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¡Abajo el plan de “pacificación” de los carniceros imperialistas Republicanos y Demócratas, las potencias europeas y las burguesías nacionales de Medio Oriente, con el que preparan una nueva masacre contra las masas iraquíes, para asegurar una salida ordenada de las tropas yanquis!
¡Por la derrota militar de todas las tropas imperialistas!
¡Por la victoria de la heroica resistencia de las masas iraquíes!
¡Por la destrucción del estado sionista de Israel, ocupante de la nación palestina!
¡Fuera el imperialismo y todas sus tropas de Irak y Afganistán!
¡Fuera las manos de Bush y sus socios del Partido Demócrata de Irak, Irán, Palestina y todo Medio Oriente!
Los días 10 y 11 de marzo, mientras Bush pisaba América Latina y se abrazaba con los cipayos Lula y Tabaré Vázquez, una delegación de los carniceros imperialistas yanquis, junto a representantes de Irán y Siria, de Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudita, Jordania, Turquía, Kuwait, Bahrein y Egipto, se reunía en Irak, para realizar una “Conferencia por la seguridad y la pacificación” de esa nación.
¡Cínicos! Hablan de “paz” y “seguridad” los imperialistas responsables de la masacre de más de 650.000 trabajadores y explotados iraquíes en los últimos cuatro años, los que obligaron cuatro millones a huir del país, los que masacraron en Fallujah con fósforo blanco y otras armas químicas, los que han ocupado Irak y lo han transformado en un protectorado esclavizado. Hablan de “pacificación” los mismos que montaron “escuadrones de la muerte” que masacran a los explotados sunnitas y también chiítas, para enfrentarlos entre sí en una guerra fratricida, al igual que lo hacen en la Palestina ocupada provocando enfrentamientos fratricidas para ahogar en sangre a la resistencia palestina.
No es “paz” lo que buscan, sino cómo aplastar a la heroica resistencia de las masas iraquíes. Esa resistencia que, junto a la no menos heroica lucha de las masas palestinas y los explotados del sur del Líbano que derrotaron al ejército del Estado sionista-fascista de Israel, empantanó a los carniceros yanquis en las arenas del desierto, y tendiendo a confluir con el despertar de la clase obrera norteamericana, hizo entrar en crisis al gobierno de Bush y amenazó con abrir un escenario como el de Vietnam; es decir, que la resistencia se transformara en ofensiva y en el inicio de la revolución en Irak, y que el regreso a Estados Unidos de tropas derrotadas y humilladas significara el inicio de un ascenso revolucionario al interior de esa potencia imperialista.
La cínica “Conferencia de paz” del 10 y 11 de marzo no es más que parte del nuevo plan del estado mayor imperialista para garantizar una retirada ordenada de las tropas yanquis de Irak. Es que, una vez fracasada la estrategia de la “guerra contra el terror” impulsada por Bush y la camarilla petrolera, el capital financiero norteamericano y el régimen imperialista Republicano-Demócrata impulsaron, con la colaboración de las direcciones reformistas agrupadas en el Foro Social Mundial, una oleada pacifista en Estados Unidos para llevar a la clase obrera que había irrumpido en lucha contra la guerra, por los derechos de los trabajadores inmigrantes y por sus demandas, a los pies de los carniceros imperialistas del Partido Demócrata, a que voten por ellos en las elecciones, presentándolos como “pacifistas” contra el “guerrerista” Bush, cuando los Demócratas apoyaron la guerra y ocupación de Irak y le votaron a Bush en el parlamento los fondos para esa guerra de masacre y coloniaje.
Mientras expropiaban así la lucha del proletariado norteamericano, los “Republicratas” y una comisión bipartidista encabezada por Baker y con la asesoría de Bush padre, diseñaron la nueva política para salir del pantano iraquí: se sentaron a negociar con el antiguo “eje del mal”, las burguesías nativas de Irán y de Siria, para que sean ellas las que garanticen el desarme de las masas explotadas sunnitas y chiítas en Irak y la masacre de quienes se nieguen a hacerlo. Así, Bush envía 21.000 marines “frescos” para que, junto a la policía y el ejército colaboracionistas bajo el mando de la burguesía chiíta –y con el apoyo de Siria e Irán, cortando toda provisión de armas a la resistencia desde sus territorios- masacren y aniquilen, actuando como verdaderos “escuadrones de la muerte”, a la resistencia de las masas sunnitas, transformando cada una de sus ciudades y barrios en nuevas Fallujah devastadas, y también a los sectores de las milicias chiítas que se niegan a desarmarse. Este es el baño de sangre que preparan los imperialistas yanquis en Irak para poder garantizar una retirada ordenada de sus tropas, al mismo tiempo que han redoblado su ofensiva masacradora en el Afganistán ocupado y que amenazan a Irán con un bloqueo por su plan de energía nuclear, mientras le exigen a la burguesía iraní que sea la encargada de masacrar a la resistencia iraquí. ¡Esto es lo que se sentaron a discutir en esa “Conferencia” de masacradores y genocidas del pueblo iraquí!
¡Abajo el cínico plan de “pacificación” de los carniceros imperialistas Republicanos y Demócratas, las potencias europeas y las burguesías nacionales de Medio Oriente que preparan un nuevo baño de sangre contra las masas iraquíes!
¡Por la derrota militar de todas las tropas imperialistas! ¡Por la victoria de la heroica resistencia de las masas iraquíes!
¡Fuera el imperialismo y todas sus tropas de Afganistán! ¡Fuera las manos de Bush y sus socios del Partido Demócrata de Irak, Irán, Palestina y todo Medio Oriente! ¡Fuera los buques de guerra yanquis de las costas de Irán!
¡Por la destrucción del estado sionista de Israel, ocupante de la nación palestina! ¡Por un estado palestino laico, democrático y no racista, que sólo podrá ser garantizado por un gobierno obrero y campesino de las masas palestinas autoorganizadas y armadas!
¡Libertad inmediata e incondicional a los luchadores antiimperialistas presos en Guantánamo, en las garras de Bush y el régimen imperialista republicano-demócrata!