HAITI - 30 de marzo de 2024
El imperialismo con ocupaciones militares convirtió Haití en un protectorado tutelado por la ONU, sumergiéndola en la barbarie. Las masas hoy son llevadas a la desesperación por la inseguridad causada por las pandillas de mercenarios financiados por la burguesía…
Ahora EEUU, sus bases militares y la ONU, preparan una nueva incursión
y con ello nuevas ofensivas superiores en América Latina…
¡FUERA LA ONU DE HAITÍ!
¡NO A LA INVASIÓN YANQUI!
¡Fuera el gobierno títere del imperialismo! ¡Fuera EEUU y el FMI!
¡Hay que desarmar a las bandas paramilitares de la burguesía
y poner en pie las milicias obreras y del pueblo pobre!
¡Hay que expropiar sin pago y bajo el control de los trabajadores los bancos,
las empresas y las tierras! ¡Solo así podrán comer las masas hambrientas!
¡Hay que unir en un solo puño la lucha de “corriente y comida” de las masas cubanas junto a las masas haitianas, en el camino por la revolución socialista!
¡Contra la barbarie capitalista opongamos la revolución obrera y campesina!
De ese combate la llave para la victoria está en la lucha de clase obrera de EEUU que puede parar desde adentro a la bestia imperialista: ¡Una misma revolución en EEUU, Centroamérica y el continente!
En Haití durante los últimos años se ha profundizado aún más la crisis social, política y económica, de miseria extrema, barbarie y fascismo a la que la ha llevado el capitalismo. Ese el resultado del brutal saqueo imperialista que dejó una nación estrangulada por el FMI y a la que EEUU, bajo la cobertura de la ONU, la ha transformado en un protectorado con las continuas ocupaciones militares. Así convirtieron a Haití en la nación más empobrecida de América Latina. En pleno siglo XXI, más de la mitad de la población padrece hambruna, con registros de canibalismo y esclavitud, con el 40% de la población analfabeta y enfrentando enfermedades como el cólera (llevado por la MINUSTAH, la primera “misión” de la ONU).
Así también hay cerca de 340 mil emigrantes que son usados como mano de obra esclava por las distintas burguesías de los países vecinos pues se escapan de Haití por el hambre o por la violencia y represión de las pandillas paramilitares que, en medio de la desintegración del ejército, se han apoderado de las calles.
Estas “pandillas” que la prensa burguesa hace pasar por “bandas del crimen organizado”, en realidad son ex-policías y miembros del ejército, mercenarios que son reclutados y pagados por las distintas petroleras y otros empresarios, que representan a distintas pandillas burguesas como el golpista Guy Philippe del partido National Reconstruction Front. Entre cada pandilla burguesa se disputan sus territorios para defender sus negocios y para ver quién será el nuevo administrador del estado títere de los yanquis. Esto lo deja correr el imperialismo porque estas pandillas también están para controlar y aterrorizar con el fascismo a los explotados en los barrios obreros, llenándolos de cadáveres apilados en las calles, para que las masas hambrientas no se subleven como lo hicieran en 2018, en una lucha revolucionaria contra el imperialismo y su gobierno títere.
En estas condiciones la crisis se ha agudizado. Tras el asesinato del expresidente Moïse (el 7 de julio de 2021) asumió el cargo Ariel Henry, quien dos días antes de la muerte de Moïse, fue nombrado Primer Ministro con el respaldo del Core Group que está conformado por representantes en Haití de la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y un grupo de embajadores de Canadá, Brasil, Francia, Alemania, España, encabezados por EEUU. Sin embargo, Henry se negó a llamar a elecciones presidenciales extendiendo su mandato, lo que desató la furia de los explotados que salieron en grandes manifestaciones en distintos puntos del país que duraron 3 días con bloqueos a vías importantes con neumáticos en llamas y con enfrentamientos con la policía exigiendo su renuncia. Henry respondió con un estado de sitio y así también las bandas paramilitares de la burguesía salieron a impedir la generalización de las protestas. En estas condiciones, Henry hace semanas anunció su renuncia y que la misma se haría efectiva cuando se ponga en pie el Consejo Presidencial de Transición que lo nombraría el consejo de estado con miembros de las naciones de la Comunidad del Caribe (CARICOM), junto con el secretario de estado de EEUU, Blinken, y los empresarios oligarcas de Haití y así formar un gobierno de “unidad nacional”. Mientras continúa el estado de sitio que prohíbe las manifestaciones y la circulación por las calles a los explotados.
