"http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-transitional.dtd"> Fraccion Trotskista Internacionalista - Cuarta Internacional

Nuevos tests ácidos de la lucha de clases mundial separan al reformismo
y al oportunismo del programa de la revolución socialista internacional

¡Por una Conferencia internacional de emergencia
de las fuerzas del trotskismo principista que no se pasaron
al campo de la reacción del Foro Social Mundial
y del reformismo!

F

rente a los nuevos y convulsivos acontecimientos de la lucha de clases en el continente americano y a nivel mundial, vuelve a ponerse al rojo vivo y a mostrar su total vigencia la definición que hiciera la IV Internacional en 1938: la crisis de la humanidad se reduce a la crisis de dirección revolucionaria del proletariado.
Así, el fin del siglo XX y el principio del siglo XXI vio a los renegados del trotskismo sumarse a las fuerzas del reformismo y al Foro Social Mundial contribuyendo así a liquidar, junto a los restos putrefactos de la socialdemocracia y el stalinismo, todo vestigio de internacionalismo en las filas del proletariado mundial. Tres internacionales le fueron robadas y destruidas al proletariado mundial en menos de un siglo: la II Internacional, destruida en 1914 por la socialdemocracia que se pasó al campo del enemigo y llevó al proletariado a la carnicería imperialista de la primera guerra mundial; la III Internacional fundada por Lenin y Trotsky, usurpada por la burocracia stalinista que primero la transformó en un instrumento de su política internacional contrarrevolucionaria y luego directamente la disolvió antes de la Segunda guerra mundial –precio que pagó para ser admitida en la cueva de bandidos de la Sociedad de las Naciones, antecesora de la ONU-, dándole un golpe mortal a la clase obrera mundial que vio así liquidado el internacionalismo proletario. Y por último, la IV Internacional fundada por León Trotsky en 1938, usurpada por los centristas, oportunistas y revisionistas que terminaron por destruirla y pasarse con armas y bagajes al campo de la reforma, tras los pasos de sus antecesores de la socialdemocracia y el stalinismo.

En la situación mundial, una coyuntura reaccionaria, desfavorable a las masas, impuesta por la traición de las direcciones que éstas tienen a su frente

 

