Hace 8 años caía en Siria, bajo las balas del fascista Al Assad y el carnicero Putin, Abu Al Baraa, dirigente trotskista de la Brigada León Sedov, en la lucha por romper el cerco a Aleppo en 2016. En 2011, en ese país, había comenzado un enorme proceso revolucionario, continuidad de los levantamientos de masas que se desarrollaron en todo Magreb y Medio Oriente. En Túnez se había encendido la chispa que luego se esparciera a toda la región.
Abu Al Baraa, junto a cuadros internacionalistas, confluyó y reagrupó las fuerzas de partisanos revolucionarios, fundando así el trotskismo sirio, convirtiéndose en un gran militante internacionalista de la clase obrera de todo Medio Oriente.
Abu Al Baraa cayó levantando las banderas de la IV Internacional y luchando por el triunfo de la revolución en Siria. Él y sus compañeros consideraban a esta revolución de obreros, campesinos y comités de soldados rasos como un eslabón de una única revolución que debía llegar, para dar un paso de gigante, a tomar Damasco y Jerusalén.
Abu Al Baraa y sus camaradas revolucionarios combatieron al interior de ese enorme movimiento de masas que se puso en pie en la revolución siria, la cual, con levantamientos ciudad a ciudad, llegó a combatir a apenas cuadras de la casa de gobierno del chacal contrarrevolucionario Al Assad en Damasco. Cuando esto sucedía, el imperialismo yanqui mandó a las tropas contrarrevolucionarias de Putin y de los clérigos de Irán y el Líbano para sostenerlo y llenar de sangre esta enorme revolución. 600 mil sirios asesinados. 15 millones de refugiados y desplazados. Más de 100 mil presos torturados. 25 mil palestinos asesinados en el campamento palestino de Yarmouk en las cercanías de Damasco. Todas las ciudades destruidas por bombas de barriles.
El sionismo hoy en Gaza no inventa nada nuevo. Así actúan el imperialismo y sus agentes cuando se trata de aplastar los levantamientos revolucionarios de sus esclavos.
Pero esta masacre de Al Assad y Putin, que le hacían el trabajo sucio al imperialismo, no fue suficiente. Las masas habían conquistado las armas cuando los soldados rasos se pasaron de su lado. Entonces, el imperialismo y la burguesía siria también enviaron a los generales sunnitas, de una parte de la casta de oficiales de su ejército para, con promesas de “democracia”, ponerse a la cabeza de ese enorme levantamiento revolucionario con el fin de disolver y destruir todos los organismos de autodeterminación de los obreros, campesinos y soldados rasos como fueron los comités de coordinación de obreros y soldados que repetían en Siria la experiencia de los shora de la revolución iraní de los ‘80.
Estos generales burgueses, que se autodenominaron “democráticos”, estaban y están bajo el contralor de Turquía y son los que entregaron desde adentro todas las ciudades rebeldes que habían sido tomadas por las masas contra Al Assad.
Pero eso tampoco fue suficiente. Desde la burguesía sunnita de Irak salieron, organizadas por el imperialismo, las fuerzas del ex presidente Saddam Hussein, ahora bajo el nombre de “ISIS”, quienes se dedicaron a asesinar salvajemente a lo mejor de la vanguardia de la revolución.
Y aún no fue suficiente… Durante años, una guerra civil sacudió toda Siria, que terminó masacrada y con sus ciudades demolidas, tal cual vemos hoy en Gaza.
Como si eso no bastara, a nivel internacional, las corrientes islamofóbicas y sirvientes del imperialismo, el stalinismo y ex trotskistas, integraron el llamado “frente antiterrorista”, que presentó a los más grandes revolucionarios que combatieron en ella como “terroristas” y “agentes del imperialismo”. Separaron así ese enorme levantamiento de masas del proletariado internacional.
Abu Al Baraa fue parte de una fracción revolucionaria internacionalista, de esa juventud rebelde que abrazó las banderas del trotskismo que combatía en la primera línea contra el fascista Al Assad y el carnicero Putin. Pero también Abu Al Baraa, junto con esa juventud trotskista, combatieron contra los que, desde adentro, entregaban la revolución y contra las direcciones que a nivel internacional la ensuciaban y mancillaban, dejándole las manos libres a Al Assad para que masacre a su antojo.
