La "nueva izquierda" y la vieja receta del veneno de los "campos burgueses"
Para el marxismo, la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Existen clases explotadoras y explotadas, en este caso la clase de los capitalistas y los obreros.
Para los reformistas y los oportunistas, ya desde el siglo XIX, y como luego lo plantearon la socialdemocracia, los stalinistas y todos los que vinieron después en el siglo XX hasta nuestros días, esta ley marxista, que se resume en que "la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases", por períodos históricos "se suspende". Para ellos, por momentos, chocan las clases dominantes entre sí. Por ejemplo, dicen que en los países semicoloniales choca la burguesía nativa con los atropellos del imperialismo, o que en los países imperialistas chocan los imperialismos "democráticos" contra los "más fascistas".
Para todos ellos, se presenta por momentos en la realidad “dos bloques” en la burguesía: uno “progresivo” y otro “regresivo”. Para ellos hay un bloque burgués que el proletariado puede utilizar para sus fines haciendo acuerdos políticos con él, y así fortalecer sus fuerzas. Así, para ellos, la clase obrera debe marchar junto a la "burguesía democrática" contra la "burguesía fascista" o con la burguesía de los países semicoloniales "contra el imperialismo".
El que más desarrolló esta teoría "campista" fue el stalinismo con su política de "frentes populares".
Estas viejas recetas "campistas" -es decir, de los "campos burgueses progresivos"- llevaron a las peores derrotas a la clase obrera, desde apoyar a los imperialismos "democráticos" en las guerras inter-imperialistas a sostener a gobiernos burgueses lacayos del imperialismo, vestidos de "democráticos" para estrangular la revolución proletaria.
No enumeraremos acá la enorme lista de revoluciones traicionadas por este veneno de la teoría "campista" de la izquierda reformista. Mencionamos que la aplicó el stalinismo para estrangular la revolución mundial; que fue la tragedia de España y de Francia en los ‘30; que fue el pacto de Yalta y Postdam de Stalin con Roosevelt y Churchill (el imperialismo "democrático"); que fue la teoría con la que se estranguló el ascenso revolucionario del ‘68/’74 y todos los combates por la independencia nacional a la salida de la segunda guerra mundial; y un sinfín de etcéteras. La teoría y la práctica “campista”, es decir, de los "campos burgueses progresivos", es la de todo renegado del marxismo.
Ellos plantean que es “táctico” que “se suspenda la lucha de clases” y que “el proletariado limite sus demandas para hacer un bloque con la burguesía”. Ellos, desde Lasalle hasta los renegados del trotskismo de hoy, pasando por Bernstein, Kautsky, Martov y Stalin, a todo responden que es algo “táctico".
La vida demostró que ni siquiera se defiende la democracia burguesa formal y ni siquiera se derrota al imperialismo en los países semicoloniales ni se impiden las guerras inter-imperialistas, si la clase obrera no se alía con las demás clases oprimidas de la sociedad contra la burguesía. Donde hay un burgués y mil obreros, manda el burgués, puesto que si no hay acuerdo, éste se retira con su billetera, al decir de Trotsky.
Lo más grave de esta teoría "campista" es que envenena la conciencia de la clase obrera y le crea ilusiones en sus verdugos.
Como diría Trotsky, en un frente político con la burguesía no rige la ley de la matemática donde uno más uno es dos, sino la ley del paralelogramo de fuerzas, es decir, donde dos fuerzas con sentido opuesto se enfrentan, el resultante es cero.
El que le entrega aunque más no sea la uña del dedo meñique a la burguesía, o crea ilusiones políticas en sus partidos y gobiernos le está entregando el alma al diablo. Es más, es mucho más grave, porque se hace responsable de las atrocidades y la explotación de un gobierno burgués contra la clase obrera.
Pero, lo que es más grave aún, darle el más mínimo apoyo a un gobierno burgués es renunciar de antemano el combate por derrocarlo.
