¡Fuera el perro fascista Al Assad!
¡Fuera EEUU, Francia, Rusia, Turquía, Irán
y todas las tropas invasoras de Siria!
¡Abajo la conferencia de Ginebra, donde se gesta la gran conspiración contra el pueblo y la revolución siria!
¡Los trabajadores de EEUU, Inglaterra, Francia y toda la Unión Europea deben parar la maquinaria de guerra del imperialismo y sus sirvientes!
¡En Siria hay que abrir los frentes, unificar a las brigadas y marchar a Damasco por la caída del régimen!
El sábado por la madrugada EEUU, Francia e Inglaterra (el bloque de “los aliados” de la segunda guerra mundial) lanzaron misiles sobre instalaciones sirias, una semana después de la masacre de Bashar con armas químicas a las masas en Douma. Según declararon estas potencias imperialistas, fueron ataques a “instalaciones relacionadas con armas químicas”, cuyo objetivo no era derrocar a Al Assad ni llevar adelante una ofensiva contra él sino “disminuir su capacidad de utilización de armas químicas”.
Se lanzaron 103 misiles crucero para solamente 3 instalaciones que no provocaron casi daños, cuando los mismos podrían haber derribado a un centenar de ellas. Es más, estas instalaciones estaban vacías, puesto que “los aliados” le habían avisado a Rusia previamente del ataque (y por lo tanto el perro Bashar también sabía), al igual que sucediera en abril de 2017. Por ello, las fuerzas genocidas de Al Assad y Putin no tuvieron ni una sola baja.
Esto demuestra que toda esta parodia de ataque no fue ni por las armas químicas ni por ningún enfrentamiento entre los “aliados” imperialistas con Bashar y Putin, sino que fue una acción para que el imperialismo aparezca como “humanitario” y “defensor de las vidas humanas”, cuando fueron los que durante 7 años sostuvieron a Al Assad y Putin y le liberaron los cielos a sus aviones para que masacren a las masas sirias. Ellos son los responsables de 600.000 muertos, 15 millones de desplazados y ciudades enteras arrasadas.
Con estos ataques EEUU legitima que hace rato invadió Siria y se quedó con todos sus pozos de petróleo. Los yanquis intervienen militarmente en Siria desde 2014, cuando con sus aviones, bombardearon las zonas que ocupaba el ISIS en Siria, al cual nunca le tocaron un pelo, sino que comenzaron por atacar sus cárceles, donde estaban los combatientes de la revolución que el ISIS mantenía presos. Luego invadieron directamente, utilizando tropas gurkas, tomando el control de las ciudades de Raqa y Deir Ez Zor en 2017. Allí entraron masacrando a las masas más brutalmente que Al Assad, reduciendo sus viviendas, escuelas y hospitales a escombros, mientras sacaban en buses con aire acondicionado a sus agentes del ISIS que estaban allí garantizando que las masas no se tomaran ni las refinerías ni los pozos de petróleo. Así se aseguró EEUU el control directo de estas riquezas de Siria. El ISIS fue un gran agente de EEUU para mantener controladas a las masas que se habían insurreccionado en Raqa y Deir ez Zor, y que le sirvió de excusa a todos los asesinos de las masas sirias para masacrar e invadir.
Con estos ataques, Trump también hace saber que ni bien Al Assad y Putin terminen de aplastar la revolución Siria, el imperialismo será el vencedor de la guerra en Siria y el que reparta los negocios.
Pero aún no ha llegado este momento. Es que la revolución sigue viva y resiste en las últimas trincheras como Idlib. Los “aliados” no pudieron ni pueden definir la contrarrevolución con sus ejércitos invadiendo directamente. Sus clases obreras no se lo han permitido hasta ahora. EEUU se encuentra sin poder de fuego directo, luego de que se haya tenido que retirar de Irak a partir de 2008, por la lucha contra la guerra de los trabajadores norteamericanos. Por eso tuvieron que hacer un pacto contrarrevolucionario –que fue el de Ginebra- y utilizar a agentes para que masacren, como Al Assad y Putin, que aún le son necesarios. El perro Bashar y Rusia saben esto y por eso quieren negociar una mayor parte para ellos.
