Crisis de la democracia esclavista de los piratas imperialistas yanquis…
Trump fracasó en su intento de putsch protofascista tomando el Capitolio
para forzar nuevas elecciones
Wall Street votó por Biden
El putsch protofascista fracasó, pero la “democracia” imperialista se blinda con las fuerzas armadas -que ayer invadían Irak y Afganistán- “defendiendo” al Capitolio. Esos fusiles, como ayer los de la policía en el putsch de Trump, apuntan y apuntarán a las masas. No están para dispararle a la pandilla de Trump y sus secuaces. Están llenos de sangre de los trabajadores y los pueblos oprimidos que los piratas yanquis martirizan en el planeta entero.
El Partido Demócrata de Biden y el sionista Sanders, sostenido por las burocracias sindicales y la izquierda reformista, retiró a las masas de las calles, llevándolas a la trampa electoral. Sacaron a las masas de la lucha y ahora los fascistas ganan las calles… Una trampa infame.
La diferencia que tienen Trump y los Republicanos con Biden y los Demócratas, mientras discuten sus negocios, es cuál es el mejor camino para derrotar a las masas y sobre cómo EEUU puede volver a recuperar el control de la política y el mercado mundial -del cual ha retrocedido- y de los pueblos oprimidos. De ello se trata la crisis de los de arriba en EEUU.
¡La clase obrera norteamericana no puede estar sometida ni atar su suerte al Partido Demócrata, el “rostro humano” de las pandillas de saqueadores del mundo de Wall Street y los jefes de la policía asesina del pueblo negro!
¡Hay que combatir al imperialismo para combatir al fascismo!
El comando en jefe de las fuerzas armadas asesinas imperialistas de la OTAN y el Pentágono ya han declarado que solo reconocen como su “comandante en jefe número 46” a Joe Biden.
No se lucha contra el fascismo en EEUU si no se combate por la destrucción y la derrota de los cinco comandos del Pentágono, desde donde se controla los 5 continentes manu militari para garantizarles las superganancias al 1% de parásitos del planeta que están llevando la civilización a la barbarie.
Para la clase obrera norteamericana, la lucha contra el fascismo no puede ser otra cosa que expropiar a los 16 gigantes de la élite mundial, que controlan los negocios y el saqueo de todo el planeta, con su inmensa mayoría con sede en EEUU. Ellos poseen activos por más de 41 billones de dólares. Ellos ganaron con Trump, y mantendrán y aumentarán sus ganancias con Biden. Ellos preservarán a las bandas fascistas de Trump para que aplasten la lucha revolucionaria de las masas. Sometida al Partido Demócrata, la clase obrera y el pueblo negro no tienen nada por ganar.
¡Hay que retomar el camino de los combates de Minnesota, Portland, Seattle y cuando en Washington mandábamos al subsuelo de la Casa Blanca a Trump y su guardia pretoriana!
¡Milicias obreras, del pueblo negro y la juventud rebelde para aplastar a los fascistas, disolver a la policía asesina y enfrentar a las transnacionales, para hacerles pagar -con el método de la revolución proletaria- la crisis de desocupación, hambre, miseria y muerte a los banqueros, los capitalistas y a la oligarquía financiera!
¡Libertad inmediata e incondicional a Mummia Abu Jamal y a todos los presos políticos por luchar! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos y represores de los trabajadores y el pueblo negro!
Las fuerzas de los trabajadores y el pueblo negro de EEUU no está en su alianza con los Demócratas, sus verdugos “democráticos”, sino con los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo sublevados.
¡Para que la clase obrera viva,
el imperialismo debe morir!
Secretariado de Coordinación Internacional
del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI
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