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29/6/2016

BONO CONTRIBUCIÓN DEL COMITÉ POR LA REFUNDACIÓN
DE LA IV INTERNACIONAL / FLTI

Aporte y organícese junto a los que luchamos por la revolución obrera socialista internacional

¡Basta de izquierda reformista que somete a la clase obrera a sus verdugos!
¡Paso al internacionalismo militante! ¡Paso a la IV Internacional!

 
Compañero, compañera:

Hoy pedimos su aporte económico para los socialistas revolucionarios que peleamos por la refundación de la IV Internacional. Lo llamamos a que colabore y luche junto a nosotros.

Estamos organizando y reagrupando las filas internacionalistas en la clase obrera mundial. Hemos luchado y seguimos combatiendo en la revolución siria, donde tenemos el orgullo de ser parte de la resistencia y de miles de jóvenes, obreros y campesinos pobres que no se resignan, en una Siria martirizada por el perro Bashar y Putin y saqueada por el imperialismo.
A usted le pedimos que colabore para poder sostener a la resistencia, que en la guerra civil y enfrentando un genocidio, ha dejado a más de 600.000 muertos y millones de refugiados en el mundo.
Queremos que aporte a los socialistas revolucionarios que combatimos por una Siria obrera y campesina. A los que combatimos por la liberación de la nación palestina contra el estado sionista de Israel y por una sola y única intifada, de Túnez a Jerusalén. A los que luchamos por que la revolución que comenzó en 2011 en todo el Magreb y Medio Oriente no sea derrotada...
Le pedimos que colabore con los socialistas revolucionarios, que desde el Magreb y Medio Oriente, seguimos la ruta de los refugiados, que mueren en el Mediterráneo y que son alojados en verdaderos campos de concentración en el infame Maastricht imperialista. Con ellos en Grecia, desde Idomeni, desde Atenas, desde Tesalónica, luchamos por levantar las fronteras, por que se les den todos los derechos y trabajo y vivienda digna a los refugiados. Ellos son los que huyen de las guerras de masacres y saqueos del imperialismo yanqui y demás potencias imperialistas europeas. Ellos son "acreedores" de la Europa imperialista. ¡Todos somos refugiados!

Desde nuestros periódicos y boletines lo mantenemos a usted al día de estos heroicos combates revolucionarios del Siglo XXI, y de la enorme solidaridad de los trabajadores y los pueblos oprimidos con las martirizadas masas de Medio Oriente. Por ello, compañero, compañera, que juntos hicimos de esta lucha una causa común, hoy le pedimos que colabore financieramente para que podamos profundizar este camino, para unir la heroica lucha revolucionaria de los pueblos oprimidos con los trabajadores de los países centrales.

Compañero, compañera, lo invitamos a que colabore y luche con los trotskistas, que hemos peleado en Francia, en la Plaza de la República, junto a millones de explotados que hoy entran al combate en un nuevo Mayo Francés, para que se ponga de pie nuevamente en la historia la lucha por La Comuna de París, el primer poder obrero de la historia, que en 1871 demostró que la clase obrera podía tomar el poder por asalto.

La izquierda reformista, los renegados del trotskismo, y ni hablar del stalinismo -los Caínes entregadores de la revolución proletaria- envenenan la consciencia de los explotados mintiéndoles sobre que se puede mejorar el nivel de vida de las masas si perdura este podrido sistema capitalista, que ya hace rato demostró que necesita perecer en la historia para que los trabajadores -e inclusive la civilización humana- vivan. Si no salimos de nuestra postración y nuestra miseria es porque no tomamos el poder, o bien porque nos entregaron el que habíamos conquistado.
Charlatanes y embaucadores de las masas, agentes pagos del capital, trepadores parlamentaristas y burócratas sindicales le quieren hacer creer a las masas que presionando a la burguesía, sus estados, su gobierno, se puede estar mejor. ¡Mentira! El capital en bancarrota solo depara guerras, ataques a las conquistas de los explotados, aumentos de la jornada de trabajo, desocupación crónica. Un 1% de parásitos se apropia de la mayoría de las riquezas creadas por el trabajo humano. Los trotskistas afirmamos que las condiciones objetivas para la revolución socialista no solo están maduras, sino que comienzan a pudrirse un poco por la tardanza del triunfo de la revolución proletaria a causa de la dirección traidora que la clase obrera tiene a su frente.

