Argentina, Norte de Salta - 17 de marzo de 2020

Argentina ya es Túnez ¡Se prenden fuego los desocupados, desesperados, reclamando pan y trabajo! Raúl Zigaran, dirigente del movimiento de desocupados del norte de Salta, ¡se prende fuego! Meses cortando las rutas contra el hambre, los niños muriendo por desnutrición... Pedían insumos y presupuesto para el hospital de la localidad de Pocitos. Hay decenas de muertos por dengue, ocultados por los políticos del PJ. La crisis del coronavirus matará y destrozará la vida de miles de explotados. Patrones, oligarcas, banqueros, sus políticos corruptos… ¡Asesinos! Habían prometido agua para Cornejo. Hasta Tinelli fue. ¡Y no hay agua en un pueblo de miles de habitantes! Los sojeros llenaron Salta de soja. Ahora, toda el agua de Mosconi se derrama sobre las tierras de los pueblos originarios, a los que les derrumbaron las casas. ¡Esta es la Argentina! ¿A dónde está la lacra de la burocracia piquetera de curas y traidores? Repartiendo miseria y limosnas en un país que le da de comer a 400 millones de persona en este planeta. La pelea es por puestos de trabajo. Así nació el auténtico movimiento piquetero de Mosconi y Cutral Có… ¡Trabajo digno para todos! ¡Basta ya! ¡Que la crisis la tomen en sus manos los trabajadores ocupados y desocupados, los que se atienden en el hospital público, los que esperan 7 meses por un turno y se mueren antes de llegar a ser atendidos! ¡Que estalle Mosconi y toda la Argentina! ¡Ya es tiempo de revolución!

Raúl Zigaran 20 de marzo de 2020 Testimonio de una familiar de Raúl Zigarán, desde el hospital de Salta Sobre las condiciones de salud en las que se encuentra el compañero “Estoy  en el hospital. Me sacaron de la habitación porque nos dicen que sólo podemos estar en el horario de visitas. Nos dijeron que esto era por un problema de seguridad por el tema del coronavirus. Justamente ayer parecía que había un caso que llegó al hospital y espero que no lo sea. Me sacaron del hospital y me fui con la esposa de su compañero de pieza. Me estoy quedando en su casa porque no tengo a dónde ir y para volver a Pocitos no tengo los recursos. Es una lástima verlo, las manos parecen una masa. Esta mañana lo estaba bañando y, cuando le saqué la venda se le salió un pedazo de carne. Me siento tan mal que me desmorona.”