Perú - 15 de abril de 2023

Las “lecciones” del PTS / Izquierda Diario del combate revolucionario en Perú…

Un balance escandaloso para salvar a la burocracia stalinista de la CGTP

En su declaración titulada “A 4 meses de las protestas y la crisis política en Perú: Las causas profundas que impiden volver a la normalidad” (del 2/4), el PTS de Argentina, de la mano de un militante de Chile, quiere hacerle creer a los trabajadores, campesinos pobres y jóvenes rebeldes de Perú y América Latina que sus más grandes aliados para triunfar eran los burócratas stalinistas de la CGTP, cuando fueron los principales sostenedores de Dina y el régimen fujimorista de los yanquis y los más grandes traidores del combate de masas.

Durante los 3 meses de ofensiva revolucionaria, el PTS se dedicó a plantear que la clase obrera no había intervenido en el combate, para así hacer girar todo su programa alrededor de exigirle a la burocracia stalinista de la CGTP que se ponga a la cabeza de la lucha. Hoy, cuando ya no pueden ocultar que cientos de miles de obreros salieron al combate, plantean: “si bien los trabajadores participaban de las protestas, esto era de manera desestructurada o desorganizada”, para a renglón seguido afirmar: “es criminal el rol de la burocracia sindical, no solo porque en un primer momento aplaudieron el gobierno de Dina y le entregaron un voto de confianza, sino porque constantemente se negaron a convocar y organizar la huelga general indefinida de manera efectiva”.

¿Cómo esos burócratas de la CGTP iban a “convocar y organizar la huelga general indefinida de manera efectiva” como quería el PTS, si ellos fueron los encargados de sostener a Dina, rompiendo la alianza obrera y campesina que se forjaba en las calles e impidiendo que el proletariado acaudille el combate, paralizando los lugares claves de la producción?

El PTS está decepcionado porque “su” dirección de la CGTP se “negó a movilizar” al movimiento obrero, lo que según ellos hubiera permitido que la clase obrera intervenga de forma bien “estructurada” y “organizada” como les gusta a ellos. Está claro que el PTS solo reconoce una intervención decisiva de la clase obrera cuando es llamada por la burocracia stalinista de una central sindical que no representa ni al 10% del movimiento obrero.
Lo dicen ellos mismos: “El potencial de la clase trabajadora se mostró por la positiva el día del Paro Nacional convocado por la CGTP el 9 de febrero (…) Esto en verdad fue un paro parcial de un día, con especial participación (…) de los obreros de la construcción, organizados en la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú, que marcharon muy disciplinados, con poleras rojas con las siglas de la federación, cascos, guantes, mascarillas y con una marcada decisión de pelear, sin embargo la CGTP los retiró antes de tiempo, dejando a las masas a su suerte”.
Al PTS se le cae la baba por la intervención de supuestos obreros de la construcción marchando “muy disciplinados”, a diferencia de los trabajadores que se les “ocurrió salir a enfrentar al gobierno golpista de forma desestructura y desorganizada”… Están tan obnubilados con la columna de un puñado de burócratas de la Federación de Construcción Civil, que terminaron perdidos en la Avenida Abancay con Nicolás de Piérola en Lima… En esa esquina se evidenció que ese en famoso 9 de febrero no pasó nada de lo que dice el PTS: no hubo paro ni ninguna marcha de los obreros de base de la construcción civil. ¡Dejen de mentir! Ese 9 de febrero fue un hito de la traición de esa burocracia stalinista. Los que encabezaron esa marcha fueron los burócratas de la CGTP, junto a burócratas de la construcción civil, que entraron al Palacio de Gobierno, escoltados por la policía, para ir a exigirle a Dina que renuncie y que el Congreso golpista llame a nuevas elecciones, o sea, un plan de salida ordenada de la burguesía. Esto el PTS lo oculta conscientemente para encubrir a los dirigentes traidores de la CGTP que fueron “muy disciplinados” a sostener al régimen pro-imperialista contra la lucha revolucionaria de masas.

El PTS miente: la clase obrera intervino a pesar y en contra de la burocracia de la CGTP, poniendo en pie organismos de autoorganización junto a los campesinos pobres, estudiantes, etc.

Tanto quiere llevar a las masas a los pies de la burocracia, que en su declaración, el PTS dice: “Uno de los límites (de la movilización, NdR) fue la falta de desarrollo de instituciones de autoorganización y autodefensa (…) superando el control burocrático de las principales centrales sindicales y de las distintas coordinadoras de la movilización. Decimos varias coordinadoras porque esto también fue un límite del proceso al no existir un comando unificado de lucha que centralice la movilización…”
Así, de forma consciente, el PTS falsifica el hecho cualitativo que se dio en Perú: sobrepasando a esos burócratas stalinistas, las masas en lucha comenzaron a poner en pie sus organismos de autoorganización como los Comités de Lucha y Frentes de Defensa, a coordinarlos, como con la Coordinadora Macro-regional del Sur y empezaron a centralizarlos a nivel nacional forjando el Comité Nacional de Lucha de las Regiones del Perú.

