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ARGENTINA - abril de 2017

Abril de 2017

AGR-Clarín: Conclusiones de una primera etapa de esta gran lucha

El último capítulo de la heroica lucha de los obreros de AGR-Clarín aún  no está escrito.
Se puede triunfar, a condición de derrotar a la burocracia sindical

Nuevas páginas de historia en la lucha del movimiento obrero

El enorme combate de los trabajadores de AGR-Clarín ha entrado en una nueva etapa, luego del desalojo de la planta que ha significado un duro golpe. Sin embargo esta heroica lucha no ha terminado. Por ello, más que nunca, se vuelve imprescindible sacar las primeras conclusiones de esta gran lucha que ha escrito sus propias páginas en la historia del movimiento obrero y aún no ha dicho su última palabra.
Es obligación de todas las corrientes que nos reivindicamos de la clase obrera, que somos parte o apoyamos esta pelea, plantear con claridad nuestras conclusiones y propuestas en este difícil momento.

El método de la asamblea ha sido el motor de este heroico combate, en ella los trabajadores han podido definir a cada paso el devenir de la lucha, en ella las corrientes que somos parte de los trabajadores de AGR hemos podido plantear nuestros puntos de vistas, propuestas y pelear por ellas aunque quedáramos en minoría. La democracia obrera, la asamblea, el piquete es por donde puede respirar la vanguardia combativa y definir su destino.
Se trata de retomar las mejores tradiciones del clasismo, del SITRAC-SITRAM, donde quién mandaba era la asamblea, donde las Comisiones Internas clasistas renunciaban a su cargo en cada asamblea para que cada obrero valga lo mismo para discutir y votar y era cada asamblea la que volvía a votar a la Comisión Interna o la cambiaba si era necesario. En el clasismo, el cual debemos recuperar para el movimiento obrero de nuestros tiempos, las corrientes revolucionarias podían intervenir y dar su opinión puesto que apoyaban la lucha y los que resolvían eran los trabajadores.
Este régimen de democracia obrera, de auto organización y autodeterminación, de revocabilidad de los dirigentes a cada paso en la lucha, de absoluta independencia de clases y de ruptura con todo control por parte del estado de las organizaciones obreras, es el que hizo poderoso a aquella vanguardia de la clase obrera argentina de los 60 y 70 que se sentía parte del combate de la clase obrera mundial en la lucha contra el imperialismo, y por ello su grito de guerra “Fuera yanquis de Vietnam!” estuvo presente en cada lucha, en cada coordinadora, en cada huelga.
Se trata de recuperar esta enorme tradición de lucha y de internacionalismo, no en las palabras, sino en los hechos y los trabajadores de AGR-Clarín con su asamblea han sentado un jalón en este sentido.

Por ello en primer lugar queremos manifestar esta cuestión central y reivindicarlo ante toda la clase obrera, puesto que nuestra corriente en las asambleas de la toma de la planta pudo siempre luchar por nuestras ideas y propuestas más allá de las enormes diferencia que mantenemos con la dirección política del conflicto y de la Comisión Interna, es decir con el PO, quien por fuera de la asamblea intentó querer acallar nuestras opiniones, así como lo hizo en el acampe con otras corrientes como el PSTU –quien dio explicaciones públicas al respecto- o expulsando al PTS del conflicto luego del desalojo de la planta, posición del PO que repudiamos mas allá de cualquier debate político, o de las canalladas afirmadas por el PTS contra los trabajadores de AGR con las cuales para nada acordamos como veremos a lo largo de este articulo. Sin embargo, como organización que se reclama del clasismo, sus métodos y su experiencia, es nuestra obligación repudiar cualquier medida que atente contra la democracia sindical, la democracia obrera y la asamblea de base.

Las corrientes que fuimos parte y militamos en el SITRAC-SITRAM sabemos que la organización de izquierda mayoritaria en un inicio del proceso era Vanguardia Comunista, sin embargo, gracias a la poderosa democracia obrera que regía al clasismo, los principales dirigentes y referentes de la lucha terminaron ingresando a las filas del trotskismo, tanto al PST como al PO. Es que toda corriente que apoyaba la lucha podía plantear sus puntos de vista sin correr el riesgo de ser expulsados o sufrir intentos de silenciar convicciones.
En la lucha de AGR-Clarín, la asamblea, los compañeros, fueron garantía de democracia obrera para luchar, sin embargo no fue esta la política de la dirección del PO.