De eso se trata la política de la "nueva izquierda", en este caso frente al "NO" de Syriza: una clara política "campista". En sí misma, es un verdadero programa donde la izquierda se niega a preparar las condiciones para un derrocamiento revolucionario de ese gobierno, que es un gobierno burgués de colaboración de clases, porque despierta ilusiones de las masas en él. Y no basta decir después "Syriza nos traicionó" cuando llamaron a un frente político con Tsipras con el NO en el plebiscito.
Este no es un problema táctico. Es un problema de estrategia y de principio. Es que claro, para el reformismo los problemas de la estrategia y los principios no existen. Ellos viven en el mundo de lo inmediato, donde la estrategia no está planteada salvo para dentro de muchos, muchísimos años después, que es la revolución socialista. Entonces para el reformismo las cuestiones de estrategias y de principios no cuentan.
Para los revolucionarios toda táctica que no expresa la estrategia y los principios es una traición. Porque hay tácticas y tácticas, unas traidoras y otras revolucionarias. Apoyar a la burguesía es parte de las primeras.
El marxismo tiene un manual de tácticas revolucionarias: el frente único obrero, la intervención revolucionaria en los parlamentos burgueses, etc. Pero si éstas no persiguen el objetivo de la toma del poder, se vuelven en contra de la clase obrera.
Han habido "genios" de la charca que han llegado a decir, parafraseando a Clausewitz, que "las tácticas son las acciones de patrullas dispersas" y que la estrategia es la conjunción de esas acciones con un objetivo... una charlatanería. Es que la técnica de la guerra están basadas en un principio, que es concentrar todas las fuerzas y los medios disponibles para vencer la voluntad del enemigo.
De lo que se trata es de separar a las fuerzas de la clase obrera de sus verdugos, para independizarlas de éste y de sus instituciones de dominio de una forma tal que le permita a los explotados hacerse del poder.
No es táctico entonces hacer un bloque político con la burguesía, salvo que se quiera traicionar. Toda intervención táctica en procesos electorales burgueses debe ser para organizar los combates de masas, denunciando a las instituciones de dominio, combatiendo por el poder de la clase obrera y para desarrollar las fuerzas del movimiento revolucionario.
Los marxistas no rechazamos la unidad de acción, incluso con el diablo. Por ejemplo, hacemos unidad de acción militar con todo aquel que enfrente al imperialismo si éste ataca a un país oprimido. No negamos la unidad de acción por un punto en la lucha contra el imperialismo si las burguesías nativas buscan presionarlo a éste movilizando a las masas. Pero jamás hacemos un bloque político con la burguesía.
En las elecciones parlamentarias la base de toda intervención política está regida por mantener la independencia de clase. En un plebiscito, en los "SI" y los "NO" se esconden bloques de clase distinto. En el "NO" estaban los partidos burgueses junto a Syriza. Lo mismo que en el "SI". Por eso ahora a los burgueses no les cuesta ponerse de acuerdo y votar juntos el paquete de la Merkel.
Por eso, en las elecciones o se respeta la independencia política de la clase obrera o se hace un bloque político con la burguesía y se traiciona al proletariado. No hay tácticas intermedias.
Los plebiscitos como el de Grecia son la forma más antidemocrática de envolver a la dictadura burguesa de dominio y a una política de colaboración de clases. Pues en un plebiscito siempre se opta por dos políticas burguesas; la clase obrera no puede presentar su programa y ponerlo a votación. ¿O acaso alguien conoce algún referéndum que haya puesto a votación si se mantiene o no la propiedad de los capitalistas?
Hablemos claro. La "nueva izquierda" quiso vender que en el "NO" estaban los trabajadores y el pueblo. Pero muchas veces los trabajadores votan a partidos burgueses. Lo vimos con Chávez, con Perón, con Obama.
O bien, la "nueva izquierda" dijo que si el "NO" ganaba, se creaban las mejores condiciones para luchar. Como vemos hoy, la trampa del "NO" le creó las peores condiciones para luchar, no las mejores.
