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24 de julio de 2025

Carta de la FLTI a la 63° Asamblea Internacional Antiguerra
de los marxistas revolucionarios de Japón

Genocidio y masacre sionista en Palestina…
Feroz contraofensiva imperialista

En Los Ángeles la clase obrera presenta batalla

***

UCRANIA: ¡Abajo el pacto de ocupación y coloniaje de Putin, Trump y Zelensky!
¡Paso a los consejos de obreros y soldados!


A la 63° Asamblea Internacional Antiguerra

Compañeros de la JRCL-RMF
Compañeros Zengakuren
Compañeros del Comité Juvenil Antiguerra

Camaradas:

Desde el Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI saludamos vuestra 63° Asamblea Internacional Antiguerra.

La misma se realizará cuando ya van casi dos años de la guerra de exterminio de la población palestina por parte del sionismo en Gaza. Millones de trabajadores y jóvenes hemos ganado las calles en todo el mundo para frenar esta masacre que no termina.
Es que Gaza es el punto de partida de una ofensiva contrarrevolucionaria del sionismo, bajo el mando yanqui, que se extenderá, como ya lo está haciendo, a Irán, Siria, Líbano, Irak, para imponer lo que el imperialismo yanqui necesita que es el “Gran Israel”.
Esta ofensiva genocida y fascista la inició Biden y ahora Trump viene a llevarla hasta el final.

EEUU busca retomar el control directo de todas las “rutas del petróleo” del Magreb y Medio Oriente, que había perdido con su derrota y retirada de Irak en 2008.
El crac de Wall Street también en ese mismo año fue el inicio de una crisis económica que en forma de espiral recorre todo el planeta hasta el día de hoy.

La pérdida del control de la economía mundial por parte del imperialismo yanqui en distintas zonas del planeta se expresó abiertamente en Medio Oriente en el año 2011. Allí comenzó una sublevación de las masas del Magreb y Medio Oriente que amenazó con llegar a Jerusalén. El imperialismo no tenía dispositivos contrarrevolucionarios para intervenir directamente. Utilizó a terceros para que le hagan el “trabajo sucio” y contener esos enormes procesos revolucionarios.
Por ejemplo, tuvo que recurrir a Rusia y a la propia burguesía chiita de Líbano e Irán para que sostuvieran al fascista Al Assad y aplasten y llenen de sangre la enorme revolución siria, que dejó más de 600 mil asesinados y 15 millones de refugiados.
Desviaron las luchas de Egipto, Túnez, Argelia, etc., implementando una pérfida política de colaboración de clases, cuya máxima expresión fue la puesta en pie de un llamado “frente antiterrorista”, donde ingresó toda la izquierda stalinista y reformista mundial junto a las potencias imperialistas, tanto de Europa como EEUU.

Camaradas:
Una vez desviado y derrotado ese fabuloso ascenso de masas en el Magreb y Medio Oriente, los yanquis hoy vuelven por todo, a recuperar el control directo de sus negocios en la región y lo hacen a través de su portaaviones en tierra que es el estado de Israel, en Medio Oriente, donde se produce el 80% de la energía que consume el planeta.
Los yanquis hoy vuelven al mundo, entonces, ahora vestidos de Trump para recuperar la hegemonía que había perdido en la política y la economía mundial.
Trump ha largado la guerra comercial arancelaria pero para triunfar en ella debe recuperar las zonas de influencia y fuentes de materias primas, de forma particular, las “rutas del petróleo”. De eso se trata la batalla por Gaza y la está dando con su agente directo, el sionismo.

El resultado hasta hoy son más de 300 mil palestinos asesinados, desaparecidos y enterrados bajo los escombros en Gaza, de una población de 2 millones y medio. Esta está sujeta a una hambruna crónica, la cual amenaza con hacer desaparecer a la mayoría de sus habitantes. Miles y miles de mujeres, jóvenes y niños son baleados en los puestos de control sionistas cuando anuncian que reparten alimentos.

