El 27 de mayo se realizó por vía virtual un nuevo Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC). Hablaron centralmente las figuras sindicales pertenecientes al PO, el MST, IS, el NMAS, algunos representantes de las agrupaciones sindicales del PTS y apenas un par de voceros de obreros en lucha.
En los días previos, se les había negado la posibilidad de intervenir a delegados y reconocidos dirigentes obreros clasistas de la carne, docentes y navales -algunos de ellos perseguidos por los jueces- por ser críticos de la dirección del PSC.
Lo que el Plenario resolvió, en medio de una dura resistencia obrera contra el ataque de Fernández, el FMI y los capitalistas, fue impulsar una jornada nacional de lucha… el 16 de junio y participar de la movilización del “Ni una menos” el 3 de junio.
Es claro que esto está muy lejos de lo que necesitan los obreros en lucha. Los trabajadores de El Penta están hace 60 días peleando. El barrio obrero de Villa Azul (Quilmes) fue convertido en un gueto bajo cerco militar desde hace 5 días. Los textiles y fileteros de Trelew no cobran sus sueldos hace meses, al igual que los docentes y estatales de Chubut. Los mineros de Andacollo son perseguidos por los servicios de inteligencia. Los 208 municipales de Pico Truncado (Santa Cruz) siguen sin ser reincorporados y fueron brutalmente baleados y encarcelados por la Infantería y la Policía de la Kirchner, como lo hizo Schiaretti con los municipales cordobeses de Villa María, mientras los médicos de esa provincia se levantan ante las condiciones inhumanas de trabajo en medio de una pandemia mortal.
Lo que se necesita en estos momentos de crac y pandemia es un salto en la autoorganización obrera y en la centralización de los combates, para declararle la guerra a la burocracia sindical y piquetera y abrir el camino a la huelga general. Ese es el camino para disputarle la dirección a la burocracia, liberarle las manos al conjunto de la clase obrera y preparar una lucha política de masas contra Fernández, un nuevo Argentinazo. Sobran condiciones para hacer esto.
Pero el PSC se ha negado a impulsar esa política. Dos días antes, sus dirigentes le habían dado la espalda a la reunión obrera de coordinación convocada por los obreros de El Penta. Ni Crespo (SUTNA), ni Sobrero (UF-Haedo), ni Pacagnini (CICOP), ni los parlamentarios del FIT-U como Del Caño o Del Plá, estuvieron allí. Solo fue una pequeña delegación para invitar al plenario virtual del 27.
El PSC tampoco envió delegaciones (ni hasta el momento lo han hecho) a los ingresos de Villa Azul.
Aunque de forma virtual digan que se necesita la “unidad y coordinación de las luchas”, los dirigentes del PSC no han tomado una sola resolución para concretar la unificación efectiva de los sectores que están peleando en un plan de lucha unificado con los métodos de la clase obrera: el paro, los piquetes, etc.
¿Por qué? Porque el PSC no se plantea esa tarea. En todos estos años, ha tenido la oportunidad de agrupar y unificar a todos los sectores que enfrentaron a los capitalistas y sus gobiernos, pero se ha negado a hacerlo.
La política del PSC es la que le imprime la izquierda parlamentaria, a la que adhieren los dirigentes del PSC: presionar al Congreso para que vote leyes favorables a los trabajadores, como la prohibición de los despidos o un impuesto progresivo a las grandes fortunas.
El PSC no es “independiente”. Su política es que la burguesía en crisis resuelva los padecimientos de los explotados.
No es “combativo”, porque no están en las calles ni combatiendo junto a la resistencia obrera.
No es “clasista” porque no defiende la democracia obrera como el clasismo de los ’70 y solo pueden hablar sus militantes.
El PSC es, en definitiva, una tendencia sindical de la izquierda parlamentaria, que se niega a impulsar toda autoorganización obrera y preparar una lucha política de masas como la de Chile, Ecuador, Irak, Estados Unidos.
El Penta, los estatales, los obreros textiles, los de la alimentación, los mineros y todos los que están peleando, no pueden estar separados un solo día más. ¡Una misma clase, una misma lucha!
¡Todos a Villa Azul! ¡Los sindicatos, las organizaciones obreras y los movimientos piqueteros combativos deben estar allí!
¡Las organizaciones arrancadas a la burocracia sindical tienen que estar al servicio de poner en pie una Coordinadora Nacional que unifique a todos los sectores que enfrentan el ataque del gobierno y los capitalistas!
¡Recuperemos el verdadero clasismo del Cordobazo, del Villazo y las Coordinadoras Interfabriles de los ’70!
Comité Redactor de Democracia Obrera
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