Por ello el ataque de los “aliados” también fue para disciplinarlos. Tienen que hacerles saber que las que mandan son las potencias imperialistas, y que sus agentes no se pueden pasar de la raya, especialmente cuando se trata de imponer la derrota final de la revolución.
Por ello los ataques fueron medidos milimétricamente. Con ellos le hicieron saber a Al Assad y Putin que el imperialismo los puede atacar en cualquier momento si no cumplen con su rol dentro de los límites fijados, pero fueron ataques que no los debilitaron militarmente, porque donde lo hacían, las masas sirias podían irrumpir y avanzar en el combate por llegar a Damasco. Todavía Al Assad y Putin tienen un rol que cumplir y al día siguiente lo hicieron saber: el perro Bashar declaró que los ataques sufridos “solo lo comprometían más en su lucha contra el terrorismo” (es decir por derrotar la revolución) y junto a Rusia bombardearon todas las ciudades liberadas.
En Ghouta se aplicó el plan contrarrevolucionario de Ginebra
Una puñalada por la espalda a la revolución siria a manos de los generales del ESL
Estamos entrando entonces en el momento donde el imperialismo quiere terminar de sepultar la revolución siria, y para eso utiliza a sus agentes y coloca sus cañoneras apuntando directamente.
Para esto, todas las fuerzas contrarrevolucionarias se coordinan en la conferencia de Ginebra auspiciada por la ONU, como vienen haciéndolo desde hace años. Allí están Al Assad, Putin, Irán, Turquía y los generales de la burguesía sunnita del ESL, bajo el mando de EEUU, donde cada uno juega su rol contra las masas sirias.
Mientras Al Assad, con Putin y los ayatollahs iraníes, fueron los encargados de masacrar a las masas, el ESL, comandado por Turquía, se encargó de controlar y entregar desde adentro una a una las ciudades rebeldes.
Por eso desde hace 7 años la única “transición” que discute Ginebra es garantizar que Al Assad continúe en el poder para, junto a Putin, terminar de masacrar a las masas. Ginebra no es ninguna “conferencia de paz”, sino un verdadero estado mayor de la contrarrevolución, que se escribe con “M” de Muerte, en el campo de batalla.
El plan de Ginebra se aplicó tal cual en Ghouta, que fue reducida a cenizas, pero que terminó cayendo porque fue entregada. Las masas habían derrotado por tierra a los intentos de las tropas assadistas por avanzar. Resistían viviendo en túneles ante los incesantes bombardeos de Al Assad y Putin. Estaban cercadas y ninguna de las fuerzas del ESL ni Al Nusra abrieron ningún frente por romper ese cerco. Es más, los generales del ESL llevaron sus fuerzas bien lejos de allí, a Afrin, bajo el mando de Erdogan para ayudarlo a custodiar los oleoductos y defender sus negocios, dejando Ghouta librada a la masacre de Al Assad y Putin. Y por si fuera poco, el partido-ejército de la burguesía sunnita de Douma, el Ejército del Islam, firmó un acuerdo con Rusia para entregar la ciudad y ponerse ellos el uniforme de lo que siempre fueron: la policía de Al Assad en Ghouta, no sin antes enviar a sus milicianos al servicio militar para integrar su ejército.
La caída de Ghouta ha sido un duro golpe para la resistencia siria puesto que ha significado la derrota del frente revolucionario en Damasco, gracias a las distintas fracciones burguesas que están al mando del Ejército Sirio Libre, en particular por el Ejército del Islam, que encabezan la delegación de la burguesía sunnita en la conferencia de Ginebra.
Todos los generales de la burguesía sunnita fueron a las zonas que las masas habían liberado para desarmarlas, disolver sus comités de coordinación (verdaderos organismos de doble poder que funcionaban con democracia directa) y reemplazarlos por sus “mesas de operaciones” y comandos militares que tomaron directamente la administración de las zonas liberadas. Cuando se impusieron, impidieron que las masas expropiaran a la burguesía y las llevaron a trabajar como esclavos por salarios de miseria al igual que en las zonas de Al Assad. Ellos fueron los “caballos de Troya” que mandó el imperialismo yanqui y turco al interior de la revolución, y resultaron ser los mejores aliados del perro Bashar en las zonas liberadas, entregando cada ciudad rebelde, como sucedió en Alepo, Daraya, Homs, Hama y ahora Ghouta.