En el presente artículo, queremos plantearles a los trabajadores nuestras primeras conclusiones de esta enorme lucha y las diferencias que mantuvimos y mantenemos con la dirección del conflicto. Lo haremos con el mismo respeto y firmeza con el cual defendemos nuestras posiciones en cada sector de la vanguardia y de la clase obrera mundial en la que intervenimos defendiendo nuestras ideas como por ejemplo en el corazón de la resistencia siria, donde los sectores sunitas son claramente “anticomunistas” y sin embargo la Brigada León Sedov se ganó su lugar en la lucha para pelear por sus ideas.
Creemos que la defensa de la democracia obrera es una de las principales responsabilidades que tenemos las corrientes que nos reivindicamos del clasismo y luchamos porque se vuelva aponer de pie.

Los obreros de AGR-Clarín y sus familias protagonizaron una lucha sin cuartel contra el cierre, los despidos, contra la flexibilización laboral y en defensa de las organizaciones combativas como su Comisión Interna. Esto en medio de una verdadera guerra declarada contra los trabajadores por parte del gobierno de Macri, los gobernadores del PJ y los K, la patronal negrera como Magnetto y el conjunto del estado, todos bajo las órdenes de las transnacionales y Wall Street que buscan reventar los convenios colectivos de trabajo e imponer salarios de hambre. En respuesta a ello se pusieron en marcha una oleada de conflictos por fábrica, un mes de marzo atravesado por la lucha docente con sus paros y enormes movilizaciones, por la marcha de masas en el día de la mujer trabajadora, pero fundamentalmente por la grandiosa rebelión de la base de los sindicatos de la CGT que terminó, el 7 de marzo, tomando el palco y echando a patadas al triunvirato de la burocracia sindical que realizaba un acto del PJ para impedir la huelga general, mientras sostenía con tregua y pacto al gobierno antiobrero de Macri.
La rebelión de la base de los sindicatos de la CGT fue sin dudas un punto de inflexión de este nuevo momento de la lucha de clases. Es que cuando la burguesía siente que pierde el control del movimiento obrero, es decir, está en riesgo su agente –la burocracia sindical- pago para oprimir, contener y traicionar a los trabajadores, agudiza con todo su instinto de clase ya que ve amenazada su propiedad y dominio.
Por ello, la respuesta de la burguesía a la grandiosa rebelión contra la burocracia en las calles, fue también en las calles con la movilización de las clases medias gorilas el 1 de abril que le exigieron a su gobierno “leña contra las luchas obreras”. Pero la rebelión del 7/3 también fue la garantía del parazo general contra Macri del 6/4, al que el gobierno respondió con represión en Panamericana, al día siguiente el desalojo en AGR-Clarín y al día siguiente reprimiendo a los maestros en Congreso. El mes de marzo con la oleada de luchas, ocupaciones, piquetes, marchas y paros de los cuales AGR-Clarín fue parte y el paro general del 6 de abril demostraron que estaban maduras las condiciones para la coordinación y conquistar un pan de lucha unificado para derrotar el ataque de Macri. Esto es lo que impidió la carnera burocracia sindical en sus diferentes alas.

Como afirmamos una y otra vez a lo largo de la lucha de AGR y lo seguimos afirmando, si la burocracia gráfica se mantiene en la FGB los obreros de AGR-Clarín no podrán imponer sus demandas. Para ganar, hay que derrotar a la burocracia sindical y la vida ha dado su propio veredicto, como demostraremos, las condiciones para derrotarla durante los 80 días de ocupación de fábrica, estaban más que maduras. La rebelión del 7/3 lo confirmó categóricamente.

 

¡Una gran lucha!

Nada se le puede reprochar a los compañeros de AGR-Clarín. El PTS en su balance del 8 de abril publicado en LID critica lo que fue sin dudas el punto más fuerte de la lucha de AGR-Clarín. Ellos dicen: “De lo que se trata es si una lucha está dispuesta a tomar medidas fuertes para hacerse oír y ganar a amplios sectores para su causa, impactar sobre la base de los sindicatos y golpear a las patronales, aunque eso traiga riesgos de sufrir represiones.” Esta corriente cuestiona el punto más fuerte de la lucha, cuya base fue la asamblea, la ocupación del taller gráfico más importante del país y de la patronal gráfica más fuerte, el piquete, la movilización y la búsqueda incesante de la solidaridad en el conjunto de la clase obrera.

