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Publicado en Dossier de Democracia Obrera (26 de abril de 2010)

Carta abierta de los trotskistas de Zimbabwe
ante el primero de mayo

A los trabajadores de Zimbabwe, Sudáfrica y todo el continente africano, a los trabajadores en el corazón del imperialismo y en todo el mundo.

El domingo 1ro de Mayo, nos reunimos en distintos actos y lugares alrededor del mundo para conmemorar el día que la clase obrera fijó a nivel mundial para recordar la heroica lucha de nuestros hermanos y hermanas de clase hace más de un siglo. Mientras conmemoramos, deberíamos reflexionar un momento para darnos cuenta de nuestros desafíos y consolidar las conquistas que hemos conseguido hasta ahora. Día tras día el capitalismo imperialista está yendo contra esas conquistas violentamente, con la eficaz ayuda de los stalinistas, la aristocracia obrera, los renegados del trotskismo y muchas otras corrientes contrarrevolucionarias, que salen como hongos después de la lluvia alrededor del mundo en los tiempos de hoy.

Sin embargo, los sucesos recientes muestran que las acciones dogmáticas no desviarán a la clase obrera de su camino revolucionario, y solo retrasarán el triunfo de la revolución social, la revolución social radical. Las luchas de la clase obrera en Europa, América, Asia, África y Oceanía muestran lo que vendrá. El capitalismo mundial está en bancarrota, su crisis está llegando al final. Estamos frente a esas horas críticas de la historia donde se definirá el destino por décadas del pueblo trabajador de Zimbabwe y de toda África, y de manera significativa el destino de toda la humanidad. El socialista revolucionario y teórico del marxismo, el camarada León Trotsky, describiendo las opciones en diciembre de 1931 para la crisis en Alemania en su trabajo “¿Qué está mal de la actual política del Partido Comunista Alemán”, dijo: “Si pones una pelota en la punta de una pirámide ese impacto más pequeño podría hacerla rodar tanto para la izquierda como para la derecha. Hay fuerzas a las que les gustaría que vaya a la derecha y le rompa la espalda a la clase obrera. Hay fuerzas a las que les gustaría que siga en la punta de la pirámide. Esa es una utopía. La pelota no puede mantenerse en la punta de la pirámide. La clase obrera quiere que la pelota vaya hacia la izquierda y le rompa la espalda al capitalismo.”  Esa es la situación (la cual estamos viviendo) que se ve a cada hora en Zimbabwe, en toda África y el mundo. La situación actual está signada exactamente por las mismas condiciones, incluso más agudas que las alemanas de 1931. La clase obrera mundial no quiere ser más dirigida bajo el viejo orden, se está cuestionando su confianza a los partidos de los frentes populares, que en África reemplazaron rápidamente a los desacreditados movimientos de liberación nacional. En África, y en Zimbabwe en particular, para atacar a los obreros hay una alianza non-santa entre los patrones y el gobierno constituido por los tres partidos políticos –las dos fracciones del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) y la Unión Nacional Africana de Zimbabwe – Frente Patriótico (ZANU-PF), para atacar a los trabajadores. Esto se confirma con las recientes palabras de sus máximos dirigentes. El Ministro de Finanzas Tendai Biti del MDC-T avaló a los patrones para que despidan y suspendan, y así puedan continuar aumentando sus súper-ganancias. El ministro autorizó la práctica común de los patrones de negarse a pagar o pagar escalonadamente los salarios, a disminuir las horas de trabajo y los salarios, imponiendo también el congelamiento salarial de los sectores públicos y privados. Todo esto con un objetivo: atacar a la mayoría empobrecida de la clase obrera, sirviendo a los intereses del capitalismo imperialista angloyanqui.  De hecho ellos (nuestros enemigos de clase del gobierno y los empresarios) son conscientes de que la bola no puede permanecer en la punta de la pirámide por mucho tiempo. Ellos quieren que caiga a la derecha y rompa la espalda de los trabajadores. Algunas compañías de la industria textil, del azúcar (Gold Star) alimenticia, de la ropa, siderúrgicas, han respondido a los anuncios del ministro enviando a los obreros a sus casas con reducciones salariales. ¿Por qué iban a esperar si tienen su protección garantizada? Mientras tanto, los obreros y sus dirigentes son atacados, perseguidos y asesinados por exigir lo que les corresponde.

