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2 de noviembre de 2024

Jornada internacional
El Marxismo Revolucionario y la Guerra

 

Saludos de la Liga Comunista Revolucionaria de Japón - Fracción Revolucionaria Marxista (JRCL-RMF)

 

Estimados camaradas de la FLTI-CI,

Nosotros, la JRCL-RMF, enviamos nuestro saludo de solidaridad a todos los participantes en el evento internacional del 2 de noviembre.
Hemos sabido que este evento internacional se centrará en las guerras en curso en Ucrania y Palestina. Su objetivo es reflexionar sobre lo que traerán al mundo estas guerras y sus resultados y determinar qué debe hacer ahora la clase obrera mundial. Estamos totalmente de acuerdo con el eje de esta conferencia celebrada sobre el tema “Marxismo revolucionario y guerra”. Creemos que estos esfuerzos serán una chispa de esperanza para las personas que están viviendo días de verdadero infierno en Ucrania y Palestina. También estamos seguros de que, mientras el mundo actual está cubierto de oscuridad, esto mostrará a los trabajadores del mundo hacia dónde avanzar.

En primer lugar, nos parece que el pueblo ucraniano se ve obligado a tomar una decisión muy difícil, porque el apoyo de los Estados Unidos y los países europeos va a disminuir, mientras que las voces a favor de un “alto el fuego inmediato respetando el statu quo” se escuchan en todo el mundo. Con las elecciones presidenciales en Estados Unidos a la vuelta de la esquina, Donald Trump se jacta de haber mantenido una relación íntima con Putin durante estos cuatro años y dice abiertamente que “Ucrania nunca debería haber permitido que comenzara esa guerra. La guerra es una cuestión destinada a fracasar”. Si Trump gana, no tardará en cortar el apoyo. Incluso si gana Kamala Harris, el apoyo de los Estados Unidos también disminuirá debido a la obstinada oposición de los republicanos. En primer lugar, la estrategia global de los demócratas tiene como objetivo evitar que China supere a los Estados Unidos y, para ello, simplemente deben debilitar a Rusia. Por lo tanto, Biden y Harris seguramente continuarán con su política, lo que significa que Rusia no ganará y, al mismo tiempo, Ucrania tampoco ganará. La administración demócrata sólo concedería una ayuda limitada, lo que hace que los soldados ucranianos luchen contra las fuerzas rusas con las manos atadas a la espalda, por así decirlo.
En medio de semejante situación, el pueblo ucraniano tendrá que decidir si deposita sus esperanzas en otra operación militar en la próxima primavera para recuperar las cuatro regiones y Crimea cuya anexión fueron declaradas por Putin o si, por el contrario, se retira por ahora para evitar más muertes en combate y defender a la nación ucraniana con el objetivo de algún día liberar a sus hermanos y hermanas de la ocupación rusa. En cualquier caso, sería una decisión difícil y angustiosa.

Debemos pensar qué hacer en esta situación. No podemos decirle al pueblo ucraniano qué camino debe tomar. La decisión, creemos, solo la puede tomar el propio pueblo ucraniano, que se encuentra en medio de los sufrimientos. Creemos que la razón por la que los ucranianos se han visto empujados a esta adversidad es que los trabajadores del resto del mundo no les han dado una mano. Reflexionando profundamente sobre esto, los trabajadores del mundo deben alzar sus voces en cada uno de sus lugares, diciendo “¡Aplastemos la guerra de agresión dirigida por Putin contra Ucrania!” y crear movimientos contra la guerra más masivos y poderosos que nunca.
Nos referimos aquí al hecho de que en Ucrania hay izquierdistas que están promoviendo luchas asiduas y duras bajo el lema “Paz popular, no paz imperial”. No solo están combatiendo contra el ejército invasor de Rusia, sino también luchando en oposición al gobierno dirigido por Zelenski, que está tratando de encontrar un modo de supervivencia del estado ucraniano en su reconstrucción burguesa a través de la invitación al capital extranjero. Creemos que debemos luchar con todo el corazón en solidaridad con ese pueblo combatiente.

Sin embargo, oímos a algunas personas decir: “La guerra en Ucrania es un contraataque de Putin contra la expansión de la OTAN hacia el Este. Aquellos que claman por ‘apoyo a Ucrania’ pasan por alto este hecho”. Sin embargo, debemos responder: “Eso sería así desde el punto de vista de Putin. Pero quienes dicen esto pasan por alto un punto decisivo. Durante la era estalinista de la ex Unión Soviética, un régimen autocrático terrible y severo fue impuesto a los trabajadores y a las naciones oprimidas”. Es imposible discutir el futuro de la lucha del pueblo ucraniano desde el punto de vista de la negociación política entre gobernantes y de la perspectiva de su desarrollo. Nosotros, los marxistas, debemos pensar en lo que debemos hacer ahora, basándonos completamente en el lado de los oprimidos, desde el punto de vista de la clase obrera.
Putin y otros silovikis (los oligarcas surtidos de la ex KGB que rodean a Putin, NT), que dominan el imperio ruso de hoy, son los bastardos mezquinos que se han convertido en los nuevos gobernantes del pueblo ruso usurpando la propiedad estatal de la Unión Soviética. La forma en que gobiernan al pueblo es del tipo que sigue totalmente el camino adoptado en la Unión Soviética estalinista. Es por eso que el pueblo ucraniano se resiste, para evitar que la nación sea absorbida por el imperio ruso.
La clase obrera, aunque está dividida por fronteras nacionales por la clase dominante, vive en todas partes como "esclavos asalariados" en el fondo de la sociedad capitalista, de modo que nunca puede buscar algunas mejoras en sus condiciones de esclavitud mediante el sacrificio de sus hermanos y hermanas en otros países. Incluso si algunas demandas económicas unen a los trabajadores, eso no hará que la clase dominante se tambalee. La clase dominante se verá verdaderamente sacudida cuando los trabajadores se unan como clase y la calidad de su unidad se demuestre en sus actitudes hacia sus hermanos y hermanas separados de ellos por fronteras nacionales. Aquellos que abandonan al pueblo ucraniano y al pueblo palestino terminarán cerrando para sí mismos el camino a la autoliberación del proletariado.

