Siria - 2 de abril de 2021
Luego del décimo aniversario de la revolución Siria
Las masas redoblan su combate en las calles enfrentando a Al Assad, la partición y la ocupación
Desde que se cumpliera el décimo aniversario de la revolución siria, masivas movilizaciones en todo el territorio sirio, tanto en las zonas liberadas como en varias zonas controladas por el régimen del perro Bashar y sus mercenarios, han colmado las calles al grito de “¡el pueblo quiere la caída del régimen!”
Las pésimas condiciones de vida y las miserias que abundan en todo el país, como la creciente carestía de la vida, la falta de insumos básicos, una infraestructura decadente, el imposible acceso a la vivienda, escasez de pan y de combustible, hacen que ya no se pueda continuar, y los explotados sirios buscan una respuesta a su situación acuciante. Saben que la salida comienza por que se vaya Al Assad. Por eso el llamado a “elecciones” que había hecho Bashar, como un intento del régimen de montar esta farsa y perpetuarse en el poder, había generado mucha bronca entre los explotados.
Toda esta situación se dio incluso en las zonas bajo la bota militar del régimen, causó que el gobierno pierda la escasa base social con la que contaba. Ya el imperialismo, e inclusive dentro mismo de la burguesía assadista saben que Bashar Al Assad es más un factor de desestabilización que de estabilización en Siria. Tal es así que ha habido choques armados entre dos poderosas familias alawitas, la familia Al Assad y la familia de su primo Makhlouf.
Un plan de “una Siria sin Al Assad” para asentar la partición, el genocidio y el saqueo
Por esto, bajo el mando de Biden, desde la conferencia de Ginebra se viene pergeñando un nuevo pacto contrarrevolucionario denominado “una Siria sin Al Assad”. Se trata de imponer una salida ordenada de Al Assad para salvar al régimen con sus generales fascistas, que Siria siga partida e invadida, y se perpetúe el saqueo imperialista, donde EEUU sigue robándose todo el petróleo. Estamos hablando de un pacto como el que fuera en Daraa, Aleppo o Homs, donde los generales del ESL entregaron esas ciudades, se volvieron a poner el uniforme del ejército basharista y hoy gobiernan esas zonas bajo la bandera de Al Assad. Ahora se trata de imponer lo mismo a nivel nacional. Y tanto antes como ahora, esos pactos se escriben con la sangre del pueblo sirio, puesto que solo se asientan sobre la base de la masacre y el genocidio.
El ESL bajo el mando de Turquía impone su orden en el norte sirio, mientras que HTS, sostenido por Turquía, controla Idlib manu militari y ha llenado sus cárceles de los partisanos que no dejan de luchar por la caída del régimen. Son fuerzas que controlan a las masas allí donde Al Assad no llega y como tales entrarán a este nuevo pacto de una “Siria sin Al Assad”.
Para que esto pase en Idlib, es necesario tender una trampa a las masas, y para eso fue Riyad Farid Hijab, un ex ministro y figura de importancia del régimen basharista hasta el 2012, año en que “se pasó" a la “oposición” y no ha dejado de denunciar al régimen desde entonces. Él tiene la autoridad ante las masas de ser “opositor” y puede venderles la promesa de que solo sacando Bashar estarán mejor, cuando en realidad no ofrecen ninguna salida para las masas, y no resuelve sino que asienta la partición de la nación.
La miseria azota hoy más que nunca al pueblo sirio, que resiste en una nación devastada, carcomida e invadida por EEUU Turquía y Rusia. La producción de la tierra fértil y las reservas de petróleo son bienes del pueblo que se encuentran hoy en manos de potencias extranjeras o bien de mercenarios lacayos como el PKK kurdo y sus milicias o las bandas fascistas iraníes que roban petróleo para hacer negocios incluso con el estado sionista en el caso del PKK. Esto no será resuelto por el mencionado plan, sino todo lo contrario. El plan se trata de asentar la partición y el saqueo del imperialismo; un protectorado lleno de tropas invasoras, donde para las masas solo hay hambre, miseria y genocidio.
