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02/12/2015 Voces de la resistencia: A la Conferencia de Viena hay que contraponerle un Consejo de la revolución siria, de obreros, de soldados, de campesinos pobres, de hambrientos, de desocupados, de refugiados Por Abu al Baraa, co-autor del libro "Siria Bajo Fuego" A medida que se acrecientan los bombardeos de Rusia y la OTAN, la situación se vuelva cada vez más difícil en las zonas liberadas. Pero asimismo también las masas aumentan su desconfianza en todos los verdugos que las sacrifican. Donde nosotros luchamos vemos que la gente que está ahí no tiene confianza ni en el Ejército Libre, ni en las alas como pueden ser Aharar al-Sham ni en Jabhat al Nusra. Inclusive tienen menos confianza de lo que nosotros teníamos idea. Cuando se recrudecieron los ataques, también los refugiados recrudecieron la vuelta a sus casas y ciudades. Cuando se corre el rumor de que se entregan posiciones, la base de las masas vuelve al frente de batalla y se escucha decir como si fueran los primeros días de la revolución de 2011: “esto es la revolución, esta es nuestra revolución, no queremos más a estas direcciones de ningún ejército, de nadie que nos diga que son amigos de ejércitos de Turquía, de ejércitos de EE.UU., ni de ningún ejército europeo". Nuevamente, en su lucha, las masas tienden a reconstituir lo que pusieron en pie para comenzar su combate: los Comités de Coordinación de obreros y soldados. El término que se comienza a utilizar es el de los "Consejos de la revolución", que coordinan la lucha, el alimento y buscan independizarse de la tutela del ESL, de Jabhat al Nusra, etc.
Mientras se redobla el ataque y los bombardeos, las masas comienza a gritar: "Tenemos que volver a hacer un nuevo levantamiento, una nueva acción nosotros”, ese es el grito que recorre a la resistencia para enfrentar a la coalición contrarrevolucionaria del imperialismo. Durante esta guerra civil, la consciencia de los explotados avanza rápido. El imperialismo y sus sicarios vienen a por todo, pero la resistencia presenta batalla, las masas presentan batalla. La cuestión es cómo organizar ese segundo levantamiento, y de eso se trata el aporte de los socialistas revolucionarios conscientes a esta grandiosa revolución que hoy se encuentra en una fase de resistencia. Yo estoy seguro que la mayoría de los explotados sirios no cree que la OTAN sea un aliado. Veamos un ejemplo: durante años nos masacró Al-Assad. Ahora desde hace dos meses, ya Rusia sostiene abiertamente su ataque y nos empieza a bombardear a nosotros, a tirar con los aviones, etc. ¿Y recién Erdogan bajó un avión ruso en Turquía? Estuvieron casi 5 años bombardeándonos desde el aire, y ¿ahora recién derriban un avión de ellos en la frontera? No es creíble. La "solidaridad" del gobierno turco, de EE.UU. y de Francia -ante los que se arrodillan los generales burgueses del ESL-, no es para nada creíble ante las masas. Desde el primer día de la revolución se levantó una consigna de las canciones que se cantaban, con ritmo típico de Siria, que es el dakne, que decía: “No queremos a la OTAN. Nosotros los vamos a agarrar a Bashar desde el medio de su casa. Lo vamos a sacar y le vamos a hacer saber lo qué significa la palabra revolucionario”. Esa era la consigna que tuvimos desde del primer día y la mantuvimos todos los años... el segundo, tercer, cuarto año, mientras nos bombardeaba desde los aires Bashar y después Rusia. Las potencias imperialistas son cuidadosas aún en desembarcar por tierra en Siria. Mandan a sus mercenarios y tropas asesinas como Hezbollah e Irán. En que los imperialistas saben que si sus tropas desembarcan masivamente en Damasco, se transformarán ellos en la cabeza de la serpiente que deberemos cortar. Por eso continúan con tanto bombardeo a mansalva, destrucción de nuestras ciudades y con una política militar de hacer "tierra arrasada", de devastación y de cerco a la resistencia... Pero el pueblo sirio comienza a tener mucha claridad sobre sus enemigos. Sabe desconfiar de los "cantos de sirena". Los jóvenes y trabajadores del mundo deben conocer este proceso profundo de las masas sirias.
