¡Por una jornada de combate internacionalista de la clase obrera contra el putrefacto sistema capitalista imperialista mundial!

¡Basta de izquierda sirviente de Obama, el jefe de los bandoleros imperialistas!
 ¡Basta de Foro Social Mundial y la "nueva izquierda"!
¡Basta de entregar la lucha revolucionaria de la clase obrera mundial!
¡Basta de los impostores del socialismo!

¡De pie junto a la revolución yemení de obreros y campesinos!
¡De pie junto a la juventud rebelde y obreros griegos que no ceden a los cantos de sirena de la "nueva izquierda" traidora de Syriza, los gerentes de izquierda de la banca Morgan y la Unión Europea!
¡De pie junto a la clase obrera ucraniana que combate en el Donbass y se subleva en Kiev!
¡De pie junto a la clase obrera norteamericana que enfrenta a Obama, el jefe de los carniceros imperialistas yanquis!

¡Paso a la clase obrera de color, que combate en EEUU contra la policía asesina de Obama y que en África del Sur combate contra las bandas fascistas de la Anglo American y enfrenta a sus gerentes y policía por sus demandas de salario y dignidad con los heroicos piquetes de Marikana!
¡Paso a la resistencia siria, que no se rinde en Aleppo, que ha retomado Idlib y que busca llegar a Damasco para aplastar al criminal de guerra Bashar y defender a sus hermanos de Palestinos masacrados por miles en el campamento de refugiados de Yarmouk!
¡De pie junto a las milicias rebeldes de Libia y la clase obrera de todo el Magreb y Medio Oriente, que de Túnez a Jerusalén busca recuperar su revolución mil veces traicionada, mil veces masacrada!
¡De pie junto a las masas palestinas que luchan contra el estado sionista-fascista de ocupación!

Los "Mártires de Chicago" de hoy se encuentran en las 500 cárceles clandestinas de la CIA y Obama en el mundo, como los presos de Guantánamo que están en condiciones de humillación y tortura hace años.
Los "Mártires de Chicago" de hoy son los presos torturados por la Mossad y el sionismo en la Palestina ocupada. Los "Mártires de Chicago" de hoy son los presos vascos que están en las mazmorras de los borbones y de los asesinos imperialistas de la V República francesa; son la juventud rebelde griega que está en las cárceles de Atenas con sus carceleros de izquierda Syriza; son condenados a cadena perpetua como los obreros petroleros de Las Heras.

Ya no son tan sólo 8 los mártires como en 1886. Son centenares de miles los mártires de la clase obrera aplastados por la contrarrevolución imperialista en verdaderos genocidios y golpes contrarrevolucionarios.

Ya ha quedado demostrado que en esta época de crisis, guerras y revoluciones, el sistema capitalista no le puede dar ni trabajo ni de comer a sus esclavos. Ya hace rato se perdieron las 8 horas. Todas las conquistas parciales que logramos con enormes luchas revolucionarias, si no avanzamos a la toma del poder, inevitablemente se perderán.
Este sistema capitalista mundial se sostiene con guerras, desarrollando fuerzas destructivas y con el más brutal parasitismo de los cártels y los banqueros imperialistas. Se sostiene dejando afuera del proceso productivo a 800 millones de obreros como sucedió desde el último crack de 2008.

El mercado mundial se ha achicado. Los capitalistas ni siquiera pueden hacer andar sus fábricas y sus máquinas. Los parásitos de la City de Londres, Wall Street y demás banqueros imperialistas han despilfarrado y gastado los valores de bienes que aún no han sido producidos por el trabajo humano. Con los cartels, aumentan o suben, según les conviene, los precios del petróleo, los granos, los minerales, sin importarles las consecuencias de hambrunas y de carestía de la vida que esto provoca en los trabajadores del mundo. Tiran préstamos con papeles de deudas incobrables y, con sus estados imperialistas y a través del FMI y el Banco Mundial, crean ficticiamente deudas externas incobrables de los países semicoloniales y coloniales.
Aquí y allá muestran sus ganancias, crecimientos y nuevas tecnologías, cuando en realidad la absoluta mayoría del planeta se hunde en la miseria, la explotación, el atraso y la barbarie.
Las "nuevas tecnologías" son un subproducto de la industria de guerra, cuya inversión pagan los estados imperialistas con el hambre de los trabajadores. Sus "adelantos tecnológicos", parciales y limitados, no son más que para despedir obreros y hacer producir el doble de horas de trabajo a los que aún siguen produciendo; cuando el avance tecnológico ya hace rato creó las condiciones de productividad para reducir la jornada laboral a la mitad y darle de comer y trabajo hasta el último de los habitantes del planeta.
¡Hay que desenmascarar tanta patraña y mentira a los obreros del mundo! Los "avances tecnológicos" que desarrolla este sistema en putrefacción son los drones, los submarinos atómicos, los simuladores de guerras "de las galaxias" y virtuales, es decir, el desarrollo de fuerzas destructivas y el más brutal parasitismo de un puñado de banqueros que viven de "cortar cupones" de sus acciones de las transnacionales y los cartels, saqueando y expoliando a miles de millones de esclavos en el mundo.
Ya hace rato que este sistema merece perecer. Y no lo ha hecho porque ha comprado un sector de su clase enemiga: la aristocracia y la burocracia obrera, que lo defiende del odio y el levantamiento revolucionario de las masas.