En el mundo actual, el peligro de que estalle una Tercera Guerra Mundial aumenta cada día. En Ucrania se ha creado una nueva situación: el ejército de Corea del Norte ha entrado en esta guerra de agresión del lado ruso. Incapaz de movilizar a los jóvenes de su propio país, Putin ha decidido ofrecer a Corea del Norte la tecnología para desarrollar armas nucleares y misiles y, a cambio, pedir a Kim Jong Un que envíe soldados norcoreanos. Sin duda, la entrada de Corea del Norte en la guerra agravará drásticamente la actual crisis bélica en el mundo. Si Putin lograse forzar a Ucrania a la derrota, sin duda intentaría llevar a cabo sus perversas intenciones de cometer agresiones contra Moldavia y Georgia, contra los tres países bálticos y, más aún, contra los antiguos estados satélites de la Unión Soviética.
En el este de Asia, la rivalidad militar entre China y Estados Unidos, Japón y Corea del Sur por Taiwán y el mar de China Meridional se intensifica cada minuto; la península de Corea ya se ha visto sumida en una situación de máxima tensión. Corea del Norte, con el apoyo de Rusia, se ha convertido en un Estado nuclear y, al mismo tiempo, en un Estado que posee fuerzas armadas con experiencia real en la guerra. Ahora existe la posibilidad de que Corea del Norte pueda desencadenar una nueva guerra en el este de Asia.
Y, por último, en Oriente Medio, el régimen israelí de Netanyahu, que se aprovecha del choque frontal entre Estados Unidos y China y Rusia, se apresura furiosamente, respaldado por el imperialismo estadounidense, a cometer un genocidio contra los palestinos en Gaza para liquidar a la nación palestina. Con ello pretende dar por concluida esta “guerra entre naciones enredadas en antagonismos religiosos” contra los árabes que dura más de 70 años desde la fundación de Israel en 1949. Por eso las atrocidades de los sionistas están escalando aún más hasta desembocar en conflictos con Irán y Hezbolá, que ahora probablemente se conviertan en una guerra total.

En vista de estas guerras crueles y de estos enfrentamientos de egoísmo estatal en el continente euroasiático, en el este de Asia y en Oriente Medio, el peligro de que estalle una guerra mundial está creciendo. La caída del imperio norteamericano como “única superpotencia” profundizará cada vez más las divisiones en la sociedad norteamericana y estimulará los desafíos de China y Rusia contra los Estados Unidos. Y ahora el peligro de una Tercera Guerra Mundial es inminente.

No hay otra cosa distinta que la lucha de los trabajadores y de las masas trabajadoras del mundo que pueda detenerla. Y no hay nadie más que la vanguardia revolucionaria, que ha estado luchando para enfrentar al imperialismo y al estalinismo, que pueda dirigir esta lucha.

Hemos sabido por el correo del camarada Munzer que su Evento Internacional que está a punto de comenzar está pensado como un contraataque al “Foro de La Habana”, integrado por todas las corrientes de renegados del trotskismo, algunos sectores estalinistas, junto con corrientes que los acompañan, incluida Darya Mitina, la agente de Putin.
La ambición descarada del imperio ruso que nos recuerda a la antigua Unión Soviética estalinista, el ascenso del estado neoestalinista de China que promueve el “socialismo de mercado”, los restos de los partidos estalinistas que todavía existen en muchos países, que se han convertido en partidos del “capitalismo modificado”, continúan arrojando venenos a la clase obrera… El stalinismo no es para nada un asunto del pasado. Por eso, consideramos que este evento, que se celebrará en oposición al “Foro de La Habana”, tiene una gran importancia.

En nuestro país, Japón, un estado vasallo del imperialismo estadounidense, todos los medios de comunicación, incluido Internet, están bajo estrecha vigilancia de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos y Japón. Por eso, no tenemos más remedio que enviarle un mensaje como este. Por favor, perdónenos por ello.

Deseamos mucho éxito en su conferencia desde el fondo de nuestro corazón. ¡Luchemos juntos en solidaridad hasta el día en que la clase obrera gane el mundo entero!

 

 

 

 

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