Las masas volvieron a ganar las calles y ponen en cuestión el plan de la burguesía y el imperialismo
Sin embargo, la vuelta de las masas a las calles ha puesto en jaque una vez mas a las fuerzas contrarrevolucionarias en siria, pues han demostrado que a 10 años no están dispuestas a darse por vencidas hasta que caiga el régimen. Y pueden ver que la salida de Al Assad, aun si es como parte de este plan, es un triunfo de su lucha y darle un nuevo aire para ir a pelear por sus demandas más sentidas que son el plan, la libertad de todos los presos, recuperar la vivienda, y tener una vida con dignidad. Por eso el imperialismo aún no ha implementado este plan.
Las fuerzas fascistas, sobre todo las rusas, continúan con sus bombardeos en zonas liberadas sobre objetivos estratégicos, lo que indica que todavía deben seguir escarmentando al pueblo pobre sublevado. Es que esta “transición” de salida de Al Assad para asentar la partición y el saqueo se tiene que dar sobre la base de la sangre y masacre del pueblo sirio, como lo ha sido durante estos diez años.
Por otra parte, el imperialismo quiere avanzar a sacar a Irán de Siria, a la vez que necesita darle más aire a su gendarme sionista para que recupere poder de fuego. Por eso se han visto bombazos del sionismo a posiciones iraníes en Siria, e incluso de Biden, para que esta fuerza contrarrevolucionaria se retire y no se quede con ningún negocio allí, luego de haber cumplido su rol de masacrar a las masas.
Pero el plan del imperialismo también abrió la mencionada brecha en la burguesía alawita, ya que Al Assad no se quiere ir del poder. Esta fisura, que lleva unos 8 meses, se evidencia en la entrada en escena de milicias de Daraa, quienes, viendo que los líderes del ESL que pactaron con el generalato basharista se pelean con el alto mando, aprovecharon para rearmarse y reorganizarse, poniendo en pie guardias barriales y desafiando al régimen con movilizaciones masivas y choques militares, e incluso oponiéndose a la leva obligatoria.
Mientras que los explotados se niegan rotundamente a una Siria bajo el régimen de Bashar y las tropas de ocupación, manteniendo su lucha en las calles, abriendo contradicciones en el plan contrarrevolucionario del imperialismo y sus agentes, la izquierda mundial se ha llamado al silencio, demostrando una vez más que están en el bando opuesto de las masas, dejando en claro que son los que le dejan las manos libres al imperialismo y sus agentes para que actúen libremente.
Ya conocemos a la ONU y a EEUU. Ellos son los que durante 10 años liberaron los cielos para permitir que Al Assad y Putin masacren. Son los que durante 10 años se dedicaron a instalarse y robarse el petróleo para ellos, mientras dejaba correr el genocidio a manos de Bashar, que, en última instancia, les hizo el trabajo sucio.
¡A diez años de la revolución siria debemos redoblar nuestras fuerzas para llevarla al triunfo, con los obreros y campesinos pobres en el poder!
¡Fuera todas las tropas invasoras del territorio sirio! ¡Abajo las conferencias de Giebra-Sochi-Astana! ¡Desconocemos todos los pactos de la burguesía sunnita con Al Assad con los que entregó las ciudades rebeldes! ¡De pie junto a la juventud que se subleva en Daraa y las zonas del régimen contra la leva y estos acuerdos! ¡Fuera de la resistencia todos los generales de la burguesía sunnita que están en pactos con Bashar!
Hay que poner en pie nuevamente los comités de coordinación por cada ciudad, región y campos de refugiados. Hay que recuperar el armamento expropiado por HTS y el ESL y guardado en los arsenales lejos de las masas, para que cada hombre tenga un fusil y se puedan reabrir los frentes contra Al Assad.