Es decir que, en medio del caos, el imperialismo yanqui tiene la última palabra sobre Haití pues la ha transformado en un verdadero protectorado e incluso en sus planes está invadir militarmente con sus tropas, como lo anunció Laura Richardson, la jefa del Comando Sur. Con la excusa de “paz y tranquilidad” quieren invadir nuevamente ese país, lo que ha desatado el odio del pueblo haitiano pues saben que la ONU solo lleva más miseria y hambre. Y a no dudar que ese plan del imperialismo es para preparar nuevas ofensivas superiores en todo el continente.
Las traiciones del castrismo a la lucha revolucionaria de las masas en el continente, impusieron la barbarie en Haití y la miseria en Cuba
Lo que muchos quieren ocultar, es que Haití hoy es subproducto de las traiciones del castrismo y el estalinismo a la revolución Latinoamericana y de EEUU, pues cuando más necesitaban las masas hacer una nueva Cuba socialista, como en las luchas antimperialistas de Haití, fue el castrismo el que decía que “el socialismo no va más” y como una puñalada por la espalda a las masas del continente restauraban el capitalismo en Cuba, entregándola a la miseria y al saqueo. Cuando la única salida para Haití era ser una nueva Cuba obrera y campesina, el stalinismo lo impidió y ahora Cuba va camino a ser un nuevo Haití, con un puñado de gusanos multimillonarios salidos de las entrañas del PC, que se reunieron recientemente con los gusanos de Wall Street para intercambiar negocios.
Esa es la más grande traición al proletariado, pues en el año 2018 las masas haitianas se sublevaron en una enorme lucha antimperialista, que al no poder tomarse el poder terminó con la ONU y su Misión de Apoyo a la Justicia de las Naciones Unidas en Haití (MINUJUSTH) invadiendo junto con los gobiernos bolivarianos (amigos de los Castro) de Bolivia, Argentina, Brasil que mandaron sus tropas militares “gurkas” y asesinas, que fueron a salvar al régimen burgués y abortar ese proceso revolucionario. Ya en 2019, las masas de Haití continuaban su lucha contra el gobierno del empresario Moïse, que era un delincuente que se había robado 3.800 millones de dólares del negocio del petróleo que iba desde Venezuela, mientras las masas padecían hambre. Cuando la ONU en 2019 abandona Haití, dejó varias pandillas burguesas organizadas para garantizar defender cada uno de los intereses de las pandillas imperialistas.
La lucha antimperialista de las masas haitianas fue la que anticipó el proceso revolucionario de 2019-2021, como la lucha por el hambre de las masas cubanas contra el régimen castrista. En ese combate, la clase obrera y los campesinos pobres de América Latina arrinconaron y llevaron a la crisis a los gobiernos del imperialismo en la región.
Ya los trabajadores de Latinoamérica arrastraban el lastre que le impuso esa estafa de la “Revolución Bolivariana”, que terminó con los Castro entregando Cuba al imperialismo. Con todo ese peso encima las masas sublevadas en Colombia le presentaban batalla al régimen de las bases militares. En Ecuador, el gobierno de Lenin Moreno huía de la capital Quito, que era tomada por un levantamiento de obreros y campesinos. En Chile se incendiaba Santiago y se ocupaba la Plaza de la Dignidad y La Alameda. La clase obrera también entraba al combate abierto contra Bolsonaro y su gobierno archirreaccionario en Brasil. Mientras, con el grito de “¡Ahora sí, guerra civil!”, se mandaba al basurero a los protagonistas del golpe fascista de Áñez y Camacho en Bolivia.
Como parte de este proceso veíamos a las masas cubanas levantarse en el 2021 por el hambre en contra del régimen castrista, que son los traidores que en nombre del “socialismo” sumergieron en la miseria a Cuba y, actuando como una nueva burguesía, entregaron la isla al capitalismo. Hoy el castrismo ha transformado a Cuba en una Haití. Como dijimos anteriormente, la catástrofe de Cuba, donde el capitalismo fue restaurado, la hace retroceder históricamente a las condiciones de miseria del siglo XIX que es aún peor que en la esclavitud, pues en ese modo de producción los esclavos comían. Hoy, en la barbarie capitalista, los esclavos tienen la libertad de morirse de hambre. Pero es contra todo eso que salieron las heroicas masas cubanas enfrentándose a la policía del régimen castrista.