Camaradas:
La resistencia del pueblo palestino contra las fuerzas del ocupante fascista es feroz. El sionismo, que tiene el quinto ejército más poderoso del mundo, luego de casi dos años, no ha logrado establecer aún el control de Gaza, que es un territorio de 30 por 40 kilómetros cuadrados. La infantería sionista no ha podido tomar el territorio ni las calles, ni mantenerse en ellas. Es que una heroica guerra civil de masas enfrenta la ocupación casa a casa.
Así, la ofensiva militar del sionismo deviene ahora en una guerra de exterminio: de demolición, de hambre y de tierra arrasada.

Pero las masas aun así no se rinden. Con las ollas vacías, millares de niños y mujeres salen a las calles en Gaza denunciando que Trump y el sionismo los matan de hambre.
Las heroicas masas palestinas no merecen ser derrotadas. Merecen triunfar.

La tragedia es que por enormes traiciones, su heroica resistencia ha quedado cercada.
Como en toda lucha nacional contra el imperialismo, se ve la cobardía y el cinismo de las burguesías nativas, socias menores del imperialismo.

Todas las burguesías árabes, digámoslo con claridad, están cercando Gaza.
En un pacto de “no agresión”, Hezbollah del Líbano depuso las armas. Lo mismo hizo la burguesía del sur de Irak. Irán, luego de prometer la “madre de las batallas” y ser atacado militarmente por EEUU y el sionismo, se llamó al silencio y entró en negociaciones con el imperialismo para su “desarme nuclear”.
Al Jolani de Siria ya pactó con el sionismo la entrega del sur de ese país, para terminar de ahogar una nueva embestida revolucionaria de masas que vino a hacer justicia con el asesino Al Assad… La burguesía de El Cairo mantiene alto el Muro de Rafah.
Esto no es lo más grave. La Autoridad Palestina y la OLP han reprimido a mansalva y aplastaron los levantamientos de la juventud de Jenin y Nablus que buscaban ir a combatir junto a sus hermanos de Gaza.
Se dedicaron a exigir el desarme de la resistencia, pero el imperialismo y el sionismo “no premian a traidores”. Cisjordania acaba de ser “anexada” por el parlamento sionista al estado de Israel…

El sionismo hoy ataca a las masas de Gaza con los misiles del hambre. El proletariado de Medio Oriente y a nivel internacional tiene en sus manos atacar directamente en toda la región y en todas las capitales del mundo los negocios, la propiedad y el saqueo de las petroleras imperialistas, que se llevan el “oro negro” y todas sus riquezas, custodiadas por los guardianes contrarrevolucionarios del imperialismo, el sionismo y todos los regímenes y gobiernos del Magreb y Medio Oriente.
Los trabajadores también tienen en sus manos paralizar la máquina de guerra del imperialismo yanqui y del sionismo, controlando los aeropuertos y los puertos. La clase obrera mundial puede paralizar el planeta para salvar a sus hermanos de Gaza.

Los sindicatos palestinos han hecho un nuevo llamamiento para que se subleven los trabajadores en el mundo entero para frenar la masacre en Gaza. Poner en pie un Comité por la Huelga General Internacional alrededor de los sindicatos palestinos, es una tarea impostergable para impedir la dispersión de las fuerzas de la enorme solidaridad que sienten los trabajadores del mundo con la causa palestina.
Llamar a las masas sirias que enfrentaron a Al Assad y Putin, a romper con el gobierno de Al Jolani y abrir un frente de combate contra el sionismo en Siria, es lo que necesitan las masas palestinas hoy.
Desacatar a Hezbollah y poner de pie el frente militar del Líbano para romper el cerco a Gaza, es la tarea inmediata de todo combatiente por la causa nacional palestina.
Ganar las calles en Jordania, en Irak y en Egipto para derrocar a los gobiernos lacayos del imperialismo y el sionismo, es el camino que ya plantean las masas jordanas que llaman a abrir las fronteras para entrar a combatir contra el sionismo.
Desarmar a la OLP y armar al pueblo palestino de Cisjordania no puede esperar ni un minuto más.

