17 de Septiembre de 2012

Ante la provocación del imperialismo yanqui:

¡Viva las nuevas sublevaciones revolucionarias de las masas del Norte de África y Medio Oriente por el pan y contra el imperialismo!

Ayer el hambre como en Túnez llevó a jóvenes a inmolarse en protesta… hoy el fuego hace arder y esta vez con justicia, a los amos de los dictadores, los jefes del saqueo y la explotación de la clase obrera y los pueblos oprimidos

¡La revolución está viva, viva la revolución!

El imperialismo yanqui ha montado una verdadera provocación contra los explotados del Magreb y Medio Oriente. Un cineasta sionista de San Francisco, Nakoula Basseley, apoyado y financiado por una secta religiosa fascista de EE.UU., presentó una película bajo el titulo “La inocencia de los musulmanes”.
Los imperialistas, en nombre de su liberalismo holliwoodense, luego de masacrar, violar y torturar a la población libia, quedarse con la tierra palestina y sostener al asesino Al-Assad. Luego de bombardear y destruir a naciones enteras como Irak y Afganistán. Luego de saquear todas las riquezas del mundo semi-colonial y de sostener a carniceros y guardiacárceles contrarrevolucionarios como Hu-Jintao y Putin… ahora dejan caer la “gota que rebalsó el vaso”: humillan y se burlan inclusive de la cultura y las creencias de los explotados a los que ellos llaman “bárbaros”.   


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Por ello estalló nuevamente un verdadero levantamiento antiimperialista de masas en todos los países del Norte de África y Medio Oriente; es decir, allí donde hay una revolución en curso que intenta ser expropiada o masacrada por los gobiernos sirvientes del imperialismo. Pero esta nueva sublevación antiimperialista de las masas demuestra que la revolución obrera y socialista por el pan, el trabajo y la independencia nacional, está viva y amenaza con una nueva embestida. Ecos de estos levantamientos se expandieron a Indonesia y Bangladesh donde más de 3 millones de obreras y niños trabajan a U$2 por día para las grandes textiles y primeras marcas de las tiendas de lujo de Nueva York, Paris o Frankfurt.

Estas grandes acciones de masas de los explotados del Magreb y Medio Oriente, son un paso adelante y los mejores aliados del combate de los obreros mineros del Sur de África que se insurreccionaron, con su huelga de más de 40 días y su piquete, contra la Anglo American, la Lonmin, etc., contra el régimen de reconciliación con el “Apartheid” del CNA, el presidente Zuma y los estalinistas del COSATU. Ellos, los obreros de color, luego de ser masacrados por la policía asesina de las transnacionales imperialistas, retomaron el combate de los obreros de Asturias y su proclama de “si esto no se arregla, guerra, guerra”, lanzando una moción a los explotados del mundo: “¡12.500 Rands o matamos a los gerentes!”.

Cansados de tanto saqueo, postración, hambre, miseria, desocupación, vejaciones y represión: los obreros y explotados de la región se movilizan por miles contra las embajadas estadounidenses. Los primeros en hacerlo fueron los egipcios, quienes en El Cairo dieron fuego contra el edificio norteamericano, que era defendido por las tropas del ejército mubarakista. Las imágenes corrieron como reguero de pólvora y las embajadas yanquis comenzaron a ser el “blanco fijo” del odio profundo de las masas en Yemen, Turquía, Irán, Irak, Túnez, Líbano, Palestina, Pakistán, Sudan, Bangladesh, Libia y en decenas de otros países. ¡Esta es una gran ayuda para las masas de Siria que están siendo masacradas, a cuenta del imperialismo, por el genocida de Al Assad! Como así también para la clase obrera y la juventud de Estados Unidos, Japón y la Europa imperialista en bancarrota que enfrentan un brutal ataque a todas sus conquistas por parte de los banqueros y transnacionales imperialistas. Las embajadas se cercaron y se quemaron derrotando y haciendo retroceder a las fuerzas de choque de todos los estados sometidos al imperialismo. Esto por sí mismo desnuda a las burocracias y partidos socialimperialistas que denuncian que tan solo “pequeños grupos” habrían incendiado las embajadas imperialistas. Pero si para eso hubo que romper los cercos de las policías asesinas y los ejércitos que le cuidan los intereses a las transnacionales en el Magreb y Medio oriente ¿¡Cómo que es obra de “pequeños grupos”…!? Son revueltas de masas asqueadas de que se las martirice y luego se burlen de sus creencias.
La acción más intensa se llevó a cabo el martes 11/09 en Bengasi (Libia). Allí, apoyados por estas enormes acciones de masas de toda la región, obreros y explotados marcharon contra el Consulado norteamericano. Con las armas conquistadas por la revolución que derrocó a la autocracia de Khadafy, ese perro sirviente del imperialismo, se le dio fuego al edificio. Allí se encontraban el embajador yanqui, algunos funcionarios y varios oficiales de seguridad, que terminaron perdiendo la vida por inhalación de los gases del incendio. Este hecho fue celebrado por millones de explotados, desde el Cáucaso al Magreb, desde el océano Indico al Pacifico. Cientos de movilizaciones ganaban las calles festejando al grito de “¡Muerte a Estados Unidos e Israel!”. Los imperialistas y sus lacayos ahora buscan a los supuestos “terroristas responsables”. Pero ¿quiénes serían esos “responsables”? ¡Las heroicas masas haciendo justicia con enormes revueltas y acciones espontáneas, ubicando con claridad a los asesinos de sus hijos, de sus padres y a los hambreadores de sus pueblos!

En Sudán también ardía en llamas la embajada de Alemania. Mientras las masas palestinas de Gaza y Cisjordania, encontrando en estos combates contra los piratas yanquis, ingleses y alemanes, a las fuerzas que vienen en su ayuda para redoblar su lucha contra el tarifazo, la terrible carestía de la vida y contra el estado ocupante sionista-fascista de Israel, se sumaban con sus reclamos en esta ejemplar revuelta antiimperialista. 