Como veremos luego, el PTS de Argentina, que llamó a no votar en el plebiscito, terminó con una política de un "NI". Es decir, para ellos el triunfo del "NO" sería un resultado híbrido o más bien, algebraico, es decir, que lo puede usar Tsipras contra la clase obrera, o bien lo puede utilizar la clase obrera para enfrentar a la UE. Como vemos, esta última variante no se dio ni se podía dar con Syriza en el gobierno, porque todo enfrentamiento con la UE parte de derrotar a Tsipras, no de que éste saliera vencedor con el "NO", como salió.
Estos son pasos en las nubes y fantasías reformistas. Las elecciones son el terreno de la burguesía. Si los partidos revolucionarios podemos desarrollar nuestras posiciones, intervenimos en ellas para desarrollar la lucha extraparlamentaria de masas.
Pero reafirmamos, que el “NO” o el “SI” en un plebiscito no permiten expresar ninguna política de independencia de clase. Es la más pérfida y antidemocrática de las trampas burguesas. Insistimos, la única que puede utilizar los plebiscitos es la burguesía. Tsipras y la Merkel lo hicieron muy bien y rápidamente disciplinaron a todos los parlamentarios griegos, de todos los partidos, inclusive a los "Syrizas rebeldes" y más de "izquierda".
En el “NO” había partidos burgueses, entre ellos, los fascistas de Amanecer Dorado y los socios burgueses de Tsipras en el Ministerio de Defensa, Griegos Independientes. En el “SI”, estaba toda la UE, Nueva Democracia y el PASOK.
La división estaba establecida alrededor de qué programa burgués se aplicaba en Grecia, si el de Tsipras, de negociar un ataque más gradual, o el de la Merkel de "operar sin anestesia"... o la salida del euro. Luego del engaño, resultaron ser todos de la Merkel.
El apriete de la Merkel legitimó el "ajuste en cada vez menos cuotas" de Tsipras. Más y más apretaba la Merkel y más y más Tsipras "cedió", como dicen sus aduladores. Digamos la verdad, jugaban para el mismo equipo. La verdad es que Tsipras le dijo a los explotados: "acepten mi receta, o si no viene la Merkel que es peor". Los engañó. Las masas votaron por el "NO". Y ahora les vuelve a decir: "si ahora no apoyamos este nuevo ajuste, va a ser peor, porque no solamente tendremos que hipotecar las empresas del estado, sino ponerlas a nombre de ellos directamente". Tsipras siempre fue el que trabajó para imponerle un ultimátum a la clase obrera griega. Y esto está clarísimo. Ya nadie lo puede negar.
El plebiscito fue un gran chantaje contra las masas. Y la nueva izquierda mundial, fue CÓMPLICE de esto.
El problema es que no se denunció que en este plebiscito, tanto el “SI”, como el “NO”, o el "NI", eran parte de una gran trampa antidemocrática contra la clase obrera... un fraude de distintas pandillas burguesas. Ese es el quid de la cuestión.
Ninguna corriente, ni las más "rrrrrojas", denunciaron la trampa del plebiscito ni llamaron a derrotarlo. Algunas de ellas, como Antarsya, el PO de Argentina, un sector del estalinismo griego, la izquierda de Syriza, el NPA francés y otros renegados del trotskismo varios que pululan detrás de las "nuevas izquierdas" que están surgiendo en Europa, llamaron a darle un contenido de lucha de clases al “NO”. Esto es imposible. Porque luego de votar, ¿quién instrumenta, ejecuta y decide qué se hace con esos votos por el “NO”? ¿Los diputados "revolucionarios" electos por el plebiscito? Pero en el plebiscito no se eligió ningún diputado, ni siquiera de los reformistas. Tsipras hizo lo que quiso. El “NO” lo tenía y lo tiene el gobierno de Syriza en el bolsillo, tal como la Merkel tenía el “SI”.
Llamar a votar por el “NO”, cambiándole el contenido, y hacerle creer y desarrollar las falsas ilusiones a las masas de que así se iba a derrotar el ataque, fue colaborar con el engaño contra ellas.
El PO de Argentina en su declaración del 07/07, ante el triunfo del “NO” en el plebiscito dijo: “rebelión popular contra la llamada Troika, que integran la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI”… Hablan de "un trío siniestro"... ¿Pero el gobierno de Syriza no es parte de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI para atacar a la clase obrera y hacerle pagar la crisis de sus banqueros y transnacionales?