La dirección del PTS y su parodia de “piquetes”, cuya estrategia es “romper el cerco mediático” jamás entenderá que la toma de fábrica, el ataque a la propiedad privada y la paralización de la producción es donde la clase obrera se hace sentir en la lucha de clases y plantea una perspectiva de triunfo contra el enemigo. La dirección del PTS quiere hacerle creer a la vanguardia obrera y a algunos distraídos, que las acciones de impacto propagandístico –las cuales son progresivas en toda lucha- que protagonizaron en la Panamericana durante el paro del 6 de abril, son piquetes obreros que “transformaron” la jornada en un “paro activo” y que aquel piquete que se defendió de la represión era lo que había que hacer en AGR ante el desalojo…

Vale aclarar en primer lugar, insistimos, que lo de la Panamericana del 6/4 fue una acción de propaganda y no un piquete obrero apoyado en la base de las organizaciones de fábrica de la zona, puesto que un verdadero piquete obrero que controla territorio es de miles de trabajadores, con comités de autodefensa, miguelitos para garantizar que nadie circule y todo lo que la clase obrera argentina conoce y sabe hacer desde Cutral-Co y Mosconi, hasta los piquetes de la revolución del 2001 que poco tienen que ver con los “piquetes” que quiere emular el PTS para salir en las cámaras.
En segundo lugar, la cuestión del desalojo en AGR no se definía en un piquete con mayor o menor organización en el día mismo del desalojo. Reducir a esto el desalojo es un verdadero engaño. El conflicto y la lucha de AGR en sus más de 80 días de ocupación, se definía en la estrategia política de la dirección del conflicto que recayó en el PO –dirección de la Comisión Interna- y sobre estas diferencias es que vale la pena debatir y sacar conclusiones.  

Mientras el PTS afirma en su balance que “los K no hicieron nada” poniéndolo como un factor fundamental en la lucha, y dice que la burocracia de la FGB "cumplió el papel de "traidor disimulado", quienes nos reivindicamos del clasismo afirmamos que la toma de fábrica y el método de la asamblea fue el cimiento para resistir la represión en la puerta con nuestras familias acampando, para convocar a los plenarios obreros que fueron reclutando una enorme solidaridad de norte a sur del país y de todas las fábricas en lucha, desde Cresta Roja que trajo pollos a la toma, hasta los compañeros de Canale que traían hasta la yerba que no tenían; los compañeros de Aceiteros hicieron enormes aportes a un fondo de lucha que se vio nutrido día a día; se le arrancó a la FGB el llamado a un paro gráfico que sin ningún "disimulo" ellos mismos boicotearon desde el minuto cero garantizando que salgan todos los diarios y revistas, a pesar de que las fuerzas de AGR, la oposición gráfica y organizaciones solidarias realizamos paros y piquetes para paralizar la producción en algunos talleres donde se quería sacar la producción de AGR; en otra jornada logramos el retraso de la salida de Clarín gracias a la movilización y la solidaridad de los camioneros en la planta Zepita; las movilizaciones de más de 10 mil compañeros al Ministerio de Trabajo; festival y movilizaciones al Obelisco con corte de autopista en las narices de TN; hasta la CGT y la CTA tuvieron que recibirnos; también pusimos a producir la planta sacando nuestra propia revista demostrando que no necesitamos a los patrones para producir… ¿Qué no hicieron los trabajadores de AGR? ¡Hicieron de todo!

 

82 días de ocupación de fábrica, dos estrategias en el movimiento obrero:
El Ministerio de Trabajo no es “neutro”, es la oficina de Recursos Humanos del conjunto de la patronal.
Para triunfar hubo y hay que tener una política para derrotar a la burocracia carnera de La Verde e imponer el paro general del gremio.

El problema no fue ni la falta de “determinación”, ni que “los K se borraron” como cuestiona el PTS, el “nuevo MAS” y MST. En primer lugar el límite que tuvimos en todas nuestras enormes y decididas acciones de lucha, fue que la burocracia sindical de La Verde se mantuvo en la dirección de la FGB. Esto impidió un verdadero paro general y plan de lucha de la industria gráfica que le paralice la producción y salida de diarios a Clarín, La Nación y de toda la patronal para que reincorporen a los trabajadores de AGR-Clarín, a todos los despedidos de la industria y se derrote la flexibilización laboral en el gremio.