Por otro lado ellos (las élites, los políticos y los generales que no son elegidos) están ocupados saqueando y repartiéndose entre ellos las riquezas naturales del país. El objetivo es el auto-enriquecimiento. En nombre de resolver la injusticia histórica, toman la tierra y se la distribuyen entre ellos. Sin embargo, como siempre, no tocaron las tierras de los imperialistas ni sus minas ni fábricas. Su objetivo fue la propiedad de los pequeños capitalistas. Están en Chiyadzwa, en donde se están disputando entre las pandillas quién debería estar a cargo de los campos de diamantes en representación de la Anglo-American.  El diario Herald, vocero del ZANU-PF, informó que “el gobierno autorizó a una compañía (IDC) a extraer diamantes por valores de más de u$s 650.000 por semana cuando esté en su capacidad operativa total”. Si estos minerales y las ganancias que salen de la venta de las piedras preciosas fueran planificados apropiadamente, el país podría alimentar no solo a su población, sino a toda la del continente. No habría necesidad de congelar los salarios de los empleados públicos, nuestros hijos podrían tener educación gratuita, libre acceso a la salud, etc. Mientras el ministro Biti está llamando a las compañías a que recorten puestos de trabajo y salarios, el Primer Ministro Tsvangirai (MDC) y el Presidente (Mugabe) están llamando a los zimbabweños que debieron emigrar al exterior ofreciéndose como mano de esclava, a retornar al país argumentando que la situación económica y política se ha estabilizado. El Ministro de Trabajo (Gwanyanya MDC-T) por el contrario ha declarado que muchas compañías están aplicando recortes, con esto quiere decir que las compañías están funcionando a pérdida. No es su política pagar salarios esclavistas, de hecho quieren mano de obra gratis (súper-explotación). El mismo Ministro de Finanzas fue más allá atacando las pocas y mínimas condiciones “favorables” de las leyes laborales del país (que ya raramente son tenidas en cuenta o respetadas por las cortes y ni tienen protección constitucional) que él describe como muy favorables; claramente el ministro es un sirviente de la Anglo-American y quiere que la bola aplaste a los trabajadores.

Mientras anuncian todo esto, el gobierno a través de sus ministerios impone impuestos exorbitantes y anti-obreros que continúan exprimiendo los ya magros ingresos de las fatigadas masas que consiguen a través de la venta de mercancías y de los flacos salarios que reciben de los patrones. El gobierno a través de varios departamentos está nombrando a varios oficiales con altos salarios, y para ello está cobrando impuestos exorbitantes antiobreros; solo para pagar los salarios de otros increíbles bonos para esos oficiales de clase alta. Este es un gobierno que le cobra impuestos a los pobres para dárselos a los ricos. Hemos advertido repetidamente a los obreros que pagarán dolorosamente por estos negociados secretos en los que está entrando el gobierno capitalista-imperialista con las compañías imperialistas. Los gobernantes recibieron con mucho entusiasmo las noticias de la prensa sobre que en Zimbabwe ha sido restablecido el derecho a votar. El gobierno el año pasado recibió con entusiasmo a la delegación del FMI, y sin dudarlo recibió un préstamo de U$D 500 millones –como si no supieran los impactos negativos de las políticas de estos supuestos buenos samaritanos de las instituciones  financieras internacionales, que hoy cosechan donde no habían sembrado-. No olvidemos los efectos de la ESAP, que han contribuido enteramente a nuestros sufrimientos actuales, incluyendo la operación Murambatsvina. Ahora estamos pagando todo esto con nuestra sangre; recortes masivos de salarios, congelamiento de salarios y baja inversión (o ninguna) del gobierno en servicios públicos. Bajo estas condiciones y si nos quedamos cruzados de brazos, estamos condenados a muerte, viviendo en tiempo prestado.