Esta batalla la dio junto a nuestra corriente internacional, como miembro del Comité Redactor del periódico trotskista El Organizador Obrero Internacional.
Abu Al Baraa fue el dirigente de una fracción revolucionaria de las masas que lucharon contra Al Assad, en la que centenares de jóvenes y trabajadores se organizaban apoyándose en los obreros y campesinos, de forma independiente a los generales sin batalla del Ejército Sirio Libre (ESL).
Los trotskistas de la revolución siria y sus compañeros combatieron para tomar Aleppo con el programa de expropiar a la burguesía y todos los bancos y poner todos sus fondos para ganar la guerra y para que el pueblo coma. Tomaron fábricas y las pusieron a funcionar bajo control obrero. Así comenzaba a surgir un ala izquierda revolucionaria en el combate contra Al Assad.
Al inicio de la revolución, buscaron apoyo del pueblo kurdo, pero la burguesía y el stalinismo kurdo del PKK lo llevó a este pueblo, de forma trágica, primero a un pacto con Al Assad y luego bajo la disciplina de las bases yanquis instaladas en la zona kurda de Siria. Hoy, desde allí, las grandes transnacionales imperialistas como la Exxon, Total y Shell, se llevan todo el petróleo sirio con los oleoductos que van para Turquía. Así, las YPG (las milicias del pueblo kurdo), transformadas en “héroes” de la clase obrera mundial por la izquierda reofrmista, terminaron aliadas a Al Assad y cuidando los pozos de petróleo para el imperialismo.
En este 24 de octubre de 2024 le rendimos homenaje a nuestro camarada Abu Al Baraa, caído hace 8 años. Y junto a él, rendimos homenaje también a más de 15 mártires trotskistas que también dejaron su vida junto a centenares de miles de asesinados.
Cuando vemos la heroicidad de las masas palestinas, que amenaza con conmover a todas las masas explotadas de Medio Oriente, sabemos y estamos convencidos de que habrá justicia. Los asesinos terminarán en el infierno junto a los traidores que ensuciaron, calumniaron y mancillaron la heroica revolución siria.
Nuestra corriente tiene el honor de haber estado en la primera línea de lucha en las revoluciones que se desarrollaron en Magreb y Medio Oriente desde 2011. “Socialistas” europeos, renegados del trotskismo varios, se referían a ellas como “primaveras de los pueblos” y cantaban loas a la “libertad” y la “democracia” que “se conquistaba”… Algunos fueron con la ilusión de “sembrar democracia”, pero cuando comenzó la contrarevolución huyeron inmediatamente.
El imperialismo leyó los acontecimientos y vio que lo que comenzaba en Túnez y amenazaba con llegar, desde toda la región, a Jerusalén, era el inicio de una revolución de carácter internacional protagonizada por los obreros y campesinos.
Las burocracias sindicales de todas las centrales del mundo, los llamados “bolivarianos”, se pusieron en el campo de Putin y Al Assad haciéndolos pasar como “antiimperialistas”. Una infamia, una mentira y un vil engaño. La más grande y cínica traición del siglo XXI a un proceso revolucionario.
El imperialismo norteamericano venía de ser expulsado de Irak en 2008 por la resistencia de masas y el levantamiento de los obreros al interior de EEUU. Por ello, no podía intervenir directamente, y entonces lo hizo a través de sus agentes.
LA VERDAD SALIÓ A LA LUZ
El velo se ha corrido. La verdad sale a la luz. Se desenmascara la mentira. Los autores intelectuales y organizadores de este genocidio, que fueron los yanquis, ya se confiesan abiertamente. A los reformistas, a los que ensuciaron la revolución siria, a los que sostuvieron el fusil de Al Assad y Putin, la historia y la verdad que sale a la luz los condena.