Los gráficos hace 3 años que vienen sufriendo despidos, cierres y salarios de miseria con la patronal avanzando en una reconversión en la industria gráfica. Hace 3 años en cada paritaria hubo cierres de talleres grandes y talleres chicos. La burocracia de La Verde en cada plenario cerró un número de paritarias de miseria y entregó a los compañeros de Donnelley, World Color, Poligráfica y hoy a AGR-Clarín. Así garantizó la reconversión que necesita la patronal gráfica.

Sin embargo, la dirección del conflicto, es decir el PO, no tuvo como estrategia derrotar a la burocracia sindical de La Verde, sino que tuvo por estrategia y consigna central el pedido de que “Triaca nos reciba”, subordinando a ello las grandes fuerzas que iba logrando la ocupación de la planta, cuando desde el minuto cero el Ministerio de Trabajo se había pronunciado a favor de la patronal, se reunía por atrás con La Verde y le había cerrado las puertas de su despacho a los trabajadores de AGR a pesar de que concurrimos a la avenida Callao junto a 10 mil compañeros.
La izquierda reformista le presenta a los trabajadores a un Ministerio de Trabajo como si fuera “neutro” entre los obreros y los patrones y que por ello puede llegar a fallar a favor de los explotados ¡Esto es un verdadero engaño! El Ministerio de Trabajo, esté quien esté, es una oficina de Recursos Humanos del conjunto de la patronal transnacional y local ¡El Ministerio de Trabajo es enemigo de la clase obrera!

Por ello la consigna “Que Triaca nos reciba”, le impuso un límite absoluto a la lucha, puesto que generaba expectativas en los compañeros de que el Ministerio de los esclavistas, podía dar una salida favorable al conflicto, un verdadero imposible. Esta política dispersaba, disipaba y desgastaba las enormes fuerzas conjuradas por la lucha de AGR.   

Los trabajadores de AGR-Clarín, con su método de lucha, se transformaron en la única perspectiva para enfrentar la flexibilización laboral en la industria gráfica, y con La Naranja dirigiendo algunas de las plantas más importantes del gremio junto a las fuerzas de La Bordó, llamando a organizar comités de todos los despedidos de la industria en los últimos años, recorriendo los talleres durante más de un mes para organizarlos por abajo y que se voten delegados a una asamblea general en el gremio por el paro general, era lo que abría la perspectiva de la derrota de La Verde y por tal del triunfo de AGR que se habia transformada en una fuerza mayoritaria en el gremio ¡Todo trabajador gráfico apoyaba la toma de Pompeya!  

Tanto la dirección del PO como del PTS se negaron a esta orientación que nuestra corriente propuso a cada momento y que tuvo como respuesta del PO “no hay condiciones, eso no se puede hacer”, cuando lo único utópico era que Triaca nos recibiera como quedó demostrado.

AGR despertó la solidaridad de cientos de organizaciones obreras, de decenas de miles de trabajadores en todo el país, porque su pelea contra los cierres, despidos, contra la flexibilización laboral y en defensa de las organizaciones obreras, es una lucha de TODO el movimiento obrero.
Por eso al primer plenario obrero realizado el sábado 21 en la puerta de la fábrica, acudieron decenas de delegaciones de organizaciones a debatir y a organizar una lucha en común. La patronal concentraba en AGR todas sus fuerzas –gobierno, ministros, represión, jueces- para imponer una derrota que signifique un golpe al conjunto del movimiento obrero para avanzar en imponer paritarias de hambre, flexibilización, liquidación de conquistas y redoblar el ataque a los sectores combativos.
En aquel primer plenario obrero un delegado de ACINDAR, dirigente de la Agrupación "La Gota" dijo "Acá en AGR, con el cierre y la represión, la patronal empezó las paritarias en todo el movimiento obrero, los trabajadores tenemos que concentrar nuestras fuerzas y coordinarlas porque acá se está definiendo el salario de los trabajadores".
El propio Ramal en su artículo del 9-4 en respuesta al balance del PTS afirma "La ocupación de AGR tuvo lugar en medio de un agravamiento de la crisis industrial, resultado de las reconversiones antiobreras impulsadas por el gobierno y las patronales. Fue el caso de AGR, pero también de Banghó, Roux Ocefa y otras. Luego vino Sancor y también General Motors", y luego "pero la burocracia sindical se encargó de aislar la ocupación de AGR, conteniendo con maniobras a otros conflictos". Nadie podría estar en contra de estas líneas, pero lo que el PO no explica en sus artículos es la razón por la cual, luego de media docena de plenarios obreros y actos en la puerta de AGR con decenas y decenas de organizaciones y delegaciones de distintos sectores de trabajadores en lucha y comisiones internas combativas, no se pudo conquistar un verdadero Comité Nacional de Lucha bajo un único pliego de reclamos, o una Coordinadora de Lucha que centralice todas las fuerzas como un sólo puño, no sólo en solidaridad con AGR, sino para unificar una única pelea contra el gobierno y la patronal… esto no fue por "maniobras" de la burocracia sindical, sino porque la dirección del PO y del conjunto de las fuerzas del FIT, una vez más se negaron a hacerlo.