Los trabajadores de Zimbabwe, así como sus hermanas y hermanos a nivel mundial, siempre entraron en la senda revolucionaria, pero los contrarrevolucionarios reformistas, stalinistas y los renegados del trotskismo colaborando con los enemigos de los trabajadores, casi siempre estrangularon y desviaron la lucha que la clase obrera ponía a la orden del día. Ellos quieren imponerle a los trabajadores en lucha que su objetivo final sea el programa mínimo y de colaboración de clases del reformismo. Adulterando el marxismo confunden a los obreros, reduciendo su lucha por la toma del poder a una lucha puramente económica. El periodo de la fase imperialista de decadencia del capitalismo en que vivimos, es un periodo donde incluso debemos pelear por las demandas “democráticas”. Los obreros no pueden conseguir las demandas democráticas reconciliándose con el imperialismo. No nos reconciliamos con nuestros enemigos de clase, los carniceros de los mineros de Shabani, de las masas pobres del campo y la ciudad, que están luchando por sobrevivir en Chiyadzwa. No podemos reconciliarnos con las direcciones contrarrevolucionarias, que son el enemigo que actúa al interior de la clase obrera, los más peligrosos, porque a cambio de migajas son sirvientes del capitalismo imperialista.

Los trabajadores de Zimbabwe y del mundo solo tienen por delante socialismo o barbarie, la lucha contra la barbarie imperialista es una cuestión de vida o muerte. Somos la única clase que puede llevar hasta su conclusión lógica la lucha por la total liberación económica, social y política, conquistando el poder en manos del proletariado. Solo cuando la clase obrera organizada independientemente lidere la nación,  podremos conseguir las demandas democráticas de trabajo, techo, educación, salud, una constitución hecha para el pueblo, que serán demandas transitorias hacia las demandas socialistas. El sufrido pueblo pobre quiere una sociedad diferente, una sociedad de orden socialista; están claramente opuestos al sistema imperialista parasitario.

Pero no es suficiente quererlo, uno debe saber cómo. Permitan que reflexionemos tranquilamente una vez más: la política llevada a cabo hoy por la dirección de los dos MDC o el ZANU (PF), ¿es correcta o incorrecta? ¿A quién están sirviendo ellos? ¿Quién se beneficia con sus políticas que son francamente anti obreras y contra la mayoría del pueblo pobre? ¿Podemos decir nosotros que el ajuste en las compañías es pro obrero? ¿Podemos decir que desalojar a los inquilinos de su casa es pro obrero? ¿Podemos decir que el congelamiento de los salarios a los trabajadores estatales es pro obrero? El gobierno en vez de cobrar impuestos a los ricos para invertir en proyectos de desarrollo para la mayoría pobre, está haciendo lo contrario. El ministerio de Finanzas en su política monetaria, planteó categóricamente que el gobierno está recibiendo el 50% de sus ingresos de los impuestos a los trabajadores, mientras las empresas aportan un porcentaje irrealista e irracional. Los trabajadores de Zimbabwe son los que más pagan impuestos en el continente africano, por no decir de todo el mundo.

A los productores de la riqueza del mundo, les pedimos, reflexionemos una vez más. ¿Adónde los gerentes del capitalismo-imperialismo y sus amigos contrarrevolucionarios nos están llevando? Es socialismo o barbarie capitalista. ¡Basta, es suficiente, camaradas! ¡No tenemos nada que perder, solo cadenas que romper! ¡Nos organizamos o morimos de hambre! La política de todos los reformistas, los partidos políticos de los frentes populares, aquí en Zimbabwe e internacionalmente son pro capitalistas-imperialistas y esto seguirá siendo así hasta que la clase obrera rompa con estos frentes populares y partidos del movimiento de liberación burgueses. Los trabajadores solo pueden llegar a triunfar conquistando el poder, organizados independientemente sin una pizca de distorsiones o contradicciones de clase. En Zimbabwe, los trabajadores deben construir un movimiento independiente, alternativo y revolucionario de la clase obrera por el poder obrero, alternativo al ZANU-PF y a ambas fracciones del MDC.