Estamos ante una posición “campista”, abiertamente de colaboración de clases. Ya hace rato que el PO, Antarsya, el NPA francés y toda la nueva izquierda social-imperialista europea rompieron con toda política de independencia de clase.
El PO ha quedado atrapado en el “campo” burgués del “NO”. Y hablemos claro. Cuanto más miente y engaña la burguesía a la clase obrera, un millón de veces más se debe denunciar este engaño y esta mentira.
Por su parte, el NPA francés -que ya hace años rompieron con la lucha por la revolución socialista y la dictadura del proletariado públicamente- y los "anticapitalistas" griegos de Antarsya, afirman: "el domingo más del 60% de los griegos votaron por no en el referéndum. ¿qué significa este voto para Grecia? Está claro que este fue un voto de clase." (entrevista a Manos Skoufoglou, dirigente de Antarsya, del 06/07)
Esto es una mentira. El voto "NO" fue un voto de colaboración de clases. Lo utilizó Syriza y la burguesía del “NO" para imponer el plan de la Troika. Y no se trata de si hubo muchos votos en los barrios obreros. Al peronismo en Argentina, al chavismo en Venezuela, a Obama en EE.UU. también los votaron muchos obreros y eso no significa que hayan sido votos de clase.
El PO, el NPA, Antarsya... se ubicaron en la "vereda del NO". ¿Y ahora de qué se lamentan cuando Tsipras anuncia su "plan de ajuste"? Si son las masas las que pagan las consecuencias de semejante traición y estafa.
El PTS llamó a "no entrar en la trampa del NO". Eso fue correcto. Acá no se trata de ganar una discusión. El problema, es que terminó entrando el mismo PTS en la trampa...
Anunció durante días que "mientras el gobierno de Tsipras tratará de usar el referéndum para maniobrar con los líderes europeos y mantener la política de ajuste a cambio de rescate, los trabajadores, los jóvenes, los sectores pauperizados expresarán su repudio a la troika (…) El rechazo a la Troika se va a expresar de distintas maneras, tanto en aquellos que van a votar NO como en los que no ven que el referéndum sea ninguna salida." (declaración del PTS del 30/06/15)
Están diciendo que con el “NO” la clase obrera podía repudiar el plan de la UE y el gobierno, que ya venía negociando -como ellos mismos dicen- un acuerdo con la Merkel por atrás contra el pueblo griego. Lo dijeron miles de veces... hasta el cansancio.
Con Syriza, el pueblo fue engañado. No pudo expresar su ansia de justicia y de parar el terrible ataque que sufre. Hoy el "NO" se le cae a cada obrero como una tonelada de piedras en la cabeza.
El “NO” no se pudo ni se puede utilizar contra la Troika porque es de Syriza, del gobierno y de la mesa de negociación con la Merkel. Solamente con la lucha en las calles, con las huelgas generales y profundizando el camino y la marcha a la revolución se puede rechazar a la Troika; y eso es inseparable -y en ningún momento lo dice el PTS- de derrotar al gobierno de Syriza, que es un gobierno de los banqueros imperialistas, enemigo del pueblo. Esto había que decirlo con la valentía de los bolcheviques contra Kerensky: el de Syriza es un gobierno del imperialismo, enemigo del pueblo. Había que denunciarlo aunque se quedaran solos, porque hoy millones estarían diciendo "tenían razón; fueron valientes y no nos mintieron".
El PTS amagó con marchar a una posición correcta. Pero se quedó en el medio y terminó dándole valores mágicos al "NO". Lamentable.
Pero el PTS llegó más lejos aún. En una declaración del 07/07 anuncian "una paradoja" luego del triunfo del “NO”. Son una especie de "sí, pero no". Dicen, por un lado, que el "NO" "ha fortalecido al gobierno que se propone en estos momentos negociar con la misma Troika". ¿Cómo puede ser esto? ¿No era que el "NO", según el PTS, era una forma en la que los trabajadores también podían "repudiar a la Troika"? Aquí su eclecticismo no tiene límites. Si el "NO" le sirve a Syriza y también a la Merkel como lo vemos hoy... ¿cómo el "NO" le va a servir a la clase obrera para que lo utilice? El "NO" para el PTS tiene un "uso múltiple".