E

l accionar de las direcciones traidoras y reformistas de todo pelaje, incluidos los renegados del trotskismo que lo legitiman “por izquierda”, es el que ha impedido, por el momento, una respuesta decisiva del proletariado y los explotados el mundo ante el inicio, en 2007, de la brutal crisis de la economía mundial capitalista imperialista, permitiendo así que sea la burguesía la que pase a la ofensiva para hacerles pagar a las masas los costos de la misma, con un proceso inflacionario, una brutal carestía de la vida y el ataque a sus conquistas y su nivel de vida en todo el mundo.
Pero sobre todo, sometiéndolo en Europa a los pactos sociales de la burocracia y la aristocracia obrera, y subordinándolo en Estados Unidos al Partido Demócrata, han logrado impedir, por ahora, la entrada en escena del proletariado de los países imperialistas, que está siendo brutalmente atacado por sus propios regímenes y gobiernos. Ese proletariado es el que tiene en sus manos la llave para golpear desde adentro a los carniceros imperialistas y para la liberación de las naciones semicoloniales y los pueblos oprimidos del mundo.
Así, mientras la burguesía mundial soporta una brutal crisis económica y de confianza en sus negocios, sus lacayos –las burocracias sindicales de todo color y pelaje, el FSM y los renegados del trotskismo- han hecho lo imposible para controlar a las masas, desmoralizar sus fuerzas, dividir sus luchas, sostener a gobiernos burgueses enemigos del pueblo para darles tiempo a éstos a que fortalezcan sus instituciones, y a Estados Unidos a que recomponga su estado mayor y consume el recambio del odiado Bush, dándole un respiro decisivo al capitalismo mundial.
Este es el momento actual de la coyuntura mundial: un momento desfavorable, reaccionario para las masas que han quedado paralizadas por el accionar de sus direcciones;  y es la burguesía la que gana tiempo y recompone sus instituciones de dominio, preparándose para las enormes convulsiones que se están cocinando al calor de la crisis económica mundial que se profundiza a cada paso.
Así, han quedado marcadas hoy, en el terreno de la lucha de clases mundial, dos trincheras opuestas: de un lado, están las direcciones traidoras y reformistas –socialdemócratas, stalinistas y burocracias obreras de todo pelaje, y junto a ellos, los renegados del trotskismo-, con su política de colaboración de clases, de apoyar a imperialistas “democráticos” y a patrones “progresistas”; con su estafa de “revolución bolivariana”, con su apoyo a la burocracia castrista que se prepara a consumar la restauración capitalista en Cuba, sosteniendo así a los regímenes y gobiernos burgueses y dándole una nueva sobrevida a esta sistema capitalista imperialista putrefacto.
Del otro lado, han quedado la clase obrera y las masas explotadas del planeta que, como en Pakistán, Birmania o Georgia respondieron al inicio de la crisis con revueltas por el pan que, por el accionar de las direcciones traidoras, no lograron descalabrar y tirar a los regímenes y gobiernos que enfrentaban; que en Palestina están siendo sometidas a un nuevo ataque genocida por parte del estado sionista de Israel, gendarme del imperialismo; que en Estados Unidos y Europa han quedado a merced del feroz ataque que lanzaron las burguesías imperialistas; que con heroicas y durísimas huelgas, como en Nigeria, buscan abrirse un camino revolucionario para terminar con el saqueo y la esclavitud que impone el dominio burgués imperialista en el continente negro; que en América Latina, sometidos a la farsa de la “revolución bolivariana”, soportan hoy una redoblada superexplotación y la expoliación sin límites de las riquezas de nuestras naciones oprimidas.
En esta última trinchera, junto al proletariado y los explotados, una y mil veces traicionados y entregados por sus direcciones, estamos ubicados y en nuestro puesto de combate, los trotskistas internacionalistas que integramos la FLT.

La burguesía mundial y la burocracia castrista restauracionista usan a los renegados del trotskismo para controlar y contener a la vanguardia del proletariado mundial