Es necesaria contraponer una política correcta de parte de los obreros y el pueblo a los resultados de la Convención Constituyente, donde desde el principio el proceso fue secuestrado por los sirvientes del capitalismo. Es decir, necesitamos una política apropiada a la presente situación, a la actual relación de fuerzas, y no a la situación que puede desarrollarse en uno, dos o tres años, cuando la cuestión del poder ya habrá sido decidida un largo tiempo atrás. Debemos quitar toda ilusión en los dichos de que cualquiera de los MDC es un mal menor que el ZANU (PF). La lucha no es para poner al mal menor en el poder, sino para poner en el poder a un gobierno obrero y campesino. Los recientes acontecimientos han probado que estos partidos políticos están sirviendo a los mismos amos imperialistas. Por lo tanto el argumento defendido por los generales del reformismo o por los apologistas del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) no tiene fundamentos. Trotsky discutía de la siguiente manera: “Hay 7 notas en la escala musical. La cuestión de cuál de estas notas es ‘mejor’ (si la nota en do, re, o sol) es una cuestión sinsentido. Pero el músico debe saber cuándo tocar y qué notas tocar.” La cuestión abstracta de quién es el mal menor, si Mugabe o Tsvangirai, es tan solo un sinsentido. Es necesario saber cuál de estas notas tocar. ¿Esto está claro para nosotros? Para todos estos débiles de mente que argumentan lo anterior, déjennos citar tan solo otro ejemplo: “Cuando uno de mis enemigos para matarme pone ante mí diariamente una pequeña porción de veneno; y por otro lado cuando el segundo de mis enemigos está apuntando para dispararme; primero debo quitarle de la mano el revólver a mi segundo enemigo para que esto me dé una oportunidad de deshacerme del primero. Pero esto para nada significa que el veneno es un ‘mal menor’ en comparación con ‘el revólver’”.

Los trabajadores deben actuar independientemente de los dirigentes y las políticas de estos partidos de los patrones y el imperialismo, y defender su programa obrero. No existe la armonía en los barrios obreros, en las fábricas, en las minas, etc., los trabajadores están siendo duramente atacados por el capitalismo-imperialismo. Necesitamos defendernos en las fábricas y en nuestros barrios contra esta “alianza non-santa”. ¿Por cuánto tiempo beberemos y haremos cola para conseguir agua contaminada? ¿Por cuánto tiempo nuestros hijos seguirán sin escuelas? ¿Cuánto tiempo más continuaremos destruyendo nuestros bosques para conseguir leña para cocinar? ¿Por cuánto tiempo los patrones escalonarán el pago de nuestros salarios? ¿Por cuánto tiempo los patrones se negarán a pagar un salario por arriba de la línea de pobreza? ¿Por cuánto tiempo seguiremos sin trabajo? ¿Por cuánto tiempo seguiremos engañados con contratos de trabajo a corto plazo y sin efectivización? ¿Por cuánto tiempo viviremos en la oscuridad sin electricidad? ¿Por cuánto tiempo seguiremos recibiendo facturas de servicios anti-obreras, cuando ni siquiera consumimos lo que nos cobran? ¿Por cuánto tiempo seguiremos siendo mendigos en la tierra en que nacimos? ¿Hasta cuándo viviremos sin techo? ¿Hasta cuándo miraremos a nuestros amados hermanos/as de clase morir de hambre y enfermedades que tienen cura?

Mientras tanto, mientras vivimos rodeados de hambre y miseria, la tierra rica de Zimbabwe que podría alimentar a toda África del sur sigue en manos de las empresas imperialistas, de la burguesía blanca usurpadora y de la nueva burguesía agraria negra que expropió las tierras para los oficiales del ejército burgués de Mugabe y compañía. Pequeños campesinos ven que no pueden subsistir en su pequeña parcela de tierra. Los obreros agrícolas son utilizados como esclavos en las plantaciones de las transnacionales y de la gran burguesía agraria. ¡Así no se puede seguir más! ¡Basta de hambre, miseria y ruina para la clase obrera, los campesinos pobres y los obreros agrícolas! ¡Basta de opulencia y concentración de la riqueza en manos de las transnacionales y la burguesía nativa!

