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La utopía reaccionaria de la "Nueva Izquierda": quisieron vender a Tsipras como un nuevo "Chávez europeo", cuando en realidad es un gobierno burgués de colaboración de clases de un país imperialista en bancarrota, socio menor de Maastricht y la Troika

La izquierda reformista quiere hacer pasar a Grecia como si fuera un país colonial o una semicolonia expoliada, y a su burguesía como si fuera mitad oprimida por el imperialismo y mitad opresora de su propia clase obrera. Lo único que le falta decir es que Syriza puede ser un "Perón", un "Chávez" o un "Naser". Quieren hacer surgir un "movimiento bolivariano" en la Grecia imperialista. ¡Esto es una estafa!
En los países semicoloniales, por momentos y ante determinadas circunstancias históricas, la burguesía nativa regatea su parte de la renta nacional y la plusvalía sacada al movimiento obrero con el imperialismo, que controla la mayoría de la economía de esos países. La burguesía chantajea al imperialismo movilizando a las masas, hasta el punto de que éstas no se le escapen de las manos, puesto que de ser así éstas atacarían no solo los intereses del imperialismo sino también de la propia burguesía nativa.
Grecia no es una colonia ni una semicolonia. Sus pandillas imperialistas son socias menores del dominio imperialista del mundo. Grecia es el eslabón más débil y en bancarrota del dominio imperialista de Europa.
Las pandillas imperialistas, aún las más pequeñas y menores, se reparten el mercado mundial y sus grandes o pequeñísimas zonas de influencia, a donde van asociadas entre sí.
Ya hace rato que sobran potencias imperialistas. La mayoría de las europeas han quedado como vasallas después del crack del 2008. La relación entre éstas y las potencias que ganaron la batalla comercial -como EEUU, Alemania o Japón- es de vasallaje. Los piratas imperialistas ganadores se quedarán con los negocios de los vencidos e inclusive con sus zonas de influencia. Los vencidos intentarán asociarse a ellos, reconociendo la relación de fuerzas. Y sino, esperarán el momento para recuperar sus negocios. De eso se trató la primera y la segunda guerra mundial interimperialistas.
Por supuesto que para los charlatanes reformistas, la guerra no existe. Aquí lo que se está definiendo en la crisis china, en la bancarrota europea y la crisis griega es cómo pagan la crisis las potencias imperialistas vencidas en la guerra comercial y cuál de las potencias imperialistas vencedoras será la que tendrá que pagar la próxima crisis, que es la que ya está hoy. Alemania le ha dicho al FMI y EEUU: "yo no, en Europa no pago nada".
Los buitres se picotearán entre ellos. Y si la clase obrera no toma el poder, vendrá la guerra, que es el último camino que tiene el sistema capitalista mundial para salir de su crisis crónica.
Esta es la única forma de plantear el actual momento de Grecia desde un punto de vista estratégico. Todo lo demás es verso reformista.

 

Grecia tiene el segundo presupuesto militar de todos los países de Europa y, con su oficialidad reaccionaria, es un destacamento avanzado de las tropas imperialistas de la OTAN

Señores, hay que hablar claro. En estas condiciones querer venderle a las masas la emergencia de un "fenómeno bolivariano" en la Europa imperialista es una estupidez. En la Europa del Este, en las nuevas colonias y republiquetas de los ex estados obreros esa posibilidad está abierta. Pero aquí estamos hablando del gobierno burgués de Syriza, de los armadores griegos, de uno de los accionistas más importantes del HSBC, de los que tenían puestos sus activos como socios de la Banca Morgan y la Goldman Sachs en Wall Street. Están hablando de una pequeña nación imperialista en bancarrota, pero que tiene el segundo presupuesto militar de Europa, aún mayor que el de Alemania, puesto que se disputa con Turquía el sur del Mediterráneo, las rutas del Mar Negro y los Balcanes. Están hablando de las transnacionales de los armadores más grandes del mundo.
El presupuesto militar de Grecia ha quedado bajo observación alemana. Ésta le exige una reducción de 200 millones de euros de dicho presupuesto. Grecia y su oficialidad, acostumbrada a golpes de estado y a asesinar obreros, es la avanzada de las tropas de la OTAN hacia los Balcanes, el este europeo y el sur del Mediterráneo.
Esta gente hoy está en bancarrota. Pero no está dispuesta a pagar la crisis así nomás. Eso es lo que discuten Tsipras y la Merkel: cómo se la hacen pagar a las masas. La relación entre ellos es como sucede con las pandillas capitalistas: se piratean, uno pisa al otro... el ganador en el pillaje le impone las condiciones al capitalista vencido... lo pone de rodillas... y se quedará, como es inevitable, con la mayoría de sus negocios. Si se impone Alemania, hará retroceder a Grecia a una categoría de vasalla. Así es este sistema capitalista. Pero estos piratas griegos jamás llamarán a apoyar a la clase obrera y sus organizaciones de lucha. En cambio, la izquierda reformista mundial, sí llamó a apoyar a Syriza, la cobertura de izquierda de estas pandillas imperialistas, algunas de ellas venidas a menos.