Vemos una vez más al Pentágono aplicando su teoría de “guerra de civilizaciones”, donde los yanquis serían quienes llevan la “civilización” a los “pueblos barbaros atrasados”. El imperialismo lanza esta campaña contra las masas intentando así legitimar sus provocaciones y ataques contrarrevolucionarios. Los cínicos imperialistas tratan de “barbaros fanáticos” a los explotados de Libia y el Magreb, cuando los yanquis lejos de expandir “civilización”, solo expanden barbarie y decadencia bombardeando al mundo, invadiendo países y masacrando a sus pueblos como en Irak y Afganistán; hablan de “civilización” quienes tiraron dos bombas nucleares a la salida de la II Guerra Mundial como en Hiroshima y Nagasaki para dirimir sus negocios; rociaron de napalm Vietnam y masacraron en los Balcanes. Hablan “contra el atraso de los musulmanes” quienes sostuvieron y financiaron a todos los dictadores genocidas del Norte de África y Medio Oriente; hablan de “enfrentar al terrorismo” quienes tienen miles de cárceles secretas de la CIA en el mundo donde se tortura a los explotados.
Los piratas imperialistas hablan de que ellos “representan la civilización”. Falso. Ellos son los que utilizan para sus transnacionales a millones de obreros en campos de concentración como en China, Tailandia, Bangladesh, Malasia en todo África y en amplios sectores del planeta. Hablan de civilización los que hunden a la clase obrera europea en las peores de las decadencias y hacen vivir a más de 50 millones de obreros norteamericanos con U$S 3 por día… hablan de civilización los que reducen más de un  80% los presupuestos de salud y educación en todos los países imperialistas para que los banqueros cobren su robo, parasitismo cometido contra el pueblo. Ellos son la barbarie.
La fuerza combatiente de los explotados es el único camino seguro para salvar a la civilización humana inclusive del fascismo y nuevas guerras. ¡Entonces: Los terroristas, asesinos son los yanquis y todos los bandoleros imperialistas! ¡Ellos son la barbarie! 

Las movilizaciones antiimperialistas de masas son un verdadero acto de justicia de clase contra el imperialismo. Se trata de hacer justicia contra los generales fascistas y racistas del Pentágono de Obama. Se trata de una sublevación de masas, una verdadera revuelta antimperialista de los oprimidos que han identificado con gran claridad a los enemigos que deben derrotar para vencer y triunfar, para conquistar el pan, la independencia nacional y la libertad. Como en los levantamientos revolucionarios del 2011 de los oprimidos contra las dictaduras asesinas sostenidas por las potencias imperialistas, se trata también esta vez de enfrentar a los generales contrarrevolucionarios del Pentágono que desde sus embajadas y bases militares en la región y desde las cárceles clandestinas de la CIA, coordinan las masacres como la de Siria, las ocupaciones militares como las de Bahréin, las represiones sangrientas como en Yemen, sostienen al estado sionista fascista de Israel, mientras se organizan los fraudes electorales para que se perpetúen de forma edulcorada los continuadores de Khadafy, Ben Alí, Mubarak, etc.

El imperialismo desde sus embajadas y bases militares controla el mundo de forma bonapartista. Desde el Africom (comando militar del Pentágono en África), uno de los cinco comandos con los que EEUU controla el planeta en los cinco continentes,  junto a sus socios imperialistas, también se ha organizado la masacre en el Sur de África de los obreros de Marikana que desarmados fueron baleados por la policía y la seguridad privada de la transnacional imperialista Lonmin. Obreros masacrados por defender el pan y la vivienda digna para sus hijos. ¿Qué lloran entonces y se lamentan esos traidores del movimiento obrero de la izquierda reformista que junto a Chávez y los hermanos Castro le envían condolencias a Obama y demás sanguinarios y explotadores de los pueblos oprimidos? ¿Qué lloran? Condolencias enviamos a los explotados, a los centenares de miles de masacrados, a los enterrados en fosas comunes en Siria, a los cuatro millones de obreros martirizados en el Congo por las transnacionales imperialistas, a las decenas de miles también enterrados en fosas comunes en los genocidios de Chechenia, Libia, Afganistán, Irak y tantas otras masacres impulsadas por el imperialismo. A ellos sí los lloramos, son nuestros muertos y hoy se cuentan por decenas de miles en Homs y Deraa. ¡Que a sus embajadores los llore la CIA, Wall Street y todos sus lacayos!

Los revolucionarios defendemos de forma incondicional el derecho de la clase obrera y las masas explotadas a sublevarse y hacer justicia de clase contra todos sus verdugos y opresores. Estas son revueltas espontáneas de los explotados que han distinguido con claridad a su enemigo, se han sublevado a los que les han quitado a sus hijos, padres y madres con masacres y genocidio y que se han tenido que inmolar como en Túnez para pedir pan. Se han sublevado los que están cansados de que nada haya cambiado después de tanta lucha y muerte.
Los revolucionarios que combatimos por refundar la IV Internacional afirmamos: nunca más un joven y un obrero inmolado e incendiado por reclamar pan y justicia. Si para ello se tienen que quemar todas las embajadas yanquis, pues que se incendien y ardan en el fuego los explotadores saqueadores de los pueblos oprimidos.
Las llamas llegaron porque la chispa de la revolución en toda la región sigue encendida.

Aunque afirmamos que la religión es utilizada por las clases dominantes para oprimir a los explotados, sostenemos que estos levantamientos expresan el sentimiento nacional y antiimperialista de las masas revolucionarias de todo el Norte de África y Medio Oriente que el año pasado se sublevaran en una enorme cadena de revoluciones desde Túnez a Siria. Y que los mismos tienen como a su principal enemigo a EE.UU., es decir, a los que fueron los verdades jefes de Ben Alí, Khadafy, Mubarak, y como lo son ahora del genocida Al-Assad y de todos los gobiernos de transición que buscan expropiar la revolución proletaria. No fueron los imanes de las mezquitas, ni las burguesías “sunitas” o chiitas ni las sectas salafistas, las que impulsaron el ataque a las embajadas yanquis. Ellas sostuvieron a cuanto gobierno opresor impuso el imperialismo en el Norte de África y Medio Oriente. Fueron las masas las que cada vez comprenden, a partir de su propia experiencia de lucha por el pan, de que la yihad, la guerra santa, ES LA REVOLUCIÓN, ES DECIR, LA LUCHA POR EL PAN, PARA TERMINAR CON LA OPRESIÓN NACIONAL Y EL SAQUEO POR PARTE DEL IMPERIALISMO, Y LA LIBERTAD.