LLAMAMIENTO DE LOS TROTSKISTAS INTERNACIONALISTAS DE ZIMBABWE EN ESTE PRIMERO DE MAYO A LA LUCHA JUNTO A LA CLASE OBRERA INTERNACIONAL

Es por eso que nosotros llamamos a los trabajadores de Zimbabwe, de la región, del continente y el mundo, a unificarnos y concentrarnos todos juntos bajo una bandera, la bandera de la clase obrera y de sus aliados, los sectores populares y empobrecidos del campo y la ciudad.
Llamamos a poner en pie, contra los partidos de los patrones, los explotadores y el imperialismo, un nuevo partido revolucionario e internacionalista de la clase obrera. Un nuevo partido revolucionario, un verdadero estado mayor de la clase obrera y sus aliados para terminar con la catástrofe que nos amenaza y nos mata día a día.
Las corrientes de la izquierda reformista mundial (que lejos de ser sepultureros, son los enfermeros de este sistema capitalista en crisis, descompuesto y maloliente) hoy justo cuando este enfrenta una verdadera bancarrota arrojada sobre las espaldas de la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo, han cerrado filas contra la clase obrera y defienden la propiedad.
Los lobos, vestidos con piel de cordero, ahora quieren llamar a formar partidos “anticapitalistas”, pero de ello solo tienen el nombre, puesto que se niegan a tocarle uno solo de los intereses a las transnacionales, a los bancos y al imperialismo. La clase obrera no se merece nuevos obstáculos para luchar ni nuevos traidores que hablen en nombre del socialismo para traicionar mejor.

La clase obrera y otros sectores oprimidos de la sociedad (los desvalidos y el pueblo que vive con HIV/SIDA), los campesinos pobres y los pequeños campesinos deben inmediatamente formar un bloque contra la non santa alianza de los partidos de los explotadores y el imperialismo. Un bloque en defensa de nuestro valor y moral de la clase obrera.
Obreros que no cobran sueldo, trabajadores agrícolas esclavizados en las plantaciones, obreros que deben emigrar a trabajar como esclavos a países vecinos: debemos levantar el puño en este primero de mayo y poner en pie una alternativa revolucionaria internacionalista.
Centenares de miles de explotados ya no ven que los partidos patronales puedan solucionar absolutamente nada para ellos. Los trotskistas internacionalistas afirmamos que solo un gobierno de la clase obrera, los sectores explotados y campesinos pobres puede dar una solución a la crisis que tenemos.
Desde la Liga Revolucionaria Internacionalista-CI (LRI-CI; ex-ISOZ) combatimos por construir ese partido en Zimbabwe, en toda África del sur, que para nosotros no es otro partido que la IV Internacional, que lucha por la revolución socialista internacional.
Sabemos que nuestro pequeño núcleo no podrá cumplir con esta tarea si centenares de miles de explotados, de estudiantes revolucionarios, no la hacen suya y la toman en sus manos. Hay que poner en pie un partido donde no hayan patrones ni explotadores, ni arribistas, un partido de los defensores de la democracia obrera y de los que luchan por la revolución internacional.

Los trotskistas llamamos, en defensa de los intereses de la amplia mayoría de los explotados en Zimbabwe, a todas aquellas corrientes, sindicatos y partidos que hablan en nombre de la clase obrera y dicen defender sus intereses, a que rompan ya con la burguesía, con el MDC, con el ZANU-PF y su pacto anti-obrero y anti-nacional. Los llamamos a romper con la burguesía, sus partidos, sus frentes de colaboración de clases y someterse a la democracia directa de las organizaciones obreras en lucha.