La clase obrera de Medio Oriente y a nivel internacional tienen las fuerzas para frenar el genocidio. Lo que no tienen es la dirección que se merecen para llevarla a la victoria.

***

Camaradas:
Los yanquis vestidos de Trump, son los que están a la ofensiva en el planeta. Con su guerra comercial y sus guerras de coloniaje y opresión, buscan retomar el control de la economía-mundo y de la división del trabajo que aún hoy sigue dislocada y en crisis.

El Maastricht imperialista, ante la crisis yanqui abierta en 2008, se cerró sobre sí mismo y estableció el gran mercado europeo alrededor del eje franco-alemán y un pacto con Rusia como proveedora de materias primas baratas. Un enorme mercado regional desde las estepas rusas a Portugal se ponía de pie.
Con gas, hidrocarburos, minerales y alimentos baratos, las potencias imperialistas europeas aumentaron su productividad del trabajo y avanzaron agresivamente sobre las distintas ramas de producción de la economía mundial y sobre las fuentes de materias primas de todo el mundo semicolonial.
El imperialismo yanqui no podía permitir que siendo ellos los que garantizaron junto a la city de Londres, la restauración capitalista en la ex URSS y China en el 89, sean en última instancia Alemania y las potencias imperialistas europeas las que se beneficiaran al mando de Maastricht de los frutos de esta victoria imperialista.

La guerra de Ucrania, donde EEUU hizo valer todo su peso en la OTAN, fue la oportunidad que vieron los yanquis para romper el mercado europeo y dislocar el eje comercial del Maastricht imperialista con el Este europeo y Rusia.
Con el abrazo que vemos hoy de Trump y Putin, siendo los “organizadores del alto al fuego” en Ucrania, está más que claro que la política imperialista, tanto de la OTAN como de la Unión Europea, no fue ni podía ser jamás apoyar la lucha de liberación nacional de la Ucrania ocupada, como jamás lo hizo el imperialismo con ninguna nación oprimida. Por el contrario, su objetivo no fue otro que dejar que Rusia debilite militarmente a Ucrania, la parta e inclusive se quede con una porción de su territorio, pero “sin ganar la guerra”.
De eso se trata el “plan de paz” que está en curso: Crimea y parte del Donbass para Moscú, y los minerales, las “tierras raras”, las tierras negras, el gas y todas las riquezas de Ucrania, para los yanquis y el FMI.
Este es el plan de Trump para partir Ucrania con Putin y dejarla como una colonia invadida y saqueada.

Ucrania vuelve a demostrar que toda lucha de liberación nacional solo puede triunfar bajo la dirección de la clase obrera y el pueblo pobre del país oprimido, aliados al proletariado internacional.
Justamente, el rol de las direcciones traidoras fue el de poner a la clase obrera mundial en el lugar equivocado de la trinchera de la guerra nacional ucraniana y llevar el combate contra la opresión “gran rusa” y el saqueo del FMI a un callejón sin salida y a un desgarramiento de la nación y de su clase obrera.
Un sector de la izquierda reformista mundial se subió a los tanques de Putin, que ya partió Ucrania y ocupó una porción de ella, donde esclaviza a los obreros ucranianos igual o peor que lo hacen los “mandarines rojos” del Partido Comunista chino.
Otros crearon ilusiones de que con la “ayuda bondadosa” del imperialismo norteamericano y la Unión Europea, se podía triunfar contra Putin. Nada más equivocado… El Maastricht imperialista necesita colonizar a los pueblos del Este, del Glacis, de los Balcanes e inclusive, a la propia Rusia, para salir de la crisis y el marasmo en el cual se encuentra su capital financiero, tal cual lo está también el imperialismo yanqui.

