Presentación del Capítulo II:
2014: año clave
Estalla la colonia tutelada por el FMI y administrada por el gobierno de Yanukovich, socio de los oligarcas de Moscú
En 2014 Ucrania se declara en quiebra y en default en el pago de la deuda externa con la que el FMI, junto al saqueo de las transnacionales, le succionaba sus enormes riquezas. Con las arcas vacías del Banco Central ucraniano, el pago de la deuda se volvió imposible.
Ante esto, el Fondo Monetario obligaba al odiado gobierno del millonario Yanukovich, socio de Putin, a imponer un feroz ataque contra los explotados. En respuesta a ello, una sublevación de masas se generalizó a toda Ucrania contra el plan fondomonetarista de ataque a todas las conquistas obreras, de cierre de cientos de minas improductivas y de despidos de centenares de miles de trabajadores. Eso es lo que exigían los usureros internacionales y Yanukovich estaba dispuesto a aplicar hasta el final.
Lo que los stalinistas llaman un “golpe de estado” contra el gobierno multimillonario y fondomonetarista de Yanukovich, que contaba con la cobertura de Putin, no fue más que un feroz levantamiento de masas que recorrió toda Ucrania para derrocarlo. Su avanzada fue en la Plaza Maidán en Kiev, que contaba con el apoyo de los mineros de todo el Donbass.
El único que defendía a Yanukovich y su plan fondomonetarista era Putin, quien ofrecía 15 mil millones de dólares para sacar a Ucrania del default. Ya era tarde: el imperialismo iba por todo habiendo constatado que Yanukovich no era el gobierno capaz de aplicar semejante ataque a las masas. La prueba de ello es que el cierre de minas y el despido de miles de obreros que exigía el FMI, recién se pudo aplicar bajo el tutelaje contrarrevolucionario de Moscú en el Donbass desde 2015 a 2017.
En el año 2014 para los trabajadores y el pueblo pobre de un lado quedaron el FMI, Yanukovich y Putin, y del otro lado, su necesidad de terminar con el hambre, la miseria, la desocupación.
En estas condiciones la demagogia de la Unión Europea que hablaba de las “bondades” del ingreso de Ucrania en Maastricht, abrió un período de enormes ilusiones en las masas. Esto le permitió a la burguesía -utilizando el discurso de que saldrían de la crisis yendo a la Europa de Maastricht-, volver a estabilizar su régimen a la caída de Yanukovich, quien fue derrotado por la acción directa de las masas.
Ello explica el aborto de ese enorme levantamiento revolucionario de masas de la Plaza Maidán, tal cual lo desarrollamos en este capítulo, que fue desviado hacia una posición de ingreso a la Unión Europea y de huida de las garras de Yanukovich y Putin.
En estas condiciones las falsas ilusiones de las masas de tener una vida mejor en Maastricht, impuestas inclusive con la colaboración de las direcciones traidoras de Europa en particular, fue la causa del desvío del proceso revolucionario y del copamiento por parte de la burguesía financiera y gasífera de Kiev del proceso de la Plaza Maidán.
Así quedó la clase obrera ucraniana: saliendo del aceite hirviendo de Moscú, pisada por el imperialismo y siendo llevada a las brasas ardientes de la Unión Europea.
No fueron las ilusiones de las masas las que desviaron sus combates, sino que lo hizo la férrea defensa de toda la izquierda europea, de las burocracias stalinistas de los sindicatos y de los autotitulados “socialistas revolucionarios” que apoyaron y apoyan abiertamente a la Unión Europea de las potencias imperialistas.
Pongámosle nombre a los traidores: son Syriza en Grecia y la burocracia stalinista de las centrales sindicales francesa, griega, portuguesa, belga. También es el caso de Comisiones Obreras del Estado Español, de la socialdemocracia alemana, los laboristas de Inglaterra, Podemos de España, etc.
Si hasta alas burguesas de “izquierda” como Mélenchon o Varoufakis llegaron a plantear que la tarea era “democratizar” la Unión Europea y conquistar un “Maastricht más social”. Ellos son los responsables de despertar ilusiones entre las masas de las ex repúblicas soviéticas en la Unión Europea. ¿De qué hablan estos traidores?
Si hoy hay algo que está haciendo evolucionar la conciencia de las masas hacia la izquierda es que las góndolas de los países imperialistas de occidente ya no muestran ni siquiera una mínima abundancia para las capas altas de la clase obrera, a diferencia del 89, donde la URSS se derrumbaba, sometida a la economía capitalista mundial, y allí los obreros no veían cómo escaparse de la catástrofe a la que habían sido llevados por la restauración capitalista. Hoy, a diferencia de lo acontecido en esos años, la inflación y la carestía de la vida les está pegando un duro golpe a los trabajadores de todo el continente europeo.
Es más, aún hay países del Este de Europa que llevan 15 años esperando ingresar a la Unión Europea por no “reunir las condiciones” para hacerlo. Este chantaje es la forma en la cual Maastricht domina, oprime y les impone planes draconianos de saqueo, ajuste y maquilas a las naciones del Este europeo como lo hace hoy con Polonia, Bulgaria, Hungría, Croacia, Rumania, etc.
El “atraso” más grande de la clase obrera ucraniana es la traición de las direcciones del proletariado europeo y ni hablar de los que hoy sostienen que Putin, el más grande asesino y represor de los obreros de Rusia y toda Eurasia, parte de una oligarquía millonaria esclavizadora de la clase obrera, sería el “gran freno al avance del imperialismo”. Estos miserables tratan a Putin como si fuera el Che Guevara de Oriente. Una falacia y una vil mentira.
Como vemos en el transcurso de la guerra actual, la promesa de Maastricht de ingreso a Ucrania a la UE es un brutal engaño, que lo pueden realizar puesto que todas las direcciones sindicales, stalinistas y socialimperialistas, reiteramos, apoyan a la UE.
Bajo condiciones de crac y catástrofe, el levantamiento de Plaza Maidán fue un primer intento fallido de la revolución ucraniana, gracias a la traición de las direcciones de la clase obrera europea, los partidos socialimperialistas, los stalinistas y los grupos de renegados del trotskismo que apoyaron ya sea a Maastricht o a Putin. Hoy estas direcciones le echan la culpa a la clase obrera ucraniana de las condiciones adversas en que quedaron las masas a partir de 2014, lo que permitió una brutal contraofensiva burguesa imperialista durante años, como veremos luego.
En este segundo capítulo que hace a la génesis de la guerra actual, publicamos el trabajo que se refiere a estos acontecimientos convulsivos de 2014:
Ucrania:
colonia tutelada por el imperialismo,
o soviética, socialista e independiente
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