17/6/2016
Siria
Urem al-Kubra, suburbios oeste de Aleppo, en zona rebelde
Empujados por el hambre de sus familias y la extrema miseria
700 Obreros de la revolución siria
se toman la fábrica
de un patrón assadista y echan a su gerente
Ellos marcaban el camino para ganar la guerra,
y por eso fueron bombardeados por la aviación de Bashar Al Assad
¡Hay que expropiar todas las fábricas, bancos,
refinerías y pozos de petróleo
bajo control obrero para ganar la guerra! |
13/6/2016
El sitio a Daraya y el siniestro plan de rendicion de la ONU
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11/6/2016
Los combatientes sirios presos en las mazmorras
del perro Bashar se amotinan una vez más y toman
de rehenes a los guardias y oficiales en lucha por su libertad
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Saliendo de la ciudad de Aleppo, la capital de la resistencia siria, hacia el oeste se encuentra la localidad de Urem al-Kubra. Allí, como en varias partes cercanas en el norte de Siria, las masas insurreccionadas desde el 2011/2012 echaron a las fuerzas del régimen, sus instituciones y ganaron las calles por cientos y cientos de miles en un levantamiento revolucionario por el pan al grito de "el pueblo quiere la caída del régimen".
Pero en esta embestida, los trabajadores y el pueblo pobre de Urem se toparon con un freno: el ESL había ocupado las fábricas que hay en esa localidad, en defensa de la propiedad privada, y se las había resguardado a sus dueños: patrones que se habían enriquecido en toda su vida bajo el régimen de Bashar.
Así pudieron reabrir sus fábricas para seguir llenándose los bolsillos, cada vez pagando menos y menos salario a los trabajadores, vendiendo a quien tuviera mercado: zonas rebeldes, a Al Assad, al ISIS, a Turquía... a quien sea. Para el patrón solo se trata de preservar su ganancia y su procedencia: la propiedad privada en la cual explotar a obreros.
Así sucedió en una fábrica de estampado de ropa y de bolsas de plástico, de 700 obreros, ubicada en esta localidad de Urem. La fábrica se llamada Aqab, por su patrón Abd el Qadr al-Aqab, que vive en Hamdaniya, una ciudad que es prácticamente el lugar residencial patronal en el norte sirio. Esa ciudad está bajo control del régimen, donde cuenta con el resguardo de las tropas de Bashar, sus mercenarios, la guardia iraní y Hezbollah.
Los trabajadores de la fábrica Aqab últimamente estuvieron cobrando un sueldo de 20 dólares mensuales, cuando a principios de 2011 cobraban 300. Cansados del hambre, de ese miserable salario, de las condiciones de extrema precariedad que hay en Siria bajo la guerra, empujados por el hambre de sus familias y la imposibilidad de darles lo que necesitan, aun cuando se pasaban 12 horas diarias trabajando duramente dentro de la fábrica, los obreros se juntaron y reclamaron un aumento.
Con este reclamo fueron a la oficina del gerente, quien rechazó el aumento, diciendo que "esas son las condiciones en las que tienen que trabajar en la guerra, y que si no las aceptan, hay una fila enorme de desocupados que lo harían en su lugar".
Inmediatamente después, los obreros se reunieron en asamblea y no decidieron ni aceptar las condiciones miserables de trabajo y el bajo salario, ni la amenaza del gerente, y vieron que necesitaban una solución, la cual estaba solo en sus propias manos. Por eso, todos juntos decidieron echar al gerente y tomar la fábrica poniéndola a producir bajo su control.
En la situación inaguantable en la que estaban, los obreros avanzaron más allá de los límites que les había impuesto el ESL al tomarse la fábrica. Decidieron controlar ellos mismos lo que ellos producían con sus propias manos y quedarse con la ganancia que ellos mismos generaban.
Inmediatamente los generales burgueses del ESL salieron en defensa de la propiedad privada del patron basharista e intimaron a los obreros a dejar la fábrica, diciéndoles que lo que estaban haciendo “era pecado e iba en contra de las leyes”. Pero los trabajadores, ya ocupando la fábrica, no estaban dispuestos a dejarla. Sabían que allí estaba la única posibilidad de comer ellos y sus hijos. Entonces decidieron hacer un llamado a brigadas de base a que los defendieran, planteándoles que ellos podrían pagarle el sueldo, inclusive el doble de lo que ofrecen los generales burgueses del ESL. Planteaban que desde lo que ellos producian podian aportar a las brigadas que combatian contra Bashar, ya que esas ganancias ya no irian a los bolsillos de los patrones basharistas, sino a los de las masas revolucionarias. Pero esos generales, siempre dispuestos a hacer negocios con los assadistas y no a ganar la guerra, interrumpieron esta coordinación con miles de maniobras.
Aun así, no pudieron desalojar a los obreros. Estuvieron un mes intentando sacarlos y ellos no estaban dispuestos a dejar la fábrica, que ahora era de ellos. Y por eso el pasado 14 de junio, ésta fue bombardeada por las fuerzas del perro Bashar. El fuego fue certero en su blanco justo sobre aquella fábrica. Por suerte ningún obrero murió en ese ataque. Pero la fábrica quedo destruida. El régimen utilizó todo tipo de explosivos, incluyendo unos que vienen en mangueras que arrojan desde del aire con las que destruyen las casas de los explotados en las "zonas liberadas", y ahora también sus fábricas.
Es que este ataque lo hicieron porque en esta fábrica se había avanzado a la expropiación, al control obrero en la producción, y marcaba un camino a seguir que podía ser tomado por todos los obreros hambreados en las zonas liberadas que están en las mismas condiciones que los de Aqab.
Más aun, todos ansían resolver el problema del hambre. Todos ansían poner sus esfuerzos y todo lo necesario para ganar la guerra contra Bashar. Y para eso hay que expropiar a la burguesía y tomar control de las riquezas y de la producción por parte de los obreros. Los que lo impiden son los generales del ESL, de Jabhat al Nusra y todos los partidos ejércitos burgueses. Son todos guardianes de la propiedad privada bajo distinto uniforme y distintos roles. En las zonas liberadas, y en Urem en particular, el ESL no podía abrir fuego contra los obreros directamente. Intento por varios medios intimar a los obreros a que dejen la fábrica, pero no lo logró. Los obreros se salieron del control del ESL, y por eso tuvieron que llegar los aviones de Al Assad a bombardear la fábrica, tal y como lo habían hecho en la zona industrial de Damasco a fines de 2013 cuando los obreros se insurreccionaron allí y se tomaron 300 fábricas.
Por eso el perro Bashar bombardeó recién cuando los obreros tenían la fábrica y no antes. Porque mientras estaba el patrón y su gerente en control de la fábrica, había comercio con el régimen. Es más, la ganancia iba a los bolsillos del patrón, que vivía en una zona bajo control de Al Assad. Pero los obreros revolucionarios al tomar la fábrica habían interrumpido todo este circuito, porque ya no se trataba de los negocios de estos ricachones, sino poder darle el pan a las familias obreras y derrotar al régimen asesino genocida de Al Assad.
¡Los obreros en Urem marcaron el camino, el del control obrero, el de la expropiación de la burguesía para resolver el problema del pan y poner todo lo disponible para ganar la guerra!
¡Hay que tomarse todos los bancos y bienes de la burguesía por los trabajadores y el pueblo pobre para avanzar hacia Damasco, derrotar al perro Bashar y sus aliados, y marchar al triunfo!
Corresponsal
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