¡JUSTICIA POR LOS MINEROS DE TUMEREMO! ¡FUE EL ESTADO!
El viernes 4 de marzo veintiocho mineros artesanales de la localidad de Tumeremo, estado de Bolivar, no volvieron a sus casas. Sus familias desesperadas comenzaron a salir en su búsqueda y se empezaron a encontrar con testimonios terribles que narraban que una banda de paramilitares los había asesinado y se había llevado los cuerpos de sus seres queridos en un camión. Al día de hoy, han aparecidos sin vida los cuerpos de 17 mineros, enterrados en una fosa común.
Desde ese momento, la ruta troncal 10 a la altura de ese poblado está bloqueada por los familiares de los mineros desaparecidos, que se pusieron en pie de lucha para que aparezcan y por justicia. Ellos denuncian que las bandas paramilitares funcionan junto al SEBIN (servicio de inteligencia del Estado) y en complicidad con los militares.
Esa zona ubicada al sudeste del país es rica en minerales como el oro y el diamante por lo que hay constantes disputas entre bandas burguesas que hacen negocios con las trasnacionales a través de contrabando y para ello utilizan bandas paramilitares y paraestatales. Ante la brutal crisis económica y social, la desocupación y la inflación, cientos de trabajadores, campesinos, estudiantes, intentan encontrar en esas minas semiabandonadas algo de oro o diamante para vender y llevar pan a sus casas. Los habitantes de Tumeremo denuncian que el accionar de las bandas paramilitares recrudeció a partir de que el gobierno anunció que había que “explorar y cuantificar” los minerales de la región, y que de ello se haría cargo una nueva empresa militar de industrias mineras, petrolíferas y de gas.
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Mineros de Tueremo asesinados |
Se trata de un nuevo crimen de la oficialidad de las FF.AA. contra los explotados para defender sus negocios ilegales con las trasnacionales imperialistas, como el contrabando en la frontera colombiana, el narcotráfico, el robo de petróleo y combustible en embarcaciones que salen al Caribe. Estos enemigos del pueblo, que tienen las manos manchadas de la sangre del Caracazo, no dudan en ejecutar con sadismo a hombres y mujeres inocentes para escarmentar a la población.
Los partidos de la burguesía son cómplices de estos crímenes. El PSUV, por boca de Rangel Gómez, gobernador del Estado Bolívar, salió inmediatamente en su defensa, negando la masacre y acusando a la MUD de orquestar una campaña para desestabilizar al presidente Maduro. ¡Inclusive acusaron a los familiares desesperados que salen a pedir justicia para encubrir semejante atrocidad! Días después, ante lo insostenible de los dichos de Gómez y la valiente y persistente lucha de los familiares, Maduro se vio obligado a reconocer la masacre y la adjudicó a las bandas de delincuencia organizada intentando despegar al ejército de la responsabilidad. ¡Cuánto cinismo!
Pero la MUD no se queda atrás. Sus políticos intentan apropiarse del reclamo de los familiares para posar de democráticos y preservar del odio popular a los oficiales que tantos servicios les prestan a estos patrones oligarcas, defendiendo sus empresas de las huelgas obreras. Ahora usan el dolor de los familiares para su sucia campaña en pos de llegar a la presidencia.
¡Todos ellos responsables, el gobierno de Maduro y la MUD! ¡Todos son cómplices de la casta de oficiales asesina! ¡Todos son los jefes de las bandas paramilitares y los sicarios! Todos hacen negocios con el imperialismo sobre la base del hambre del pueblo y a como dé lugar, inclusive de “contrabando” y utilizando bandas paraestatales. Así satisface su sed de ganancias la burguesía y el imperialismo en cada rincón del mundo, saqueando y matando al pueblo.
La policía y las Fuerzas Armadas funcionan junto a las bandas paramilitares para aterrorizar al movimiento obrero, y su accionar recrudece en momentos en que la burguesía de conjunto arroja una brutal crisis sobre las masas pobres y la vanguardia obrera, los obreros de Sidor y Ferrominera, comienzan a ponerse de pie.
Así sucede con los asesinatos de dirigentes obreros a manos del sicariato, con la brutal represión policial y el asesinato de un joven obrero en San Félix a los levantamientos del hambre. Lo vemos casi a diario cuando las fuerzas represivas a través de las OLP entran a los barrios obreros y roban, encarcelan, golpean y fusilan al pueblo pobre sin piedad.
La clase obrera venezolana debe tomar en sus manos la lucha por justicia por los 28 mineros de Tumeremo. Hay que unificar sin demoras la lucha del pueblo de Tumeremo con los obreros de SIDOR y Guayana, conformando comités de autodefensa conjuntos, con sostén de los sindicatos.
Todos los trabajadores mineros artesanales, como la gran mayoría de los explotados venezolanos, que trabajan en negro, o precarizados son dejados de lado por la burocracia de los sindicatos y a merced de la explotación la represión del estado. Esto no se puede permitir más.
¡JUSTICIA POR LOS 28 MINEROS DE TUMEREMO!
La justicia no puede esperarse del Estado burgués, solo puede conquistarse poniendo en pie tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los responsables de la desaparición y asesinato de los mineros, los delincuentes, el SEBIN y la casta de oficiales de las FANB.
¡Disolución ya de todas las fuerzas represivas, el SEBIN, de la Guardia Bolivariana, de la policía! ¡Basta de OLP asesinas!
¡Disolución de la casta de oficiales de las FANB, asesinos del Caracazo y guardianes de la propiedad y el saqueo imperialista! Esta es comandada por el ejército yanqui desde el SOUTHCOM y sus bases militares en Colombia. El gobierno les da un negocio más para que sigan enriqueciéndose y robando a la nación.
¡Por comités de soldados rasos para que defiendan al pueblo pobre! ¡Por una verdadera milicia obrera y popular de los trabajadores y hambrientos de Venezuela!
¡Basta de persecuciones a los obreros luchadores! ¡Libertad inmediata y desprocesamiento de todos los luchadores obreros y populares por luchar! ¡Abajo la ley Anti-huelga de los chavistas! ¡Aparición con vida de Alcedo Mora!
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