¡Basta ya de falsos socialistas, entregadores de la revolución!

En 1989 Gorvachov, Yeltsin y la burocracia stalinista terminaban su tarea de entregar la revolución mundial y la conquista de la URSS al imperialismo, a Reagan y la Thatcher. En ese mismo año, la masacre del partido de los "empresarios rojos" de Pekin a obreros y jóvenes en Plaza Tianamen, le terminó de abrir las puertas a las transnacionales para esclavizar a centenares de millones de obreros chinos.
Este 1º de Mayo de 2015, en la Cumbre de las Américas, los hermanos Castro y la nueva burguesía cubana, luego de estrangular la revolución latinoamericana; luego de cercar con el FSM los heroicos procesos revolucionarios del Magreb y Medio Oriente; luego de apoyar a Obama que enfrenta durísimas luchas de la clase obrera de EEUU -desde los petroleros despedidos a los trabajadores de los fast food, desde los jóvenes afroamericanos asesinados a los obreros inmigrantes-; luego de tantas traiciones, recibió su premio: La ex burocracia castrista devenida en nueva burguesía ya se ha convertido en agentes directos de los banqueros de Wall Street en la isla y terminaron de entregar Cuba al imperialismo.
En este 1º de Mayo de 2015, la marcha en la Plaza de la Revolución de La Habana será encabezada por los comandantes burgueses del stalinismo cubano, por sus hijos miembros de los directores de las empresas imperialistas y le rendirán honor a Obama, (con la bendición del Papa), el jefe de Wall Street y las pandillas imperialistas que saquean el planeta.

¡Basta de FSM y de entregadores de la revolución, mercenarios del capital al interior de las organizaciones obreras!
¡Fuera las burocracias sindicales, sirvientes de la burguesía!
¡Fuera los entregadores del socialismo, los "empresarios rojos" de Pekin y de La Habana, como los hermanos Castro devenidos en socios de la Coca Cola y Cargill!

El Foro Social Mundial ya no puede ni siquiera posar de antiimperialista o de aliado de los trabajadores
Ahora, surge una "nueva izquierda", que viene a culminar su labor de desorganizar los combates de la clase obrera internacional

Cuando el FSM, la burguesía bolivariana, los Ayatollahs iraníes, los desechos del stalinismo y de la socialdemocracia, las ONGs y demás fantoches del imperialismo se desenmascaran como enemigos de la clase obrera desviando, desorganizando, traicionando y cuando no masacrando abiertamente los enormes procesos revolucionarios y de lucha de la clase obrera mundial como en el Magreb y Medio Oriente, Europa, América Latina, China... Mientras los hermanos Castro entregan Cuba al imperialismo y proclaman a Obama, el representante de la superoligarquía financiera de Wall Street, como su jefe... De las entrañas del sistema capitalista, éste construye y pone de pie una "nueva izquierda mundial" para que siga haciendo el "trabajo sucio" de engañar a los obreros, de entregar sus luchas y los procesos revolucionarios.
Los viejos impostores del Foro Social Mundial, que pregonan el "socialismo de Mercado" o el "socialismo del siglo XXI" ya se han desenmascarado. Lo que buscan hacer es defender al capitalismo decadente y en putrefacción de Wall Street y las capitales imperialistas que saquean al mundo.
El crack mundial del 2008 hizo estallar el fuego de la revolución en el planeta. Y aún quedan llamas encendidas. Tienen que terminar de apagarlas, para que el imperialismo pueda asentar su contraofensiva y morigerar su propia crisis.
Ya ha quedado demostrado en América Latina, en Medio Oriente, con los mandarines asesinos chinos, con los sicarios como Putin, que las burguesías nativas siempre terminan arrodilladas ante los verdaderos jefes de sus negocios, sus amos imperialistas. Asesinaron a mansalva en el Magreb y Medio Oriente, aplastaron a sangre y fuego decenas de miles de revueltas en China. Entregaron la revolución latinoamericana y, como lo demuestra el chavismo, con el gobierno de Maduro son los más grandes enemigos en los ataques a la clase obrera venezolana, mientras, junto al castrismo, entregan a la resistencia colombiana.
El rol de la izquierda reformista y de las burocracias obreras es someter a los trabajadores a sus verdugos, ya sean "nativos" en el mundo semicolonial, o haciendo pasar por "progresivos" o "democráticos" a los piratas imperialistas contrarrevolucionarios como Obama, Hollande y demás saqueadores de los pueblos oprimidos.

