Perú - 20 de julio de 2024
Las masas obreras y campesinas presentan batalla en Lima y el Perú profundo contra el redoblado ataque del gobierno de Boluarte, comandado por el imperialismo yanqui
¡Fuera Dina asesina y el Congreso golpista!
¡Fuera los yanquis, sus bases y tropas militares!
¡Hay que retomar la insurgencia revolucionaria del Perú obrero y campesino!
Congreso Nacional de delegados obreros,
estudiantes y campesinos pobres
¡Por la Huelga General Revolucionaria para que se vayan todos!
Las masas de Perú vienen resistiendo la ofensiva del gobierno de la asesina Dina Boluarte y el Congreso, a cuenta del imperialismo yanqui, que imponen hambre y miseria con el aumento del costo de vida y los despidos.
El gobierno aplica los dictados del imperialismo yanqui, que comandó el golpe sangriento en Perú para quedarse con el litio y renovar los contratos ley en la minería. Así, está dando curso a los inicios de explotación de minas como Tía María (de la estadounidense Southern Copper Corporation) y Conga (de la norteamericana Newmont), que no tienen autorización ambiental, a la vez que buscan con el respaldo del Congreso la entrega de contratos mineros y de hidrocarburos por un valor de 54 mil millones de dólares durante 30 años de brutal expoliación, a costa de que los pobladores y campesinos se queden sin agua y con los ríos contaminados.
Encima, el genocida Fujimori se pasea en libertad y desde el Congreso antiobrero sacan leyes que dejan impunes a los asesinos de las masacres como en la Cantuta o las esterilizaciones forzosas durante su gobierno. No hay un solo preso por los más de 80 hermanos asesinados por pelear contra el golpe de Boluarte, mientras hay decenas de presos políticos y procesados por enfrentar esta dictadura.
La clase obrera y los explotados presentan batalla
Las masas enfrentan esta arremetida con paros como en la provincia de Cotabambas (Apurímac) contra la minera Las Bambas. También en las regiones se lucha al grito de “¡El agua no se vende, se defiende!”, contra los intentos de privatización y hubo combates contra las mineras en Arequipa contra el proyecto Tía María y en Piura, Cusco, Junín y también en Puno, donde Boluarte ha vuelto a imponer el “estado de emergencia”, militarizando la provincia de San Román, incluida la ciudad de Juliaca.
Esta es la respuesta de este gobierno asesino en momentos en que la “Organización Nacional de familiares de los asesinados y víctimas de la masacre 2022- 2023”, de la que son parte los familiares de la masacre de Juliaca, están convocando a un “Paro y marcha nacional” el 27, 28 y 29 de julio para marchar a Lima contra el gobierno.
La burocracia de la CGTP y partidos del régimen fujimorista intentan montarse sobre el odio de los explotados para impedir que retomen el camino de la insurgencia revolucionaria
Mientras las masas obreras y campesinas presentan batalla, los burócratas sindicales de la CGTP y sectores de la burguesía cobarde de Pedro Castillo (que se rindió ante el régimen pro-imperialista y se entregó a la justicia patronal pro-yanqui) y partidos del régimen fujimorista como Nuevo Perú de Verónika Mendoza, buscan impedir que se coordinen las distintas luchas que recorren el país para retomar la insurgencia revolucionaria.
Para intentar contener el odio de las masas contra Boluarte, la burocracia de la CGTP, en manos del PC y Patria Roja, se vio obligada a convocar un “Paro Nacional” el 19 de julio, cuando durante todos estos meses estuvieron en mesas de negociación con el gobierno.
A pesar de que la dirección de la CGTP intentó realizar un “paro” y una movilización meramente testimonial y controlada, sectores de la clase obrera y explotados marcharon en el centro de Lima haciendo sentir su justo reclamo en defensa de sus fuentes de trabajo y de salarios dignos, como sucedió con trabajadores del sector público, de la salud, el magisterio, estudiantes de la universidad de San Marcos que marcharon con las banderas Palestinas, al grito de ¡Fuera Dina! ¡Cierren el congreso!
En esta movilización marchó el partido de la burguesa Verónika Mendoza, que durante años sostuvo al régimen fujimorista e incluso votó y apoyó el ingreso de marines y bases militares yanquis a Perú en 2015. Ahora hace sus discursos de “insurgencia” y que la población “desobedezca al gobierno”, cuando ella misma le dio personalmente su apoyo a Dina y sus parlamentarios votaron a favor del golpe en el Congreso.
Incluso en la marcha se hizo presente el ex-presidente Vizcarra y sectores de la burguesía de Castillo.
Todos ellos junto a la burocracia de la CGTP buscan impedir que se retome el camino de la insurgencia revolucionaria, pregonando trampas como el “adelanto de elecciones” o la estafa de una “Asamblea Constituyente” en los marcos del régimen fujimorista y con la dictadura en el poder.
