Líbano 25 de junio de 2020 Último momento Contra el hambre que se profundiza día a día Las masas cortan todas las rutas del país y toman el centro de las principales ciudades La moneda libanesa no deja de devaluarse. El valor del dólar llegó hoy a sobrepasar las 8000 liras en el mercado paralelo, que es el único que funciona, ya que el mercado de cambio oficial no opera. Los bancos están vaciados de dólares por el pago de la deuda externa. Líbano está endeudado en un 170% de su PBI. El FMI exige más planes de ajuste para seguir cobrándose esa deuda usuraria. Y el gobierno de unidad de la burguesía sunnita, maronita y chiita aplica semejante plan, con recortes que están llevando a interrumpir el servicio de electricidad 8 horas al día en las grandes ciudades como Beirut y Trípoli, y de 12 a 16 horas en el resto de las ciudades libanesas. También se redujo el presupuesto de salud y ya varios hospitales han cerrado definitivamente. A su vez, se ha anunciado la triplicación del precio del pan (de 1000 liras a 3000 liras) al comenzar julio, mientras los precios dolarizados de los alimentos y bienes básicos hace que cada vez los trabajadores libaneses pierdan poder adquisitivo. Así, la hambruna se profundiza día a día. Por eso las masas libanesas no dejan las calles. En estos momentos, todas las rutas de Líbano se encuentran cortadas. En estos cortes han logrado interceptar varios camiones de harina que iban a Siria para abastecer a Al Assad y evitar las sanciones de la denominada “Ley César”. La harina fue expropiada en el momento y repartida entre los explotados. En cada protesta, gran cantidad de bancos son incendiados a diario, porque no están devolviendo a la gente sus ahorros ni entregando en dólares sus salarios, sino que solo entregan ese papel de lira libanesa que cada vez vale menos. En sus acciones, las masas queman los retratos del presidente, identificando certeramente a los bancos y al gobierno como sus enemigos. Es que saben que en la plaza financiera de Medio Oriente, los gobernantes y banqueros viven como reyes mientras los explotados viven como mendigos. La Plaza Nour de Trípoli y el centro de Beirut son escenarios de constantes choques con las fuerzas de represión, del ejército y la policía. Hace unos días inclusive chocaron con las guardias de Hezbollah. Las masas no retroceden, saben que solo con la caída del régimen, esto es, con la caída del presidente, del primer ministro, del parlamento y su vocero, de todos los partidos que se dividen las instituciones y los ministerios, con el desarme de todas las fuerzas de represión incluyendo y en primer lugar a Hezbollah, y tomando el banco central es como van a poder conquistar el pan.