H

oy, el imperialismo, las burguesías nativas y sobre todo, la burocracia castrista restauracionista, utilizan con todo a los destructores de la IV Internacional, verdaderos renegados del trotskismo, para que controlen y contengan todo proceso de radicalización de la vanguardia proletaria mundial. Es que todos ellos vieron con temor cómo la clase obrera y los explotados de Chile se levantaron contra el régimen cívico militar y el gobierno de Bachelet sostenido por el Partido Comunista, al grito de “¡Fuera los pacos rojos”! Todos saben que los próximos levantamientos de los explotados enfrentarán directamente a los Chávez, Morales, Kirchner, Lula, Correa y a todas las direcciones traidoras y reformistas que los sostienen. Todos temen que ese grito de “Los pacos de rojo, son los peligrosos” se repita y resuene, en boca de los obreros y campesinos cubanos en La Habana, pero esta vez, enfrentando a la burocracia castrista restauracionista. Es por ello que recurren a los renegados del trotskismo para que pongan en pie, “por izquierda”, nuevos diques de contención contra las masas, para impedir esta perspectiva que les hiela la sangre.
Los trotskistas internacionalistas de la FLT denunciamos entonces que la burocracia castrista, Chávez y el Foro Social Mundial están utilizando con todo a los renegados del trotskismo para que sean los que legitimen la destrucción del estado obrero cubano –hoy en descomposición extrema- y la consumación de la restauración capitalista. Así, vemos a esa impostora que es Celia Hart, sostenida y legitimada por todos los renegados, falsificando a Trotsky para justificar la política contrarrevolucionaria del castrismo en América Latina y en Cuba y para sostener al gobierno burgués de Chávez, de la misma manera que ayer la burocracia stalinista de la URSS falsificara a Lenin para encubrir su política de traición a la revolución mundial y de expropiación de la revolución de Octubre.
Denunciamos asimismo que en estrecha unidad con Hart Santamaría, actúa la corriente mandelista, encabezada por la LCR francesa que, junto a la corriente lambertista, han devenido en dos partidos socialimperialistas, sirvientes de los intereses del imperialismo francés en el mundo, un verdadero apéndice político de la funesta “Legión extranjera”. Ya vimos a estas corrientes sostener a Chirac contra Le Pen; vimos a sus “eurodiputados” viajar a Palestina a predicar la “Hoja de ruta” imperialista; los vimos en Argelia legitimar las elecciones fraudulentas de la brutal dictadura pro-francesa de Bouteflika; y en Brasil, darle al gobierno cipayo de Lula el ministro de la reforma agraria Rossetto, responsable de la masacre de los campesinos sin tierra a manos de las guardias blancas de los hacendados y de la policía.
Hoy, se aprestan a centralizar sus fuerzas en el continente, en la conferencia que realizarán en Toronto (Canadá) en mayo próximo, de la que participarán los mandelistas junto con Celia Hart y el nieto de Trotsky como parte del operativo de falsificación del trotskismo al servicio de la restauración capitalista en Cuba y de los intereses de los carniceros franceses en el continente americano.
Es necesario desenmascarar a los ojos de la vanguardia de la clase obrera mundial, que junto con todas las fuerzas del chavismo y del castrismo, los renegados del trotskismo jugaron un papel fundamental en subordinar a la clase obrera norteamericana al Partido Demócrata de los imperialistas Clinton, Obama y demás. Desde la FLT, alertamos a la vanguardia obrera y juvenil de los Estados Unidos, y en particular, del movimiento negro, la enorme trampa que les han tendido: porque será Obama, justamente usufructuando el hecho de ser el primer presidente negro de los Estados Unidos, el encargado de encabezar la ofensiva del imperialismo yanqui por el saqueo de las riquezas de la madre Africa y por la nueva esclavización de los trabajadores de color, tanto en las naciones africanas como al interior mismo de los Estados Unidos.