Lamentablemente con las viejas trampas de los frentes y gobiernos de colaboración de clases sostenidos por el stalinismo, las burocracias sindicales y apoyados por los renegados del trotskismo, traicionando las luchas y dividiendo las ofensivas de masas, sometieron a los explotados a estafas de “Asambleas Constituyentes” fantoches, de desvíos electorales y de frentes con burgueses que se proclamaban “progresistas”. De esta manera, se llevó adelante la más grande traición a la clase obrera negra y de todo EEUU, que en sus movilizaciones en 2020 chocaron con las fuerzas represivas y quemaron comisarías al grito de “disolución de la policía” mientras la gran burguesía temblaba de miedo y Trump se escondía a 14 metros bajo tierra en el bunker de la Casa Blanca. Lamentablemente, los obreros norteamericanos fueron sacados de las calles y llevados a apoyar al carnicero y asesino Biden en contra del “fascista” Trump. Y esa política la generalizaron en todo el continente, llamando a apoyar a nuestros verdugos burgueses vistiéndolos de “progresivos” contra los “reaccionarios” en todo el continente ¡Miserables!
Hoy son estos gobiernos los que lograron estabilizar esas embestidas revolucionarias y profundizan los planes de hambre del FMI y saqueo imperialista, como lo hace Petro en Colombia. En Chile tiene a su estudiante ejemplar Boric, quien, sostenido en el stalinismo, aplica todos los planes de coloniaje y entrega al imperialismo, al igual que la golpista Dina Boluarte en Perú que es sostenida por la burocracia estalinista de la CGTP dirigida por Patria Roja y el PC.
Es por esto que la situación de barbarie impuesta a las masas de Haití es el subproducto de las traiciones del castrismo y el estalinismo a la revolución en todo el continente. Es esa traición del castrismo con el estrangulamiento de las revoluciones latinoamericanas en lo que se apoyó el imperialismo para largar una ofensiva recolonizadora y llevar al hundimiento histórico de las naciones en el continente, a su colonización y a estados de barbarie como Haití, como amenaza con suceder en Ecuador y ahora en la misma Argentina con Milei. Hoy vemos caravanas de inmigrantes, de los parias en Centroamérica, que cientos de ellos son haitianos, que se escapan de las condiciones miserables de barbarie y que se dirigen a las fronteras de EEUU en búsqueda de mejores condiciones y solo encuentran la cárcel y la represión.
Por estas traiciones la ofensiva imperialista en la región está llevando a estos países ya abiertamente a la barbarie y los golpes contrarrevolucionarios como en Perú o Bolivia se han puesto a la orden del día. Es el imperialismo con Biden que viene con un plan para quedarse con todas las materias primas en todo el continente y no lo hace con más “democracia”. Ya vemos de lo que es capaz comandando al sionismo y su masacre y limpieza étnica en Palestina para quedarse con las tierras y el gas. Ahora el imperialismo está habilitando Guantánamo para el “refugio” de los haitianos para que sea un campo de concentración como Gaza. ¡Muera el imperialismo!
Hay que romper con la política del estalinismo y toda la izquierda, que solo impulsan el sometimiento de la clase obrera latinoamericana a sus burguesías, regímenes y gobiernos nativos y coordinar una lucha continental para expulsar al imperialismo de América Latina. Nuestros aliados no son estos gobiernos de mentirosos y engañadores del pueblo, vestidos de “progresistas” mientras reciben instrucciones de las Embajadas norteamericanas y sus bases militares.
Hoy, ante la situación en Haití, estas organizaciones que se dicen revolucionarias como el PTS de Argentina, la LIT y toda la izquierda silencian y no explican a las masas que lo que ha llevado a la catástrofe político social es que los traidores del estalinismo entregaron Cuba y la transformaron en Haití hoy. Esa es la tragedia, fue entregada la revolución socialista y los traidores de La Habana y sus seguidores, los renegados del trotskismo, son los responsables directos. Es más, en La Habana se reunieron todos los ex trotskistas del mundo para cotejar al “ala izquierda” de la nueva burguesía del Partido Comunista Cubano. Miserables.