El presidente Mohamed Yusef al Magrif, del Congreso Nacional de Libia (CNL), ha salido a acusar a los combatientes antiimperialistas de Bengasi de ser “leales al antiguo régimen de Khadafy” y ha encarcelado y está torturando con los métodos khadafystas a decenas de explotados acusándolos de “asesinos y cobardes”. Magrif, como buen lacayo del imperialismo, también dijo: “pedimos perdón a Estados Unidos, al pueblo estadounidense y al mundo entero”. A confesión de parte, relevo de pruebas. Todo este servilismo para con los yanquis, por un lado, y todo el odio contra los luchadores antiimperialistas de las masas de Libia, por el otro, demuestra que son ellos, el CNL, los verdaderos khadafistas, los más grandes agentes del imperialismo a quien le garantizan el saqueo de 1 millón 400 mil barriles de petróleo diarios (su antecesor y maestro Khadafy garantizaba 1 millón 600 mil). ¡Los que se han sublevado y están conmoviendo al mundo, son los obreros en armas que luchan contra los mayores verdugos de la clase obrera mundial!

Una caza de brujas ha comenzado en las ciudades de Libia. El objetivo es, en nombre de la “paz”, provocar el desarme de las masas. Mientras, los aviones norteamericanos sobrevuelan las ciudades más importantes de Libia. Se corre el velo. Los barcos y aviones de la marina imperialista yanqui, siguen como ayer con Khadafy en las costas de Libia para garantizar que el petróleo que ayer extraían con la British Petroleum, la  ENI y la Totalfina, etc. hoy lo sigan extrayendo con los viejos políticos y generales khadafistas que hoy están en el CNL.

Chávez y los hermanos Castro, que sostienen al genocida Al Assad, como no podía ser de otra manera, enviaron condolencias a Obama

Todas las burguesías cipayas, han salido a repudiar a las masas revolucionarias de Libia; ahí se lo puede ver al lacayo de Chávez, de los hermanos Castro y a todos los gobiernos “bolivarianos” de América Latina, como el de la gorila Kirchner, como así también al carnicero Putin de Rusia enviando sus condolencias a Obama. Hasta ayer acusaban a las heroicas milicias de Libia de “ser agentes de la OTAN”… y ahora los denuncian por hacer justicia contra la embajada de su amigo Obama, el jefe de la OTAN y la CIA… Las burguesías bolivarianas, como los hermanos Castro -pasados hoy abiertamente a la restauración capitalista en Cuba-, demuestran ser lacayos de Obama y por ello sostienen junto a Putin y Hu Jintao la masacre de Al Assad en Siria, como ayer lo hacían con Khadafy.
 
Digamos la verdad. Todos ellos son los que arman con gasolina, armas y helicópteros de última generación a Al Assad para masacrar a las masas de Siria … LE MANDAN CONDOLENCIAS A SUS JEFES. SE HA CORRIDO EL VELO. Al Assad, Putin, Hu Jintao, Chávez, Castro, son todos enemigos de las masas revolucionarias, de sus luchas y de sus acciones. ¡Son todos sirvientes del imperialismo yanqui, y represores, asesinos y hambreadores de sus propios pueblos! ¡Son de Obama, son sirvientes de los banqueros de Wall Street, son los que realmente sostienen a ese 1% que hunden en la barbarie y la masacre a toda la humanidad!
Ahora sí, insistimos. Se han sacado la careta. Repetimos ellos, en los levantamientos del Magreb aseguraban que los que se sublevaban eran “tribus amigas del imperialismo”… y ahora que el velo se corre y la verdad da su veredicto, lo único que ya ha quedado claro y nadie puede negar es que las únicas tribus leales y seguras que tiene el imperialismo son sus secuaces de las burguesías bolivarianas o como la de Zuma en Sudáfrica, asesino de obreros esclavos de las transnacionales mineras. Sus tribus leales son la aristocracia y la burocracia obrera, y sus partidos socialimperialistas que comparten con el imperialismo las migajas que se caen del saqueo y la explotación de la clase obrera del mundo semicolonial.

Luego de días y días de silencio: stalinistas, renegados del trotskismo y partidos socialimperialistas, calumniando y delatando como “terroristas” a las masas antiimperialistas sublevadas

Mientras tanto, luego de 8 días, toda la izquierda reformista mundial, los partidos socialimperialistas europeos y los renegados del trotskismo, se llamaron a  un silencio sepulcral... estaban de velorio. ¿Qué van a decir ahora esas corrientes que acusaban a las milicias obreras y populares de Libia de ser “tropas de la OTAN” o “agentes del imperialismo”, cuando son las masas quienes dejan sus vidas para enfrentar al imperialismo, cuando esas mismas milicias se alzan y realizan justicia de clase con el representante directo de la OTAN en Libia? Los explotados libios recuerdan muy bien que la OTAN era la que los bombardeaba en Misarrata para que ellos no lleguen a Trípoli a hacer justicia con Khadafy. Ellos recuerdan muy bien que los generales del pentágono sostuvieron a Khadafy desde el primer momento que comenzó la insurrección y la guerra civil para masacrar a decenas de miles en la insurrección de Trípoli en fosas comunes. Ellos saben muy bien que fue la embajada yanqui y los generales de la OTAN los que hicieron escapar de Trípoli a Sirte a Khadafy para esconderlo y protegerlo. Allí lo buscaron las masas insurreccionadas y lo encontraron como una rata en la alcantarilla al genocida. Ahora fueron por sus jefes.