En Italia, estos renegados, encabezados por el mandelismo, integraron como parte de Rifondazzione Comunista, el gobierno imperialista de Prodi que, junto con el imperialismo francés, comandan las tropas de la ONU que ocupan el sur del Líbano –con el visto bueno de Hizbollah- para controlar a las masas palestinas que en 2006 derrotaron al genocida ejército sionista. Después de sostener a Prodi y formar parte de su gobierno, los mandelistas se ha separado de RC y han puesto en pie la llamada “Izquierda Crítica” y, para poner en pie un nuevo dique de contención y controlar toda ruptura y posible giro a la izquierda de la clase obrera italiana ante el feroz ataque al que está siendo sometida por parte de su propia burguesía imperialista, confluyen con los renegados del PC-Rol, sección de la LIT, que tuvieron la desvergüenza de impulsar campañas de “ayuda humanitaria” para el pueblo palestino, rogándoles a los gobiernos imperialistas de Europa, todos sostenedores del estado sionista de Israel, que se dignaran a levantar el bloqueo contra Gaza .
Los internacionalistas de la FLT queremos marcar a fuego a los ojos de la vanguardia del proletariado mundial que frente a la masacre de las FARC en Ecuador, toda esta ala –Celia Hart, los mandelistas, el P-SOL, el MST de Argentina, Marea Socialista en el PSUV de Chávez, etc.- sacaron un comunicado conjunto usurpando el nombre de “Cuarta Internacional”, poniéndose de rodillas ante Chávez, Correa y Fidel Castro.
Queremos marcar a fuego también a los que, como la UIT-CI o la LIT-CI, se dedicaron a darle apoyo “crítico” a gobiernos burgueses como el de Chávez, y a presionarlos exigiéndoles que “avancen al socialismo del siglo XXI”. Contra todos ellos, reafirmamos los principios que nos legaron León Trotsky y la IV Internacional, de que jamás, bajo ninguna circunstancia, se puede dar el más mínimo apoyo político –por más “crítico” que sea- a un gobierno burgués, porque el hacerlo, y por ese solo hecho, se renuncia definitivamente a la lucha por su derrocamiento, es decir, se renuncia a la lucha por la toma del poder y por la dictadura del proletariado.
Desde la FLT, no cejaremos en nuestra pelea por desenmascarar ante los ojos de la vanguardia del proletariado mundial, a toda otra fracción de los renegados del trotskismo –morenistas, altamiristas, loristas- que han devenido en sirvientes, cada uno en su país, de sus propios regímenes burgueses, llevando al proletariado de esos países a una lucha sólo de presión sobre los regímenes y gobiernos patronales a los que sostienen firmemente.
Así, en Bolivia, el POR de Lora sostiene a la dirección colaboracionista de la COB que subordina a clase obrera al gobierno de colaboración de clases de Morales. Mientras ese gobierno impone la nueva Constitución que consagra la entrega de los hidrocarburos a las transnacionales, que no le ha dado la tierra a los campesinos ni el pan a los obreros, mientras la burguesía fascista de la Media Luna se fortalece y levanta cabeza, mientras las penurias de las masas no hacen más que profundizarse bajo la brutal carestía de la vida, el POR le dice a la clase obrera que la salida es... ¡hacer luchas económicas parciales por aumento de salarios! Son partidos de presión que a cada paso buscan hacer pasar como reformas para el proletariado, las concesiones y limosnas secundarias arrancadas en la lucha.