Andrew Exum, el ex subsecretario de defensa de EEUU para Medio Oriente, en su exposición del 9 de mayo de 2019 ante el comité de asuntos exteriores de la cámara de representantes del Congreso Norteamericano sobre los acontecimientos que se desarrollaron en Siria en 2011, declara:
“nos preocupaba que el régimen de Assad pudiera finalmente colapsar –y hacerlo rápidamente, de una manera que pondría en peligro los intereses estadounidenses, incluida la seguridad del estado de Israel (...) Por eso conversamos con los rusos”
Este jefe del imperialismo yanqui anuncia que por el inicio de la revolución, ellos conversaron con Putin y los rusos porque peligraban sus negocios en toda la región y la seguridad del sionismo... Aquí se desvancen los engaños y las mentiras infames de la izquierda stalinista y de sus aliados los ex trotskistas que sostuvieron a Al Assad para masacrar la revolución siria, o que se ubicaron como “neutrales” como Poncio Pilato lavándose las manos mientras las masas eran masacradas.
Esta declaración de Andrew Exum fue realizada el 9 de mayo de 2019 y la misma consta en las actas del Congreso y son públicas. Ya no se puede ocultar más la verdad. Porque los yanquis no hablaron solo con los rusos, sino también con la izquierda reformista, para que aísle y traicione una heroica revolución.
Andrew Exum también agregó a su declaración: “Rusia enmarcó su intervención como una operación antiterrorista e invitó a otros a unirse a Rusia, ya que afirmaba que estaba haciendo retroceder a las fuerzas del extremismo islámico (…) El aumento de tropas rusas en Siria coincidió con el éxito militar de Estados Unidos y la coalición contra el Estado Islámico. En el transcurso de 2015, nos dimos cuenta de que una combinación de poder aéreo de la coalición y agentes motivados sobre el terreno era más que suficiente, cuando se aplicaba desde múltiples direcciones al mismo tiempo, para hacer retroceder las ganancias territoriales del Estado Islámico. Nuestros propios avances militares nos situaron en una estrecha proximidad con el ejército ruso y sus socios, y pronto decidimos que necesitábamos establecer canales paraevitar cualquier conflicto entre nuestras dos fuerzas (…)
Toda la izquierda decía que había que “aplastar y derrotar al terrorismo, al ISIS”, haciendo pasar al pueblo sublevado en armas como “terrorista”. Ahora deben dar la cara. Han quedado al descubierto. Los jefes de los yanquis afirman que ellos crearon una “operación antiterrorista” junto a Rusia. El Foro Social Mundial, el stalinismo y los ex trotskistas se alinearon con esta posición de traición a la revolución siria.
La declaración de este funcionario yanqui continúa, luego de clarificar que había una coordinación exacta entre EEUU y Rusia y el frente que esta tenía con Al Assad e Irán:
“También estaba claro que Rusia, aunque decía estar comprometida en la lucha contra el terrorismo, estaba concentrando sus esfuerzos militares en destruir lo que quedaba de la oposición islamista secular y moderada al régimen de Assad. Todos sabíamos dónde estaban los verdaderos extremistas islamistas a principios de 2016: en el este de Siria, principalmente, y en aquellas partes del noroeste de Siria donde el Frente Nusra era particularmente fuerte. Rusia, en cambio, estaba centrada en recuperar esas grandes áreas urbanas como Alepo y Damasco, donde se concentraban los grupos de oposición más moderados (...) nos reunimos con nuestros homólogos rusos durante meses de negociaciones a lo largo de 2016…”
Lo que aquí queda demostrado es que tenía razón nuestra corriente, que venía denunciando desde el mismo 2011, que la revolución siria fue aplastada y derrotada por una enorme conspiración contrarrevolucionaria dirigida directamente por los yanquis, con Putin y Al Assad haciendo su trabajo sucio, y con Turquía y el ESL entregando las ciudades rebeldes desde adentro con la promesa de “paz” y “cese al fuego”.
En la heroica revolución siria dejó la vida toda una generación de la clase obrera. Más de 15 compañeros organizados por el trotskismo sirio cayeron en esta lucha revolucionaria, junto a centenares de miles de mártires, como Abd el Basset Sarout, el denominado “arquero de la revolución” que con sus combatientes indomables de Homs, como dijimos, retomaron varias veces esa ciudad.
Pero las lecciones de esta enorme revolución fueron escritas al calor de los acontecimientos desde las trincheras mismas de la lucha de clases en Siria. Uno de sus autores fue Abu Al Baraa, que junto a dirigentes de la FLTI escribieron el libro Siria Bajo Fuego y su segundo volumen Diario de un Escritor Sirio.