El gobierno de políticos y generales Khadafistas hoy revestido de democrático del CNL, venía provocando a lo mas avanzado de las milicias que derrotaron a Khadafy y a los héroes de ese combate de ser “tropas de Khadafy”. En distintas operaciones contrarrevolucionarias, los oficiales del nuevo ejército que intentan imponer con el asesoramiento de la embajada yanqui el gobierno del CNL, fueron reprimidos y perseguidos centenares de jóvenes y trabajadores en armas.  El ataque a la embajada Yanqui en Libia, es una nueva excusa que esta vez se sigue utilizando para desarmar a las masas y someterlas al gobierno de los políticos y generales khadafistas.

Durante los últimos ocho días entonces, la izquierda de Obama, el club de lloronas de Khadafy  guardaba silencio. Pero sus jefes los capitalistas los obligaron a romperlo. No se había animado a decir que las acciones contra las embajadas norteamericanas eran acciones “putchistas”, “ultraizquierdistas” y “terroristas”, de sectores “alejados de las masas”. Pero se animaron. Es lo que dicen sectas nacionales como la LER-QI de Brasil, un pequeño satélite del PTS de Argentina. Ellos intentan escaparse de la vida misma que los ha condenado como sea y para ello hay que seguir mintiendo… “total algo quedará”.
El SEP, una corriente sionista de izquierda lacaya de Obama, ha llegado a la desfachatez de decir que las acciones de masas en Libia y demás países del Magreb son provocadas por fracciones de “derecha”… ¡¿es decir que atacan “por derecha” a Estados Unidos?! Esta gente sostiene a Obama y a Romney.. ¿de qué hablan?
Digámoslo con claridad, en última instancia tratan de acusar a las masas sublevadas contra el imperialismo de ser… de Al Qaeda. Estos lacayos del imperialismo tendrían que decirle a la CIA, que es la que realmente monitorea Al Qaeda, que vele a sus muertos tranquilo porque ellos le cubren la espalda.
Cualquier observador mínimamente objetivo podrá ver que presenciamos ya ocho días de enormes choques y enfrentamientos entre la vanguardia y amplios sectores de las masas con las fuerzas de represión que defienden las embajadas imperialistas. Si en varios países las masas llegan a su interior y las queman, se rompen los cercos de las policías asesinas, es justamente porque no son “grupos aislados terroristas” los que están cercando a las embajadas yanquis sino que estamos ante una verdadera revuelta anti-imperialista cuyos elementos mas aguerridos y avanzados, como expresión de esta monumental acción de masas hacen justicia a cuenta de todos los explotados. Las masas que queman las embajadas hoy, antes derrotaron y rompieron el cerco de todos los aparatos de represión de los estados burgueses que defienden las embajadas imperialistas. ¿Acciones “puchistas” o de  “sectas islamistas”? Mentira. Repetimos: revuelta de masas antiimperialistas.
Lo que intentan hacer los imanes y algunas fracciones burguesas religiosas es, que cuando ya no pueden impedir la irrupción de las masas,  intentan montarse sobre este proceso, para controlarlo y desviarlo tal cual lo vienen haciendo todos los partidos islámicos hasta ahora, con las trampas y fraudes electorales con las que se intentan expropiar los procesos revolucionarios como en Túnez, Egipto, Libia, etc. Las burguesías “sunita”, “chiita” y sus imanes, como la dirección del stalinismo kurdo en siria eran las que les imponían a las masas un pacifismo atroz para hace marchas pacificas a la salidas de los rezos para que luego sean masacradas por los helicópteros,  la aviación de Al-Assad y los tanques de Al Assad.

Pero lo que también ya ha quedado claro es que las corrientes que ensucian y postran al socialismo, ninguna de ellas llamó a grandes acciones de masas a las embajadas yanquis ante tanto atropello y masacre contra los pueblos oprimidos del mundo. Por qué no llamaron a parar la maquinaria de guerra al interior mismo de las potencias imperialistas con la que se masacra a los pueblos oprimidos del mundo. Las de ellos son lágrimas de cocodrilo. Lloran a sus jefes. Les importa un bledo que todas las ciudades de Siria tengan los barrios donde viven los obreros y los campesinos pobres destruidos como en Stalingrado o el gueto de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial, o en la Gaza masacrada y martirizada por la operación “Plomo Fundido” de Obama y el Sionismo en el 2008.

La voz que los representa a todos los renegados del trotskismo en la región es la de los autollamados “socialistas de Egipto” que plantean que las luchas antiimperialistas no pueden reducirse a acciones ultraizquierdistas ante las embajadas de Estados Unidos porque esto “no puede sustituir –pontifican- la lucha desde abajo por la independencia y la liberación nacional”. ¿Esta gente cree, como ya lo predicaron ayer en Chile en los 70 y hoy en Grecia con Syriza que se puede terminar con el imperialismo y conquistar la independencia nacional, demoler la máquina estatal de los estados burgueses haciendo su “vía pacífica al socialismo”? Son unos embusteros. Es que para conquistar la independencia nacional… habrá que hacer algo más violento y de escarmiento a las burguesías, banqueros y sus transnacionales que tan solo quemarles las embajadas yanquis y de Europa y expulsar a sus embajadores. Hay que expropiarlos a todos los saqueadores sin pagarles un peso, a sus transnacionales esclavizadoras de los pueblos que oprimen. Para derrotar al imperialismo habrá que expropiar a la burguesía, derrotar la casta de oficiales asesinas del ejército, armar a las masas, poner en pie las organizaciones de autodeterminación de la clase obrera y los comités de soldados, expulsar sin pago a las transnacionales y sus banqueros. Hoy estos socialistas de palabra y agentes del gran capital en los hechos se asustan y horrorizan con la quema de una simple embajada imperialista. Son enemigos de la revolución socialista, son enfermeros del capitalismo. Son sus verdaderos embajadores en el movimiento obrero para traicionar todas sus luchas. Son los que en última instancia le defienden el bolsillo izquierdo de los banqueros y sostienen al estado burgués ante el odio de las masas.
Aquí la cosa está clara, el reformismo se desenmascara. Estamos ante socialistas, enemigos de la revolución socialista… los velos se caen… cada vez está más claro que son el club de lloronas de Obama.
Con estas direcciones la clase obrera no puede ni siquiera luchar ni menos triunfar. Están diciendo que las transnacionales pacíficamente van a dejar de pagarle U$S3 a centenares de millones de obreros a los que esclavizan en el planeta. ¿Que alegremente banqueros y parásitos de Wall Street pagarán la crisis que ellos mismos provocaron? Mienten. Ellos jamás han soñado con el socialismo ni en impulsar ninguna lucha seria contra el imperialismo. Es que esta presupone la expropiación de los expropiadores y la conquista de un gobierno de la clase obrera revolucionario apoyado en las masas autoorganizadas y armadas.

