal o cual concesión parcial o por lo menos impedirle rebajar aún más el nivel de vida de los obreros.
Compárese atentamente esta fórmula con las líneas de la resolución del Comité Central citadas más arriba. Esperamos que la diferencia sea clara. De un lado, el stalinismo, del otro, el leninismo. Entre ellos, un abismo.”

Espero que quede clara la diferencia entre el trotskismo y el PTS, entre el marxismo y el academiscismo burgués. Seguir insistiendo desde las bancas parlamentarias que hay que defender la “Democracia generosa” y la “Consulta popular”, ya es una abierta ruptura no solo con el marxismo, sino con la política proletaria en general. Es cada vez más claro que el PTS se ha convertido en un freno absoluto a la lucha de la clase obrera.
Los tiempos que corren no dan sosiego a los explotados, la burguesía lejos de ser generosa y democrática avanza con palos y más bonapartismo. Inclusive está atacando ferozmente al activismo del FIT como sucede con Sebastián Romero y demás compañeros que están con pedido de captura… ¿qué hará el PTS? Hará una Consulta Popular y llamará a “elección directa de los jueces por la población y el establecimiento generalizado de jurados populares”, mientras tanto los compañeros sufren la persecución del estado, los obreros de Las Heras siguen condenados, Jones Huala sigue preso, 7000 luchadores obreros están procesados, la sangre de Rafael y Santiago clama justicia.

La masacre de Siria a manos de Assad y Putin, comandados ayer por el “democrático y generoso” Obama y hoy por Trump, ya golpean las puertas del mundo, hoy Siria comienza a ser tu país, tu ciudad, tu barrio, tu casa. Esto es una alerta a los militantes del FIT que deben pararle la mano a esta terrible falsificación, puesto que las consecuencias de esta política ya la comienzan a sufrir en carne propia. El PTS lo oculta, como oculta descaradamente el verdadero combate del 18 y 19 de diciembre, es que su rol es otro, le ha declarado la guerra al marxismo, para avanzar en estrangular y descomponer una nueva camada de obreros y jóvenes de vanguardia. Lamentablemente no son los dirigentes del FIT los que sufren su política en carne propia, sino los obreros a los que engañan y someten a sus verdugos.

La historia no le dará la razón al PTS, pero estos tampoco se caerán solos, los trotskistas le declaramos la guerra al reformismo. Nuestra tarea hoy está planteada en arracar las limpias banderas del trotskismo de las manos de sus destructores que la llevaron al fango del reformismo y a los pies del stalinismo, para recuperar a nuestro partido mundial al que los renegados del trotskismo lo han sometido al stalinismo en un partido único en la Nueva Izquierda. Revolucionarios a nuestros asuntos.

Hugo Parreira

 

 

contactenos