Camaradas:
En la guerra de Ucrania nada está definido aún. Decenas de miles de trabajadores y sectores populares se han sublevado y hoy ganan las calles de las principales ciudades de esa nación oprimida. Está muy lejos aún de resolverse la cuestión ucraniana a favor de los verdugos de los pueblos oprimidos.
En Ucrania están entrando en acción los que realmente combatieron la ocupación rusa. Ellos empiezan a hacer oír su voz. Son los soldados rasos que marchan a Kiev a denunciar la cobardía y el robo de todo tipo que hicieron sus oficiales en el frente. Son los trabajadores y sus organizaciones que se manifiestan denunciando el robo del gobierno cipayo de Zelensky que le hizo creer al pueblo ucraniano que de la mano de la OTAN y los bandidos imperialistas iba a derrotar a Moscú.
Salieron los trabajadores y el pueblo a las calles de Ucrania, en una verdadera rebelión contra los ataques directos a la clase obrera, a la libertad de expresión y las libertades democráticas, de un gobierno que debe endurecerse contra el pueblo porque se prepara para entregarle ya al imperialismo todas las riquezas de Ucrania. Y eso no se hará por vía pacífica.
A los trabajadores ucranianos hay que decirles la verdad: del gobierno y de los oficiales del ejército de Zelensky y sus bandidos pro-imperialistas saldrán generales tan asesinos como los de Moscú para entregar una Ucrania partida y todas sus riquezas al imperialismo.

Camaradas:
A las masas hay que decirles la verdad: solamente un gobierno de los consejos de obreros y soldados podrá llevar la lucha nacional a la victoria.
Para derrotar a Putin e impedir un pacto de rendición de la nación ucraniana, ya es hora de que se vayan Zelensky y sus bandidos oligarcas, lacayos del imperialismo.
Es la hora de poner en pie comités de obreros y soldados ucranianos, tanto en Kiev como en las zonas ocupadas por Moscú, con las demandas de fuera las tropas invasoras, fuera el FMI, expropiar a los expropiadores del pueblo, para conquistar el salario y el trabajo digno y terminar con la represión y la masacre a los de abajo.

Es la hora de poner en pie un gobierno de los consejos de obreros y soldados, que tendría ante sí la posibilidad de expropiar sin pago a las transnacionales imperialistas, los bancos, el gas, las minas y las empresas de los oligarcas, parásitos del pueblo ucraniano, para tener fondos para conseguir armas.
Un gobierno de los consejos de obreros y soldados desconocería toda deuda con el FMI y con el Maastricht imperialista.

Un gobierno soviético basado en el armamento del pueblo y la democracia directa, pondría rápidamente de pie a la clase obrera europea para ir en su ayuda. Y también crearía una amplia simpatía entre los obreros rusos que por centenares de miles se niegan a ir a morir al frente de batalla ucraniano por Putin y su banda de asesinos y represores del pueblo.

Los trabajadores de Europa y de Rusia deben repudiar el tratado de sometimiento que quieren imponer Trump y Putin a la nación ucraniana.
La demanda no puede ser otra que:
¡Ninguna negociación secreta!
¡Que Rusia vuelva a sus fronteras previas a la invasión!
¡Hay que romper con el FMI!
¡Expropiar a los oligarcas ucranianos y a las transnacionales imperialistas!
¡Paso a la Ucrania soviética e independiente!

La clase obrera de los países imperialistas tiene la obligación de enfrentar este pacto infame de EEUU, la OTAN, Putin y el Maastricht imperialista. Esto es en defensa propia. La esclavización de la clase obrera ucraniana y la derrota nacional abrirá una noche negra para todas las naciones oprimidas de Europa como las del Glacis o las ex repúblicas soviéticas, que las potencias imperialistas saquean y despojan.
Un Putin que se apodera de tierras de la Ucrania martirizada, llegará mil veces más fortalecido para aplastar a la clase obrera rusa y a los pueblos que oprime como guardián de los negocios de los capitalistas en Eurasia.

***

Camaradas:
En las batallas de Ucrania y Palestina se define el futuro inmediato del proletariado internacional.

