Perú - 7 de diciembre de 2023

A un año del golpe sangriento de los yanquis, Boluarte y los generales de las FFAA fujimoristas

El imperialismo desde el Comando Sur del Pentágono y sus sirvientes del régimen de la Constitución del ’93, organizaron el golpe para quedarse de forma directa con el litio y todas nuestras riquezas y se renueven los contratos ley en la minería al servicio de las transnacionales de EEUU.
Los trabajadores, la juventud explotada, los campesinos pobres y el pueblo recibieron represión, cárcel y masacres, y un feroz ataque para redoblar la súper-explotación, los salarios de miseria, las jornadas laborales infernales y una carestía de la vida insoportable.
Y después de que los fiscales, el gobierno y el Tribunal Constitucional estuvieron durante más de una semana queriendo distraernos con “cortinas de humo”, no solo todos los asesinos de los 80 hermanos masacrados en Juliaca, Ayacucho y el resto de las regiones del Perú están impunes, sino que AHORA LIBERAN AL GENOCIDA FUJIMORI. ¡Basta!

¡Fuera Dina asesina, el Congreso golpista y todo el régimen fujimorista!

¡Fuera el imperialismo!

Ese fue el grito de la fenomenal insurgencia revolucionaria de masas que conmovió a Perú a partir del 7 de diciembre del año pasado y se profundizó durante enero y febrero de este año.
Mientras la burguesía de Pedro Castillo se rendía cobardemente y se entregaba a los dictámenes de la justicia fujimorista, fueron los obreros, campesinos y la juventud los que enfrentaron el golpe contrarrevolucionario de EEUU y el régimen, con una enorme sublevación para echar abajo al gobierno de Boluarte y todo el régimen, que masacraron a 80 compañeros, mientras miles quedaron heridos y hay varios presos por luchar.
Todos quieren que olvidemos que los explotados, sobrepasando a las burocracias sindicales, se autoorganizaron y pusieron en pie organismos unitarios de trabajadores, campesinos, estudiantes y todas las masas en lucha a nivel regional como los Comités de Lucha y Frentes de Defensa, la Coordinadora Macro-Regional del Sur y el Comité Nacional de Lucha de las Regiones del Perú para centralizar la lucha a nivel nacional.

Sobraban condiciones para derrotar el golpe, echar a Dina y hacer volar por los aires el maldito régimen fujimorista. Fueron las direcciones, encabezadas por la burocracia stalinista de la CGTP, en manos del PC y Patria Roja, las que traicionaron y dividieron este enorme embate revolucionario de masas y boicotearon la huelga general revolucionaria para sostener al gobierno golpista.
Los burócratas sindicales se dedicaron a negociar con la propia Boluarte y jugaron todo su rol para someter a los explotados a las trampas de un “adelanto de elecciones”, la “restitución de Pedro Castillo” o de un “plebiscito para una Asamblea Constituyente” fraudulenta para impedir que Dina caiga a manos de la ofensiva revolucionaria y salvar el poder de las clases dominantes que nos oprimen, hambrean y asesinan. Todo esto con la colaboración de representantes de la burguesía cobarde de Castillo y partidos como Nuevo Perú de Verónika Mendoza, que firmó declaraciones en apoyo a Boluarte y está plagado de congresistas golpistas.

Las masas pelearon. Fueron los dirigentes traidores los que las entregaron. Gracias a esto es que el gobierno, el Congreso y todo el régimen, ampliamente odiados por todo el pueblo, pudieron seguir avanzando en cumplir a rajatabla los planes del imperialismo yanqui contra la clase obrera y los explotados, con el ingreso de más bases y marines yanquis, la inclusión de Perú en la “Alianza para la Prosperidad Económica de las América” (APEP), la iniciativa de EEUU para profundizar su ofensiva por recolonizar América Latina, y ahora la libertad de su hombre, el dictador Fujimori.

A pesar y en contra de estas direcciones, durante todo este año hubo decenas de intentos de los explotados de retomar ese camino revolucionario, como también se vio en las acciones de masas de julio, en el marco de la “Tercera Toma de Lima”, mientras los familiares de los mártires de Ayacucho y Juliaca siguen peleando por justicia y se desarrollaron distintas luchas de obreros agrícolas, trabajadores mineros, docentes universitarios, profesores y trabajadores de la salud por sus justas demandas.

¡Hay que unificar las filas obreras y volver a soldar la alianza obrera y campesina!

¡Hay retomar la insurgencia revolucionaria del Perú obrero y campesino para expulsar al imperialismo y echar abajo al gobierno de Dina, el Congreso y todo el régimen fujimorista!

