Jornada internacional en homenaje a León Trotsky, a 83 años de su asesinato a manos del stalinismo

Desde Rusia,

Andrey Sedov, corresponsal de “El Organizador Obrero Internacional”

Hoy, en un período de crisis de toda la vieja sociedad de clases, el nombre de León Trotsky, asesinado por el hombre de confianza de Stalin, se eleva a la bandera de la clase oprimida. Los métodos trotskistas se vuelven necesarios allí donde el estalinismo intentó comprometer el nombre del socialismo en la mente de las masas.

Especialmente en Medio Oriente, así como en la ex URSS, donde el estalinismo era un instrumento obediente de la mafia fascista del Kremlin. El trotskismo suscita el odio de todo tipo de reacción, como ninguna otra corriente socialista. Los burócratas chauvinistas estalinistas que han caído en la locura, ya sea el oscurantista Zyuganov (jefe de PC de Rusia, NdT) o los fascistas rusos que son atroces en Ucrania, nombran a los trotskistas entre sus principales enemigos. "La democracia es anarquía, es trotskismo", dijo una vez Putin. Una banda de fascistas prorrusos en la región ocupada de Azov, en el sur de Ucrania, lleva el nombre de "Sudoplatov", uno de los verdugos estalinistas que organizó el asesinato de Trotsky.

El odio de los enemigos es la mejor marca para cualquier revolucionario. Sé que los camaradas de la FLTI en Europa y América Latina se han enfrentado repetidamente con la escoria estalinista que sirve a Putin y Assad, llamando a los revolucionarios y combatientes "trotskojihadistas" por su participación en la lucha revolucionaria del Magreb y el Levante oprimidos.

Como bien dijeron antes los camaradas, hay un río de sangre entre el trotskismo y el estalinismo. Esto refuta las mentiras de la burguesía y sus secuaces, como los liberales burgueses y los socialdemócratas, sobre que estalinismo y el trotskismo son idénticos. O que "el trotskismo es una versión blanda del estalinismo". A pesar de los intentos de liquidar el trotskismo, ahora a manos de ex trotskistas traidores que apoyan el estalinismo o la versión "democrática" de la opresión capitalista, los grandes acontecimientos recientes han marcado una clara división. Entre los que están del lado de las masas oprimidas y de los pueblos oprimidos y los que están del lado de sus opresores y ladrones: las bandas del régimen de Assad en Siria, sus shabihas ojalanistas de las YPG, bajo el signo pseudolibertario, que se convirtió en uno de los verdugos de la revolución siria, de la mafia burguesa castrista en Cuba, o del loco verdugo Putin, a quien los traidores llamaban el mal "menor" en Ucrania.

Una vez, los estalinistas intentaron enterrar a los revolucionarios trotskistas en los campos de concentración de Vorkuta y Kolyma. Pero el nombre de León Sedov fue escrito décadas después en los campos de batalla de Siria. La historia misma demostró la validez de todas las predicciones de León Trotsky sobre la caída del estalinismo y la inevitabilidad de un nuevo despertar revolucionario de la humanidad.