A la unidad de los explotadores hay que contraponerle UN GRAN CONGRESO DE OBREROS, CAMPESINOS POBRES, SOLDADOS, ESTUDIANTES REVOLUCIONARIOS y OTROS SECTORES OPRIMIDOS. Ese congreso sí sería un verdadero parlamento obrero y campesino en Zimbabwe, y agruparía a la amplia mayoría de la población, que son los obreros y campesinos pobres. Allí estarían las fuerzas para conquistar el pan, el salario digno, la tierra y trabajo para todos, y para enfrentar abiertamente a los explotadores y conquistar definitivamente la ruptura de Zimbabwe y toda África con el imperialismo.

El camino a ese gran congreso de obreros, estudiantes revolucionarios, campesinos pobres y soldados lo conquistaremos con la formación de comités obreros de defensa en las fábricas y en cada barrio obrero, para poder defendernos de los despidos, ajustes, contratos esclavistas de trabajo, los ataques a nuestros dirigentes, el pago diferido y congelamiento de salarios, los salarios de esclavos, desalojos y contra los cortes de energía y agua, es decir, contra el ataque generalizado de los sirvientes del imperialismo (el gobierno de Zimbabwe).
Para llegar a ese congreso será imprescindible organizar a los obreros agrícolas, a los campesinos pobres, y a los estudiantes que quieran defender una educación pública, gratuita y de alto nivel científico al servicio de la clase obrera y de la ruptura de la nación con el imperialismo.

Para conseguir nuestras demandas más inmediatas, hay que dejar de someter a la clase obrera a la burguesía, el imperialismo y los explotadores. ¡Son ellos o nosotros! ¡El agua y el fuego no se juntan!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas, las compañías imperialistas y sus bancos! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las compañías que cierren, que exponen a los trabajadores a recortes, que persiguen y atacan a los trabajadores y dirigentes obreros, escalonan salarios, pagan salarios de esclavos, imponen trabajos a corto plazo!

Nos quieren hacer creer que no hay plata. Mentira. ¡Plata hay! La tienen los parásitos, explotadores y el imperialismo que saquea nuestras naciones. Son ellos o nosotros. Hay que expropiar los bancos y nacionalizarlos sin pago bajo control de los trabajadores en una banca estatal única. Desde allí se podría dar crédito barato a los campesinos pobres, poner maquinaria de última generación para las plantaciones y tierras nacionalizadas expropiadas a la gran burguesía agraria.

¡Una sola clase, una sola lucha!

Millones de obreros zimbabweños, congoleños, mozambicanos, etc. recorren todos los países de África del sur levantando las cosechas en las plantaciones, trabajando en las minas y en las fábricas como esclavos de las transnacionales y el imperialismo.
La fuerza de nuestra clase está en la unidad. Ante la crisis, la inflación y los cierres masivos de fábrica en Zimbabwe, y la lucha de los obreros sudafricanos por salario, trabajo y contra la carestía de la vida, es necesario imponer la unidad de los obreros sudafricanos y de toda África del sur.
Para luchar por nuestras necesidades más apremiantes es imprescindible imponer que la Cosatu (Confederación de Sindicatos de Sudáfrica), a pesar y en contra de la dirección traidora de los dirigentes del Partido Comunista -que somete a la clase obrera a la burguesía negra y al régimen de la reconciliación con los asesinos del apartheid- levante como primera demanda: “¡A igual trabajo, igual salario para todos (obreros locales e inmigrantes)!”. Lo mismo deben hacer las organizaciones de Zimbabwe y de toda África del sur.
Ninguna lucha por salario puede triunfar en Sudáfrica, si no levantamos esa demanda de: ¡A igual trabajo, igual salario con nuestros hermanos de África del Sur que trabajan como esclavos y obreros de segunda en Sudáfrica! ¡Una sola clase, una sola lucha! ¡Trabajo para todos! ¡Basta de desempleo! ¡Por el reparto de las horas de trabajo con un salario cuyo mínimo cubra la canasta familiar y lo que consume una familia obrera, con salud y educación digna para sus hijos! ¡Basta de desocupación! Las puertas de la Cosatu y de todas las organizaciones de la clase obrera tienen que estar abiertas para que todos los hermanos obreros africanos nos organicemos en un combate común. ¡Comités de obreros inmigrantes que envíen delegados a todas las seccionales de la Cosatu y de los sindicatos de todos nuestros países! ¡Por comités de desocupados (locales e inmigrantes) que luchen por trabajo digno para todos y por repartir las horas de trabajo!