Así en Argentina, fueron los renegados del trotskismo en todas sus variantes, centralizados por los stalinistas del PCR, los encargados de garantizar el aborto del embate de masas contra el pacto social de la patronal, los Kirchner y la burocracia sindical que protagonizó la clase obrera argentina a principios de 2007. Devenidos en una nueva burocracia sindical “de izquierda” sirviente del ministro de Trabajo Tomada, fueron luego los encargados de entregar una a una los duros combates de resistencia como la huelga de los obreros del pescado de Mar del Plata, de los trabajadores del Casino, etc., y de impedir todo proceso de coordinación y de reagrupamiento de la vanguardia obrera que, de esa manera, quedó aislada y fue derrotada, sector por sector, por las fuerzas concentradas de la patronal, el gobierno y los matones y pistoleros de la burocracia sindical. Y mientras tanto, siguen guardando un cínico silencio y negándose a luchar por la libertad de los luchadores de Las Heras y del dirigente piquetero Villalba, presos como rehenes de los Kirchner, los monopolios, la patronal y su pacto social con la burocracia sindical.
De esta manera, abrieron el camino al fortalecimiento del gobierno de los Kirchner –que devino en un nuevo menemato- y a la consolidación del régimen del pacto social sobre la base de la estatización extrema de los sindicatos en manos de la burocracia sindical que viene de imponer un nuevo techo salarial de hambre para las paritarias de 2008. Hoy, fortalecido, el kirchnerato prepara la “refundación” del PJ como piedra fundamental para reconstituir definitivamente el régimen de partidos que fuera barrido por las masas en la revolución de 2001 al grito de “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, y descarta inclusive a los renegados del trotskismo, después de haberlo usados como limones exprimidos para controlar al ala izquierda de la clase obrera argentina.
También como limones exprimidos trata Chávez y la burguesía venezolana a los renegados del trotskismo. Así lo muestra por ejemplo, el despido por parte de Chávez de Orlando Chirino, dirigente de la UNT. Chirino y su corriente se negaron a entrar al PSUV y llamaron a votar nulo en el referéndum constitucional, y entonces Chávez lo echó... eso sí, después de que Chirino, junto al resto de la dirección de la UNT, lo sostuvieron durante años y con su campaña de “10 millones de votos para Chávez” le garantizaron la reelección como presidente.
En Brasil, por el contrario, los renegados del trotskismo han demostrado con creces serle muy útiles al régimen burgués que, por el momento, sigue sacándoles jugo. Así, mientras el P-SOL (alineado internacionalmente con Celia Hart y los mandelistas) crece en sus intenciones de voto en las encuestas y manda a sus diputados a arrodillarse ante Correa, el presidente burgués de Ecuador; el PSTU sigue jugando el papel de garantizar el estrangulamiento del ala izquierda del proletariado, tanto en Brasil como en Bolivia donde la Petrobras, socia de la Totalfina francesa, tiene sus principales negocios: ese y no otro es el objetivo del “Congreso latinoamericano de trabajadores” que está convocando para julio próximo junto con la burocracia colaboracionista de la COB de Bolivia, como hemos planteado más arriba.
Los internacionalistas de la FLT denunciamos y reafirmamos, entonces, que los renegados del trotskismo en todas sus variantes – mandelistas y partidarios de la “nueva izquierda”, morenistas, altamiristas, loristas, y demás- son todos continuadores del pablismo destructor de la IV Internacional que se dedicó a apoyar a Mao, a Tito, a Fidel Castro y cuanto stalinista hubiera, y que llegó inclusive a disolver a los trotskistas en un “entrismo sui géneris” en los partidos comunistas. Denunciamos que han devenido todos ellos en un neopablismo generalizado, haciendo suyos la estrategia y el programa de colaboración de clases y de “revolución por etapas” del stalinismo, y pasando a ocupar su lugar en el campo del reformismo.