La estrategia de exigirle una entrevista a Triaca fue un límite absoluto de esas enormes fuerzas para coordinarlas efectivamente, inclusive un límite absoluto para coordinar las propias fuerzas combativas en el gremio gráfico, porque todo era “que Triaca nos atienda” por AGR y se negaron a recorrer, La Naranja y La Bordó, todas las fábricas y talleres, levantando las demandas de todos los gráficos y organizando una Asamblea General de delegados de base de toda la industria en el propio local de la FGB por el paro general de todo el gremio. El PO siempre dijo que para ello "no habían condiciones", pero los más de 80 días de ocupación y lucha ejemplar demostraron que sobraban las condiciones para ello si había la decisión política de luchar por hacerlo. No había medias tintas, o derrotábamos a La Verde, o La Verde sostenía en sus hombros el desalojo de la planta.

El PO y el PTS, con peso en los sectores claves de la industria gráfica: AGR, Interpack, Morvillo, Madifgraf y otros talleres, cruzan críticas y acusaciones, pero de esto no dicen una palabra, es que en última instancia, como vemos, tienen la misma estrategia con algunos matices. Ambos dos, son enemigos de poner en pie organismos de coordinación de los que luchan por fuera de los estatutos de la podrida burocracia sindical.
Es por esta razón que el FIT nada tuvo que ver con la rebelión que rajó a patadas del palco a la burocracia de la CGT en el acto del 7/3 y los compañeros de AGR no pudieron estar junto a la base de los gremios sublevadas y junto a los compañeros de la Línea 60 y Canale que tomaron el palco al grito de Paro General YA, por que el FIT nos llevó a marchar al Cabildo, bien lejos del palco.

La dirección del PO mantuvo una campaña permanente de que “no estaban las condiciones dadas para derrotar a la burocracia de La Verde en las calles”, que eso era "ultraizquierdista" pero la rebelión del 7/3, aunque quieran ocultarlo, demostró que las condiciones estaban más que maduras, y que si se pudo rajar a patadas al triunvirato de su propio acto, se podía marchar a la FGB para imponer el paro general gráfico y el plan de lucha.

La realidad dio su veredicto y el PO debe hacerse responsable de su política de capitulación a la burocracia sindical gráfica.

 

La lucha por la administración obrera directa de la fábrica y por la estatización sin pago y bajo control obrero de AGR era la política para triunfar

Como desnudaron los trabajadores en innumerables oportunidades, el cierre de AGR no fue por "crisis" de la patronal, al contrario, la empresa multiplicó sus super-ganancias bajo el nuevo gobierno. Por ello la consigna de “Abajo el Secreto Comercial” y la “Apertura de los libros de contabilidad de Clarín y toda la rama de la industria”, tomó un papel fundamental para exponer el plan flexibilizador en el gremio y derrotar el lock out patronal. Sin embargo esta consigna por sí sola no resolvía la cuestión si no era impulsada junto a la ¡Estatización sin pago y bajo control obrero de AGR-Clarín y toda fábrica que cierra, suspenda o despida! Esta era la consigna estratégica para darle una salida al cierre de la planta y los despidos fraudulentos.
La lucha por la “Estatización sin pago y bajo control obrero de AGR” no fue el centro del programa de la dirección del PO, no la levantó audazmente en la lucha y cuando nosotros la propusimos ellos tergiversaron nuestra postura diciendo “ustedes quieren cooperativa”. Nada más alejado de nuestra postura, lo cierto es que el PO no la quiso levantar audazmente porque solo la utiliza como campaña electoral y propaganda, pero jamás para aplicarla en la vida misma.  
El PTS por su parte es quien tienen por estrategia en estos casos impulsar cooperativas y leyes en el Parlamento donde los capitalistas, es decir los acreedores, cobran sus millones y los obreros quedan auto explotándose, con salarios de miseria, sin convenio colectivo y subsistiendo como pueden, esto es lo que lamentablemente sucedió en Zanon y Donnelley. Esto también lo que sufren decenas de cooperativas que La Verde administra.