En otro artículo del 06/07 el PTS plantea otra "paradoja": "mientras que el pueblo griego se pronunció contundentemente contra la Troika, ésta tiene otra vez en sus manos el destino de los griegos".
Con todo esto, entonces el PTS está diciendo que el plebiscito fue una gran trampa; que el “NO” fue un fraude. Y antes dicen que en ese fraude "se expresó el repudio a la Troika por parte de la clase obrera". Lo que también termina siendo un fraude es la posición del PTS. ¿Cómo va a salir ganadora la clase obrera de una estafa que le hicieron en el plebiscito?
El PTS estaba con un pie en una posición correcta enfrentando al plebiscito, y con el otro pie estaba con sus amigos de Antarsya y el NPA francés que lo apoyaron abiertamente.
En la declaración del 06/07 el PTS termina afirmando -luego de denunciar que el "NO" fue un fraude- que es posible que "el NO en las urnas" se transforme "en un NO en la lucha de clases para pelear por el poder de los trabajadores". Aquí ya viene el delirio. 40 grados de fiebre. Dicen que la clase obrera, con el "NO", que es un fraude, puede luchar por el poder de los trabajadores. Efectivamente, el PTS se ha perdido entre las columnas del Partenon en Grecia.
Esto equivale a decir que, pese al fraude del "NO", pese a que Syriza va a utilizar el "NO" a favor de la Troika, las papeletas con los votos por el “NO” pueden salir de las urnas y organizar los batallones para "luchar por el poder de los trabajadores". Ya vimos cómo el PO -el socio del PTS en el FIT de Argentina- había planteado que el triunfo del “NO” en el plebiscito había sido una “rebelión popular contra la Troika”… ¿Cómo se hace una “rebelión” con votos? ¿Los votos se insurreccionan en las urnas? ¿Saltan? ¿De qué hablan?
Todo esto es una cortina de humo. No había ninguna posibilidad de expresar una política de independencia de clase y de choque con la Troika que no fuera enfrentar al SI y al NO del plebiscito. Porque hasta que los trabajadores no rompan con el “SI” y el “NO”, con el fraude de Syriza y el plebiscito, no avanzarán a la revolución socialista.
Decirle a la clase obrera que "puede usar su NO para luchar" es una mentira. Porque lo que hay que decirle es que hay que romper con este gobierno que nos engañó con el plebiscito, porque es de la UE, porque es del FMI, porque es el “gerente de izquierda” de la Banca Morgan, tan o más enemigo de los obreros griegos que la Merkel. Es el carcelero de la juventud rebelde y combativa. Es el que posó de cordero y resultó ser el lobo. Es el que liberó con sus jueces a los fascistas de Amanecer Dorado, que matan a palos a los obreros inmigrantes.
Esto había que decirlo antes, durante y después del plebiscito. ¿Y las tácticas? Que en todo caso queden en manos de los reformistas, que dicen ser los "genios de las tácticas".
El PTS anunciaba la madre de todas las batallas contra el plebiscito, pero se quedó en la "vereda del NO", dándole ideología por izquierda a Syriza. Luego de insistir correctamente de que por la política de Syriza, "el 'mandato' del NO en las urnas, corre el riesgo de convertirse en pocas horas en un SI" (y a esto también lo llama "paradoja") en su declaración del 07/07 continúa afirmando: "El referéndum ha operado un cambio en un nivel que tal vez no sea todavía perceptible." (sic.) Aquí ya se entra en un mundo fantasioso. El "NO" ya tiene poderes telepáticos. El PTS afirma que este nivel, que aún no es perceptible, "Es el de la autopercepción de las masas de su propia fuerza. Este elemento vital, constitutivo por sí mismo de la relación de fuerzas entre las clases, es el principal activo que la clase trabajadora y la juventud griega tienen para enfrentar los combates por venir." Bla bla bla. ¿O sea que la clase obrera vota a Perón y se da cuenta de su propia fuerza porque éste ganó las elecciones? ¿O los trabajadores votan a Obama, que gana las elecciones, y así "autoperciben" su propia fuerza? ¿Este qué tipo de invento es, para entrar por la ventana al "NO"?
