Ucrania - 15 de noviembre de 2024

El pillaje de Moscú en las zonas ocupadas de Ucrania

En los territorios ucranianos ocupados, los rusos están tomando el control de holdings agrícolas, fábricas y plantas mineras. Se han encontrado más de mil empresas en Melitopol, Berdiansk, Mariupol, Lysychansk y Sievierodonetsk que ahora están registrdas como entidades rusas.
El jefe de la región ucrania de Zaporizhia, estimó que Rusia había confiscado y transferido casi 500 empresas ucranianas al control ruso desde marzo de 2024. Anton Koltsov, jefe del gobierno de la ocupación local, afirma que ahora todos esos activos son propiedad de la administración rusa y no serán transferidos a ningún nuevo propietario.
El ejército ruso ha tomado el control de graneros, instalaciones de producción de alimentos, talleres de fabricación, mercados, cadenas de farmacias y centros comerciales. Los funcionarios rusos y actores vinculados al régimen así como el estado ruso han explotado los activos económicos ucranianos para obtener ganancias personales, militares y financieras.
Según datos ucranianos, el 90% de todos los edificios de Mariupol resultaron dañados por los bombardeos y el 40% fueron destruidos totalmente. El principal beneficiario de la destrucción aquí es la industria de la construcción rusa. Solo durante el primer año de guerra, los rusos fundaron al menos 17 empresas de la construcción en Mariupol.
La BBC rusa informó por ejemplo que el empresario checheno Valid Korchagin se convirtió en convirtió en copropietario de la planta metalúrgica de Mariupol (Ylich Irin and Steel works en Mariupol) y de una cadena rusa de restaurantes y cafés en Mariupol. Korchagin está relacionado con el senador checheno Suleyman Geremeyev, a quien el director de Transparencia Internacionl de Rusia sugirió que el Kremlin está recompensando por la lucha de la familia Geremeyev en Ucrania.
Otro ejemplo lo constituye la cantera de granito de Tokmak, que es la mayor productora de piedra triturada de la región de Zaporizhzhia. En noviembre de 2022 la cantera apareció en el registro ruso con un nuevo fundador, la empresa de Crimea llamada Centro para la Interacción Económica de las Repúblicas. Su director, Sergey Ageev, recibió la medalla por “la defensa de Crimea” por su participación en la anexión de la Península.
La administración militar de Melitopol nacionalizó las empresas abandonadas por los ucranianos. El decreto permitía que los bienes inmuebles, terrenos y equipos de empresas que se negaban a registrarse ante las autoridades fiscales rusas se inscribieran en el registro de “propiedades abandonadas” y luego se transferirían a la administración estatal o a los nuevos propietarios. Durante el primer año de ocupación, las autoridades de la región ocupada registraron más de 4mil “instalaciones abandonadas”, desde farmacias hasta canteras de granito.
Las incautaciones rusas incluyen depósitos de carbón, petróleo, gas, grandes fábricas y tierras agrícolas (en julio de 2022 Rusia ocupaba el 22% de las tierras agrícolas de Ucrania). Las fábricas se utilizan para las necesidades del ejército ruso, siendo reconvertidas en muchas oportunidades para cubrir necesidades militares.
Después de capturar el sur de la región de Zaporizhzhia, el bastión agrícola de Ucrania, Rusia comenzó a sacar cereales y maquinaria agrícola. Durante el primer año de ocupación se estima en 6 millones de toneladas de cereales el robo de Rusia.
Pero no solo los rusos hacen negocios en los territorios ocupados. El alcalde de Melitopol afirma que el 30% de todos los empresarios ucranianos no han abandonado la ciudad y siguen haciendo negocios allí. La oportunidad de ganar mucho dinero debido a la escasez de alimentos y otros bienes y servicios fue su oportunidad durante los tiempos de guerra.
Es que la burguesía no tiene patria, solo negocios que defender. La burguesía y oligarquía ucraniana se ha acomodado a lo largo del tiempo al poder de turno. Han sido “pro-UE” o “pro-Putin” según cómo pegaba el viento. Mientras tanto, los obreros ucranianos han puesto su sangre y sus músculos para que estos se llenen los bolsillos. Por ello es que es la clase obrera ucraniana la que uniendo sus filas puede y debe detener la catástrofe.