Para ello, desde la base obrera, hay que abrir el camino a la derrota de los burócratas traidores de las centrales sindicales y los sindicatos que entregaron el combate revolucionario de masas y todos los días entregan el salario, el trabajo y todos los reclamos del movimiento obrero. ¡Con esas direcciones no se puede pelear!

¡Fuera la burocracia sindical stalinista! 

¡Ellos son la burocracia del régimen fujimorista, guardianes del gobierno de Dina y garantes de que los yanquis puedan robarse el litio, el oro, el cobre y todas nuestras riquezas, sobre el hambre y la miseria del pueblo!

¡Hay que recuperar la CGTP con el método de las asambleas de base y la democracia directa para ponerla al servicio de la lucha de la clase obrera y de todos los oprimidos de Perú!

¡Por comités de fábrica, empresa, mina, de los obreros de la construcción civil, trabajadores agrícolas, de los bancos, pesqueros, de la salud, docentes, etc. para desacatar a la burocracia sindical y poder pelear por aumento de salario, mejores condiciones de trabajo y terminar con la desocupación y la esclavitud laboral!

Por un Congreso Obrero y Campesino, con delegados de base votados en asamblea de todos los sindicatos, trabajadores, regiones, campesinos, estudiantes, de la juventud rebelde, junto a los soldados rasos que pongan en pie sus comités desacatando a la oficialidad asesina de las FFAA

¡Por la Huelga General Revolucionaria hasta que se vayan todos!

¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda la minería, los bancos y todos los recursos naturales de Perú! ¡La tierra para el campesino pobre! ¡Abajo los contratos ley con las empresas transnacionales! ¡Ahí está la plata para que haya pan, trabajo, salario, educación, salud, vivienda y todas las justas demandas de los explotados!

¡Salario igual a la canasta familiar para toda la clase obrera! ¡Educación y salud gratuita para todos! ¡Trabajo digno! ¡Reducción de la jornada laboral y un turno más en todas las empresas y trabajos en el estado, con un salario igual a la canasta familiar para todos! ¡Ningún joven sin trabajo! ¡Ningún obrero sin pan!

¡Fuera el FMI! ¡Fuera el imperialismo, sus TLC y la OEA! ¡Fuera el Comando Sur de EEUU y sus tropas militares! ¡Fuera sus bases militares de Perú y toda América Latina!

¡Disolución de la casta de oficiales de las FFAA fujimoristas, tutelada por los yanquis y su IV Flota del Pacífico! ¡Disolución de la policía y todas las fuerzas represivas del Estado!
El pueblo tiene derecho a defenderse: ¡Comités de autodefensa!

¡La sangre derramada jamás será olvidada!
¡Cárcel al genocida Fujimori, a Dina asesina y todos los golpistas!

Contra los jueces y fiscales de la justicia fujimorista que garantizan la impunidad de los represores y verdugos del pueblo, ¡por tribunales obreros y populares, encabezados por los familiares de nuestros hermanos masacrados, para juzgar y castigar a todos los asesinos de nuestros mártires!

¡Libertad a Vladimir Molina, los compañeros de Cusco y Ayacucho y todos los presos políticos por luchar y desprocesamiento de todos los luchadores!

Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de autodeterminación de las masas, que es el único que incluso podrá garantizar una Asamblea Constituyente realmente libre y soberana, impuesta sobre los escombros del régimen fujimorista, la derrota de la casta de oficiales asesina de las FFAA y la expulsión del imperialismo y sus tropas y bases militares de nuestra nación.

¡Paso a la unidad antiimperialista de los explotados de América Latina con los trabajadores de EEUU! ¡De pie junto a las masas palestinas!

El imperialismo viene por todo, como demostró con el golpe en Perú y ahora con la feroz masacre del estado sionista de Israel que desde hace dos meses está imponiendo un verdadero genocidio contra el pueblo palestino, reduciendo Gaza a escombros con sus bombardeos y dejando ya a más de 17.000 palestinos asesinados, entre ellos 7.000 niños y más de 4.300 mujeres. ¡Hay que parar el genocidio en Gaza! ¡Un mismo enemigo, un mismo combate!
Por ello, la clase obrera y los explotados de Perú debemos hacer nuestro el llamamiento de solidaridad que han hecho los sindicatos palestinos a paralizar la máquina de guerra de EEUU y el sionismo. Tenemos que pelear junto a los trabajadores y campesinos de América Latina y con la clase obrera norteamericana, como los trabajadores en huelga de la industria automotriz y los obreros portuarios que paralizan el envío de armas y suministros al ejército fascista de Israel.

¡Yanquis go home!
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