Lo del PTS es cómo decir de todo, para terminar diciendo que el "NO" tiene un “carácter progresivo”, que puede "elevar la conciencia de las masas". Si esto es así, ¿por qué el PTS no llamó a votar por el “NO”? Si llueve, ¿por qué no salen con paraguas? El PTS amenazaba con salir del "campo del NO", pero llegó al límite de la tranquera y regresó al "campo" de Syriza nuevamente. Si uno desarrolla mucho su "autopercepción" se dará cuenta rápidamente de esto.
Aquí nadie inventa ninguna posición que no tenga esta gente, que se hace la que habla difícil. Lo suyo es una gran mentira. El “NO” y el referéndum son una derrota para la clase obrera, utilizados por Syriza para atacarla violentamente. Esta derrota ahora las masas deberán remontarla después de que sus luchas fueron desviadas por este gobierno de colaboración de clases de Syriza y su plebiscito infame, que resultó ser nada más que un rodeo para que la Merkel, la UE y los banqueros griegos se pongan el sacrificio de la clase obrera en el bolsillo. De eso se trata el triunfo o la derrota, que la plata vaya al bolsillo de los banqueros, con el “NO” incluido. ¡No mientan más!
Toda esta izquierda opina que se puede cambiar el carácter de clase de las instituciones de la burguesía. Esta es la vieja teoría socialdemócrata de Bernstein de que el "estado es neutro", una "bolsa vacía" a la que cada clase puede imponerle su propio contenido. Sus continuadores de hoy afirman por ejemplo, que se puede presionar a la justicia patronal para sacar "fallos buenos" para los obreros. O que en el Parlamento, que es de la burguesía, mediante "diputados obreros" es posible votar leyes "a favor de los trabajadores". Todo esto es un vil engaño.
Esta misma teoría la aplica la izquierda con el “NO” en el plebiscito, diciendo que se le puede dar un contenido a favor de las masas o en su contra si es que lo utiliza Syriza. Una vergüenza. Porque ¿quién lo va a utilizar, si no es Tsipras?
No nos cansaremos de afirmar que el "NO" en el plebiscito fue una de las políticas de la burguesía y los banqueros griegos para engañar a las masas e imponerles un brutal ataque, en sociedad con la Merkel que, de ganar el “SI”, imponía el mismo ataque con algunos grados más.
Estas son las artimañas y dibujos que tiene que hacer esta gente para seguir en el “campo burgués” del “NO”, revistiéndolo de r-r-r-rrrrrojo, planteando que el plebiscito como institución tiene "rasgos progresivos" que se pueden utilizar a favor de los trabajadores.
El FIT de Argentina está haciendo escuela en esta "nueva izquierda". Ha ingresado abiertamente en ella.
Los “maestros” de esta teoría “campista”, el estalinismo, esta vez en Grecia se han ubicado por fuera del “campo del SI”, como del “campo del NO”. Así fue que el KKE (el PC griego) ha planteado frente al referéndum: “ni SI, ni NO, retirada de la UE con el pueblo en el poder”. Pero esta posición del KKE está lejos de haber sido para enfrentar la trampa del plebiscito. El PC griego dirige la absoluta mayoría de los sindicatos y centrales sindicales enteras, y no ha llamado a una sola acción de lucha a la clase obrera griega para derrotar el fraude del referéndum. Fue el encargado de desorganizar a la clase obrera, desmovilizarla y garantizarle la paz social a Syriza para que éste rearme al gobierno de los banqueros imperialistas y, desde el pacto con la Merkel, ataque -como lo está haciendo ahora- al movimiento obrero griego. ¿Cómo una central sindical y todos los sindicatos dirigidos por el Partido Comunista van a plantear una política pasiva de abstención al plebiscito, si tuvieron las mejores condiciones para preparar una lucha decisiva hacia el 30 de junio, cuando vencía el rescate a Grecia?
