Se estarán realizando en estos días distintos sub encuentros en Zona Oeste y Norte del gran Buenos Aires y CABA, del llamado “Encuentro Nacional del Sindicalismo Combativo”. Más allá de las pomposas convocatorias que enumeran cantidades de dirigentes y delegados, lamentablemente, como en Atlanta el pasado 15 de marzo, estos encuentros no están impulsados y organizados desde las asambleas de base en las fábricas y establecimientos para votar los delega- dos y los mandatos de base. Lejos de esto, se convocan a sub encuentros por sector, donde ni siquiera podrán discutir como pelear y coordinarse los dirigentes o delegados de un mismo gremio o sindicato. Los asistentes del Subterráneo no podrán coordinar con los ferroviarios del Sarmiento y la línea 60 una lucha común por la jornada de 6 horas y contra la patronal negrera, los de la alimentación de capital no podrán coordinar un plan de lucha con los de zona norte, lo mismo con las graficas y otros ejemplos. Es lamentable que en vez de llamar a coordinar a los que luchan, el FIT esta encaprichado en hacer reuniones de dirigentes por arriba que nada resuelven y que después, como es el caso de los trabajadores del Sarmiento, terminan luchando solos.
Tenemos compañeros presos, fábricas militarizadas, despidos y suspensiones en masa… ¿Qué esperan los señores dirigentes para poner en pie una coordinación efectiva de lucha? ¿Que impide que en vez de hacer 3 “encuentros” por separado, hagamos uno solo apoyado en las asambleas de base que voten sus delegados, al que puedan venir la mayoría de los obreros contratados y en negro que ni sindicato pueden tener, y los familiares de los presos políticos y los procesados por luchar? La base obrera y la juventud combativa que sigue al FIT debe marcar su impronta y pesar con sus asambleas de fábricas para conquistar sus piquetes y verdaderas coordinadoras; rompiendo la división por gremio y profesión que impone la burocracia sindical y organizando una verdadera lucha que le ponga el pie en el pecho al gobierno de la patronal.