Se pone en pie una "nueva izquierda" con los desechos del programa del FSM, del stalinismo y la socialdemocracia

En Grecia con Syriza, le devuelven en 24 horas el poder y la presidencia a la derecha reaccionaria del HSBC y la banca imperialista griega. Con su justicia, liberan a los fascistas de Amanecer Dorado y mantienen presa a la juventud rebelde.
Con los "socialistas" de los generales pinochetistas de Chile se estrangula la lucha por la educación pública y gratuita y por la nacionalización del cobre bajo control de los trabajadores; y se promete leyes y concertaciones, que no son más que mentiras y engaños para desorganizar la ofensiva revolucionaria obrera-estudiantil y sacar a las masas de las calles.
En Bolivia, la experiencia duró poco. Con la burocracia colaboracionista de la COB, desechos de los renegados del trotskismo pusieron en pie un Instrumento Político de los Trabajadores (IPT) para desviar la tendencia a la reapertura de la lucha revolucionaria de las masas bolivianas, y terminó luego apoyando al gobierno de Morales, aliado de la banca Morgan, y disolviendo la COB en un partido burgués como el MAS.
En Argentina, el "Frente de Izquierda" (FIT) ha dividido a lo mejor de la clase obrera. Ha llevado a la más crueles derrotas a su vanguardia. Mientras, ellos se unen en listas electorales comunes, anunciando que desde la cueva de bandidos del parlamento argentino (testaferro de Wall Street) o de los juzgados con jueces videlistas, se pueden conseguir las demandas obreras. Esta política cretinamente parlamentarista y socialdemócrata sólo ha permitido el fortalecimiento de la burocracia sindical y sus pistoleros, que acaban de asesinar una vez más a obreros que sólo reclamaban un trabajo justo, como Reynaldo Vargas en el sur del país.
Los aliados de esta "nueva izquierda" floreciente ya jugaron todo su papel en Brasil, dividiendo a la clase obrera y sus organizaciones de lucha, administrándole los sindicatos al oprobioso régimen del PT en Brasil.
En Francia e Inglaterra, los "anticapitalistas" del NPA y el SWP inglés miran para otro lado cuando los tratantes de obreros esclavos de la burguesía saudita y los khadafistas del actual gobierno de Libia trafican a centenares de miles de obreros desesperados que buscan llegar a Europa y mueren como perros en el Mediterráneo. Son los nuevos partidos socialimperialistas, que tratan como "obreros de segunda" a los trabajadores inmigrantes, y no como el corazón de la clase obrera europea. Son la izquierda del Maastricht imperialista, que junto al PODEMOS sostienen a la monarquía de los borbones en España y le dan vuelta la espalda a la heroica lucha revolucionaria de los mineros del Donbass.

Como sus parteners del Foro Social Mundial, esta "nueva izquierda" está armada con los desechos del programa del viejo stalinismo y la socialdemocracia proimperialista. Ellos están en un ángulo de 180 grados inclusive con los combates que la clase obrera mundial dio a fines del siglo XIX. A ésta jamás ningún explotador le regaló nada. En sus inicios, la clase obrera consiguió sus conquistas más mínimas, como la jornada laboral de 8 horas, con enormes luchas revolucionarias y huelgas generales mundiales. Esto demuestra que la burguesía sólo está dispuesta a ceder algo cuando ve que puede perder todo. Es más, la única posibilidad de mantener las conquistas -como lo vemos y padecemos los trabajadores del mundo- es luchando por todo... es tomando el poder.
La "nueva izquierda" no es anticapitalista porque no lucha por la revolución socialista, ni mucho menos por expropiar a los expropiadores del pueblo como única condición para que los trabajadores coman y no sólo mantengan sus condiciones de vida actuales sino que las superen.