El PTS tiene que seguir mintiendo porque lo que estaba a la orden del día no era “exigirle a la burocracia de la CGTP que llame a la huelga general”, sino que la tarea planteada para echar a Dina era derrotar a esa dirección rompehuelgas. Y eso se hacía peleando por extender, desarrollar y fortalecer esos organismos de autoorganización que se daban las masas, llamando a los trabajadores de base que están dentro de la CGTP a sublevarse contra la burocracia stalinista, poner en pie sus comités de autoorganización y votar sus delegados en asambleas para enviar al Comité Nacional de Lucha de las Regiones para unificarse con las masas en lucha. ¡Derrotando a la burocracia se fortalecía el “comando unificado de lucha” que los explotados conquistaron de forma embrionaria! Si ese “comando unitario de lucha” que quería el PTS, no terminó de ponerse de pie fue, en primer lugar, por el rol de la burocracia de la CGTP que, junto a la burguesía de Pedro Castillo, Perú Libre, Nuevo Perú de la Verónika Mendoza, etc., partieron por arriba el Comité Nacional de Lucha de las Regiones, cuestión que el PTS también calla.
Tanto encubren al stalinismo, que no solo el PTS ni menciona que a la CGTP la dirigen Patria Roja y el Partido Comunista, sino que ni siquiera dicen al pasar que fue esa burocracia a tomarse a palazos limpios el local de los trabajadores de la salud de la CONFENUTSSA para impedir que se sigan organizando junto al Comité Nacional de Lucha de las Regiones. ¡El stalinismo hizo un ataque militar a un local sindical para escarmentar al conjunto de la clase obrera y que no sigan el ejemplo de los trabajadores de la salud, y el PTS lo calla!

Ni hablar de que para el PTS todo pasaba por la “huelga general convocada por la CGTP”… de forma pacífica. Según el PTS, se podía derrotar al gobierno de Dina y al golpe sangriento comandado por EEUU, sus bases militares y los oficiales fujimoristas, sin llamar a las masas a armarse, cuando lo que estaba a la orden del día era poner en pie la milicia obrera y campesina y llamar a los soldados rasos, hijos del pueblo, a que pongan en pie sus comités y se centralicen en el Comité Nacional de Lucha de las Regiones, para poner en pie el doble poder armado para derrotar el poder de la burguesía, expulsar al imperialismo y sus bases militares, etc.
El PTS silencia la lucha por ganarse a la base del ejército, dejando intacta esa institución fundamental del estado burgués, y a las fuerzas represivas que se cobraron la vida de más de 80 explotados, demostrando ser sirvientes no solo del stalinismo, sino del estado burgués semicolonial peruano, tutelado por los yanquis.

En los combates en el Perú sublevado se vieron de frente dos políticas opuestas. La de los trotskistas, de pelear por desarrollar, fortalecer y armar los organismos de autoorganización de los obreros y campesinos pobres para poner en pie el poder de los de abajo; versus la de los renegados del trotskismo para sostener por izquierda al stalinismo, con el PTS exigiéndole a la burocracia de la CGTP que movilice a la clase obrera y otros grupos como el NMAS de Argentina viajando a Lima a entrevistarse personalmente con esos dirigentes rompehuelgas.

Todo el balance del PTS, lejos de estar al servicio de preparar un segundo embate de las masas, solo tiene el objetivo de salvar a la burocracia traidora a la que no llaman a derrotar, cuando no hay la más mínima posibilidad de retomar el combate revolucionario sin sacarse de encima a esos carneros rompehuelgas.

De esta manera se puede entender que falsifican todos los hechos de estos meses de lucha para salvar al stalinismo. Y para cerrar su balance, encima dicen que pelean por una “corriente internacional para la revolución socialista”. Pero cuando se abren procesos revolucionarios como en Perú, ponen todas sus fuerzas para sostener al stalinismo que dirige la CGTP. Traen a sus dirigentes de Bolivia y Chile a reunirse junto a políticos burgueses, como la congresista de Juntos por el Perú, Ysabel Cortez y militantes del partido pro-imperialista de la Verónika Mendoza en un conversatorio (el 15/02), donde legitimaron la política de llevar a las masas a la trampa de una Asamblea Constituyente burguesa que deje intacto al régimen fujimorista. Y también enviaron a Lima a sus diputados de Argentina para reunirse con organismos de DD.HH. de la ONU imperialista y luego darles ese informe al Congreso burgués argentino (el 22/02), en lugar de llamar a sublevar a la clase obrera de todo el continente para una lucha unificada contra el imperialismo.

Esta política del PTS es parte de todas las fuerzas que se volcaron a Perú desde los vendehumo de la “Mesa de Unidad Social” de Chile, la izquierda social-imperialista de Maastricht y grupos parlamentaristas como el NMAS de Argentina, para sostener a la burocracia stalinista de la CGTP y legitimar al maldito régimen fujimorista de los yanquis. Una puñalada por la espalda al heroico combate revolucionario de los explotados de Perú.