17 de diciembre de 2018

Las ondas expansivas de las jornadas revolucionarias de Francia
impactan en Medio Oriente

 

Desde hace 6 semanas consecutivas que cada sábado Francia es el escenario de jornadas revolucionarias de los obreros, explotados, los arruinados del campo y la ciudad contra un gobierno de Macron que no ha hecho más que quitar una a una sus conquistas y pasar un brutal ataque. Estas jornadas de los “Chalecos Amarillos” han impactado sobre todos los países de Medio Oriente, puesto que son directamente contra el jefe de gran parte de las transnacionales que saquean la región, como la Total, y que tienen inclusive ejército y bases militares allí.

En Siria, en la ciudad de Binish (dentro de la provincia de Idlib, de los últimos bastiones de la revolución), las paredes se llenaron de pintadas de apoyo a los chalecos amarillos. Se ubica a Assad junto con Macron, represores del pueblo sublevado.

En Túnez, el gobierno quiso intentar aplicar los planes de ajuste del FMI, y los trabajadores y el pueblo respondieron con una huelga general, lo que llevó al imperialismo a utilizar a uno de sus sirvientes, el príncipe saudí, a que otorgue los fondos para dar concesiones parciales. Pero la situación de fondo de desocupación y carestía de la vida no ha desaparecido, y al ver las protestas de Francia, inmediatamente hubo un llamado a luchar así, por lo que miles de chalecos rojos (por los chalecos amarillos de Francia) ganaron las calles la semana pasada.

En Marruecos, los explotados hicieron una protesta en la capital, Rabat, con chalecos amarillos, para protestar contra el rey y su régimen sirviente del imperialismo.

En Egipto la dictadura de Al Sisi prohibió la venta de chalecos amarillos, pero eso no impidió movilizaciones masivas con esos chalecos la semana pasada.

En Jordania hace unos meses atrás la clase obrera y el pueblo pobre realizaron una huelga general con jornadas de combate en las calles, chocando contra la policía, haciendo retroceder al gobierno que quería imponer duros planes de ajuste del FMI. Cayó el primer ministro y el rey volvió a rehacer un gabinete y nombró un nuevo primer ministro para que estudie la situación y busque cómo pasar tales planes. Finalmente, este nuevo primer ministro, Omar al Razaz, lanzó un nuevo plan de ajuste.
Pero las masas jordanas vieron los chalecos amarillos franceses y siguieron su camino, retomando el que habían llevado a cabo hace unos meses, y volvieron a ocupar las plazas centrales de Aman masivamente, algunos vistiendo chalecos amarillos y vociferando como en Francia, “¡Que caiga el gobierno!”, planteando la cuestión de que si no cae la monarquía y todo el régimen, el ataque no puede ser derrotado y las demandas de los explotados no pueden alcanzarse.

En Irak e Irán, donde las masas ya venían luchando por una vida digna contra los gobiernos locales, sirvientes y socios menores de las potencias imperialistas, vistieron en algunas de sus protestas chalecos amarillos en apoyo a Francia.

De París a Idlib, Túnez, El Cairo, Rabat, Aman, Basora y Teherán… ¡un solo combate contra un mismo enemigo: el imperialismo y sus gobiernos y regímenes sirvientes!