Seguramente muchas de estas corrientes de la izquierda de Obama, tal cual eruditos y charlatanes, seguirán apelando al “atraso” de la conciencia de los explotados de Libia y de todo el Norte de África y Medio Oriente que se sublevan “por el Corán”. Aquí el “opio” y el “veneno” socialimperialista de la izquierda amiga de Obama ha demostrado ser un millón de veces mas pernicioso para el combate de masas que el mismo “opio” de la religión con el que las burguesías nativas las intentan controlar. Es que esto último no sería posible si la clase obrera europea, norteamericana y mundial estaría luchando contra las embajadas imperialistas en todos los países del mundo. Ese sería el camino más corto para que las masas del Magreb y medio Oriente rompan con las burguesías nativas.
Las masas antiimperialistas de la región, que han dejado decenas de miles de mártires masacrados por los gobiernos cipayos que defienden al imperialismo norteamericano, demuestran ser un millón de veces más perspicaces que todos los estados mayores de la izquierda reformista que jamás han llamado a enfrentar seriamente al imperialismo en ningún lugar del mundo. Por el contrario, la izquierda reformista, ha sido la encargada de someter al proletariado norteamericano, y de todo el planeta, a los pies de Obama, ese “Bush tiznado”, que ya tiene cientos de miles de explotados asesinados en su haber en el mundo y unas decenas de millones de desocupados y de obreros sin casas en el propio Estados Unidos y que viene de arrestar a 100 jóvenes que se manifestaban por el aniversario del movimiento Occupy Wall Street, mientras mantiene en las cárceles de Guantánamo a centenares de combatientes anti-imperialistas de Irak y Afganistán.
El actual silencio y los galimatías a las que debe recurrir la izquierda reformista del Foro Social Mundial de bolivarianos, estalinistas y renegados del trotskismo, para esconder que son la izquierda de Obama, no pueden ocultar lo que la vida ya ha demostrado. Estas mismas masas a las que ellos acusaban de ser base de maniobras del imperialismo para derrotar a “gobiernos nacionales y populares” (como llaman aún hoy a Al Assad), son las que realmente enfrentan al imperialismo, al Pentágono, a la OTAN, a la CIA, que acantonada en las embajadas en la región organizan el saqueo y la masacre a los oprimidos.
Acusándolas de “fracciones derechistas”, de “grupos terroristas aislados”, justifican una intervención imperialista abierta. Ellos están en el campo de la democracia contrarrevolucionaria imperialista de Obama y Wall Street y no en el combate por la tarea revolucionaria democrática fundamental para la clase obrera de los países semicoloniales que es la ruptura, y expulsión del imperialismo, y la expropiación sin pago de todas las transnacionales y banqueros.

¡La clase obrera mundial debe ponerse en pie de lucha en defensa de las heroicas milicias de Bengasi y de las masas antiimperialistas de toda la región!

Las enormes movilizaciones antiimperialistas que cruzan la región demuestran que los gobiernos del Norte de África y Medio Oriente son todos cipayos del imperialismo y que solo la clase obrera acaudillando al conjunto de los explotados pueden acabar con el saqueo imperialista, las sangrientas represiones y conquistar el pan ¡La revolución obrera y socialista en el Norte de África y Medio Oriente debe triunfar!

En Libia es donde la revolución más lejos ha llegado y debe ser su vanguardia para llevarla al triunfo en toda la región. Se vuelve urgente conquistar un Congreso Nacional de las Organizaciones Obreras y las Milicias Revolucionarias, que no se desarman ni se venden al gobierno, para centralizar el doble poder armado de las masas para llevar al triunfo su lucha revolucionaria y antimperialista ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las petroleras y transnacionales! ¡Abajo el gobierno khadafista del Congreso Nacional, enemigo de la revolución! ¡Hay que imponer un gobierno provisional revolucionario de la clase obrera y las masas explotadas, basado en las milicias revolucionarias y en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados!
Libia es la vanguardia del combate contra los saqueadores del planeta. Allí amenaza ponerse de pie la segunda revolución ¡Por el triunfo de la Revolución Obrera y Socialista! Esta es la ayuda que necesitan las heroicas masas sirias.

En Egipto hay que volver a tomar la Plaza Tahrir y enviar delegados de todas las organizaciones de lucha de la clase obrera y las masas oprimidas, para centralizar el combate contra el gobierno de Mursi, agente de EE.UU. y del sionismo, poner en pie la milicia obrera y popular y romper al ejército asesino.

Desde todo Túnez hay que ponerse en pie de guerra para recuperar la revolución, hacer realidad el grito de “abajo el gobierno y disolución de la Constituyente”, echar a la burocracia colaboracionista de la UGTT y enviar delegados a Sidi Bouzid para poner en pie un gran Congreso Obrero Nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos arrancados de las manos de la burocracia de la UGTT, para imponer la huelga general revolucionaria.

La clase obrera palestina se encuentra combatiendo en cada milicia y barricada de Siria y en las movilizaciones de toda la región. Una tarea urgente que tiene la revolución es aplastar y destruir al estado sionista fascista de Israel gendarme de la región. Las fuerzas para ello son la de los millones de explotados sublevados. ¡Para que caiga la cabeza de Abbas, como gritan las martirizadas masas palestinas, hay que retomar la lucha de la revolución del 2000, asaltando las comisarias de Hamas y Al Fatah, carceleros de su propio pueblo!