Ante la toma de fábrica, la burocracia de la FGB, sin "disimulo", salió rápidamente a defenderle el bolsillo a la patronal bajo la consigna "defensa de la industria nacional", es decir de Magnetto. Entonces había que demostrarle al conjunto de los trabajadores gráficos y de todo el país, que la dirección del gremio no sólo es carnera de la lucha de AGR, sino que sostiene el ataque patronal. ¿Cómo hacerlo de forma efectiva mientras estábamos en la toma? El paro convocado por el gremio para el 19-1 fue un fraude de la burocracia puesto que no paralizó lo central de la producción, ni siquiera paralizó La Nación y Clarín donde dirige la burocracia de La Verde. Nuestra consigna de que el sindicato se haga cargo del directorio de la planta y se ponga a producir bajo control obrero, o que el sindicato se haga cargo de los sueldos de los trabajadores de AGR en lucha, lejos de "sembrar expectativas en la burocracia", como nos acusaba de forma maniobrera el PO en las asambleas y vía grupos de Whatsapp internos, estas consignas desnudaban el rol de la directiva del gremio y legitimaba a los trabajadores gráficos para marchar al sindicato para imponer el Paro General y el plan de lucha, que unificara la lucha de AGR-Clarín al conjunto de los gráficos contra los despidos, por salario digno, terminar con las cooperativas y el trabajo en negro con la consigna: todos bajo convenio.

Todos los años AGR junto a los demás que dirige La Naranja votaban en asamblea marchar, parar, exigir plenarios obreros, plan de lucha, salario digno, contra los despidos, y esto siempre fue dirigido como exigencia a la dirección del sindicato. A esto el PO jamás le dijo –por suerte- que era "crear ilusiones en que La Verde va a pelear", puesto que claramente era una política para sacar a la burocracia de sus cómodos sillones e imponerle la demanda y lucha de la base. Sin embargo durante los más de 80 días de toma de fábrica el PO se negó siempre a marchar al sindicato como se hizo en 2013 junto a la Bordó y en 2014 lo hizo La Naranja exigiendo un plan de lucha contra los despidos y por las paritarias. ¿Por qué en 2013 y 2014 sí se hizo y no fue así durante los 80 días de toma cuando cerraron la planta, quedamos todos despedidos y teníamos el apoyo de la mayoría de los gráficos? El PO debe explicarlo…

Lamentablemente las campañas del PO en la fábrica contra los trotskistas de Democracia Obrera tildándonos de "ultraizquierdistas" y "divisionistas", entre otras cosas, fueron más agresivas que su política para, apoyados en la toma de fábrica y la enorme autoridad ganada en la lucha, recuperar el gremio para los trabajadores. A cada moción de organizar una Asamblea General de los gráficos con delegados de base de todos los talleres y marchar al sindicato para imponer el paro, el PO respondió que "eso le va a dar la excusa a la FGB para abrirse y dejarnos solos", ¡cuando eso hizo el sindicato desde el comienzo! 

Nuestro programa y propuestas a cada paso, estuvieron siempre orientadas a impulsar la lucha por recuperar el gremio para los trabajadores, es decir derrotar a la burocracia sindical. El PO se negó sistemáticamente a ello y terminó subordinándose a los plenarios de delegados fraudulentos llamados por La Verde.
La única democracia sindical que puede haber en el gremio es la de una Asamblea General gráfica. Los plenarios de delegados de La Verde son un fraude puesto que la burocracia siempre es mayoría, los únicos delegados que van con mandato de base son los de La Bordó y La Naranja y sin embargo La Verde se apoya en los estatutos antidemocráticos y fraudulentos para imponerse.
La subordinación del FIT a los estatutos de los sindicatos estatizados regidos por el Ministerio de Trabajo esclavista es una catástrofe para la vanguardia combativa de la clase obrera.

