Ucrania - 15 de noviembre de 2024

La invasión de Zelensky a Kursk: una aventura militar bajo la tutela de la OTAN para hostigar a Moscú… Las disputas por el gas y el petróleo en la guerra de Ucrania

Un ejemplo muy ilustrativo del papel jugado por Putin como gendarme y guardián de los negocios del imperialismo se ve en la cuestión del gas y el petróleo. El principal gasoducto que al día de hoy sigue transportando el gas ruso a Europa es el Brotherhood, que atraviesa de lleno la nación ucraniana y que no ha dejado de funcionar ni ha caído sobre él ni una esquirla en medio de la guerra. En plena guerra de invasión a Ucrania y pese a las supuestas rupturas con Moscú, el 22% de los requerimientos europeos son cubiertos por el gas ruso.

La incursión de Ucrania en Kursk (aplaudida por los sostenedores de Zelensky, lacayo del imperialismo) estuvo milimétricamente planificada. En esa provincia está Sudzha, un punto clave de conexión de este gasoducto, la llave para el paso del gas, un negocio que representa 11 mil millones de dólares al año para Rusia y mil millones para Ucrania. Zelensky sentado sobre esta llave de gas con sus tropas de élite armadas por Gran Bretaña y EEUU, anuncia que este paso será cerrado en 2025 cuando se vence el contrato. Ya este lacayo del imperialismo negocia con las empresas transnacionales qué uso darle a esta construcción.

Insistimos, la política imperialista hacia Rusia es para cercarla, desangrarla y ahogarla económicamente (con inflación y crisis) y que Putin se desgaste, aunque no al punto en que pueda caer a manos de las masas que lo odian (como quedó más que demostrado tras la aventura en Kursk donde nadie salió a defenderlo).

Así va quedando claro que en la carrera por la recolonización de Rusia con sus enormes riquezas, este fabuloso negocio del gas es el que persigue el imperialismo y que Zelensky ofrece como moneda de pago a cambio de armas, ingreso en la OTAN y la UE.