Presentación - 27 de diciembre de 2024
La segunda revolución siria es la mejor aliada de la resistencia palestina martirizada por el sionismo
Tras la caída de Al Assad, el Estado de Israel invade Siria como garantía última para que las masas se desarmen ante el gobierno de HTS, y si este fracasa aplastar a los explotados
Publicamos en esta edición de “El Organizador Obrero Internacional” N° 46 las declaraciones, notas y corresponsalías que nuestra corriente ha elaborado sobre la segunda revolución siria que se ha puesto de pie.
En una acción revolucionaria independiente, las masas llegaron a Damasco y derrocaron al gobierno fascista de Al Assad, dejando en grave crisis al régimen del protectorado de los yanquis, Rusia, Turquía y las cobardes burguesías árabes (de Irán y el Líbano) que ocuparon y partieron Siria.
El lector podrá ver que nuestras declaraciones no solo dan cuenta del inicio de la segunda revolución siria momento a momento, sino también de la situación actual.
Hoy, mientras los trabajadores y oprimidos siguen velando a sus muertos, buscando a sus familiares desaparecidos y ajusticiando a funcionarios y generales assadistas que asesinaron y torturaron al pueblo sirio, la burguesía conspira para poner en pie un “gobierno de transición” entre HTS y los políticos de Al Assad que desarme a las masas para poner en pie una casta de oficiales de un ejército único. Es decir, buscan reconstituir el estado burgués que es la banda de hombres armados que cuidan la propiedad privada.
Parte de este plan es la amnistía que el nuevo gobierno dictó para todos los soldados y oficiales del ejército de Al Assad, donde se los absuelve por todos sus crímenes de guerra si entregan sus armas y se integran al nuevo ejército del nuevo estado sirio que buscan reconstituir.
A su vez, el sionismo bombardea Siria, luego de que Al Assad en su huida le pasara las coordenadas de los arsenales y depósitos de armas pesadas, de la aviación y la marina para que sean destruidos, impidiendo que caigan a manos de las masas. De esta manera, Al Assad se retiró de Siria haciendo lo que siempre hizo ahí: resguardar las fronteras del sionismo.
Justamente porque ya no está este perro guardián para mantener estas fronteras a salvo de las masas sirias es que el sionismo tiene que entrar directamente, por lo que ya ha invadido y ocupado territorio de Siria, tomando localidades de las provincias de Quneitra y Daraa chocando allí contra el pueblo sirio sublevado. Esto sucede luego de que Irán se retirara casi sin disparar un tiro y se rindiera ante los yanquis, y de que Hezbollah firmara un armisticio con el Estado de Israel, entregando al ejército fascista de Beirut de la burguesía maronita el control de la frontera del Líbano, en momentos en que las masas palestinas y libanesas del sur de ese país estaban derrotando a las tropas invasoras del sionismo.
Así, mientras HTS engaña e intenta poner en pie un “gobierno de transición” con ministros y funcionarios assadistas, el sionismo se suma a la mesa de las potencias que invaden y parten Siria, para ser la última garantía de que las masas sean desarmadas o bien, aplastadas. Actúan como una verdadera “pistola en la sien” de las masas para llevarlas a que acepten este plan de la burguesía. Asimismo, invadiendo Siria, este gendarme del imperialismo busca afianzarse nuevamente como el gran garante contrarrevolucionario del imperialismo de las rutas del petróleo.
La mesa de HTS y Turquía, el sionismo y los yanquis que comanda a la burguesía kurda en el norte de Siria, son hoy el verdadero régimen de protectorado que gobierna Siria contra las masas que derrocaron a Al Assad.
Las cobardes burguesías árabes ya acordaron sus pactos con el imperialismo, por más roces casuales que tal o cual tengan con este. Sean chiitas como Irán o Hezbollah, o sunnitas como HTS, Turquía, Qatar, etc., todos han pactado ser agentes del desarme de las masas sirias y la derrota de su revolución, así como del cerco a Gaza, intentando rendir a la heroica resistencia palestina. Ni hablar de la OLP que se encuentra asesinando a la resistencia palestina de Cisjordania como en el campo de Jenin.
