VISITE TAMBIÉN
LA PÁGINA DE LA FLTI

WWW.FLTI-CI.ORG

UCRANIA - 15/08/16

El último capítulo de la revolución aún no se ha escrito.
Luego de la enorme movilización de masas en la capital ucraniana contra los tarifazos del gobierno de Poroshenko a cuenta del FMI…
Mientras los mineros y explotados continúan resistiendo a la ofensiva del imperialismo
Una vez más las condiciones objetivas de penurias, hambre y saqueo, empujan a las masas al combate…

Los mineros de la región Oeste del país-bajo el control de Kiev- salen a la lucha
¡Basta de pelear divididos! ¡Una sola clase, una sola lucha, un mismo enemigo, del Donbass a Kiev en toda la extensión ucraniana!

El mes de agosto comenzó y los mineros del oeste de Ucrania han salido una vez más a luchar por lo suyo. Es que la enorme mayoría de los trabajadores de las minas del carbón estatales situadas en la región oeste del país, controlada por el gobierno de Kiev ¡llevan tres y hasta seis meses sin cobrar su miserable salario!

Bloqueos de caminos, negación a bajar a las minas, dirigentes y mineros en huelga de hambre son los métodos de lucha con los que están peleando los trabajadores en reclamo de los sueldos adeudados y contra el cierre y privatización de las minas.
El 3 de agosto, las mujeres de los mineros de Krasnoarmeyskugol organizaron una marcha de “tazones vacíos” en reclamo de los salarios adeudados a sus esposos.
El 5 de agosto los mineros de Chervonohrad protestaron en la ciudad de Lviv y bloquearon la carretera internacional de Lviv-Rava-Ruska.
El 9 de agosto Viktor Trifonov, del complejo estatal de Selidovugol, en huelga de hambre se prendió fuego intentando inmolarse en un acto de desesperación durante una conferencia de prensa frente al Ministerio de Energía y de la Industria de Carbón de Ucrania. A pesar de quedar con el 12% de su cuerpo quemado, continuó con su huelga de hambre bajo protesta. ¡Es que la vida del minero se convirtió en un verdadero martirio! Las deudas con los trabajadores de este complejo ascienden a los 60 millones de hryvnias, el equibalente a 2.4 millones de dólares.
El 11 de agosto los mineros de la mina Stahanova, lamás grande del complejo estatal de Krasnoarmiiskvuhillia, en el Oblast de Donetsk que controla el gobierno de Poroshenko, comenzó una huelga espontánea. En asamblea decidieron  no bajar la mina y detener la producción. Lo propio hicieron en las minas “Ukraine”, “Kurakhovskaya”, “1/3 Novogrodovskaya”, y “Russia”.
Para ese momento, trabajadores de Lvivvuhillya llevaban 8 días de huelga de hambre frente al Ministerio de Energía y de la Industria de Carbón de Ucrania.

El látigo del capital no da sosiego. Vivir en Ucrania se ha convertido en un verdadero infierno, tanto en el Oeste como en el Este del país. Es que los planes del FMI, el Banco Mundial y la UE para Ucrania no son otros que convertirla en una verdadera colonia tutelada por el imperialismo… ésta es la “salida” y éste es el destino y que los voraces capitalistas le tienen preparado al país de Europa del Este.
El imperialismo arrastró a la nación a la asfixia al no poder pagar la fraudulenta deuda externa y el plan de pagos incluye la privatización, o el cierre o reconversión de todas las minas. Contra este plan y en defensa de su vida y su trabajo se levantaron los mineros del Donbass, como avanzada de este combate, y para ello pusieron en pie sus milicias y los comités de soldados.
Pero el plan del imperialismo es para toda Ucrania. La miseria, el hambre y el ataque es para todos los explotados y sólo puede enfrentarse con una lucha unificada de los trabajadores de todo el país, rompiendo el sometimiento que les quieren imponer las direcciones traidoras a los distintos sectores burgueses y que sellaron en los Pactos de Minsk para partir la nación: Kiev y el Oeste bajo el mando de Poroshenko; la región del Donbass bajo el control de la oligarquía prorrusa y de Putin, quien completando la partición de la nación se quedó con Crimea, como parte de pago de los servicios prestados al imperialismo. 
Los trabajadores de toda Ucrania enfrentan los mismos padecimientos y tienen las mismas demandas motoras: pan, trabajo, salario, lo que les es negado por el mismo enemigo que ha venido a quedarse con todo: el FMI. ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las minas, acerías y fábricas de Ucrania! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las tierras productivas que hoy Poroschenko y ayer Yanucovich le entregan a la Monsanto y Cargill!  ¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero de Gazprom! ¡Hay que expropiar la BASF y la Total! ¡Por un plan de inversión para modernizar la industria minera y para poner a producir las minas que han cerrado o han sido devastadas por los bombardedos! ¡Por un plan obrero de emergencia! ¡Plan de obras públicas urgente para reconstruir las viviendas, escuelas y hospitales destruidos, los caminos y la infraestructura de agua y energía!
La tragedia de la revolución ucraniana es que las direcciones han logrado imponer la división de los trabajadores.
Pero aún no ha sonado la última palabra para esta revolución que a cada paso intenta ponerse de pie pese a las enormes traiciones. Los trabajadores del Donbass y los trabajadores de Kiev se niegan a entregarse sin presentar batalla. Sus demandas no son distintas a la de los trabajadores franceses que enfrentan al gobierno de Hollande que busca arrebatarles las 35 horas semanales; no son distintas de las de los trabajadores ingleses que tienen por delante el “contrato cero” con el cual la patronal los tendrá disponibles las 24 hs y les pagará sólo por el tiempo que los requiera trabajando; no son distintas de la de los trabajadores españoles o griegos que enfrentan los ajustes, ataques a sus conquistas en toda la regla y una terrible desocupación…
En esta brutal crisis y crac económico el imperialismo ha decidido que sean los trabajadores y explotados los que paguen los costos de la crisis sobre sus golpeadas espaldas. El último capítulo de la revolución ucraniana se escribe y se escribirá en los combates de su aliado más poderoso: los batallones centrales de los trabajadores de la Europa de Maastricht.

 

contactenos