Son unos sinvergüenzas que buscan garantizar una “salida ordenada” de Boluarte y que quede intacto el conjunto del régimen de la Constitución del ‘93 para que no caigan a manos de las masas, pues ¿cómo se podría hacer una Constituyente democrática sin llamar a tirar con la lucha revolucionaria de la insurgencia a Dina Boluarte y sin romper con el FMI y los pactos de sometimiento de la nación al saqueo imperialista? ¿Sin desarmar a la casta de oficiales de las FFAA, sin disolver a la policía y sin expulsar a las bases militares yanquis? ¿Sin el armamento del pueblo, sin milicias obreras y campesinas y sin comités de soldados rasos que desacaten a la oficialidad fujimorista, para que nunca más asesinen a uno de nuestros hermanos? ¿Sin tocar la propiedad de los grandes latifundistas y empresas agroexportadoras para darle la tierra al campesino?
Los trotskistas peleamos por un Perú obrero y campesino socialista, basado en consejos de obreros y campesinos armados, que sería la república más democrática porque agruparía a la amplísima mayoría de la nación contra una minoría de capitalistas hambreadores y asesinos del pueblo. Afirmamos que solo llevando al triunfo la insurgencia revolucionaria de la clase obrera, los campesinos pobres y las masas, sin entregadores de su lucha, se podrá conquistar una Asamblea Constituyente realmente libre y soberana, sobre los escombros del régimen fujimorista y expulsando al imperialismo yanqui, sus bases militares y marines de Perú.
Todo lo demás es una burda trampa que montan estas direcciones para seguir sometiendo a las masas al régimen y garantizando que Dina se quede. Hay que decir la verdad: si hoy Boluarte, con sus secuaces golpistas del Congreso, tienen las manos libres para redoblar su ofensiva contra los explotados es gracias a la burocracia de la CGTP y todos los sectores burgueses que hoy hablan de “insurgencia”, cuando son ellos los que entregaron el combate de masas y sostuvieron al gobierno golpista.
Por eso, para lograr las demandas de salario digno, mejores condiciones de trabajo, contra la desocupación, contra los proyectos mineros de las empresas imperialistas yanquis, hay que retomar el camino de 2022 y 2023 para tirar abajo a la Dina. Para eso hay que saldar cuentas con los traidores de la dirección de la CGTP que día a día entregan y dividen nuestra lucha contra el gobierno.
Por un Congreso Nacional de delegados obreros, estudiantes y campesinos pobres
¡Paso a la alianza obrera y campesina!
¡Hay que volver a forjar la unidad de los explotados de Lima y todo el Perú profundo! ¡QUE VUELVAN A PONERSE DE PIE LOS COMITÉS DE COORDINACIÓN DE OBREROS Y CAMPESINOS!
¡Fuera los burócratas traidores stalinistas! ¡Hay que recuperar la CGTP para la base obrera y ponerla al servicio de la lucha los trabajadores y oprimidos de Perú!
Desde todos los sectores en lucha y la “Organización Nacional de familiares de los asesinados y víctimas de la masacre 2022- 2023” llamemos a conquistar este Congreso Nacional para reabrir el camino a la HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA para que se vayan todos y derrotar al gobierno de la Dina y el Congreso golpista del imperialismo yanqui.
Los obreros y campesinos pobres definiremos qué hacer con nuestros minerales como el litio, para proteger el agua y todas las riquezas de Perú. ¡Que se vaya el imperialismo! ¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda la minería, los bancos y todos los recursos naturales! ¡La tierra para el campesino pobre! ¡Abajo los contratos ley con las transnacionales! ¡Fuera el FMI! Allí está la plata para financiar todas nuestras demandas.
¡Por tribunales obreros y populares, encabezados por los familiares y heridos, para juzgar y castigar a los asesinos del pueblo! ¡Cárcel al genocida Fujimori! ¡Libertad a todos los presos por luchar! ¡Desprocesamiento de todos los luchadores perseguidos!
¡Disolución de la casta de oficiales de sirvientes del ejército! ¡Disolución de las fuerzas represivas! ¡Hay que poner en pie los Comités de soldados rasos para desarmar a los oficiales asesinos de las FFAA!
¡Paso al poder de los de abajo! Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de autodeterminación de las masas armadas.
El imperialismo viene por todo como demostró con el golpe en Perú, con su actual ofensiva en Argentina y el brutal genocidio del sionismo en Gaza. ¡Paso a la unidad antiimperialista de los explotados del continente con los trabajadores y la juventud de EEUU que ya combaten en el corazón de la bestia imperialista! ¡De pie junto a las masas palestinas! ¡Yanquis go home!
¡Perú será socialista o colonia de Wall Street!
Liga Socialista de los Trabajadores Internacionalistas (LSTI) de Perú, integrante de la FLTI
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