La "nueva izquierda" le quiere hacer creer a las masas que este sistema putrefacto puede darle prosperidad y mejorar las condiciones de vida de millones de explotados del mundo

Quieren hacerle creer a los trabajadores que nos equivocamos cuando tomamos el poder en el siglo XX en la URSS, en China, en Cuba, en el este de Europa, en Vietnam. ¡Mentira! Con esas revoluciones conseguimos enormes conquistas: salir de las hambrunas y del atraso, poder comer, poder tener trabajo, tierra y dignidad. Demostramos que los trabajadores podíamos tomar el poder y cambiar la historia. Lo pudimos haber hecho a la salida de la segunda guerra mundial en la mayoría de los países imperialistas, de Alemania a Francia, de Italia a Grecia. Fue la lacra stalinista de la URSS la que salvó al sistema capitalista mundial con sus pactos contrarrevolucionarios. Salvó a la burguesía africana y latinoamericana de enormes cadenas de revoluciones y dejó aislados los estados obreros, para que se hundan en una economía mundial dominada por el imperialismo... Ellos lo salvaron.

Lo que la "nueva izquierda" de hoy y el reformismo quieren hacer creer es que ya no es ni posible ni necesario tomar el poder. Que la clase obrera debe ser un apéndice de los negocios de los "imperialistas democráticos" o los "patrones progresistas".
Eso fueron a hacer al Magreb y Medio Oriente: a prometerle democracia a las masas… y lo que vino fue un verdadero baño de sangre a los explotados y aplastamiento contrarrevolucionario de grandiosas revoluciones por el pan.

Hoy, esta "nueva izquierda" quiere que las nuevas generaciones de trabajadores olviden que las conquistas de la toma del poder de la clase obrera las entregó el stalinismo salvando al capitalismo de su bancarrota. Y lo esconde porque fueron sus socios en el '89, los que lo revivieron y le volvieron a dar vida, hasta hoy que terminan encubriendo -como los renegados del trotskismo- a los hermanos Castro que entregan Cuba al imperialismo.

Ellos, desde la "nueva" y los desechos de la "vieja" izquierda, sostienen todas las instituciones de dominio imperialista del planeta. Sostienen el pacto del Pacífico, donde EEUU ha sometido bajo su tutelaje, junto a Japón, a 17 países semicoloniales y a la China de los "empresarios rojos". Allí, las transnacionales ya se frotan las manos ante los nuevos negocios.
Sostienen el acuerdo económico del Atlántico, entre los piratas imperialistas de Europa y EEUU, como sostienen al Maastricht imperialista. Esa cueva de traidores del FSM y la "nueva izquierda" pintan al carnicero asesino Putin y a los mandarines chinos esclavistas como "fuerzas burguesas progresivas", cuando en realidad sólo son útiles como sicarios, asesinos, capangas y esclavistas de millones de trabajadores del mundo.

Quieren hacerle creer a los trabajadores del mundo, como hicieron con las revoluciones del Magreb y Medio Oriente, que el imperialismo avanza y explota a los pueblos oprimidos llevando bajo el brazo derechos humanos, libertad y democracia. Pero la realidad es que estos 8 años de "gobierno democrático" de Obama pasarán a la historia como los años donde hubieron las más grandes masacres y genocidios contra la clase obrera mundial.
Las masas del Magreb y Medio Oriente fueron masacradas, como también las de África y las de la China martirizada. Francia está militarizada. Los países del este europeo hasta Moscú sufren las peores dictaduras y regímenes bonapartistas. Y, como si fuera poco, al lado del EEUU "democrático" se encuentra el México ensangrentado, con decenas de miles de desaparecidos a manos de la DEA y sus bandas de "narcotraficantes".
Si el imperialismo no ha llegado más lejos en su ofensiva contrarrevolucionaria es porque las masas no se lo permitieron. Es porque la clase obrera norteamericana, hoy sublevada contra la guerra imperialista, no permite que haya por parte de su propia burguesía nuevas aventuras militares como en Irak y Afganistán. La "nueva" y la "vieja" izquierda quiere hacer aparecer como "bondadoso" y "buen amigo" al Bush tiznado de Obama, cuando el único amigo que tiene la clase obrera mundial en Norteamérica son los trabajadores que comienzan a ponerse de pie en las entrañas mismas de la bestia imperialista.

