25 de agosto de 2014

La multinacional yanqui Donnelley es uno de los más grandes monopolios gráficos. Instalado en 47 países, con más de 57 mil empleados, amasa una fortuna anual de 10 mil millones de dólares. Tiene su sede central en EEUU y compite con otros que también están en la Argentina como Quads Graphics de WordColor en Zona Norte (donde dirige hace un par de años la Lista Bordo del PTS) y Anselmo Morvillo (donde está la Lista Naranja hace mas de 10 años) que junto a AGR-Clarín concentran en volumen de producción, el 80% de los trabajos de la rama obra.

Previo al cierre de Donnelley, la patronal de AGR-Clarín había pegado en el taller una carta del presidente de la FAIGA (la cámara patronal de los gráficos que está enrolada en la UIA) a todos los gerentes de la rama explicando el mal momento que estaba pasando el sector, llamando a la cordura al estado y a todos los actores para “no llevar a un problema mayor esta situación”. Así la patronal de AGR justificaba que iba a pagar fuera de fecha el aguinaldo, el doble aguinaldo, y para atrasar el pago de sueldo a los mensualizados (antes cobraban el día 30 del mes ahora el cuarto día hábil) empezando con un chantaje en toda la regla. Esto en el taller generó bronca y dudas ya que la patronal venía de comprar dos máquinas de impresión nuevas de ultima generación (una para folletería y otra digital para la impresión de libros y trabajos especiales como boletas de elecciones etc.) y 5 maquinas para encuadernación.

La patronal ejerce un verdadero chantaje. Lo que hay es una reestructuración de la producción en función de la demanda del mercado… es decir en función de mantener las superganancias de la patronal esclavista. Para mantenerlas necesitan que los trabajadores aceptemos sus chantajes, los despidos, el trabajo en negro, necesitan liquidar las conquistas de los obreros gráficos y para esto necesitan sacarse de encima todas las internas combativas ¡La patronal le quiere hacer pagar la reestructuración de la producción a la clase obrera para seguir llenándose los bolsillos! Esto es lo que se ha concentrado en Donnelley donde esa transnacional cerró y despidió a todos los obreros.

Se ha planteado entonces una durísima lucha, la que están protagonizando los obreros de Donnelley que no es solo de los gráficos, sino de todo el movimiento obrero. Los compañeros de Donnelley han dado el primer paso ocupando y gestionando la planta a pesar de que la burocracia sindical no paró el gremio un solo minuto y les dio la espalda, llevando a los trabajadores a confiar en el Ministerio de Trabajo y su “paz social” que solo le dio tiempo y mejores condiciones a la patronal para irse.
Aun así trabajadores recibieron una gran solidaridad de parte de otros talleres que se negaron a sacar la producción que hacía Donnelley como un gesto claro de solidaridad y lucha. Ahora varios de los clientes que hacían sus trabajos en Donnelley se están yendo a otros talleres con la excusa de querer cambiar de imprenta, en una clara política para seguir con el vaciamiento de Donnelley y dejarlos sin producción, a merced del chantaje del sindicato y el gobierno.

Los trabajadores gráficos debemos levantar un programa claro ante esta situación de chantaje y ataque. Para ello contamos con enormes fuerzas, la de los obreros de Donnelley que no están dispuestos a rendirse, pero también la de los talleres más importantes de la industria que están en manos de Comisiones Internas combativas Morvillo, Interpack, AGR, Printpack, Wordcolor. Debemos urgente dejar de lado toda mezquindad partidaria y hacer primar los intereses del conjunto de los gráficos. Hay que retomar el camino de hace dos años donde, votado previamente en asamblea, marchamos mas de 300 gráficos sobre el sindicato para luchar contra el techo salarial y por un plenario del gremio. Debemos garantizar que los trabajadores en negro, de las cooperativas y los talleres estén representados, a ellos los usa la patronal para chantajear y tirar a la baja, el salario de los gráficos sindicalizados. ¡Debemos unificar nuestras filas y nuestros reclamos! ¡Hoy hay que marchar al sindicato para imponerle el paro general!