¡Expropiación de la familia Assad, la familia Makhlouf, los pozos de petróleo del imperialismo en Raqqa y Deir ez Zor, y toda la Burguesía Alawita y sunnita y los señores de la guerra! Allí están los fondos para tener pan y recuperar las viviendas de los refugiados. ¡Los refugiados deben de vivir dignamente! Expropiación de cada edificio de lujo, mansión u hotel para darle asilo provisorio a los más de 5 millones de refugiados mientras se organiza un plan de reconstrucción de hogares de manera comunitaria.
Los hermanos bajo la bota del perro Bashar y nuestros hermanos Kurdos deben sublevarse contra el régimen opresor y unirnos en un solo puño.
Solo en una Siria bajo un gobierno obrero y campesino los explotados tendrán la verdadera liberad, sin cárceles llenas de presos políticos, sin tropas extranjeras de ocupación, sin generales fascistas ni comerciantes de sangre, con pan y vivienda para todos. Solo en esta Siria se puede garantizar una verdadera asamblea nacional libre y democrática, con delegados cada 10 mil habitantes que será libre y soberana luego de haber expulsado a las tropas invasoras y haber expropiado a los expropiadores. Solo un gobierno obrero y campesino podrá garantizarlo
¡Ni ONU ni ningún gobierno extranjero! La verdadera solidaridad con la revolución será aquella que se consiga coordinando con los trabajadores explotados de Turquía, Europa y todo el mundo.
¡Estamos en una misma pelea con los hermanos de Irak, Sudán, Irán y Líbano sublevados, que vienen sufriendo las mismas calamidades desde hace años! ¡Una misma intifada en todo Medio Oriente!
¿Quién es Riyad Hijab, el supuesto antibasharista hoy abanderado de la trampa de una “Siria sin Bashar"?
Riyad Farid Hijab, nacido en 1956, es un político de Siria. Fue el primer ministro de Siria, de junio a agosto de 2012, a las órdenes del presidente Bashar al-Assad. A partir de 2011 a 2012, fue Ministro de Agricultura. El 6 de agosto de 2012 habría renunciado anunciando que se unía al bando rebelde durante la guerra civil con Siria. El Gobierno de Siria confirmó que desertó, con el ministro de Información de Omran al-Zoub diciendo que "la deserción de algunos personaje de alto rango, no afectará el estado sirio"
Hijab nació en una familia musulmana sunita de la ciudad de Deir Ez Zor en 1956. Tiene un doctorado en ingeniería agrícola. Él era presidente de la rama Azzour de la Unión Nacional de Estudiantes Sirios de 1989 a 1998, y fue miembro de la dirección de la filial del partido desde 1998 hasta 2004. En 2004 se convirtió en secretario de la rama del partido Al-Baath en Deir Ez Zor, un puesto que mantuvo hasta 2008. Luego fue nombrado Gobernador de Quneitra y el 22 de febrero de 2011, ocupó el puesto de Gobernador de Latakia. Por último se le asignó el cargo de Ministro de Agricultura y Reforma Agraria el 14 de abril 2011, en sustitución de Adel Safar que había sido nombrado primer ministro de Siria. El 6 de junio de 2012, después de una elección parlamentaria, que fue boicoteada por los rebeldes, Hijab fue nombrado por el presidente Bashar al-Assad como el primer ministro de Siria. La BBC lo describió como «un firme partidario de Assad y un miembro clave del gobernante Partido Baath». No se fue del régimen sino hasta 2012, para ocupar un alto mando en la “oposición".
Desde ese entonces, ha comenzado a denunciar con detalle al régimen de Al Assad, ganando base social entre el pueblo sirio, posando como figura “anti-assadista”. Es de los pocos de la alta burguesía sunnita que es visto así y por lo tanto el candidato ideal que eligió el imperialismo para representar la trampa a las masas hacia una “Siria sin al Assad” donde se asiente la partición, la ocupación y el saqueo.
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