¡Este es el camino para romper el cerco contra las masas revolucionarias de Siria, que están siendo masacradas sin piedad por el chacal Al-Assad, a cuenta del imperialismo! ¡Paremos el genocidio en Siria! ¡Fuera los yanquis y todos los imperialistas de Irak y Afganistán! ¡Abajo el gobierno del protectorado iraquí! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel! ¡Por la expropiación sin pago de todas las empresas transnacionales que saquean el petróleo y las riquezas del Magreb, África, Medio Oriente y todo el mundo semicolonial! La quema de las embajadas debe ser un nuevo paso hacia adelante para conquistar estas tareas históricas con el método de la revolución socialista. ¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas Soviéticas del Norte de África y Medio Oriente!

 

Para la izquierda de Obama, hoy asustada, las masas en su lucha antimperialista llegaron demasiado lejos. Para los socialistas revolucionarios que combatimos bajo las banderas de la IV Internacional, éste es tan solo un nuevo paso en la lucha por la revolución socialista para expulsar al imperialismo y expropiar sin pago a las transnacionales que saquean nuestros pueblos.

Es que en este ataque a las embajadas yanquis las masas han afinado su puntería. Enfrentando al verdadero enemigo, como hacen los estudiantes de Wall Street que plantean que ahí está el 1% que hambrea y saquea el mundo. Las masas calibran la mira y así preparan las próximas ofensivas revolucionarias para recuperar las revoluciones que les expropiaron, la lucha por el pan que les coartaron y para impedir las masacres que como en Siria ya son un verdadero genocidio.
Las masas palestinas en el Líbano, en Jordania y en Cisjordania, preanunciaron esta enorme acción antimperialista de los explotados atacando duramente a la policía palestina que administra con inflación y carestía de la vida los campamentos de refugiados palestinos en su propia patria.
Las direcciones traidoras del proletariado y las burguesías nativas envían condolencias a Obama, como ya lo hemos dicho, o bien les dicen a las masas que tengan cuidado con hacer acciones “ultraizquierdistas” y que no lleguen tan lejos como han llegado.
Para los socialistas revolucionarios que luchamos por refundar la IV Internacional estas revueltas y oleadas espontáneas antiimperialistas de masas son expresión de una lucha que ya está dando nuevos pasos hacia adelante, subiendo nuevos peldaños, pero que aún no ha hecho lo suficiente para triunfar. Es que también hay que derrotar a los gobiernos de elecciones fraudulentas de Túnez, Egipto; hay que aplastar a esas castas de oficiales asesinas proimperialistas, hay que sublevar a las masas palestinas y de todo Medio Oriente para aplastar al asesino Al Assad y hacer desaparecer de la faz de la tierra al estado fascista contrarrevolucionario de Israel.
Esto es un inicio de una nueva ofensiva revolucionaria de masas que debe expropiar sin pago a todas las transnacionales imperialistas que le declararon una brutal guerra a los explotados robándoles su trabajo, su salario, su educación, su salud, y a los mejores de sus hijos en masacres como en Libia, Siria, Yemen, Palestina y en toda la región.
Desde Wall Street, desde el Bundesbank, desde la City de Londres y desde las corporaciones japonesas, ya salió la orden de guerra contra los trabajadores. Éstos tan solo responden y se defienden como en Marikana, donde luego de la masacre que padecieron han levantado el grito de “o 12.500 rands o matamos a los gerentes”. La clase obrera responde y se defiende. Mujeres violadas y niños trabajando peor que al inicio del siglo XVIII o XIX, obreros de color esclavizados en las minas de las transnacionales igual o peor que en la cosecha de algodón y caña de azúcar de hace siglos atrás. Ellos hoy hacen justicia, queman a los gerentes violadores de sus hijas y mujeres como en la Suzuki de la India  o como en Tonghua y Linghzou en China.
Los explotadores declararon la guerra y desde los heroicos mineros de Asturias salió la respuesta “Si esto no se arregla, guerra, guerra”.
¡QUE VIVA LA GUERRA DE LOS EXPLOTADOS QUE SE DEFIENDEN DE LA GUERRA Y LA CONTRARREVOLUCIÓN, EL HAMBRE Y EL SAQUEO DE LOS EXPLOTADORES!
SON ELLOS O NOSOTROS.

¡Una sola clase, una sola lucha. La clase obrera norteamericana, europea y japonesa debe ponerse de pie junto a sus hermanos de clase que combaten ya en toda África

Es que estas revueltas contra las embajadas yanquis sólo pueden fortalecer la lucha de la clase obrera norteamericana contra Wall Street, y el régimen infame de los “republicratas” de Obama, Busch, Romney y los delincuentes de los Clinton. Ellos han llevado a 50 millones de obreros norteamericanos a vivir con U$S 3 por día, a perder su trabajado, educación y salud. Persiguen violentamente a millones de inmigrantes que ellos mismos introducen en EEUU para hacer los peores trabajos, levantar las cosechas y para que encima los persigan y maten los Sheriff fascistas.
Ocuppy Wall Street, Oakland, y centenares de ocupaciones contra los centros del poder imperialista en Estados Unidos son luchas hermanas de “ocupe las embajadas yanquis y expulse a los embajadores, a sus secuaces, sus bases militares genocidas y transnacionales imperialistas de todo el Norte de África y Medio Oriente!”.
No tenemos dudas de que miles de obreros y jóvenes ansían darle su escarmiento a ese 1% de chupasangres y parásitos de Wall Street, millones de obreros del mundo harían suya y vibrarían con la quema de Wall Street, de esos asesinos que esquilman al planeta y masacran y esclavizan a los trabajadores.
La clase obrera norteamericana hoy se encuentra fortalecida para redoblar su lucha contra el  imperialismo yanqui en su propia casa. Hay que poner en pie nuevamente el “movimiento del millón de obreros” contra la guerra que impulsaran los combativos portuarios de Oakland junto a los combativos y aguerridos obreros inmigrantes de Estados Unidos.
Ni Obama, ni Romney ni el pentágono les han dado ni le darán nada a los explotados de Norteamérica.
De Egipto a Bengasi, de Yemen a Oakland y Nueva York, una sola lucha contra el 1% de esa oligarquía financiera que con sus partidos, generales y fuerzas contrarrevolucionarias están llevando a la civilización entera a la barbarie. La lucha por los Estados Unidos Socialistas de Norteamérica es inseparable de la lucha antiimperialista de la clase obrera norteamericana con sus hermanos de clase del mundo semi-colonial.