Este sistema capitalista-imperialista ya no va más

El 1% de parásitos del planeta ha acaparado el 50% de las riquezas, mientras 2000 millones de personas viven por fuera del proceso productivo en este podrido mundo capitalista. La burguesía ha logrado salir provisoriamente de la catástrofe de 2008 de Wall Street no por el vigor del sistema capitalista sino porque éste, a través de las direcciones traidoras, ha mantenido el poder y el control político y militar del planeta contra la revolución proletaria.
Los hermanos Castro edulcoran a este podrido sistema capitalista con el grito de "no todo lo del capitalismo es malo" y "no todo lo del socialismo es bueno". Son los nuevos apologetas del capitalismo, cuando éste ya demostró su brutal decadencia y degeneración en el 2008, y con miles de guerras, muertos, masacres y hambrunas y destrucción de zonas enteras del planeta.

El mercado mundial se ha achicado. Una feroz disputa comienza a desarrollarse entre las potencias imperialistas por el control y la colonización de Rusia y China. Las potencias imperialistas en bancarrota necesitan quedarse directamente ellas con todos los negocios, mientras plantean más sometimiento del mundo semicolonial y superiores ataques a la clase obrera de sus propios países.
Ya no hay lugar para reformas. Las necesidad de una nueva oleada de revoluciones socialistas cobra más actualidad que nunca.

¡Hay que derrotar a los impostores del socialismo para recuperar el internacionalismo militante de la clase obrera mundial para poder luchar!

La nueva izquierda es enemiga de unir y coordinar las luchas a nivel internacional. Somete a cada clase obrera a su propia burguesía.
Pero, ¿cómo podrá triunfar la clase obrera norteamericana, que ha comenzado oleadas de enormes luchas, si no se coordina con sus hermanos los obreros de México y latinos, cuando las mismas transnacionales que los explotan a ellos instalan maquilas con obreros esclavos en las fronteras? La clase obrera de color en EEUU, brutalmente atacada por la policía asesina del régimen de los republicratas, tiene un gran aliado en los millones de obreros de color que se sublevan en África del Sur y combaten contra las transnacionales y el imperialismo. ¡Allí está su fortaleza, no en su apoyo a Obama, el jefe de los carniceros imperialistas blancos... y de los negros ricos!
Para vencer, la clase obrera de África del Sur, como la de todos los pueblos oprimidos, necesita de la clase obrera norteamericana, inglesa y europea, Es que allí está la Anglo American, que saquea todos los pueblos oprimidos.
¿Cómo recuperará la jornada laboral de 36 horas semanales la clase obrera alemana si no lucha junto a sus hermanos de Grecia contra los banqueros imperialistas alemanes, griegos y todos los piratas y bandoleros de Maastricht? ¿Cómo lo hará si no lucha con sus hermanos del este europeo, que ha sido llenado de maquilas de esclavos por el imperialismo alemán?
Por eso mismo, los obreros franceses de las grandes automotrices no podrán defender su nivel de vida si no se unen a los obreros del este europeo, donde las transnacionales instalaron sucursales para hundir el salario y chantajear con la pérdida del trabajo a los obreros del occidente de Europa.
La clase obrera de las potencias imperialistas cada vez ha comprendido más -como lo demuestra hoy la bancarrota europea y la pérdida de conquistas de los obreros norteamericanos- que cada paso que dio su propia burguesía imperialista contra los trabajadores del mundo colonial y semicolonial fue acompañado de un duro golpe a las conquistas, el salario y el trabajo de los obreros de los países centrales.
¿Cómo podrá la clase obrera de todos los continentes recuperar las 8 horas de trabajo, el empleo y el salario digno cuando centenares de millones de obreros chinos, de Bangladesh, paquistaníes, africanos están sometidos en fábricas cárceles, verdaderos campos de concentración, produciendo por dos monedas y a tiempo completo para las transnacionales, y luego son llevados por éstas mismas a hacer trabajos esclavos en los países centrales?

La tragedia más grande de la clase obrera internacional es que con la socialdemocracia en la primera guerra mundial, con el stalinismo entregando los estados obreros, y con los renegados del trotskismo destruyendo la IV Internacional y rompiendo abiertamente con el marxismo, se ha destruido el internacionalismo militante de los primeros de mayo, con el que surgía el movimiento obrero mundial allá por el siglo XIX.