Las disputas interimperialistas se exacerban. El imperialismo yanqui ya no soporta siquiera la existencia de los BRICS de poderosas burguesías nativas que como la de China, India, Brasil o la misma Rusia buscan tener una política independiente en la economía-mundo.
El gran negocio de las armas y de la guerra ya se generaliza en todo el planeta.
Alemania está saliendo de su crisis invirtiendo un billón de dólares en armamento.
Inglaterra y Francia modernizan sus FFAA y unifican su arsenal nuclear apuntando a Moscú. Se ha formado un nuevo eje como en la Primera Guerra Mundial, dispuesto a competir con EEUU en su camino a Rusia.
La lucha interimperialista se torna cada vez más aguda y crítica en Europa y en el Atlántico.

Mientras que en el Pacífico, los yanquis acaban de firmar un acuerdo y un pacto de su guerra comercial con Japón, al que tratándolo como un lacayo, lo puso “bajo su ala” para ir juntos por China.

***

Camaradas:
EL PROLETARIADO NO HA DICHO LA ÚLTIMA PALABRA: LA CLASE OBRERA INTERNACIONAL ABRE UN NUEVO FRENTE EN LA BATALLA DE LOS ÁNGELES.

El imperialismo yanqui tiene un “talón de Aquiles”: no ha podido derrotar a su propia clase obrera. Tampoco lo han hecho las potencias imperialistas de Maastricht. Eso le ata las manos al imperialismo, por ahora, para a ir a ofensivas guerreristas superiores.

Trump, cuya ofensiva en el planeta compite con el accionar de Hitler, no puede aún terminar de imponer al interior de EEUU un régimen bonapartista que estrangule a la clase obrera norteamericana.
Largó su primera ofensiva contra los migrantes hispanos. Les declaró la guerra.
Los trabajadores con una enorme solidaridad respondieron y se abrió así la Batalla de Los Ángeles. En EEUU viven 30 millones de obreros hispanos. Ellos hacen los peores y más sacrificados trabajos. Levantan las cosechas, construyen los edificios, limpian las calles…
Ellos, aliados a la juventud antiimperialista y pro-palestina, y junto al pueblo negro de Harlem, se han sublevado contra la Guardia Nacional y los marines de Trump en duros combates en las calles.

Camaradas:
La Batalla de Los Ángeles es una batalla de toda la clase obrera latinoamericana contra el imperialismo, que prepara nuevas masacres y genocidios por las fuentes de materias primas en América Latina, como ya lo hiciera con las feroces dictaduras militares de los años ’70.
Hoy está muy lejos de haberlo logrado. De Alaska a Tierra del Fuego, la clase obrera no se ha rendido.

Ni la Batalla de Los Ángeles, ni la de Gaza, ni la de Ucrania han terminado de escribir sus últimos capítulos… Se trata de la guerra de clases que está en pleno curso y desarrollo.
Las fuerzas para derrotar y frenar la ofensiva contrarrevolucionaria imperialista ya están en las calles y están lejos de agotarse. Esta es la única alternativa para cerrar el camino a la guerra y abrir el camino a la revolución.
Es que la alternativa de hierro cada vez más cercana no es otra que socialismo o guerra.

Los que impiden que estas batallas se coordinen y se abran nuevos frentes del proletariado mundial es la sobreacumulación de direcciones traidoras que a nivel internacional dispersan los combates de la clase obrera, la dividen y deshacen sus ofensivas.
Hoy stalinistas, social-imperialistas, liquidadores del trotskismo y demás renegados del marxismo se agrupan en la llamada “Internacional Progresista”.
Aquí y allá, estos someten a la clase obrera a distintas pandillas burguesas, a las que pintan de “progresivas”, “democráticas” o “antiimperialistas”, cuando todas ellas no son más que distintos instrumentos del imperialismo, como también lo es el fascismo y el bonapartismo, para mantener su dominio y engañar y derrotar a las masas.
Fue Biden, el “progresista” con el que la izquierda reformista decía que había que enfrentar a Trump, el que organizó con Netanyahu el genocidio monstruoso contra las masas palestinas. Trump viene a terminar su obra.
Los que estas direcciones llaman “imperialismos democráticos” o “burguesías progresistas” no son más que los que le atan las manos a las masas para que el verdugo fascista les dé un golpe decisivo. Unos no funcionan sin los otros.