 

Seguramente la izquierda de Obama se asustaría, se alarmaría ante un nuevo salto de la lucha revolucionaria de la juventud y la clase obrera norteamericana. Diría, como lo hace ahora en Medio Oriente: “así no se enfrenta al imperialismo”. Los banqueros con sus oficinas prendidas fuego y con ellos adentro también sería para ellos una acción “ultraizquierdista” de no se sabe qué secta de Estados Unidos. ¿Eso dirían?
La vanguardia de la clase obrera y la juventud norteamericana deben saber que los grandes aliados de los que cercan Wall Street son los que hoy les queman las embajadas yanquis en el mundo que representan los intereses de los banqueros imperialistas defendidos con ejércitos contrarrevolucionarios que masacran a las masas del mundo.
Los trabajadores de Estados Unidos, junto a sus hermanos de clase las masas revolucionarias de América Latina, tienen la tarea de ser la vanguardia en este combate contra el imperialismo yanqui que saquea las naciones latinoamericanas. Para ello, el primer paso debe ser romper con todas las boliburguesías del subcontinente; cerrarle el paso a la restauración capitalista de los Hermanos Castro en Cuba y garantizar sacar de las garras, de las torturas y el asesinato a los presos antiimperialistas de Medio Oriente que son martirizados en las cárceles de la CIA y el Pentágono en Guantánamo. Así actúan en Guantánamo los políticos democráticos y los generales del Pentágono de Estados Unidos: como viles torturadores que harían empalidecer a la Gestapo de Hitler.

Las direcciones traidoras y las corrientes social-imperialistas impiden el combate al interior de las potencias imperialistas. Los que hoy se horrorizan de la violencia de las “sectas religiosas” en el Magreb, son los que llamaron a apoyar a Syriza y la “vía pacífica” al socialismo en Grecia e hicieron absoluto silencio cuando el PC Griego le rompía la cabeza a la vanguardia obrera y juvenil que quería quemar ese parlamento de la Troika, expropiador de la vida de los trabajadores y sus familias. Defienden los parlamentos y las embajadas de los gobiernos imperialistas.
La clase obrera europea lejos de sostener a Maastricht debe preparar una ofensiva revolucionaria para prenderle fuego a Bruselas, al Bundesbank, la City de Londres, y a todos los piratas imperialistas que hoy descargan la más feroz de las crisis contra los explotados de Europa. La juventud de Tottenham, los estudiantes ingleses, y los jóvenes inmigrantes de la Cité de Paris fueron tratados, cuando hacían arder los barrios donde combatían, como vándalos terroristas, por Sarkozy, la Reina y la izquierda infame lacaya de los banqueros de Europa. Fueron dejados aislados y separados de las organizaciones obreras como intentan hacer ahora con las masas antiimperialistas del Magreb y medio Oriente.
Pero a pesar y en contra de ellos, desde España salió el grito de lucha para toda la clase obrera mundial, desde sus mineros de Asturias de “si esto no se arregla… guerra, guerra, guerra”. Cada vez más la clase obrera y los explotados del mundo toman esta demanda.
Es que el capitalismo no da ni paz ni sosiego en su bancarrota, solo más guerra, fascismo y contrarrevolución. Nada se le puede sacar por las buenas y en paz. Ahí está el ejemplo de los mineros de Lonmin, tuvieron que hacer casi 50 días de huelga, dejar 34 masacrados en las calles, centenares perseguidos por la policía para conseguir un mínimo aumento de salario del 22% y bonos a cuenta de futuros aumentos. Esto demuestra que sólo con luchas revolucionarias y peleando por todo se puede conseguir la más mínima de las mínimas conquistas.
Los capitalistas sólo dan algo cuando aterrorizados ven que pueden llegar a perder todo.
Es que sólo luchando por la revolución socialista poniéndoles el pie en el pecho a los capitalistas, se puede conseguir aquí y allá tal o cual demanda, pero si los explotados no luchan y conquistan el poder, hasta la más mínima de las conquistas se pierde. Esta es la ley que rige en este sistema capitalista putrefacto en bancarrota que se hunde en la historia y sobrevive tan sólo hundiendo a toda la civilización humana.

La clase obrera japonesa, como su juventud, añora derrotar y expulsar las bases militares yanquis como la de Okinawa en Japón, pero para ello deberá encabezar la lucha por expulsar a las transnacionales japonesas y su gobierno asesino, socio del imperialismo yanqui que ocupo las islas de Diaoyu de China, a escasas millas de Okinawa por orden de la marina yanqui, que se las otorgo en el año 1974,  tal cual hicieron los piratas angloyanquis con las Malvinas Argentinas.
La clase obrera y la juventud japonesa enfrentan a cada paso las nuevas aventuras militares imperialistas de las transnacionales japonesas y norteamericanas en el mundo y en China en particular. Japón, asociado a Estados Unidos, saquea el petróleo del Norte de África y Medio Oriente, con sus 22 mil empresas y corporaciones y junto al resto de las potencias imperialistas esclaviza a la clase obrera china, controlada por el látigo de los asesinos de los nuevos mandarines chinos de Hu Jintao.

Japón, sostenido por Estados Unidos, ocupa islas de la nación China, anticipando que ante la crisis mundial, el imperialismo yanqui y su aliado japonés sobrevivirán sólo atando con dobles cadenas a todas las naciones y pueblos del pacífico. Las masas del Norte de África y medio oriente han identificado con claridad y enfrentan a los grandes enemigos de la clase obrera y los explotados del pacifico, en primer lugar al asesino Al Assad sostenido y armado hasta los dientes por el asesino Hu Jintao asociado al carnicero Putin. Y hoy atacan las embajadas yanquis, alemanas y de demás potencias imperialistas que saquean a todos los pueblos oprimidos.