Para conquistar el pan, hay que organizar también en el campo a nuestros hermanos de clase, los trabajadores rurales, y con ellos, y con los comités de obreros y soldados rasos, hay que recuperar la tierra rica de Zimbabwe para la amplia mayoría de los explotados que ni trabajan ni comen dignamente.
Llamamos a expropiar toda la tierra de los latifundistas, de las grandes compañías imperialistas, de la gran burguesía agraria de los piratas imperialistas, y de la burguesía nativa. ¡Por un plan nacional de la tierra bajo control obrero y de campesinos pobres, para que haya pan, alimentos para todos y terminar con el saqueo imperialista de nuestra nación!

Si los patrones cierran las fábricas, si no nos pagan nuestros salarios… ¿Para qué los necesitamos, como parásitos, en nuestras fábricas, mientras que somos los trabajadores los que producimos la riqueza? ¡Ocupemos las fábricas de todas las compañías que escalonan salarios, pagan salarios de miseria, cierran, recortan, persiguen y atacan a los obreros y sus dirigentes, e imponen contratos de trabajo de corto plazo!

¡Fuera la burocracia y las aristocracias obreras de nuestras organizaciones! ¡Por la democracia obrera! ¡Fuera el estado y sus leyes sobre los sindicatos de las organizaciones obreras! El único objetivo del estado burocrático de los explotadores y sus leyes es corromper a los dirigentes obreros con migajas, a cambio de la miseria y permitir los peores ataques contra la amplísima mayoría de los trabajadores.
¡Fuera la burocracia de las organizaciones obreras, que como la stalinista, entregó todas las conquistas de los ex estados obreros a la economía mundial, deviniendo ella en nueva clase explotadora!
¡Fuera de Cuba la burocracia restauracionista castrista que estranguló la revolución obrera y campesina en América Latina, pactó con Obama la sumisión de la clase obrera norteamericana, y ahora se prepara a dar nuevos pasos en la restauración capitalista en la isla!

Hace menos de un año se insurreccionaron los obreros y campesinos de Madagascar que, organizados con los comités de soldados que se negaban a reprimir al pueblo, tumbaron al gobierno odiado de Ravalomanana, e hicieron temblar a toda la burguesía y explotadores de nuestro continente.
Todas las fuerzas de los partidos burgueses, de las potencias imperialistas, y de esa cínica “Unión Africana” que es un ministerio de colonias, salieron a cercar y expropiar esa heroica revolución que ha comenzado, en la que Rajoelina y demás patrones sirvientes del imperialismo francés, se encaramaron para expropiarla y cercarla.
Sometiéndonos, país a país, a nuestras respectivas burguesías, nos han impedido hasta ahora luchar y dar pasos decisivos como lo hicieron nuestros hermanos de Madagascar.
¡Fuera Rajoelina! ¡Fuera el imperialismo francés y angloyanqui de Madagascar, Sudáfrica y toda África del sur! ¡Debemos romper el cerco que le ha impuesto el stalinismo, el reformismo y los agentes de la burguesía en el movimiento obrero a las masas de Madagascar, el mismo que establecen en Zimbabwe y en cada lucha decisiva, al someter al proletariado a la burguesía! ¡Basta! ¡Hay que romper con la burguesía! ¡Una sola clase, una sola lucha en toda África del sur!
Como planteamos en este manifiesto, se trata de unir a la clase obrera de toda África del sur en un gran congreso obrero, de campesinos pobres y soldados, que tenga el honor de poner en su dirección a sus hermanos revolucionarios de clase de Madagascar, para que esta chispa que se prendió en Madagascar, termine de incendiar toda África para que triunfe la revolución proletaria y podamos derrotar al imperialismo.