Lo que ha sucedido en Douma y toda Ghouta es el modelo de lo que fueron a hacer los generales del ESL, luego de entregar esas ciudades, vuelven al lugar de donde salieron, es decir, a integrar nuevamente el ejército y la policía de Al Assad. Así, constituyendo un ejército común, están reunificando la casta de oficiales, es decir, reconstituyendo el estado burgués. Este es el plan de Ginebra.
Consecuentemente con esto, hoy en Idlib vemos enfrentamientos entre los partidos ejército de la burguesía sunnita. Los choques entre Hayat Tahrir al Sham (frente liderado por Al Nusra) y Jabhat Tahrir Suria (frente de Ahrar al Sham y Nuridin al Zenki, brigadas ligadas a Turquía como el “ala islámica” del ESL) son porque cada una quiere ser la que controle cada ciudad para entregarla y luego cambiarse el uniforme para vestir el de la policía de Al Assad en ella.
A lo que vienen todas las fuerzas de Ginebra, cada una cumpliendo su rol, es a reconstituir el estado burgués en las últimas trincheras de la revolución –sobre todo Idlib- para terminar de sepultar la revolución siria.
Al Assad y Putin masacran, los generales del ESL entregan… y el triunfador es EEUU
Más se aplicó el plan de Ginebra y Siria quedó cada vez más ocupada por EEUU (que tiene más de 10 bases militares y miles de marines), y también por Francia (que tiene 5 bases militares).
Este viene siendo el plan de EEUU: derrotar la revolución usando a sus agentes para luego ingresar él como el gran vencedor, imponer en Siria un protectorado y quedarse con los negocios, repartiéndolos entre las distintas potencias imperialistas y viendo qué le dejan a las fracciones de la burguesía nativa. Es que son las petroleras imperialistas, las verdaderas dueñas de todo el petróleo de Magreb y Medio Oriente, las que decidirán. Por eso el ataque del sábado pasado fue de EEUU, Francia e Inglaterra… porque fue un ataque de la Exxon, Chevron, BP, Total, Shell.
De hecho, Siria ya está invadida y ya han comenzado a partírsela. Como dijimos, EEUU ocupa los pozos de petróleo en Raqa y Deir ez Zor. Francia y Turquía también ocupan territorio sirio, quedándose con las rutas de los oleoductos. Putin solo es sicario. Su negocio está en vender armas, y vaya que las ha mostrado y promocionado en Siria.
Ahora vienen a terminar de derrotar la revolución para asentar la partición de Siria y dar inicio a sus “negocios de la paz” sobre la base del genocidio. Los parásitos de Wall Street se frotan las manos pensando en las ganancias que dejarán los 200 mil millones de dólares de inversión del negocio de la reconstrucción de Siria, para lo cual utilizarán como mano de obra esclava a los 15 millones de refugiados que hay viviendo en carpas en las fronteras.
La izquierda reformista: con Bashar o con los yanquis y sus generales del ESL, siempre de espaldas a las masas sirias
La izquierda reformista mundial ha planteado que en Siria “hay 2 bandos”: uno de EEUU, el ESL y las potencias imperialistas; y otro de Al Assad, Putin e Irán, ocultando así que todos funcionan en una mesa de operaciones común que es Ginebra. La gran mayoría de estas corrientes apoyaron abiertamente a los genocidas Al Assad y Putin “contra el imperialismo”. Otros, mientras sostenían al ESL que entregaba la revolución, pidieron que ingrese directamente el imperialismo con sus tropas. Los que afirmaron que eran “neutrales” entre los “dos bandos reaccionarios” llamaron a la clase obrera mundial a no intervenir mientras masacraba el perro Bashar, es decir, dejando correr su genocidio.
Todos negaron el pacto contrarrevolucionario de Ginebra que viene actuando contra la revolución siria. Todos dijeron que “el enemigo era el ISIS”, el “terrorismo”, e infundieron islamofobia para aislar la revolución siria y así dieron sustento a todo el accionar contrarrevolucionario del imperialismo y sus agentes. Ellos fueron los que cercaron la revolución siria y la dejaron a merced de la masacre de Al Assad y de la manipulación de la burguesía sunnita, es decir, de los planes de Ginebra.