El camino de las masas del Pacífico es el de continuar la lucha antiimperialista y contra todos los opresores de las masas del Magreb y Medio Oriente, enfrentando y derrotando a Hu Jintao, el Khadafy y asesino Al Assad del Pacifico, y saldando cuentas con el imperialismo Japonés y yanqui, los jefes de los bandoleros y piratas del Pacífico.
Si se incendian las embajadas yanquis de Libia, Egipto Yemen, etc, se debe expulsar e incendiar la base yanqui en Okinawa, y  deben cercarse no sólo las embajadas japonesas sino las embajadas norteamericanas y alemanas en todo china, expropiando sin pago a sus transnacionales y banqueros.
La clase obrera japonesa debe ponerse de pie junto a los pueblos oprimidos del Magreb y Medio Oriente y por justicia y castigo a todas las gerencias y directivos asesinos de las transnacionales japonesas, que como la Suzuki de la India tiene a centenares de obreros encarcelados listos para ser llevados al patíbulo de la muerte por el solo crimen de combatir férreamente por el salario y la dignidad.

La lucha por el pan y contra el imperialismo de los explotados del Magreb y Medio Oriente:
una lucha de toda la clase obrera mundial

El rol de todas las direcciones traidoras del proletariado es romper la unidad y la sincronización de todas las luchas de la clase obrera mundial. Busca someterlas aquí y allá a sus propias burguesías. Se aterrorizan cuando las masas en su espontaneidad impulsadas por padecimientos inauditos, rompen el cerco que ha cada paso les tienden en su lucha para derrotar a los opresores.

El reformismo llora sobre el “atraso religioso” de las masas de Medio Oriente y el Magreb. ¿Y por qué van a ser socialistas y con una ideología avanzada las masas del Magreb, cuando los “socialistas europeos” los tratan como parias cuando van a hacer los peores trabajos en la Europa imperialista? ¿Por qué no va a manipular la conciencia de las heroicas masas martirizadas del Magreb la burguesía musulmana cuando toda la izquierda reformista apoyó ayer a Khadafy y hoy a Al Assad? Estos han sido algo más que “integrantes de sectas religiosas” sino también asesinos de sus propios pueblos y agentes del imperialismo. ¿Por qué estos socialistas a la violeta, de cartón, que han ensuciado en el lodo y en el fango de la traición al verdadero socialismo se quejan de la cultura religiosa de los pueblos oprimidos cuando ellos no han enviado ni un médico, ni una curita, ni un militante, ni una mínima solidaridad de las organizaciones obreras que dirigen para que las masas se saquen de encima a las dictaduras sangrientas lacayas del imperialismo y puedan superar y romper con las burguesías nativas que manipulan sus heroicos combates?

Las direcciones traidoras del proletariado mundial se han organizado para impedir esta unidad internacional de la clase obrera. Asustados, horrorizados, le dicen a las masas del Magreb y Medio Oriente que son “ultraizquierdistas”, “integrantes de sectas religiosas” “terroristas”. Se la pasan denigrando las acciones de las masas y vistiendo de rosa y de seda al capitalismo putrefacto y en crisis.
Ellos lloraron a Khadafy y hoy lloran a los embajadores yanquis, quienes junto al asesino de Vietnam y Afganistán, el general Petraus, comandaban la masacre en Siria.
Pese a ellos, miles y miles de luchadores antiimperialistas del Norte de África y Medio Oriente, han roto el cerco y combaten junto a sus hermanos de Siria. Los explotados unen su lucha a pesar y en contra de las direcciones que los dividen. Por ello, en esa espontaneidad de las masas, no nos cansaremos de afirmar, se esconde lo “embrionario de lo consiente”, y esto ya sucede entre los combatientes internacionalistas que combaten en la Siria martirizada. Su grito comienza a ser en cada barricada, ciudad y barrio obrero que se defiende: “ESTO NO ES LA YIHAD, ESTO ES LA REVOLUCIÓN”.

No será de la mano de estos socialimperialistas, ni de las aristocracias y burocracias obreras del mundo y sus partidos, que se refundará el auténtico socialismo. En estos combates del Norte de África y Medio Oriente, poner en pie las limpias banderas del socialismo ha quedado en manos de los trotskistas que luchamos por Refundar la Cuarta Internacional, que luchamos en las mismas trincheras en que luchan, viven y mueren los explotados de todo África y el planeta. Solo así y desde allí, y ganándose la autoridad en la primera línea de combate, podrá el marxismo revolucionario, como lo hiciera la Tercera Internacional con Trotsky y Lenin a principios de los años 20 influenciar y dirigir a los pueblos de Oriente y ganarlos para la URSS con sus repúblicas musulmanas incluidas. Porque los obreros musulmanes veían que el más grande aliado para aplastar al general británico que los oprimía eran los Soviets de la URSS y los partidos de la III Internacional que enfrentaban al capitalismo y al imperialismo europeo en sus entrañas mismas.
¡La izquierda del Foro Social Mundial le dice a las masas que han llegado muy lejos!
Los trotskistas, los socialistas revolucionarios de la IV Internacional decimos: esto recién comienza, la lucha es por la revolución socialista. Aún no se ha hecho lo suficiente para derrotar a los enemigos de la clase obrera mundial. Esto es tan solo un nuevo y vigoroso paso adelante en el combate. ¡Adelante!

¡Para que la clase obrera viva, el imperialismo debe morir!
¡Que viva la revolución socialista mundial!
¡Por la refundación de la Cuarta Internacional!

 

Fracción Leninista Trotskista Internacional, integrada por:

Movimiento de Obreros Voluntarios Internacionalistas - Libia
Brigada Sedof Al-Laith (Brigada León Sedov) - Siria
Workers International League (WIL) -  Zimbabwe
Liga Trotskista Internacional (LTI) – Bolivia
Liga Trotskista Internacional (LTI) – Perú
Partido Obrero Internacionalista (POI-CI) – Chile
Liga Obrera Internacionalista (LOI-CI) – Argentina
“Comuneros” Grupo Socialista Revolucionario Trotskista Leninista – Colombia
Liga Comunista de los Trabajadores (LCT) – Venezuela
Núcleo Obrero Revolucionario (NOR) – Perú
Comité por la Refundación de la IV Internacional de San Pablo - Brasil

 

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