La lucha por poner en pie una estrategia proletaria independiente para que sea la clase obrera, con el método de la revolución, la que dé una salida a la crisis, es una tarea indispensable para conquistar la victoria.
Se trata de enfrentar la pérfida política de colaboración de clases del stalinismo y el reformismo, por un lado, como así también, el vulgar pacifismo con el que se le niega a las masas el derecho a la autodefensa y a armarse para enfrentar a las fuerzas contrarrevolucionarias de la burguesía.

No hay tiempo que perder.

La necesidad de poner en pie un movimiento internacionalista revolucionario de la vanguardia del proletariado mundial y sus organizaciones que se reivindican del marxismo revolucionario, es la tarea del momento.

La pelea es por centralizar un programa y una política de acción que permita que el proletariado golpee como un solo puño al imperialismo.
La pelea es por que vuelva al centro del combate de la clase obrera internacional la lucha por la revolución obrera y socialista. Es que sin revolución no se para ni la guerra, ni los genocidios que están en curso, ni se ganan las batallas de la lucha de clases.

Esta cuestión es de vida o muerte para los trabajadores puesto que la que paga y pagará las guerras comerciales, los aumentos arancelarios y las enormes inversiones en armas es y será la clase obrera con sus conquistas.

Para derrotar al imperialismo, el único camino es la revolución. ¡Paso al internacionalismo militante!

¡Viva la clase obrera que combate en la Batalla de Los Ángeles, en la resistencia palestina, en la Ucrania ocupada! ¡Su combate es el combate de toda la clase obrera mundial!

James Sakala (WIL de Zimbabwe), Juan Sánchez (LSTI de Bolivia), Abu Muad (La Verdad de los Oprimidos de Medio Oriente), Raúl P. (LSTI de Perú), Villacorta (LOI-CI de Argentina), Cheo Navarro (Utopía la Palabra de Colombia), Giovanni Alberotanza (Avanzada Proletaria de Italia), Hugo L. (CROJA de Brasil)

Carlos Munzer y Milenka López del Consejo Editorial del periódico “El Organizador Obrero Internacional”

 


60° Asamblea Internacional Antiguerra (2022)

 

 


Junio 2025: movilización de los marxistas revolucionarios del Pacífico a la embajada de EEUU y la de Rusia en Tokio, Japón, contra la guerra en Ucrania y el genocidio sionista en Gaza

 

 


Manifestación de los compañeros de la JRCL-RMF y ls juventud Zengakuren en Osaka, Japón, en junio de 2025 contra el ataque del sionismo y EEUU a Irán y en apoyo a las masas palestinas

 

 


Masacre del sionismo y los yanquis en Gaza

 

 


Centenares de miles de palestinos están sepultados bajo los escombros en Gaza

 

 


El sionismo impone hambruna generalizada en toda Gaza

 

 


Las masas palestinas cercadas por hambre buscan alimentos en la Franja de Gaza

 

 


Trump y Netanyahu, criminales de guerra

 

 


Movilización en EEUU contra el asesino Trump y en apoyo a las martirizadas masas palestinas de Gaza

 

 


La juventud pro-palestina de Italia gana las calles de Milán contra el genocidio sionista en Gaza

 

 


Tanques rusos invadiendo Ucrania

 

 


Ucrania destruida por los bombazos del carnicero Putin

 

 


Zelensky y Trump en la Casa Blanca

 

 


Decenas de miles de trabajadores y sectores populares ganan las calles de las principales ciudades de Ucrania

 

 


Movilización de la clase obrera y el pueblo pobre de Ucrania

 

 


Se sublevan los trabajadores y el pueblo ucraniano

 

 


La Batalla de Los Ángeles

 

 


Las masas chocan con la Guardia Nacional en Los Ángeles

 

 


Sublevación de los obreros hispanos en Los Ángeles

 

 


"Detengan la limpieza étnica en Los Ángeles y en Palestina"

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