Los que fueron a Viena que hablan en nombre del pueblo sirio, no son sirios y no nos representan Ha llegado la hora de poner en pie un Consejo Nacional de la revolución siria, de los que realmente peleamos contra el hambre, la miseria y el imperialismo, por el pan y la libertad Los que se juntaron en Viena están cómodos afuera de Siria. No pisan para nada acá. Y no representan para nada lo que somos en Siria. Y nadie de Siria los votó ni los mandató para que digan nada. No queremos ni esas conferencias, ni esos acuerdos. Queremos nosotros derrotar a Bashar, sacarlo por nuestras propias fuerzas, poner en pie un Consejo de la revolución, que se pongan en pie asambleas en cada ciudad de la revolución o se elijan a representantes que tengan sus bancadas en un gran Congreso de la revolución. Todos cuando vimos los hechos de París, enseguida nos dimos cuenta de que no eran nada correctos. También nosotros supimos diferenciar después de ese hecho, quién era quién. Por ejemplo, a veces se escuchaba: “mira lo de París, qué mal, hay que estar con la gente de París. Pobre Francia. Mira cómo lo atacaron estos terroristas que nos matan a nosotros también... La verdad que Francia es un gran aliado para pelear contra estos terroristas”. Cuando alguien tenía un pensamiento o decía algo así, enseguida nosotros nos dábamos vuelta y decíamos “a este lo mandan afuera. Este es un espía extranjero. A este lo manda Francia, EE.UU. o es de algún servicio de inteligencia extranjero.” Últimamente algunos quieren hacerles creer a las masas sirias que la solidaridad y la solución vienen de la mano de Turquía. Y centenares de explotados sirios están en las fronteras con Turquía. Allí viven en carpas, bajo condiciones de hambruna, de brutales enfermedades. Los trabajadores y el pueblo sirio saben quién es Turquía. Es el que nos tienen en campos de concentración en medio del desierto, en guettos, muriéndonos de frío. La experiencia de las masas también se acelera por los últimos acontecimientos. Porque lo hay que ver es el cerco que hizo Turquía después de estos hechos de París. Su cerco se duplicó y Turquía cerró completamente las fronteras. Antes había un comercio entre las zonas también liberadas que tenían frontera con Turquía y se podían comprar cosas hechas en Turquía, se traían a Siria. Y desde Siria se podían vender hacia Turquía. Y hace un tiempo que eso ya se cortó, se cortó todo el comercio y la venta, porque Turquía está queriendo también cercar la resistencia de esas zonas. Las está queriendo desabastecer, cercar. Está quedando claro que Turquía no le permite a Putin tocar un milímetro del territorio sirio que la misma Turquía es la que está cercando y con el cual se pretende quedar. Turquía, en última instancia, está bloqueando a la resistencia siria. La está cercando por hambre, tal como hace Bashar. Por ejemplo algo que costaba 100 liras sirias, después de la devaluación del dólar ese precio se fue a 700 liras. Entonces, ¿qué pasó cuando Turquía cerró la frontera? Ese precio se fue no a 700, sino a 1.400. Es decir, no se multiplicó por 7, sino por 14 el precio. Lo que intentan hacer con eso es que nosotros después no tengamos qué comer, qué comprar, nada y entones nos tengamos que dar por vencidos por desabastecimiento. Por eso sabemos que el gobierno turco no es amigo del pueblo sirio, que es más amigo de Bashar.