Putin demostró ser el gendarme de los negocios del imperialismo en Eurasia y en Medio Oriente y de forma particular en Siria, donde hasta ayer mismo jugó el mismo rol que el sionismo.
En Irán vimos que desde hace años los trabajadores y el pueblo vinieron dando enormes luchas contra la teocracia asesina, que respondió con represión, asesinatos, encarcelamientos masivos y ejecuciones con juicios sumarios y condenas a muerte. No son las masas iraníes las que se rindieron ante el imperialismo sino los lacayos de los clérigos chiitas.
Como ya dijimos, la burguesía multimillonaria de Hezbollah es la que pactó con el sionismo cercar a Gaza mientras las masas del sur del Líbano combatían y le propinaban derrotas a las tropas invasoras israelíes.
Sobre estas fuerzas contrarrevolucionarias se había apoyado Al Assad para ahogar en sangre la revolución siria de 2011, masacrar a las masas durante años y custodiar las fronteras del Golán al sionismo, al cual nunca le dispararon un solo tiro.
Mientras tanto, la burguesía kurda de las Fuerzas Democráticas de Siria, que había pactado con Al Assad, hoy llama a entrar a un gobierno y ejército único de toda Siria. Así se coloca como representante directo de los yanquis (tal como hicieron en Irak), entregando al pueblo kurdo para que sea desarmado y aplastado.
Tal como plantea la teoría-programa de la Revolución Permanente del trotskismo, las burguesías nacionales son incapaces de llevar hasta el final la lucha contra el imperialismo, del cual son socias menores y pactan con este para que las masas sean aplastadas. Es que saben bien que la lucha revolucionaria de la clase obrera y los explotados hace peligrar su propiedad y el triunfo de las masas también sería la tumba de las burguesías nativas.
Pero la lucha de clases no da sosiego. El motor de ella es que las masas no soportan más las penurias inauditas y a los regímenes lacayos del imperialismo que les impiden conquistar el pan, la tierra y la independencia nacional.
No estamos ante “guerras de ejércitos” ni “juegos de geoestrategia”, como le gusta plantear a la izquierda reformista internacional, sino ante la lucha de clases.
En Siria se trata de una revolución por el pan. Los trabajadores y explotados abrieron los frentes de lucha y llegaron a Damasco y derrocaron a Al Assad, a pesar y en contra de HTS, como demostramos en las distintas declaraciones publicadas en esta edición de “El Organizador Obrero Internacional”.
Del mismo modo, la que combate en Gaza y Cisjordania no es la burguesía palestina vendida al sionismo por dos monedas, sino las masas en una heroica resistencia con los métodos de la guerra civil de clases.
Ahora los trabajadores y explotados egipcios volvieron a ganar las calles de El Cairo retomando el camino del 2011 al grito de “El pueblo quiere la caída del régimen”.
Un marxista que no distingue a su clase, especialmente ante los agudos procesos de guerra, revolución y contrarrevolución, no es marxista sino un vil traidor.
En Siria, Palestina y todo Medio Oriente se enfrentan dos trincheras:
De un lado, el stalinismo sometido a las burguesías árabes, agentes del imperialismo…
Del otro, el trotskismo luchando por el triunfo de la revolución siria y la resistencia palestina
En el medio, un río de sangre
Presentamos entonces este Organizador Obrero Internacional que da cuenta que en Medio Oriente nuevamente se vuelven a enfrentar dos teorías y dos programas, que marcan claramente dos trincheras en la lucha de clases.
De un lado, los stalinistas y los renegados del trotskismo que están a los pies de las burguesías nacionales, lacayas del imperialismo y agentes contrarrevolucionarios que masacran y entregan a sus propios pueblos.
Del otro, los trotskistas junto a las masas revolucionarias sirias y la heroica resistencia palestina combatiendo con los métodos de la revolución proletaria, planteando un programa para la victoria.
