Homenaje en el 5to aniversario de la muerte de Abu Al Baraa
Cheo, ex integrante de la Brigada Simón Bolivar, y dirigente del Núcleo Obrero Internacionalista, adherente a la FLTI
Este es un honor especial el compartir con todos vosotros este tributo al camarada Abu al-Baraa.
Fue la revolución siria la que me llevó a enterarme de la existencia de la Brigada León Sedov (BLS). En ella sentí la continuidad del internacionalismo militante, que se creía terminado tras la rendición del estalinismo en 1989 y la caída de los ya burocráticamente degenerados estados obreros.
Desde ese carácter internacionalista de nuestra clase confluimos con el camarada como en el pasado, fueron los primeros de mayo, como fue la revolución española en los 30 y en Latinoamérica la revolución cubana, y la revolución nicaragüense en 1979, en la cual me aliste como combatiente internacionalista en las brigadas SimónBolívar y fuimos a pelear por el triunfo de revolución centroamericana como parte de la revolución latinoamericana y mundial.
Es por eso que hoy rendimos nuestro homenaje al camarada Abu Al Baraa, quien dio esa pelea en siria, rescatando y recogiendo las mejores tradiciones del internacionalismo militante.
La participación de nuestro joven camarada Abu al-Baraa como luchador, estratega, escritor y periodista en el proceso revolucionario que el pueblo sirio ha estado llevando a cabo desde 2011, fue una gran contribución al proletariado mundial.
El revolucionario Abu al-Baraa, fue un revolucionario de principios que no permitía que su equipo de combate BLS se comparara con mercenarios. En su lucha, como en la lucha del pueblo sirio, fue un componente muy importante. Alzó las señales de solidaridad con la revolución mundial y mostró un verdadero ejemplo de esta lucha a través del internacionalismo militante. El camarada Abu al-Baraa, junto con sus compañeros de BLS y otros compañeros de lucha, sabía que no era sólo su gente quienes lucharían contra el imperialismo y la opresión capitalista, sino que esta lucha debe ser parte de la lucha que deberíamos estar impulsando hasta el triunfo de la revolución socialista alrededor del mundo.
Así que debemos seguir su ejemplo de lucha continua, su valentía en las batallas, su llamado al internacionalismo militante en cada calle, en cada distrito, en cada ciudad y pueblo, bajo las banderas de la Cuarta Internacional de 1938, nuestra Partido mundial de la revolución socialista..
Hoy vemos que en Medio Oriente y AméricaLatina la clase obrera se ha levantado contra los regímenes de los capitalistas y el imperialismo en duros combates como las sublevaciones y procesos revolucionarios aquí, en Ecuador, Chile y la misma clase obrera norteamericana que llevo a que Trump se tuviera que esconder como rata debajo de 14 pisos en los sótanos del capitolio. Nuevos focos revolucionarios, producto de las mismas condiciones de la política y la economía mundial se ponen en pie en ambos continentes.
De esta misma manera nos une la lucha contra el gran capital que ha centralizado su ataque contra los explotados en todo el mundo con flexibilización laboral, impuestazos, carestía de la vida y por ende más hambre sobre el mundo semi-colonial.
La clase obrera y el pueblo colombiano, venimos de protagonizar una enorme revolución traicionada, que al igual que a los revolución sirios fuimostratados como vándalos y terroristas, aislándonos y cercándonos, desde adentro por todo el reformismo y la seudo-izquierda que permitió la ofensiva contrarrevolucionaria de Duque tan fascista y asesino como el Assad sirio.
Abu al-Baraa y todos los socialistas revolucionarios que lucharon y cayeron con cientos de miles de trabajadores y jóvenes rebeldes en la revolución siria, siempre serán un ejemplo a seguir en la lucha internacional de la clase trabajadora mundial, hasta la victoria del socialismo.
No habrá olvido ni perdón para aquellos que forzaron a silenciar, calumniar y vender la revolución siria que fueron participantes de sus verdugos. Los imperialistas socialistas de izquierda y estalinistas que apoyaron a Assad y el imperialismo tienen las manos manchadas por la sangre de los millones de trabajadores y campesinos asesinados durante el mayor genocidio de este siglo.
Hoy debemos decir con confianza:
¡¡¡Camarada Abu al-Baraa, estás presente y luchando en nuestros corazones!!!
Gracias camaradas.