Esta izquierda es la que encubre las traiciones del estalinismo en todo el continente y es la que aplica su política de buscar aliados en la burguesía “progresiva” contra el “avance de la ultraderecha”.
Pero nuestros aliados no están ni en Sanders ni en Biden, socios en Wall Street de los mismos negocios que los Trump y su pandilla, sino en la clase obrera norteamericana. Ellos son nuestros mejores aliados que hoy se han puesto de pie contra el genocidio en Palestina por parte del sionismo, que es comandado por Biden.
Contra la barbarie que trae el capitalismo a Haití,
transformado en una colonia esclavizada...
¡Paso a la revolución obrera y campesina! Socialismo o barbarie
Ante la miseria y la crisis que hoy crece en Haití y en todo el continente, no se puede confiar en ningún sector de la burguesía que se monta sobre el justo odio de las masas: ¡Hay que romper con la burguesía y unir la lucha en un mismo embate latinoamericano contra el imperialismo! ¡Ninguna confianza en ese Consejo de Transición Presidencial que solo define un gobierno de “unidad nacional” que estará al servicio de los yanquis y la expoliación de Haití!
Hay que poner el pie el poder de los de abajo, el de los trabajadores y explotados: ¡Por un congreso obrero y campesino para unificar las filas obreras y poner en pie los consejos de obreros y campesinos pobres, coordinados, centralizados y armados! ¡Fuera el gobierno de Ariel Henry, títere del imperialismo! ¡Fuera la ONU, EEUU y el FMI! ¡Abajo el estado de sitio!
Hay que poner en pie las milicias obreras y del pueblo pobre: ¡Para desarmar a las bandas paramilitares de la burguesía y expropiar sin pago y bajo el control de los trabajadores los bancos, empresas y las tierras! ¡Solo así podrán comer las masas hambrientas!
¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de autoorganización de las masas armadas!
¡Paso a la unidad y a la lucha de la clase obrera del continente americano!
Después de sumergir a Haití en la barbarie, EEUU se prepara para desembarcar allí y preparar ofensivas militares superiores en Latinoamérica. Antes de que sea tarde, desde todas las organizaciones de trabajadores en el continente peleemos por: ¡FUERA LA ONU DE HAITÍ! ¡NO A LA INVASIÓN YANQUI! POR UNA SOLA LUCHA CONTINENTAL ANTIMPERIALISTA DE OBREROS Y CAMPESINOS POBRES junto a la clase obrera norteamericana, para combatir contra los gobiernos, los regímenes y sus burocracias sindicales sostenedoras, para expulsar de Haití y toda América Latina al imperialismo yanqui y sus bases militares. Pues solo en la unidad de la clase obrera se puede frenar al imperialismo que hoy viene con un plan de coloniaje sobre todo el subcontinente como lo vemos en Argentina, Ecuador o Perú.
¡Fuera el Core Group! ¡Fuera el FMI de Haití y el continente! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a las transnacionales imperialistas, sus bancos y sus tierras!
La pelea de las masas haitianas contra el hambre es la misma que la de las masas cubanas que hoy salen al grito de “corriente y comida” en contra del régimen de la nueva burguesía castrista. ¡Una sola lucha para retomar el camino de la revolución socialista en Centroamérica y todo el continente! ¡“Corriente y comida” para las masas haitianas!
El único aliado decisivo para las masas haitianas y latinoamericanas, que puede parar la maquinaria de guerra con una huelga general para golpear en el corazón de la bestia imperialista y frenar su ofensiva de colonización en la región, es el poderoso proletariado norteamericano. Con su fortaleza podemos profundizar la lucha revolucionaria en todo el continente para poder frenar al imperialismo que solo trae barbarie para los explotados.
Juan Sánchez y Milenka López
por el Comité Redactor de “El Organizador Obrero Internacional”
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El secretario de Estado de EEUU Antony Blinken, el primer ministro haitiano, Ariel Henry (izq) y el secretario de Asuntos Exteriores de Kenia, Alfred Nganga (der), en una reunión sobre seguridad en Haití en Nueva York, el 22 de septiembre de 2023
Haití ocupada por las tropas de la ONU (MINUSTAH)
Masas cubanas se movilizan al grito de “corriente y comida”
Sublevación antiimperialista de masas en Haití en 2018
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