En este primero de mayo desde la África martirizada, nos ponemos de pie junto a nuestros hermanos de clase de todo el mundo: de pie junto a la heroica resistencia de las masas palestinas contra el estado sionista gendarme del imperialismo en Medio Oriente.
Estamos junto a la heroica resistencia de los explotados de Irak y Afganistán contra el imperialismo asesino.
Estamos de pie junto a la clase obrera china, entregada por esa nueva burguesía surgida de la traidora burocracia estalinista como mano de obra esclava al mercado mundial. Estamos con sus revueltas, con sus luchas como en Tonghua y Lingzou.
Nuestros hermanos de clase de Grecia y su magnífica huelga general contra el ataque de los capitalistas y el régimen imperialista griego, socio menor del Goldman Sach, marca el camino a toda la clase obrera mundial de cómo luchar contra sus explotadores. Un congreso de obreros, campesinos pobres y soldados de toda África del sur pondrá a la orden del día partir de la lucha revolucionaria de los obreros griegos, y conquistar la huelga general que sobrepase las fronteras, paralice el continente africano y ponga en cuestión quién es el dueño de las naciones oprimidas y saqueadas por el imperialismo, si los explotadores o la clase obrera.
Los imperialistas, amos de las corrientes contrerrevolucionarias, los explotadores, que nos sacan el pan, la tierra, el trabajo, nos esclavizan, nos matan de hambre a nuestros hijos y nuestras familias, se merecen lo que hicieron nuestros hermanos de clase en Kirguistán. Ante el aumento del 200% de los productos básicos y los servicios, pararon el país con paros, barricadas, piquetes y combates en las calles, y desarmaron a la policía asesina que los fue a reprimir, echando al gobierno del hambre y la esclavitud y demoliendo las instituciones de los explotadores.

¡Viva la revolución de Kirguistán! ¡Viva la revolución de Madagascar! ¡Viva la huelga general de Grecia! ¡Ese es el camino para triunfar en toda África del Sur que propone la LRI-CI (FLTI), que lucha por refundar el partido mundial de toda la clase obrera, la IV Internacional!
No solo hemos entrado en el combate en nuestro continente, sino que nos hemos transformado en la vanguardia del combate de la clase obrera europea contra la carestía de la vida, la desocupación, el desempleo y el ataque de los capitalistas.
El stalinismo y los reformistas nos quieren hacer creer que nuestra fuerza está en la unidad con los partidos burgueses, con las burguesías cipayas, con las ONG, que desde la ONU y las potencias imperialistas corrompen a la clase obrera y a un sector ínfimo de sus filas para entregar nuestras luchas.
¡Basta! ¡Nuestra fuerza está en la unidad de la clase obrera africana con la unidad de la clase obrera de EE.UU. y de Europa! Esa unidad ya la establecimos encabezando el combate de la huelga a través de las fronteras en Europa convocada por los comités de inmigrantes, encabezados por los obreros africanos. ¡Ahí está nuestra fuerza! ¡Por la unidad internacional de la clase obrera! ¡Basta de someter a los explotados a sus verdugos! ¡El agua y el fuego no se juntan!

Esta es la ÚNICA manera de conseguir el salario al mismo nivel de la línea de la pobreza, salarios sin un impuesto al nivel de la pobreza, combatir el desempleo, conseguir viviendas dignas, educación gratuita, impuestos a las grandes fortunas para repartirlo entre los pobres, una constitución hecha por el pueblo, servicios subsidiados por el gobierno, controlar los precios, conseguir la tierra, etc.

¡Una clase, una lucha, una revolución! ¡Juntos de una vez!
¡La solución-UNA revolución!

¡Por el socialismo internacional!

Comité Político de la Liga Revolucionaria Internacionalista-Cuarta Internacional (Revolutionary Internationalist League-Fourth International), Zimbabwe. Ex-ISOZ

Liga Revolucionaria Internacionalista - Cuarta Internacional (Zimbabwe)
Construir una alternativa socialista combativa

 

 

 

 


Protestas en Madagascar, 2010

 


Protesta de los trabajadores estatales de Zimbabwe

 


Mugabe y la Reina de Inglaterra

 

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