Sudán - 20 de enero de 2021

¡Abajo el gobierno del hambre de la burguesía, los militares y el PC! Hacia fines de diciembre del año pasado, en el segundo aniversario del comienzo de la revolución, enormes marchas volvieron a sacudir Sudán, al grito de “¡Que caiga el gobierno del hambre!”, “¡Que caiga el gobierno del Partido Comunista!”, “¡Que caiga el gobierno de Hamdok!”. Es que a la caída de la sanguinaria dictadura de Bashir en abril de 2019, y luego de unos meses de gobierno de una junta militar, esta instauró junto con un partido burgués y el PC un “gobierno de transición” presidido por Hamdok, un hombre directo del imperialismo. El PC dirige a las masas y desvió el ascenso revolucionario dándole su apoyo al gobierno. Este gobierno no resolvió el problema del pan, principal demanda con la cual las masas derrocaron a Bashir. Por eso, a pesar de los pedidos del PC de apoyar al gobierno, ya las masas rompieron con él. Los explotados sacaron la conclusión que se trata de un “gobierno del hambre”. Por eso no dejan de sucederse marcha tras marcha, cada semana, en la capital Khartoum y en otras zonas del país. Esas marchas son reprimidas brutalmente. Trabajadores, campesinos, estudiantes… no hay sector que no haya salido a la lucha. Mientras el PC insiste que “es necesario un cambio de gabinete” para que las cosas mejoren. Pero las masas marcaron el camino, el cual el PC se esmera por impedir: ¡Hay que hacer realidad el grito de “El pueblo quiere la caída del régimen”! ¡Hay que llevar la revolución hasta el final! La caída de Bashir fue solo el comienzo… pero todavía se necesita la disolución de las fuerzas represivas, el desarme de la casta de oficiales asesina, el juicio y castigo a todos los militares genocidas, la expropiación sin pago de las transnacionales, de la tierra, para tener pan y una vida digna; y para eso hay que poner en pie los consejos de trabajadores, campesinos pobres y soldados rasos, con comités de autodefensa para enfrentar la brutal represión. ¡Que caiga Hamdok! ¡Que caiga todo el régimen! ¡Que triunfe la revolución!