Cuando Abu Al Baraa cayó en combate le rindieron homenaje sus compañeros del Frente del Levante, como lo hacen hoy centenares de partisanos desde Idlib que enfrentan a Hayat Tahrir Al Sham (HTS, ex Al Nusra), que posaba de aliado de la revolución y ha demostrado ser otro de sus carceleros. También hicieron llegar su solidaridad y homenaje los presos políticos anarquistas de Grecia como así también organizaciones obreras y combativas a nivel internacional desde Japón, Zimbabwe, Sudáfrica, distintos países de Latinoamérica, Inglaterra, el Estado Español.
El silencio de los renegados del trotskismo no tendrá perdón. Su cuasi alegría por la caída de los revolucionarios no tendrá olvido. Lo deberán saber las próximas generaciones. Ellos tienen una mancha en la frente. Algunos sostuvieron el sable asesino de Al Assad. Otros, quienes se proclamaban “amigos” de la revolución, terminaron sometidos a la dirección burguesa del ESL, que entregó desde adentro a las masas y todas sus conquistas.
El 24 de octubre de 2016 caía nuestro compañero, pero su lucha hoy la levantan en la resistencia los trabajadores sirios, argelinos, sudaneses, iraquíes y, en primer lugar, las heroicas masas palestinas, las cuales están siendo masacradas por el sionismo bajo el mando yanqui. La derrota de Siria fue la última batalla derrotada que permitió esta ofensiva fascista contrarrevolucionaria de guerra de exterminio del sionismo sobre Gaza y toda la nación palestina.
Las mismas corrientes que acusaban de terroristas a las masas armadas revolucionarias hoy son las que acusan también de terroristas a las organizaciones de la resistencia palestina, cuando estas no son más que las masas en armas combatiendo con el método de la guerra civil contra la masacre sionista. Es más, algunas de estas corrientes islamofóbicas socialdemócratas como el Nuevo MAS y el PTS de Argentina repudiaron la acción de legítima autodefensa del pueblo de Gaza del 7 de octubre del año pasado. Hasta le dieron condolencias a los genocidas.
Hoy, Palestina está siendo bombardeada y resiste heroicamente. Allí se libra una batalla clave donde se determina la suerte de Medio Oriente. En Palestina se define en gran parte las revoluciones de 2011, que pugnaron por llegar a combatir a Gaza y Jerusalén, pero fueron mil veces traicionadas, entregadas y masacradas.
Al Assad cuida las fronteras del Golan, mientras Putin, el amigo de los yanquis en Medio Oriente, le cubre las espaldas al sionismo y junto con China e Irán buscan establecer una “mesa de negociaciones” que imponga una “Paz de los cementerios” y la rendición de las heroicas masas revolucionarias palestinas con la “pistola en la sien” del sionismo.
El último capítulo de las revoluciones de Magreb y Medio Oriente aún se está escribiendo en los combates donde luchan y mueren heroicamente en Palestina la misma juventud que lo hizo en Túnez, Argelia, Irak, Libia, Siria… y ahora en EEUU. Allí está la vanguardia de un enorme movimiento internacional que busca romper el aislamiento de la Gaza martirizada. Ellos se sublevan contra el asesino y genocida Biden y sus secuaces de izquierda, los llamados “socialistas democráticos” de Sanders, Ocasio-Cortez (los aliados de la así llamada “Nueva Izquierda” internacional), que sostienen “por izquierda” la masacre del sionismo, criticando “sus excesos”.
Rendimos homenaje entonces a la juventud revolucionaria siria, manifestando que su últiuma batalla aún no ha terminado. Los nuevos frentes están en Gaza, Cisjordania, Líbano, Nueva York y en todas las capitales del mundo.
Junto a ellos, rendimos homenaje a los mártires de la resistencia palestina y sus heroicos combatientes que definenden sus familias, sus casas y su tierra contra el sionismo genocida.
¡No habrá olvido ni perdón!
¡Abu Al Baraa, hasta el socialismo siempre!
Comité Redactor del Organizador Obrero Internacional
Comité Redactor del periódico La Verdad de los Oprimidos de Siria y Medio Oriente
Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI
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