El reformismo sin reformas, los lacayos del capital, las burocracias sindicales y los partidos socialimperialistas se han cansado de embaucar a las masas diciendo que, como éstas "son atrasadas", no pueden avanzar a la revolución socialista. Mentira. Son ellos los que deshacen todo lo que éstas hacen en la lucha, los que traicionan sus combates, los que las someten a la burguesía. Y cuando no, son ellos directamente los verdugos de las masas o los que sostienen los sables de los que las ejecutan, como en el Donbass (Ucrania), como en Siria con Al Assad, como en Sudáfrica con el stalinismo degollando a mineros que combaten por salario...

El Mayo Francés y los combates de París, vuelven a plantear la lucha revolucionaria por La Comuna y por la revolución socialista.
En Ucrania el grito de los obreros mineros sublevados en el Donbass fue "¡Que vuelva la URSS!" para conquistar el pan y terminar con el hambre y el saqueo de todos los pueblos oprimidos del este europeo. Mientras tanto los Partidos Comunistas de toda Europa, sosteniendo a Putin, le dispararon por la espalda a la revolución obrera en Ucrania e impidieron que esa lucha revolucionaria llegue a Kiev y que se ponga de pie una Ucrania obrera, soviética y socialista.

En EEUU se combate por un salario de 15 dólares la hora. Ese combate lleva a la lucha por expropiar a ese 1% de parásitos de Wall Street que en su bancarrota empuja a la barbarie a la civilización humana, y que en particular condenó a la miseria y a la desocupación crónica a la clase obrera norteamericana, la gran aliada de los pueblos oprimidos y de la clase obrera mundial.
La imperiosa necesidad de expropiar a ese 1% de la oligarquía financiera es y será una tarea fundamental de la clase obrera norteamericana, sostenida en la lucha de todos los explotados del mundo. Por el contrario, para el reformismo, el socialismo demostró ser "una utopía" para ser proclamado en los "días de fiesta", mientras sostiene al capitalismo todos los días. Estamos ante un reformismo sin reformas y ante un sistema que ya ni siquiera puede darle de comer a sus esclavos y solo merece morir.

En el siglo XX, la clase obrera le expropió un tercio de la economía mundial al sistema capitalista. La burocracia stalinista, en el '89, entregó esas enormes conquistas. Las últimas, son la enorme entrega y puñalada por la espalda de las revoluciones obreras y campesinas de Cuba y Vietnam.
Ellos, los que entregaron el socialismo, los Castro, los Deng Xiao Ping, los que entregaron y martirizaron a millones de obreros chinos o se vuelven sicarios del imperialismo como Putin en Rusia, nos quieren hacer creer a los obreros del mundo que la lucha por la revolución socialista fue un equívoco de la historia. Aquí, el único equívoco fue la emergencia de una lacra parasitaria burocrática que en los estados obreros y los sindicatos en todo el mundo fue comprada por el capital para que éste mantenga el dominio de la economía mundial.

Le pedimos hoy, compañero, compañera, que aporte y luche con nosotros, con los trotskistas, que afirmamos que lo que hubo en el siglo XX fueron enormes convulsiones históricas, dos guerras interimperialistas, heroicas revoluciones proletarias y también enormes traiciones. La clase obrera vivió una gran oleada revolucionaria en el siglo pasado, que obligó, inclusive, a que las direcciones reformistas tuvieran que ir a donde nunca quisieron llegar, a la toma del poder (como lo vimos en China, Cuba, Vietnam...). Una oleada fallida, puesto que éstas terminaron fortaleciendo al stalinismo, el más grande enterrador de la revolución proletaria, que impidió que estas ondas expansivas lleven a la victoria la revolución en los países centrales.
En el siglo XXI, la civilización entera está en zona de catástrofe. Un crac mundial golpea, tal cual tsunami desde el 2008, hundiendo a zonas enteras del planeta. De Wall Street a Pekin, el capital sale del proceso productivo y va a la especulación y a la industria militar. El botín se lo reparten las potencias imperialistas, como vemos en Magreb y Medio Oriente, con invasiones militares, o bien sosteniendo a gobiernos contrarrevolucionarios, dictatoriales y bonapartistas en todo el mundo semicolonial.