Ante los ataques del imperialismo en Siria, hoy no hacen más que profundizar su traición. Los que llamaron a apoyar a Al Assad aprovechan los misiles de los “aliados” para reforzar este llamado, con el programa “contra los ataques del imperialismo” y “fuera yanquis de Siria”. ¿Por qué no levantaron ese programa cuando los yanquis fueron con las YPG kurdas a masacrar Raqa y Deir ez Zor? Porque apoyaron y lo sostuvieron esta invasión imperialista. Ellos estuvieron con el PKK (el estalinismo kurdo) que pactó con Bashar y los yanquis. Ellos sostienen las 10 bases militares que están en Rojava. Para ellos, ese ataque del imperialismo es “progresivo”… pero cuando EEUU toca alguna base de Al Assad sí lo denuncian de “contrarrevolucionario”, callando que el imperialismo ya intervino en Siria, ya masacró a las masas y ya ocupa los pozos de petróleo, a los cuales no llaman a expropiar.
Estos sirvientes de Al Assad solo buscan revestirlo cada vez más de “antiimperialista” para que pueda cumplir su rol hasta el final y siga masacrando al pueblo sirio. Pero su engaño se cae a cada paso. El ataque de los “aliados” a las instalaciones de Al Assad no le hizo ningún daño militar –y bien lo podría haber hecho-, y esto fue porque el imperialismo aún los necesita.
Hubieron otras corrientes que apoyan al imperialismo abiertamente “contra Al Assad” y piden su intervención e invasión directa, haciendo pasar como “liberador” al jefe de la contrarrevolución en Siria. Ellos son los que presionan a la “comunidad internacional”, es decir a la ONU, para que “libere” a Siria, cuando desde esa cueva de bandidos se organiza el genocidio.
Este sector de la izquierda es enemigo de que las masas ganen la guerra derrotando a Al Assad en Damasco. Es que ellos son seguidores de la Coalición Nacional Siria (los políticos de la burguesía sunnita del ESL) que está en Turquía y Qatar y que plantea que la solución en Siria será pacífica y vendrá de la conferencia de Ginebra, en una transición pactada con Al Assad. Luego de años de reuniones en Ginebra, el pueblo solo ha sufrido masacre, mientras estos burgueses se han llenado los bolsillos en negocios comunes con el perro Bashar. ¡Ningún explotado dentro de Siria se cree que de la conferencia de Ginebra vendrá ninguna solución y por eso siguen gritando “el pueblo quiere la caída del régimen”!
Algunos partidos de izquierda, que en estos 7 años de revolución siria apoyaron al ESL, luego de los ataques de los “aliados”, plantearon que había que enfrentar tanto al imperialismo como a Al Assad, inclusive denunciando la masacre y hasta en algunos casos el pacto contrarrevolucionario de Ginebra… pero silenciando el nefasto rol del ESL que, como hemos visto, son los mejores aliados de Al Assad. Encubren así una pata fundamental del plan que hoy se apresta a derrotar las últimas trincheras de la revolución. Por una vía u otra, ¡todos son la izquierda de la conferencia contrarrevolucionaria de Ginebra!
¡La clase obrera de EEUU, Francia, Inglaterra y toda la Unión Europea debe parar la maquinaria de guerra del imperialismo y sus sirvientes!
¡En Siria hay que marchar a Damasco y derrotar a Al Assad!
Se están escribiendo los últimos capítulos de esta heroica revolución, que no fue solo siria, sino un eslabón más de una misma cadena de revoluciones de Magreb y Medio Oriente. El imperialismo quiere terminar de sepultar la revolución en Siria, puesto que ve a las masas de Gaza sublevarse contra el sionismo (el cual vuelve, con su ejército a masacrar a las masas palestinas), a Yemen resistir contra la invasión saudí y las masas iraníes ganar las calles de Teherán y todo el país contra los ayatollahs.
Pero no se ha dicho aún la última palabra, ni en Siria, ni en Medio Oriente, ni en los países centrales. En Francia la clase obrera y los estudiantes están a las puertas de un nuevo Mayo Francés. Los trabajadores de los países imperialistas son los que vienen hasta ahora impidiendo una invasión imperialista que termine de ahogar en sangre la revolución. Ellos son los que tienen la llave para parar la ofensiva del imperialismo y sus agentes, marchando al grito de “¡El enemigo está en casa!” Hoy más que nunca está en sus manos detener la máquina de guerra del imperialismo y todos sus agentes en Siria.
