Choele-Choel, Río Negro
Gran movilización en apoyo a la familia de Daniel Solano
“Se sabía, se sabía, a Solano lo mató la policía”
Gualberto, padre de Daniel, se solidariza con los obreros de Las Heras
“Un saludo a los 13 changos y sus familias, y les digo que no aflojen en la lucha que juntos la vamos a ganar”
El jueves 18 de julio desde las 16hs se empezaron a concentrar en la carpa que mantiene la familia Solano delegaciones de activistas de ATE, SOECN (ceramistas de Neuquén), organismos de Derechos Humanos y militantes de partidos izquierda del Comahue. La carpa se encuentra frente a la fiscalía de Choele-Choel y está encabezada por Gualberto (padre de Daniel) y su hija Romina, y por sus tíos Pablo y Mayra.
La familia Solano viene de mantener una huelga de hambre por 18 días, a la que se habían sumado el abogado Heredia y Julieta Vinaya, madre del joven Atahualpa Martínez asesinado por la policía en Viedma hace 5 años.
Desde las 17hs empezó la marcha que a medida que fue andando fue sumando familias enteras de trabajadores del pueblo que hasta la fecha temían las amenazas policiales. Recorrió el centro de la ciudad pasando a repudiar la comisaría 8ª y la disco Macuba donde fuera secuestrado Daniel Solano el 5 de noviembre del 2011.
La bronca se hizo sentir al grito de: “Se sabía, se sabía, a Solano lo mató la policía” y “Alerta, alerta vecino, al lado de su casa están viviendo asesinos”. Ha sido la movilización más numerosa en la lucha que la familia Solano mantiene desde hace 20 meses, en la más cruel soledad y desamparo.
Se empezó a quebrar el miedo en la población trabajadora y la juventud de Choele-Choel. “Estamos agradecidos por la ayuda que ha dado la gente que ha venido desde el resto del Comahue” se escuchaba entre las familias que marchaban. El vecindario que salía a las puertas de sus casas y pequeños negocios del pueblo, aplaudía y saludaba.
La indignación ha dado un salto en estos últimos días. Es que los abogados defensores de la familia Solano, Sergio Heredia y Leandro Aparicio, denunciaron que fueron desaparecidos y asesinados hace más de un año los testigos obreros y compañeros de Daniel Solano: Pedro Cabañas Cuba e Hilario Corvalán. Ambos de origen paraguayo, y cuyos cadáveres fueron encontrados a la vera del Río Negro, en la isla 92, con macabras señales de torturas.
En Viedma, la movilización estuvo encabezada por un cartel que decía "Todos somos Daniel Solano", y comenzó en la plaza San Martín, en la gigantografía de Atahualpa Martínez, el jóven que fue asesinado en Viedma hace 5 años.
La movilización y la desesperada huelga de hambre de 18 días de los familiares de Daniel y Atahualpa provocó que el gobernador Weretilneck los recibiera, y lo obligaron a “prometer” que eleve la causa a juicio imputando a todos los responsables. Gualberto Solano y los demás familiares abandonaron la huelga de hambre y continúan con su lucha. Pero la experiencia demuestra que hay que desconfiar de estas “promesas”, pues las empresas y la policía que hicieron desaparecer a Daniel y sus compañeros son encubiertas por Weretilneck, los políticos patronales y los jueces corruptos.
Luego de esta destacada acción de lucha, se pone a la orden del día lo que expresó Gualberto en su saludo breve, dolido y afectuoso a los 13 compañeros de Las Heras: “Un saludo a los 13 changos y sus familias, y les digo que no aflojen en la lucha que juntos la vamos a ganar”.
Es más necesario que nunca coordinar acciones de lucha superiores de las organizaciones obreras y estudiantiles combativas.
Corresponsal de Democracia Obrera |