Querer hacer pasar, entonces, a Grecia como una semicolonia expoliada es una estafa porque lo que están proponiéndole a Syriza, a un gobierno agente directo del imperialismo griego y europeo, es un "frente antiimperialista" para enfrentar a Maastricht. ¿Por qué no le proponen a Hollande, al príncipe de Bélgica, de Holanda, al nuevo rey de España hacer un frente para enfrentar a Maastricht? Ya han llegado muy lejos al proponerle a Hollande y a la socialdemocracia imperialista hacer un frente "anti-austeridad"...
Estos son los garabatos que tiene que dibujar la izquierda de Maastricht para engañar a las masas y sostenerlo por izquierda.

Hay que hablar claro. La pseudoteoría de un "gobierno bolivariano" en la Europa imperialista de Maastricht es de una enorme crueldad revisionista y de engaño a las masas. Lo que está por delante son gobiernos de colaboración de clases, frentes populares, que vienen a reconstituir a los estados y regímenes maltrechos de la Europa imperialista. De fallar en sus intentos, lo que vendrá será el garrote del fascismo.

El verdadero programa para Grecia de la izquierda es "unidad de acción con Syriza y el gobierno griego contra la Troika imperialista". Esto es ser faldero de las pandillas imperialistas devenidas en desgracia. En Grecia: ¡el enemigo fundamental está en casa! Así también lo está para la clase obrera alemana, francesa e inglesa. Esta es la única posibilidad de conquistar la unidad de la clase obrera europea.
De eso se trata el nacionalismo de las potencias imperialistas: de quebrar la unidad de la clase obrera y desarrollar el peor de los chovinismos en su movimiento obrero.
Los plebiscitos, el sometimiento a los cantos de sirena de Syriza y todos sus engaños no son más que un rodeo para sostener el garrotazo de Alemania y los banqueros imperialistas griegos contra los trabajadores.

A esto lo demuestran los hechos y los números. Sin enfrentar y derrotar a los banqueros y los parásitos capitalistas de Grecia, no hay solución para la clase obrera de ese país. De la deuda externa de Grecia -que hoy son 320.000 millones de euros- en el 2011, 110 mil millones de euros eran deuda de los bancos griegos, que habían caído en la debacle de sus socios la Banca Morgan y Goldman Sachs en la crisis de Wall Street. El estado griego le pagó a esos bancos los 110 mil millones de euros. Y aún así, los bancos griegos, hoy son acreedores del 40% de la deuda externa griega (alrededor de 128 mil millones de euros).

Hay que decir la verdad. Estamos ante una política de colaboración de clases, de someter a la clase obrera a frentes políticos con la burguesía. Eso fue el apoyo al NO con Syriza "contra la Troika", como si la suerte de las masas griegas se pudiera atar a la suerte del NO de Syriza. ¿De qué se extraña esta gente ahora de la "traición" de Syriza?
Cuando hay mil obreros y un patrón, se hace lo que dice el patrón. Sino, el patrón se va.
Con el plebiscito embellecieron al patrón bueno, que es el que viene a pegarle el garrotazo a la clase obrera. Estos son los hechos. No los pueden negar. ¡No mientan más!
La izquierda de la izquierda le dio legitimidad al plebiscito de Syriza. De eso se trata la trampa del plebiscito. Es que con el que tenían un frente electoral hace una semana hoy es el encargado de atacar directamente a las masas. Éstas le dirán a esta izquierda oportunista: "ustedes también nos mintieron y nos engañaron". Y tendrán razón.

Insistimos, estamos frente a una abierta política de colaboración de clases. El gobierno griego es un gobierno de frente popular, como el que impuso el stalinismo durante décadas. Es decir, un gobierno de los partidos obreros con la burguesía imperialista.

 

Carlos Munzer