Claramente, para la dirección del PO y del PTS, los sindicatos solo pueden ganarse mediante "elecciones", respetando y subordinándose a los estatutos de la burocracia sindical regidos por la Ley de Asociaciones Profesionales que estatiza las organizaciones obreras. Lamentablemente, a cada elección sindical, llegaremos cada vez más diezmados si no derrotamos en la lucha a los carneros de la burocracia sindical.

Hoy, con el desalojo impuesto por el estado, padeciendo un durísimo golpe, el PO, ya sin que la planta esté ocupada y sin las fuerzas de las primeras movilizaciones, insiste en "Que Triaca nos atienda" como fuera el 12-4; y los trotskistas como lo hicimos antes del desalojo, durante el desalojo y después del desalojo, seguimos insistiendo en marchar al sindicato organizando una Asamblea General Gráfica de delegados de base con mandato con un pliego único de reclamos. Esto se vuelve más urgente, no solo porque nos han desalojado y esto vuelve todo mucho más difícil, sino porque en Interpack no se está produciendo y en Morvillo hay amenaza de despidos si no realizan los trabajos de AGR-Clarín. En estas dos plantas también dirige La Naranja y la patronal busca eliminar por completo a la vanguardia combativa de todo el gremio.

Estamos a tiempo… Necesitamos urgente una gran Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados para coordinar a los que luchan, derrotar a la burocracia sindical e imponer un plan de lucha y la Huelga General 

A la enorme lucha de AGR-Clarín no hemos llegado en las mejores condiciones. No por la organización interna del taller que actuó siempre a la altura de las circunstancias, sino porque las corrientes que dirigen al sindicalismo combativo y hablan en nombre del clasismo, es decir el FIT, durante años se han negado sistemáticamente a coordinar a los que luchan. Han sido liquidados los encuentros combativos como los de Atlanta o Zona Norte y la vez que llenamos un estadio de futbol, no fue para coordinar una gran lucha, sino para lanzar la campaña electoral del FIT… El sometimiento de la Nueva Izquierda al parlamentarismo burgués, su estrategia de que con leyes en el Parlamento la clase obrera puede resolver sus problemas, de pelear por una "democracia superior", muy caro le ha costado al sector combativo de la clase obrera. La cadena de derrotas en el cordón industrial de zona norte, no haber coordinado con la enorme lucha de Tierra del Fuego en 2016 y un sinfín de ejemplos, nos ha dejado expuesto al clasismo a nuevos golpes y derrotas.
En el gremio gráfico venimos de los golpes en Donneley, Word Color, despidos en talleres y jamás La Naranja y Bordó dirigiendo los principales talleres de la industria coordinó una pelea unificada para derrotar a la Verde y para la ofensiva patronal.

Hoy, la lucha de AGR-Clarín, entro en una fase crítica, es parte de los durísimos choques que se profundizarán contra la patronal, el estado y su gobierno. La rebelión contra el triunvirato de la CGT por parte de la base de los sindicatos es un soplo de aire fresco para el conjunto del movimiento obrero. Las ocupaciones de fábrica y la rebelión contra la burocracia sindical en las calles deben ser el punto de partida de las nuevas luchas que ya están aquí. Contra ello el régimen infame ya puso en marcha la trampa electoral para abortar todo proceso de lucha, la burocracia sindical una vez mas es garante de esta trampa contra los explotados.

Lamentablemente el FIT se presta a este juego. El PO está reeditando la vieja política del MAS de los 80 que decía que el partido estaba creciendo tanto que “los soviet se van a dar dentro del partido”, una política socialdemócrata de una corriente adaptada al régimen democrático burgués que en su afán electoral asfixiaba a la vanguardia obrera porque había abandonado la política trotskista de impulsar la auto organización de las masas en lucha. Hoy el PO quiere meter en el dedal de su corriente al fenómeno del sindicalismo combativo, y no hace más que repetir la vieja política del MAS de los 80, de negarse a luchar por poner en pie la auto organización de la clase obrera, impulsar los comités de fábricas, las coordinadoras de los que luchan y los organismos necesarios aptos para enfrentar a la burocracia sindical, la patronal y su estado. Su política es la de “involucremos a la vanguardia obrera y a sus luchadores en la batalla electoral”