El 1º de Mayo hay que hablar claro. ¡Hay que recuperar el internacionalismo militante en la clase obrera mundial! ¡Hay que preparar y organizar acciones de lucha internacionales por cada lucha de los explotados del planeta!
Ya vimos un ejemplo de este poderío de los explotados. El sionismo en julio/agosto del año pasado intentó masacrar en Gaza como Al Assad lo había hecho en Siria. Millones de explotados ganaron las calles de Europa, EEUU y el mundo semicolonial en defensa de las masas palestinas. Sólo así se pudo parar, aunque más no sea por un tiempo, el accionar genocida del sionismo. La tragedia es que esa lucha no continuó y los mejores combatientes palestinos se pudren en las mazmorras de la Mossad.

Para recuperar el internacionalismo militante, la clase obrera debe sacarse de encima a su dirección actual, que a cada paso la somete a la burguesía. Porque sólo así pudo la clase obrera en 1886 comenzar a protagonizar enormes huelga generales en todo el mundo por las 8 horas y vengar y hacer justicia por los mártires de Chicago.

En este 1º de Mayo hay que hablar claro y decirle la verdad a las masas: Estamos frente a una fecha de lucha obrera, socialista e internacionalista. ¡Las banderas entre reforma y revolución no se juntan ni se mezclan!
Los trotskistas revolucionarios combatientes por la IV Internacional y la revolución socialista afirmamos: ¡Fuera los impostores del socialismo de la clase obrera mundial! ¡Basta de traicionar las heroicas revoluciones de los explotados y sus combates cotidianos en nombre de una supuesta "nueva izquierda", que sólo persigue el objetivo de salvar al putrefacto sistema capitalista, a sus gobiernos y regímenes!
¡Los mártires de Chicago murieron por luchar por la revolución de los explotados y no para salvar al capitalismo! Las jornadas de lucha de los 1º de Mayo fue una conquista de los obreros del mundo, haciendo acciones comunes y huelgas generales mundiales contra el sistema capitalista por las 8 horas de trabajo.
En este 1º de Mayo de 2015: ¡Las banderas no se juntan con los que ni siquiera llaman a unir a la clase obrera de sus propios países para dar luchas decisivas contra el gobierno de los opresores, ni con los que jamás han dado un solo paso por unir la lucha de la clase obrera mundial, sin lo cual ya no habrá condiciones para la victoria!
En este 1º de mayo de 2015 reafirmamos: ¡Una sola clase obrera mundial! ¡Una sola lucha! ¡Hay que terminar con los regímenes de los opresores para conquistar el trabajo, el pan, la dignidad, la independencia nacional, terminar con el saqueo imperialista y las guerras con las cuales se sostiene este podrido sistema capitalista mundial!

Las burocracias sindicales, el Foro Social Mundial, la "nueva izquierda", los partidos socialimperialistas han sometido a la clase obrera a los parlamentos, a los gobiernos y a los estados nacionales. Han roto la unidad internacionalista de su lucha y su combate... mientras la burguesía y el imperialismo concentran sus fuerzas y sus instituciones de dominio para aplastar a la clase obrera y para que se sobreviva este podrido régimen capitalista mundial.
El reformismo busca edulcorar a un sistema putrefacto y maloliente.

En este 1º de Mayo no se puede guardar silencio y no mencionar el brutal genocidio de los 400.000 explotados de Siria, a los más de 10 millones que se pudren en carpas de campamentos de refugiados en el desierto. Allí fueron llevados, atacados y masacrados vilmente por el asesino Al Assad, armados por el sicario Putin, bajo las órdenes de Obama. Esto es lo que le depara a la clase obrera mundial si no se para la actual ofensiva imperialista.
¡No habrá ni olvido ni perdón por los mártires de Chicago ni por ninguno de los obreros caídos en la lucha contra este perverso sistema capitalista mundial!

En este 1º de Mayo, hay que decir la verdad:
De un lado, los impostores del socialismo que defienden la sobrevivencia del sistema agónico capitalista imperialista; y del otro lado los que estamos por reagrupar las fuerzas de sus sepultureros.
¡Para que la clase obrera viva, el imperialismo debe morir!

¡Por un 1º de Mayo obrero, socialista e internacionalista!

¡Bajo las banderas de la IV Internacional!
¡Por el triunfo de la revolución socialista mundial!

Nuevamente una alternativa de hierro: ¡Socialismo o Barbarie!