Nosotros llamamos a desconocer al gobierno ilegítimo de HTS y los políticos assadistas -que nadie reconoce y nadie votó- para que la burguesía y el imperialismo no expropien esta revolución que protagonizan las masas. Llamamos a poner en pie los consejos de obreros, campesinos pobres y milicianos armados que se coordinen a nivel local, regional y nacional, y que sean estos organismos los que se hagan del poder contra ese gobierno fantoche que viene a desarmar a las masas y da amnistía a los criminales de guerra.
¡Las armas no se entregan! ¡Por tribunales obreros y populares que hagan justicia con los genocidas asesinos del pueblo sirio! ¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero, campesino y de milicianos armados!
Del otro lado, las corrientes reformistas, que hablan del socialismo “los días de fiesta” o “para el futuro”, se niegan a luchar en la Siria revolucionaria por poner en pie los organismos de doble poder de las masas para que su revolución triunfe.
Algunas de estas corrientes les han dado condolencias a los colonos sionistas el 7 de octubre del año pasado y condenaron la acción de autodefensa de la resistencia palestina ante el avance de la ocupación fascista, negándose a reconocerle el derecho a una nación ocupada, como Palestina, a defenderse y expulsar al invasor.
Hoy, estas corrientes marchan junto a la quinta columna de la OLP que ayer sostuvo a Al Assad y hoy le dispara por la espalda a la resistencia palestina en Jenin cuando esta busca enfrentar al sionismo junto a sus hermanos de Gaza. Ellos buscan dividir al pueblo palestino de las masas sirias sublevadas, mientras nosotros, por el contrario, estamos firmes junto a la resistencia palestina que ha abrazado la revolución siria, y levantamos bien en alto juntas las banderas de las masas sirias sublevadas y de la Palestina libre del río al mar.
Ayer, todos buscaron hacer pasar a las masas sirias como “terroristas” ante el proletariado mundial, y a Al Assad y Putin como “antiimperialistas”, cuando estos hicieron el “trabajo sucio” a cuenta de todas las potencias imperialistas de ahogar en sangre a las masas sirias sublevadas a partir de 2011. Esto sale a la luz no solo por la brutal masacre de 600.000 muertos, ciudades devastadas y millones de refugiados, sino por los centenares de miles de presos políticos que eran torturados hasta la muerte en las cárceles-tumba de Al Assad y Putin y enterrados en fosas comunes que se descubren hoy.
Estas mismas corrientes hoy afirman que el sionismo invade Siria porque ya no está Al Assad para detenerlos, cuando es exactamente al revés. Justamente, el sionismo invade porque las masas derribaron al gobierno del perro Bashar que las aplastaba y custodiaba la frontera con el estado fascista y genocida de Israel. El sionismo hoy puede atacar porque ha recobrado el poder de fuego que no tenía en el 2011, gracias a que Al Assad, Putin y los ayatollahs iraníes masacraron la primera revolución siria. Como dijimos, el propio Al Assad, antes de huir como rata de Damasco ante la sublevación de masas, le pasó al sionismo las coordenadas de los arsenales de armas pesadas para que este los bombardeara y no cayeran a manos de los explotados revolucionarios.
Las trincheras están claras. Hay dos teorías y dos programas que se enfrentan: el del trotskismo peleando por el triunfo de la revolución socialista, y el del stalinismo y sus sirvientes de los ex trotskistas, sometidos a las burguesías árabes lacayas y agentes contrarrevolucionarias del imperialismo... En el medio, un río de sangre.
Abu Ali y Abu Muhajer por el Comité Redactor del periódico
"La Verdad de los Oprimidos" de Siria y Medio Oriente |
|
Miles de muertos en fosas comunes de Al Assad
Redada de la policia de la OLP en Jenin
Las masas festejan la caída de Al Assad en Siria
Celebración en Damasco por la caída de Assad
Alepo: Manifestación por la libertad de los presos que mantiene el HTS
Fosas comunes del fascista Al Assad
|