Si la clase obrera no quiere perecer en nuevas guerras o bajo el fascismo, debe combatir como lo hizo en el siglo XX, y como ya lo está haciendo. Deberá volver a intentarlo, como ya lo intenta de Túnez a Jerusalén, en el Mayo Francés y en miles de combates revolucionarios que sacuden al planeta. Está planteado que la clase obrera y sus aliados tomen el poder. De lo contrario, perecerá la civilización humana entera.
Esta vez, debemos aprender que los procesos revolucionarios triunfantes en la periferia sólo pueden asentar sus victorias si la clase obrera toma el poder en el corazón de las potencias imperialistas, donde está lo más avanzado de la tecnología y la productividad del trabajo. Esta lección la han aprendido muy bien la burguesía y sus agentes pagos.
Hay que tomar el poder en los países centrales. Esta tarea aun está pendiente. Hasta allí aún no hemos llegado porque nos traicionaron. El stalinismo lo impidió una y mil veces. En los años '30, a la salida de la segunda guerra mundial, en el '68/'74 nos impidió la victoria revolucionaria en Alemania, en Japón, en Grecia, en Francia, en Italia, en Portugal y sostuvo a los piratas imperialistas yanquis durante décadas, sobre todo luego de su derrota en Vietnam.
Los socialistas revolucionarios afirmamos que los padecimientos actuales son porque perdimos el poder donde lo conquistamos y porque no lo tomamos hoy, luego de enormes levantamientos revolucionarios en este Siglo XXI.

La clase obrera no tiene la dirección que se merece. Debe recuperar las condiciones de la victoria. Este sistema merece perecer. Si hasta ahora ha sobrevivido, no ha sido por su fortaleza intrínseca, sino porque ha comprado a las direcciones traidoras de las masas para que lo sostengan.
Nuestro grito de guerra de Estados Unidos Socialista es un llamamiento a los explotados del mundo a derrotar el corazón de la bestia imperialista que comanda a los que destruyen al planeta y la civilización, que está en Wall Street. De no ser así, lo que vendrá no es "más democracia" sobre el planeta -como proclaman los reformistas- sino más fascismo y más guerra.

Compañero, compañera, le pedimos que aporte y luche junto a los socialistas internacionalistas que no nos hemos adaptado ni capitulado ante esos farsantes, que en nombre del socialismo lo entregan todos los días para engañar a los trabajadores y darle sobrevida al capitalismo putrefacto.

A nosotros nos sostiene, en nuestra militancia y nuestro combate, los trabajadores, la juventud rebelde y las masas revolucionarias. No repartimos "planes sociales", ni nos sostienen los pesos por votos, ni las dietas por cargos parlamentarios, ni mucho menos las rentas de los burócratas de los sindicatos. No lo hacen ni lo podrán hacer porque luchamos por la revolución socialista y por la destrucción de este podrido sistema capitalista.

Compañero, compañera, luche con nosotros. En América Latina, en los últimos años, hemos sufrido las peores de las traiciones, entregas y engaños. La farsa de la "revolución bolivariana" ha demostrado no ser más que un rodeo para expropiar los procesos revolucionarios que sacudieron al subcontinente desde el 2000/2001. Los Chávez, los Morales y los Castro prometían el "socialismo del siglo XXI". Los Lula y los Kirchner aplaudían. Lo que nos dejaron no es ni el socialismo, ni la dignidad, ni conquistas para los trabajadores, sino hambre, miseria y entrega de nuestros países al imperialismo.
En La Habana colocaron la bandera yanqui. Matan y reprimen al pueblo hambriento en Venezuela. Reducen el salario de los mineros y despiden a mansalva a obreros fabriles en Bolivia. En Argentina cobraron impuestos y hundieron el salario obrero, mientras dejaron a miles de procesados y obreros condenados a cadena perpetua.
Las boliburguesías en Brasil, como las pandillas ligadas directamente al imperialismo, no solo mataron de hambre al pueblo, sino también se robaron todos los fondos del estado. Ahora, quieren atar la suerte de los trabajadores a los pies de las distintas pandillas capitalistas.