Por un nuevo Zimmerwald y Kienthal del siglo XXI, en el camino de volver a poner en pie el partido mundial de la revolución socialista sobre la base del programa y el legado de la IV Internacional fundada en 1938

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e la mano de los renegados del trotskismo que se pasaron con armas y bagajes al campo del reformismo y devinieron en “ala izquierda” del Foro Social Mundial, que se aprestan a legitimar la consumación de la restauración capitalista en Cuba y que someten a la clase obrera a las burguesías “bolivarianas” y a los imperialistas “democráticos”, sólo les esperan nuevas frustraciones, derrotas y tragedias al proletariado y los explotados de América y del mundo. Por ello, todas las fuerzas de los internacionalistas de la FLT, están puestas en el combate por separar a la vanguardia proletaria mundial de esta ”ala izquierda” del Foro Social Mundial, de ese rejunte de impostoras castristas como Celia Hart Santamaría y renegados del trotskismo de todo pelaje.
Por la traición de las direcciones que las masas tienen a su frente, la actual coyuntura mundial es reaccionaria, desfavorable a las masas. Pero bajo las condiciones de crisis y decadencia del capitalismo en su época imperialista, se achica el margen de concesiones de los reformistas y éstos, a cada paso, se desenmascaran como lo que son: agentes de la burguesía.
Por ello, cuanto más rápido la vanguardia del proletariado internacional reagrupe sus fuerzas, más rápidamente podrán las masas desembarazarse de su dirección actual y entrar al combate con perspectiva de lanzar una contraofensiva de masas que vuelque la relación de fuerzas a favor de la clase obrera a nivel mundial.
Estamos frente a enormes cambios internacionales en la actual la situación mundial. Si la revolución proletaria no lo impide en el período inmediato, las guerras comerciales y las diputas interimperialistas que se están desarrollando al calor de la crisis económica mundial darán un salto, y lo que vendrá no será, como prometen los reformistas, una época dorada de desarrollo del capitalismo mundial, sino la guerra interimperialista.
Ya la burguesía imperialista comienza a prepararse para ese escenario. Así, plantea el diario Clarín de Argentina del 14/03/08: “Un alarmante informe elaborado por los servicios del ‘ministro’ europeo de Exteriores, el español Javier Solana, advierte entre otros riesgos, sobre migraciones masivas, sequías, hambrunas, cortes de sumnistros energéticos y conflictos bélicos por el control de los territorios con recursos” (negritas en el original).
El camino a una nueva guerra interimperialista, aún no se ha iniciado. Que se abra o no, se decidirá y definirá en los combates de la lucha de clases mundial, y en la lucha decisiva por dotar al proletariado mundial de la dirección revolucionaria que se merece, para encabezar los combates que ya están aquí y despejarle el camino a las masas de las direcciones traidoras que tienen al frente, verdaderos mariscales de la derrota y la entrega de la lucha de la clase obrera internacional.
Esta sistema capitalista imperialista  se ha devorado ya, de antemano, sus beneficios, y sobran potencias imperialistas en el planeta: de esto está dando cuenta la crisis económica mundial que ha comenzado. El modo de producción capitalista basado en la contradicción entre la producción social y la apropiación individual de los producido por parte de un puñado de parásitos,  no dan ni puede dar solución a los males de la humanidad. Así por ejemplo, hoy , las grandes transnacionales y el capital financiero que controlan las materias primas y las commodities, no hacen más que aumentar el precio de los cereales para valorizar sus nuevas inversiones en biocombustibles y biotecnología, impulsando una brutal  carestía de la vida y  hambre para las masas, cuando sobran alimentos y tecnología para producirlos, como para alimentar gratuitamente a todo el planeta.
El sistema capitalista sólo se sobrevive a sí mismo a causa de la crisis de dirección revolucionaria del proletariado, y no de ninguna supuesta fortaleza intrínseca. 
Hace tiempo ya que las fronteras nacionales se han transformado en un freno absoluto a las fuerzas productivas, cuestión que es la causa decisiva de las guerras imperialistas y de la decadencia de la sociedad toda.
El mundo ya está conquistado: por delante, sólo quedan guerras por el reparto de las colonias y semicolonias, y de los ex estados obreros donde el capitalismo fue restaurado y que ya han sido reconquistados para la economía mundial imperialista.
Sólo el proletariado podrá salvar a la humanidad de la barbarie, pero a condición de sublevarse contra la dirección actual, encargada de deshacer a cada paso lo que las masas construyen en su combate. La premisa marcada en el Programa de Transición de la IV Internacional que afirma que la crisis de la humanidad se reduce a la crisis de dirección revolucionaria del proletariado, muestra su total y completa vigencia.
Frente a ello, los trotskistas internacionalistas de la FLT lanzamos un llamamiento a poner en pie una Conferencia internacional de emergencia en la que, alrededor de la cuestión cubana, boliviana y colombiana -test ácidos de la lucha de clases mundial que dividen hoy con claridad a revolucionarios de reformistas de todo pelaje-, de sus lecciones y del programa revolucionario frente a las mismas, podamos reconocernos y reagruparnos los trotskistas principistas que, en todo el mundo, no nos pasamos al bando del reformismo.
La bancarrota definitiva de los renegados del trotskismo; el inicio de la crisis de la economía mundial capitalista imperialista que preparara convulsivos y decisivos acontecimientos de la lucha de clases mundial; el peligro inminente de restauración capitalista en Cuba, ponen al rojo vivo que la vanguardia del proletariado mundial necesita un verdadero Zimmerwald y Kienthal del siglo XXI que reagrupe a los revolucionarios internacionalistas y presente batalla, en todo el mundo, a las direcciones traidoras y reformistas de todo pelaje que entregan a cada paso la lucha de las masas, en el camino de volver a poner en pie el partido mundial de la revolución socialista, sobre la base del programa y el legado de la IV Internacional en su Congreso de fundación de 1938. ¡No hay tiempo que perder!

14 de Marzo de 2008.-

Secretariado de Coordinación y Acción
Internacional de la Fracción Leninista Trotskista

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