Es que el plenario que tuvo que llamar la burocracia de La Verde aquella vez, fue para lavarse la cara, no sirvió para defender a Donnelley, ni contra los despidos que hubo estos años en el gremio, como en Cedinsa, Impresores, Latingrafica, Maggio. Terminó siendo un “plenario” para imponernos las paritarias truchas.
La Lista Naranja correctamente viene planteando la necesidad de un paro de todo el gremio para que Donnelley triunfe, y que la salida no es la cooperativa que le quieren dar el sindicato junto al gobierno, ¿que esperan para ponerlo a votación en asamblea los lugares donde dirige la Naranja y la Bordo? Sino esta demanda de lucha correcta, habrá sido nada mas que un debate entre la izquierda y no un camino para la lucha de los trabajadores, como lamentablemente han sido las discusiones entre el plenario del SUTNA que dirigía el PO y el Encuentro de Atlanta del que participaba el PTS que luego de terminar no resolvieron ninguna de las necesidades de los trabajadores.
Para que la demanda de paro sea efectiva hay que barrer de nuestro gremio a la podrida y carnera dirección de La Verde. ¡Hay que poner en pie un plenario general de base con delegados con mandato, donde voten todos los trabajadores gráficos con recibo de sueldo, donde estén representados los contratados, los trabajadores en negro y de las cooperativas. Un verdadero plenario de todos los gráficos para imponerle, con un comité de lucha y marchando al sindicato, la podrida burocracia sindical de Ongaro, el paro nacional de gráficos contra los despidos y el chantaje, en lucha por la estatización sin pago y bajo control obrero de Donnelley y toda fabrica que cierre suspenda o despida! ¡No hay tiempo que perder!

Los obreros somos los únicos interesados en impedir que se detengan las máquinas. ¡No le creemos nada que hay crisis! Lo que hay es un chantaje brutal de los capitalistas y podemos demostrarlo. Contamos con la fuerza de los talleres más importantes, donde se concentra el 80% de la producción, es urgente organizar una gran lucha por: ¡Apertura de los libros de contabilidad, no de una empresa, sino de TODA la rama de la producción! ¡Plata sobra y se la llevan los parásitos capitalistas! Llama la atención en los debates entre los compañeros de La Naranja y La Bordó la ausencia de este punto fundamental de programa y de lucha.
La lucha no es solo para enfrentar al “buitre” Donnelley, sino a todos los no menos “buitres” que ven un gran negocio en el cierre del taller como los Morvillo-WordColor(Quadgraphics), AGR, el gobierno y el sindicato que transformándola en cooperativa ven un gran negocio por el que ya se frotan las manos.
Ya salió el Juez “buitre” representante de todos los capitalistas a “recordarle a los trabajadores” que la propia ley de quiebras actuante, prevé la conformación de la cooperativa para continuar con la actividad. Eso sí, con los trabajadores renunciando a todas sus conquistas laborales, pagándole la quiebra a la patronal yanqui y autoexplotandoce y en condiciones terribles, como les sucediera a los compañeros de Zanón y Brukman. ¡Este fue el plan del gobierno, el ministro de trabajo y los jueces contra las fábricas recuperadas y puestas a producir por los trabajadores en el 2001 que fueron un ejemplo de lucha para toda la clase obrera argentina y mundial! ¡No podemos permitirlo!  No existen jueces o patrones “progresistas” aunque muchos dirigentes de izquierda los sigan buscando.

Si no luchamos por una coordinadora por la estatización sin pago y bajo control obrero de Donnelley y todas las fábricas recuperadas, nos encontraremos a cada paso con trampas de los capitalistas y sus “recetas mágicas”, a su vez que medidas de lucha correctas como impedir que otros talleres saquen la producción de Donnelley se tornarán impotentes. No podemos mirar para otro lado, se ha planteado una lucha que, como en el 2001 con las ocupaciones de fábricas, marcará el camino de lucha del conjunto de los explotados por todo un periodo.
Las cientos de fábricas recuperadas en el 2001 fueron condenadas por sus direcciones al aislamiento y al cooperativismo burgués porque no se generalizó el control obrero, en una lucha revolucionaria, al conjunto de las ramas de producción. Los capitalistas huían de las empresas quebradas, dejándoles la crisis a los obreros, pero preservaban las que daban ganancias. La clase obrera argentina cuenta con una reciente gran experiencia para impedir nuevas catástrofes. 
La lucha ha llegado a esta situación y la clase obrera tiene una solución. Como planteaba la III Internacional de Lenin y Trotsky “La lucha de los comités de empresas y fábricas contra el capitalismo tiene como objetivo inmediato la implantación del control obrero en todas las ramas de la industria” (…) “De esta manera, los comités de obreros se verán forzados en su acción  contra las consecuencias de esta decadencia, a rebasar los límites del control de las fábricas y talleres aislados y se encontrarán en plazo breve frente al problema del control obrero ejercido sobre ramas enteras de la industria y sobre el conjunto de ellas”.

La lucha contra los despidos y los cierres de fábrica, deviene en una lucha política contra la patronal y el gobierno. La ocupación de fábrica y la gestión obrera, para mantenerse y desarrollarse debe tomar las formas de una lucha revolucionaria que garantice el triunfo. Tal cosa no vendrá con “proyectos de Ley” en el Parlamento de los explotadores, sino con una lucha revolucionaria en las calles.
Es urgente llamar a una ¡Coordinadora Nacional de las fábricas recuperadas, ocupadas y en lucha como Zanon, Cerámica Neuquén, Brukman, Donnelley, Emfer-Tatsa, por la estatización sin pago y bajo control obrero de las cooperativas y toda fábrica que cierre suspenda o despida!

Gráficos de Democracia Obrera