Luche con nosotros, contra la estafa del "socialismo del siglo XXI", de los que sostienen a los más grandes explotadores del planeta, a los mandarines chinos, que a cuenta de las transnacionales imperialistas esclavizan a la clase obrera del Pacífico en verdaderas fábricas-cárceles a cielo abierto.
Estos estafadores políticos agrupados en el Foro Social Mundial han sostenido a Obama, a la cara "bonachona" del más sanguinario de los jefes del imperialismo mundial, que ha mandado a sus sicarios -el sionismo, Putin, Al Assad, los Ayatollahs iraníes, Arabia Saudita- a cometer las peores de las masacres contra las revoluciones del Magreb y Medio Oriente.

Luego de tantos combates y de tantas traiciones, de tantas promesas de victorias y jalones de derrotas, cada vez está quedando más claro que estamos entrando en una época de "contrarreformismo". Ni limosnas puede entregar ya este podrido sistema capitalista mundial. Sólo entrega nuevos sicarios y compra nuevas direcciones traidoras para estrangular los procesos revolucionarios.
Ahí está Syriza en Grecia y Podemos en España, la izquierda de la Troika y de los borbones, es decir, la izquierda del Maastricht imperialista... todos sostenidos por los renegados del trotskismo que los pintan como "progresistas", como "nueva izquierda equivocada" y no como agentes pagos del gran capital que actúan como verdadera policía interna dentro del movimiento obrero.

Contra todos ellos, en su espontaneidad y grandes combates revolucionarios, las masas han puesto jalones de socialismo. "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", fue el grito de guerra de Argentina, Grecia y México. Hoy en las calles de París se grita "¡Somos todos vándalos... Todos rompemos todo... Paso a La Comuna! Las masas levantaron las consignas de "¡Expropiar al 1%!" o "¡Nuestros sueños no caben en vuestras urnas!", "'Todos somos refugiados!", "¡Por un salario de 15 dólares la hora, que lo paguen los millonarios de Washington y Nueva York!"
La clase obrera en sus combates ha tendido a unificar sus luchas. Así la clase obrera europea ha adoptado a decenas de miles de refugiados del Magreb y Medio Oriente. Los familiares de los 43 normalistas desaparecidos de México recorrieron de Alaska a Tierra del fuego y el mundo entero buscando la solidaridad con sus hijos.
Una Red Internacional de solidaridad y lucha por la libertad de todos los presos políticos del mundo se ha puesto en pie. Desde las cárceles griegas, la juventud rebelde llama a un combate común internacionalista a todos los explotados del mundo, como así también se solidarizan con la resistencia siria. Se combate por la libertad de los más de 7000 presos palestinos en una misma lucha por impedir la condena a cadena perpetua a los obreros petroleros de Las Heras, Argentina.
Compañero, compañera, le pedimos que colabore y aporte para la FLTI, para el Colectivo por la Refundación de la IV Internacional, que tomamos esta lucha como propia. Porque el movimiento obrero, o recupera el internacionalismo militante de sus combates o el futuro será el fascismo y la guerra.
Hoy más que nunca la clase obrera europea necesita coordinar y centralizar un solo combate para parar a la bestia imperialista de Maastricht y al FMI que ha largado un brutal ataque a los obreros desde Portugal a las estepas rusas.

En el pacto del Pacifico, el imperialismo avanza en imponer condiciones de esclavitud y saqueo un millón de veces superiores. Inclusive busca terminar de colonizar a la misma China, como también lo intenta hacer con la Rusia de Putin y demás lacayos de Alemania.
El sistema capitalista en bancarrota hace rato que lleva y llevará al planeta a nuevas catástrofes. El rol de las direcciones traidoras es someternos a las burguesías nacionales e impedir que se unan los combates del Magreb y Medio Oriente con la lucha de la clase obrera europea y norteamericana. Que la lucha y la demanda por un salario de 15 dólares la hora no sea la misma que la de todos los obreros del continente americano.
Quieren someter a los obreros negros a los gobiernos de los negros ricos y del jefe de todos ellos, el carnicero Obama en EEUU, mientras siguen profundizando el saqueo y la masacre en el África esclavizada.