Como venimos diciendo desde que aparecieron en Siria hace ya dos años, la burguesía, el imperialismo mundial y Bashar siguen sosteniendo al ISIS que les administra sus negocios y es fundamental para desorganizar a la resistencia En las zonas donde nosotros estamos no hay electricidad. En las zonas donde está el ISIS, sí porque tomaron una de las centrales de electricidad y entonces con eso proveen a toda su zona e inclusive le pasan a la zona de Irak. Los aviones de Bashar sobrevuelan todo el tiempo las zonas de ellos, que están completamente iluminadas, con luces, y nunca les disparan. Nosotros ni bien tomamos una de esas centrales de electricidad como pasó en las afueras de Hama, vinieron los aviones de Bashar y la destruyeron toda. Nosotros vivimos a oscuras. No hay electricidad. El suministro de agua se ha cortado bastante, hay muy poca. Hasta el gasoil no suele haber y si hay es muy caro porque lo controla todo el ISIS y después para venderlo lo hace caro. El ISIS asienta su dominio con un sistema totalitario y de control contrarrevolucionario de las masas, pero también en el medio de una brutal guerra y de calamidades inauditas, dando concesiones parciales. Así sostiene el imperialismo al ISIS para debilitar a la resistencia que enfrenta a Bashar. El ESL les da una especie de sueldo a los que pelean con ellos. Les da 15.000 liras sirias, que hoy serían algo así como 40 dólares por mes. El ISIS a cada uno de los soldados de ellos les da 300 dólares a los hombres. Si están casados además le da 200 dólares a la mujer y si tiene hijos, además les da 150 dólares por cada hijo por mes. Según el ISIS, la cabeza de la serpiente seríamos nosotros y no el ejército de Bashar. Este es un plan contrarrevolucionario dirigido en el mismo lugar por fuerzas imperialistas. Esta gente dice: "el de Bashar es un gobierno infiel pero ya sabemos quién es. En cambio, las otras zonas liberadas que no se unen al ISIS y que no aceptan la ley de dios, se dicen musulmanes y todo, y son musulmanes, pero no aceptan la ley de dios y eso es todavía peor. Y gritan: "Hay que tirar contra ellos.”. Por eso el ISIS siempre nos ataca a nosotros y salvando a Al-Assad. Este es un plan perverso y contrarrevolucionario organizado por el imperialismo. Un quinta columna más para estrangular a la resistencia. Esta es una pérfida política para intentar disgregar a las milicias revolucionarias de las masas explotadas de Siria. Ellos dicen: "vengan con nosotros y les pagamos 300 dólares a ti y 200 a tu mujer. Tendrás electricidad. En las zonas que tú defiendes hay miseria y pobreza. Vete de allí"... Esto es una mentira, un engaño... Porque nosotros sabemos y nosotros decimos: "Vamos a Damasco. Allí están los grandes bancos que saquean Siria. Allí están los jefes de las petroleras imperialistas y los grandes patrones que desmantelaron las fábricas de las zonas rebeldes y las reubicaron en Damasco o en el Líbano. No nos hacen perder el rumbo: queremos la cabeza de la serpiente para conquistar un salario digno, gasoil, pan, tierra y dignidad para todos los explotados de Siria que hoy están siendo masacrados por el imperialismo y sus lacayos". En estos años he comprendido, viendo a esta heroica resistencia, cómo en épocas de guerra civil las masas aprenden en días o en horas lo que no aprenden en años en épocas de paz. En estas condiciones, hay que preparar un segundo levantamiento y una contraofensiva de la resistencia con la meta puesta en Damasco y en expropiara a los capitalistas que se están enriqueciendo con esta guerra. Para ellos, no hay fronteras ni partición de Siria, puesto que ellos, los generales del ISIS, del ESL, de Jabhat al Nusra y del propio Bashar, son los que hacen los negocios, los que cobran por el tránsito de mercancías en los puestos de control, los que provocan una brutal carestía de la vida en nuestro pueblo. Los grupos de la resistencia nos conocemos. Los que luchamos nos acercamos y juntamos. Y separamos a los que nos entregan. Porque nosotros defendemos a nuestras familias. ¿Qué nos falta? Un estado mayor, pero de los que realmente queremos que esta revolución que empezamos triunfe en Damasco y sea un punto de apoyo para que vuelva el 2011, se subleve la intifada palestina y para que nos unamos los trabajadores de todos los continentes. La hora del segundo levantamiento ha llegado. Vive en la resistencia palestina. Son nuestros voceros: los refugiados en Europa que cuentan esta misma verdad que yo cuento... Y por decirla, hoy soy un escritor sin visado, sin poder ingresar a ningún país fuera de Siria. Por supuesto: corro la misma suerte que los millones de explotados sirios. No soy distinto a ellos. En mi barrio caen las bombas. Mi familia, mi padre, mis hermanos, mis hijos pueden ser martirizados por el asesino Putin, por Al-Assad, por el ISIS... Pero sé que estas palabras y lo que cuento, hace tanto o quizás más daño que el misil más poderoso de la resistencia, porque despierta consciencia y colabora con abrir el camino a la victoria. Lo mío es tan solo un aporte a la enorme lucha del pueblo sirio. Nosotros nos conocemos y nos reconocemos. Cada vez sabemos más quiénes son nuestros aliados y quiénes son nuestros enemigos. Esto es muy importante porque el peor enemigo es el que está adentro. Un estado mayor de la revolución debe ser puesto de pie para la revolución siria, para todo el Magreb y Medio Oriente y para toda la clase obrera mundial. Abu al Baraa, co-autor del libro "Siria Bajo Fuego
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