E KKE, con su política abstencionista frente al plebiscito, se lavó la ropa sucia de la lucha que no preparó, ni organizó, de forma consciente y alevosamente planificada. Ahora, quedará en la "oposición" y será el dique de contención "por izquierda" frente a las masas revolucionarias cuando éstas ganen las calles nuevamente, como está sucediendo en este momento, al cierre de este folleto, cuando se encuentra el parlamento reunido.
Es decir, el KKE se ubicó por fuera de los “dos campos”… pero para salvarlos a ambos del fuego de la revolución proletaria.
La vieja teoría “campista” y una conclusión programática:
"primero derrotamos a la Troika y después iniciaremos el camino a la revolución socialista"
Nuevamente sobre la "nueva izquierda" y las viejas recetas del stalinismo
Como no podía ser de otra manera, desde que subió al gobierno Syriza, toda la izquierda mundial marcha con ellos: críticamente, acríticamente, denunciándolos furibundamente por reformistas... Pero no dicen lo sustancial: que Syriza es un gobierno de frente popular de colaboración de clases, con la burguesía adentro, y muchas sombras de ella: desde los Ministros de Finanzas y de Defensa, hasta Pavlopoulos de Nueva Democracia, elegido por la mayoría de Syriza en el Parlamento, como el nuevo presidente de Grecia que está por encima de Tsipras.
Por eso no denunciaron que en el gobierno de Syriza estaban tanto el “SI”, como el “NO”, y que por ello era una estafa ese plebiscito, como lo es todo ese gobierno antiobrero y agente del imperialismo de Tsipras... un nuevo Papandreu, del que éste tomó todas las medidas que hoy acordó en común con la UE. Papandreu y el PASOK -que se destruyó en los procesos revolucionarios de Grecia de estos años- le entregaron la posta a Syriza para que aplique su plan.
Por ello, Syriza no es la expresión del proceso revolucionario que iniciaran las masas griegas y su juventud rebelde en el 2008 sino su aborto, su desvío.
El rol de Syriza es venir a anestesiar a las masas, reprimir violentamente a su ala izquierda -como ha hecho-, proteger a las instituciones más reaccionarias del estado burgués, como a la casta de oficiales griegos que ocupa los Balcanes, a sus jueces que encarcelan a la juventud rebelde e inclusive cobijar a las bandas fascistas que mañana serán llamadas por el gran capital para aplastar a las masas adormecidas por Syriza hoy.
Como no podía ser de otra manera, la política “campista” de la izquierda reformista termina en la teoría de la “revolución por etapas” del stalinismo: "primero vamos con Syriza a derrotar a la Troika y después haremos la revolución socialista"... como si fuera posible combatir a la Troika, al FMI, a la UE sin poner el grito de guerra de que "el enemigo está en casa". La Troika es Syriza y los banqueros griegos. Ellos, con la City de Londres y Wall Street se robaron el dinero de las masas griegas. Y las esclavizan junto con la Merkel y Obama.
La clase obrera no puede avanzar a derrotar a la UE sin tomar el poder en Grecia. Esta revolución sería un eslabón y un episodio de una sola y única revolución europea. Como la “nueva izquierda” tiene una teoría-programa de "revolución por etapas", el “NO” en el plebiscito es su "consigna de transición" para presionar y llevar a Syriza hasta el final a una ruptura con la UE. Para ellos, "después vendría la revolución socialista", "que los trotskistas nos dejemos de molestar con nuestra política sectaria".
Esto es stalinismo puro. Esto equivale a decir que las bandas imperialistas griegas rompan con sus socios de las pandillas imperialistas de Europa, a favor de la clase obrera. Es una utopía reaccionaria.
No se combate contra la opresión y el flagelo de las masas griegas sin comenzar por expropiar a los capitalistas y banqueros de Grecia, sin llamar a la clase obrera alemana y europea a enfrentar juntos a la Merkel, a los Borbones y a todas las pandillas imperialistas de Europa y el FMI. Nada de esto plantea la izquierda “campista”.
Carlos Munzer