Compañero, compañera, lo llamamos a que aporte y colabore para sostener nuestro derecho de luchar por esta propuesta, por este programa, que no son otros que los de la IV Internacional fundada por la oposición de izquierda al stalinismo y los trotskistas en el año '38.
Los que se decían "trotskistas" no pasaron la prueba de la historia. El programa de la IV Internacional sí. Los primeros se han dedicado a embellecer al capitalismo y a darle vida al stalinismo nuevamente.
¡Los verdaderos trotskistas de la IV Internacional afirmamos que entre stalinismo y trotskismo hay un rio de sangre, entre los que estrangularon y traicionaron mil revoluciones y los que luchamos por que éstas triunfen!

Así está el campo de batalla hoy. Los trotskistas, los revolucionarios socialistas internacionalistas estamos combatiendo desde las cárceles de los regímenes burgueses, en las trincheras de la revolución, en las barricadas del Mayo Francés, junto a los mineros esclavizados en las minas de África, con los obreros bolivianos que luchan por recuperar su revolución y junto a los explotados venezolanos que pugnan por abrirse un camino al nuevo caracazo, y en Argentina preparándose para unir y coordinar la resistencia contra el gobierno fantoche del imperialismo de Macri, sostenido por las pandillas kirchneristas.
Mientras, la "vieja" y la "nueva" izquierda sostienen al perro Bashar, edulcoran al sicario del imperialismo Putin, junto al stalinismo han marchado a Ucrania a masacrar en el Donbass a todo aquel que no se ha sometido al pacto de rendición de Minsk de Obama y Putin. Ellos están en el Estado Español como la izquierda de los borbones expropiando el verdadero movimiento de los indignados de la península ibérica. Ellos están poniendo la bandera yanqui en Vietnam y en La Habana... ¡mientras los trotskistas estamos por que las masas en su lucha la prendan fuego!
La nueva izquierda fantoche parlamentarista, que no se cansa de engañar a los trabajadores como en Argentina, les dice que con buenos proyectos de leyes votados junto a los capitalistas se puede parar el ataque de la burguesía. Y en toda América Latina, ellos están sosteniendo a las boliburguesías (como Dilma, Maduro, Morales...) que, en retirada, tal cual limones exprimidos, profundizan el plan de sumisión al imperialismo y ataque a las masas, mientras las oligarquías tradicionales del subcontinente se preparan para terminar ellos la tarea de colonización extrema de América Latina.

Las leyes de la historia son más fuertes que cualquier aparato. En el '89, el stalinismo, producto de la tardanza de una revolución al interior de los estados obreros que lo derrocara, devino en nueva clase poseedora, terminando de asociarse y transformándose en agente directo del imperialismo mundial. En ese momento, estallaron todas las corrientes que hablaban en nombre del socialismo en miles de pedazos. Es que no se puede hablar en su nombre y destruirlo abiertamente ante las masas.
Si el stalinismo sobrevivió fue porque los renegados del trotskismo lo legitimaron, diciendo que el culpable de las derrotas no era éste ni ellos, que lo sostuvieron durante décadas. Dijeron que el culpable era el marxismo, Lenin y los revolucionarios que conquistaron la URSS en 1917. Acusaron a Trotsky de "sectario". Así devinieron ellos en una nueva horneada de menchevismo, con olor a stalinismo, como lo vemos hoy.