El FIT es el representante de la llamada Nueva Izquierda mundial en Argentina, que como Podemos y Syriza, afirma que los trabajadores pueden mejorar su nivel general de vida en el marco del sistema capitalista y a ello responde su abrazo al parlamentarismo y su abandono de la lucha por la revolución socialista. Por el contrario la clase obrera argentina necesita una dirección revolucionaria con un programa y una estrategia a la altura de la guerra de clases, que le diga a los trabajadores argentinos que son parte del combate de los trabajadores fabriles de Bolivia contra Evo Morales, que son parte y hay que luchar como los explotados mexicanos y que somos parte de la resistencia siria que enfrenta al genocidio de Al Assad, Putin y Trump.
No hay tiempo que perder, hay que poner en pie los órganos de la clase obrera aptos para la guerra de clases, hay que centralizar las organizaciones de lucha de las masas porque para derrotar el ataque de Macri y Wall Street vamos a tener que pelear como el 2001, con las ocupaciones de fábricas, el movimiento piquetero revolucionario y las Asambleas Nacionales de trabajadores ocupados y desocupados ¡Hay que poner en pie un nuevo reagrupamiento revolucionario de la vanguardia!

 

En defensa de la democracia sindical… no se puede echar de la lucha,
por diferencias políticas, a corrientes obreras

La dirección del PO debe rever su actitud

El 8-4, al otro día del desalojo de AGR, se realizó una asamblea. En ella el PO propuso la expulsión del PTS del acampe argumentando que en redes sociales esa corriente atacaba a los trabajadores de AGR y los acusaba de "cagones" ante el desalojo. 
Desde ya comprendemos la bronca que despertó entre los compañeros semejante posición luego de 80 días de toma, donde bancamos represión a nosotros y nuestras familias entre otras cosas. Pero esta bronca no puede ser manipulada para terminar haciendo votar una resolución que atenta directamente contra la democracia sindical.

Nosotros votamos en contra de una resolución inadmisible y repudiamos enérgicamente que se eche de una lucha a corrientes obreras solidarias, por el hecho de tener diferencias políticas. De las luchas se echa a los buchones y a los carneros.
En asamblea podíamos haber repudiado la postura del PTS, inclusive llamar a repudiar esa posición en todo el movimiento obrero, pero jamás expulsar a una corriente de la lucha por opinar distinto, aunque no compartamos en lo mas mínimo esas opiniones.

Nosotros no tenemos ningún acuerdo con las posiciones del PTS y es comprensible que compañeros puedan enojarse con la campaña de esa corriente por redes sociales en un momento muy delicado de la lucha, es compresible pero eso no justifica que el PO se monte sobre este sentimiento para hacer votar la expulsión de su contrincante en la interna del FIT.
En todo caso, que estas corrientes diriman sus diferencias en la interna del FIT y no en la asamblea de AGR-Clarín.

Se trata de una resolución muy peligrosa porque sienta un mal precedente, es decir que se puede echar de una lucha a una organización obrera por diferencias políticas, por críticas o por disputas de aparatos. Esto liquida la democracia sindical y la democracia obrera.
Los luchadores sufrimos persecución por parte de la burocracia sindical que nos pone en listas negras para que la patronal nos eche del trabajo, en los pasados días la dirección de la UOM suspendió por 45 días a la Comisión Interna de Ternium Siderar de Ensenada por “díscolos”, esto destruye la unidad del movimiento obrero y no lo podemos permitir.
¿A caso si el PO dirigiera el gremio gráfico aplicaría estos métodos de echar a los opositores? No puede quedar este precedente bajo ningún punto de vista.

Insistimos, que los integrantes del FIT diriman sus internas en sus periódicos, pero no podemos quedar los obreros presos de esto. Sino que se rompa el FIT, pero no dividan a la vanguardia.

Hacemos responsables de esta resolución a la dirección del PO, puesto que dirige la CI y no se ha opuesto a esta resolución. Ramal en su balance del conflicto ni siquiera hace mención a este hecho en su polémica con el PTS.
Insistimos, la resolución de expulsar a una corriente del acampe divide a los trabajadores y liquida la democracia sindical que tanto nos ha costado conquistar contra la burocracia sindical que persigue a los luchadores en todos los sindicatos, hace echar a los activistas o asesina luchadores como al compañero Mariano Ferreyra.

Hay tiempo de volver atrás, la dirección del PO debe rever su posición.

 

Comité Redactor de Democracia Obrera

 

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