Es necesaria una lucha de la clase obrera a nivel internacional… en EEUU, Europa, Rusia, Turquía… De lo contrario, la revolución siria será derrotada y se impondrá el imperialismo, que estará más fuerte para derrotar a su propia clase obrera y para generalizar las condiciones de la derrota siria a todo el mundo. Ya han comenzado a lanzar este ataque en varios países con los planes de flexibilización laboral, pérdida de conquistas, etc.
¡Hay que ganar las calles para paralizar la maquinaria de guerra del imperialismo! ¡Hay que realizar marchas, mitines y todo tipo de acciones en apoyo a las masas sirias y de Medio Oriente!
¡Desde todas las organizaciones obreras, de derechos humanos, combativas, antiimperialistas del mundo hay que organizar la solidaridad efectiva con las masas sirias!
¡Fuera EEUU, Francia, Rusia, Turquía, Irán y todas las tropas invasoras de Siria!
¡Fuera el perro fascista Al Assad!
¡Abajo la conferencia de Ginebra!
No hay solución en Siria sin derrotar al genocida que masacra día a día. ¡Para parar la guerra hay que ganarla!
Hay que hacer como plantean las masas de Idlib: ¡Que se abran los frentes, se unifiquen las brigadas y los combates para marchar a Damasco y derrotar al régimen!
Para eso, ¡Hay que sacarse de encima a los generales de todas las fracciones de la burguesía sunnita que entregan la revolución! ¡Hay que recuperar el armamento para el pueblo! Un hombre, un fusil.
¡Paso a los comités de coordinación con democracia directa como en 2011!
Hay que poner en pie un Consejo Nacional de la Revolución Siria, constituido por delegados, 1 cada 10.000, de todos los milicianos que siguen peleando contra el régimen, de obreros y campesinos de las zonas rebeldes y de los campos de refugiados.
Hacemos un llamado al mismo a los milicianos que fueron llevados a defender los negocios de los oleoductos de Turquía a Al Bab y Afrin a que rompan con los generales del ESL y los oficiales turcos que los someten a Erdogan y vuelvan al frente contra Bashar.
Llamamos también al pueblo kurdo a desacatar al PKK, a romper los pactos que éste tiene con Bashar y los yanquis, y pelear contra Al Assad y por expulsar todas las bases yanquis de Rojava. ¡Su autodeterminación no vendrá de la mano de este perro, ni de Putin, ni de EEUU ni de ninguno de sus verdugos, sino del triunfo de la revolución siria y junto a la clase obrera de Irán, Irak y Turquía!
¡Hay que organizar a los millones que están en los campos de refugiados para triunfar en este combate contra el régimen, por el pan y para recuperar la vivienda!
Solamente este Consejo Nacional de las masas revolucionarias sirias armadas, sobre la base de la derrota del perro Bashar en Damasco y la expulsión de todas las tropas invasoras, será el único que podrá convocar a una Asamblea Constituyente, libre y soberana, que rompa con el imperialismo, desconozca toda deuda externa que ha contraído Al Assad, y que expulse a las transnacionales que saquean Siria.
¡Hay que expropiar sin pago todos los pozos de petróleo y los bancos, donde están las riquezas del pueblo sirio que se roban las petroleras imperialistas y sus gerentes locales Al Assad y su primo Rami Makhlouf! ¡Hay que expropiar sin pago a todos los generales burgueses y hombres de negocios que se enriquecen a costa de la sangre del pueblo sirio! Allí están los fondos para una vida digna.
¡La revolución siria resiste! ¡Las masas palestinas están de pie! ¡Viva la lucha de los explotados iraníes! En todo Magreb y Medio Oriente ¡Un mismo combate, una misma intifada!
¡Paso a la unidad de la clase obrera internacional contra el imperialismo y sus sirvientes!
¡Pongamos en pie ya un frente de lucha internacional entre todas las organizaciones que estén por el triunfo de la revolución siria y por derrotar a los genocidas Al Assad, Putin, Trump y a todos los agentes que están en la conferencia de Ginebra!
Abu Muhajer y Florencia Barcaz
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