Están sosteniendo y legitimando -y ese es su rol- a los que plantan la bandera yanqui en Cuba y Vietnam. Son los que miran para otro lado y llaman a hacer enormes luchas sindicales en momentos que las masas comienzan a combatir por La Comuna en Francia y ya hablan el lenguaje de la revolución. Ellos aplaudían el NO de Syriza en el plebiscito en Grecia "contra el ajuste" en el 2015 y ahora son también responsables del brutal ataque histórico que sufre la clase obrera griega y europea.
Ellos afirmaban que el Podemos era "la reencarnación viva de los combates heroicos de la clase obrera del Estado Español y de los auténticos indignados", cuando no fue más que un grupo de pequeño burgueses expropiadores de esos combates. El Podemos sólo vino a sostener, con charlatanería pseudodemocrática, a la monarquía de los borbones.
Esta vez, los aparatos conservadores del pasado, que lograron estrangular y asfixiar las primeras oleadas de lucha de masas que enfrentaron el crac de 2008, ya no pueden presentar más "victorias" ni "triunfos históricos" ni pintar epopeyas, porque todos los días entregan derrotas y traiciones, mientras sostienen ataques violentos contra las masas. Esto último hacen en Bolivia sosteniendo a Morales o en Venezuela al chavismo que mata a tiros a los obreros hambrientos...
Las leyes de la historia son más fuertes que cualquier aparato. Porque para esto los fortalecen los estados, los regímenes burgueses, para que entren a sus parlamentos, para que entren por las ventanas a los sindicatos estatizados corrompiendo la aristocracia obrera, para que traicionen, para que salven al capital abiertamente, para que jueguen este rol.
Y al hacerlo, nuevamente estallarán en veinte mil pedazos como en el '89, mientras la vanguardia obrera busca un camino revolucionario. Ahí están las condiciones para que el trotskismo y las fuerzas revolucionarias internacionalistas de la clase obrera vuelvan a las masas, para aprender de ellas, para templar, con el fuego caliente de los combates, el programa revolucionario y formar los cuadros que preparen victorias en la lucha por la revolución socialista.

Compañero, compañera, pedimos su colaboración y que nos organicemos y luchemos juntos, dando un primer paso en común, que es el de luchar por recuperar todos los días el internacionalismo militante de la clase obrera. Para que veamos juntos que en Paris se resuelve en gran medida si el socialismo y La Comuna vuelven al centro de la lucha de la clase obrera internacional; si en la revolución siria se impone el fascismo genocida o triunfan las fuerzas rebeldes de obreros y campesinos, rompiendo los cercos de las fracciones burguesas de Al Nusra o el ESL (que expropiaron su revolución) llegando a Damasco, derrotando al perro Bashar y a Putin, cuestión que le haría un gran favor a la clase obrera rusa, hoy sometida bajo las botas de su "ejército blanco" contrarrevolucionario.

Le proponemos que luchemos en común por la libertad de todos los presos políticos del mundo. Que llevemos la lucha por un salario digno a todos los trabajadores del mundo. Que clamemos juntos por el juicio y castigo a la Anglo American y todos los asesinos de los mineros de Marikana, que combatamos junto a los obreros de Japón por derrotar a las bases yanquis de Okinawa y el Pacífico. Porque allí están los más grandes aliados de la martirizada clase obrera china, la más explotada del planeta.

Compañero, compañera, su aporte permitirá que profundicemos el camino para unificar a las fuerzas revolucionarias marxistas del planeta, desde los internacionalistas de Japón, de Grecia, de España, de África, de Asia, de América Latina... para que vuelva el internacionalismo militante a la clase obrera. Porque ese es el camino a la victoria.

Hoy pedimos su aporte, su colaboración, y también lo invitamos a que luchemos juntos. Sabemos que aún muchas de nuestras posiciones le pueden resultar lejanas o quizás discrepe con algunas de ellas. Pero también creemos que su colaboración nos permitirá convencerlo de la justeza de nuestro programa o aprender juntos en una lucha común.
En el combate solo pedimos el lugar más avanzado que las masas dispongan. Y esto que decimos, lo demostramos. Más de 7 jóvenes revolucionarios internacionalistas de la IV Internacional, militantes de la FLTI, han caído en combate en lo más avanzado de las trincheras de la revolución siria. No vamos a permitir que miles de luchadores y combatientes de las masas sirias queden aislados y cercados.
No vamos a permitir que centenares de miles de jóvenes y obreros combativos del mundo estén en las mazmorras de los regímenes burgueses y que esto sea desconocido por la mayoría de nuestros hermanos de clase del mundo.
No se puede permitir que se siga, en nombre del socialismo, traicionando a la clase obrera para salvar a este podrido sistema capitalista imperialista en putrefacción.

Compañero, compañera, ¡luchemos juntos!
Aporte a nuestra campaña financiera
¡Basta de izquierda reformista que somete a la clase obrera a sus verdugos!
¡Paso al internacionalismo militante! ¡Paso a la IV Internacional!

Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI

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