Propuestas aportadas por Democracia Obrera al Segundo Congreso Nacional del FTC

Conscientes del momento decisivo que estamos atravesando y de los peligros que acechan a nuestras organizaciones de lucha -que con tanto sacrificio nos ha costado poner en pie- los compañeros de Democracia Obrera que construimos el Frente de Trabajadores Combativos (FTC) y la TNC (Tendencia Nacional Clasista) presentamos las siguientes propuestas y resoluciones programáticas y de principios al II Congreso del FTC, para que sean discutidas y enriquecidas por las asambleas de base de todo el movimiento. Lo hacemos con el objetivo de fortalecer al sector más combativo del movimiento piquetero y su programa de lucha. ¡Adelante compañeros!

Recuperemos el contenido revolucionario del movimiento piquetero con que nació en Cutral-Có, en Jujuy, Tartagal y Mosconi, que fue liquidado por la nueva burocracia "gestora" de los planes trabajar y los bolsones de comida

Las direcciones reformistas de los movimientos de desocupados, colaborando con el gobierno de Duhalde y el régimen infame, han liquidado la lucha por trabajo genuino.
Abandonando la lucha por trabajo para todos, con una política cotidiana de presión y reparto de Planes Trabajar y los bolsones de comida, que son una conquista adquirida del movimiento obrero, al precio de la sangre de sus mártires -Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Santillán y Kostequi-, los dirigentes reformistas permitieron que esta conquista se transforme en una herramienta para que la patronal hunda el salario de los trabajadores ocupados y liquide los convenios, profundizando aún más la división de las filas obreras, y estatizando las organizaciones de desocupados.
Los dirigentes reformistas convirtieron a las organizaciones de lucha de los trabajadores desocupados en una red de contención social, administrando y repartiendo miseria, transformando a los movimientos de desocupados en organismos de cogestión con el Estado patronal, ni más ni menos que una oficina estatal más.
A la política activa y cotidiana de los dirigentes de las organizaciones del movimiento de desocupados -política que desde el FTC debemos combatir- de administrar la miseria y mantener a los trabajadores desocupados reclamando Planes Trabajar y bolsones de comida, le corresponde una forma organizativa de funcionamiento al interior de las organizaciones de desocupados de coerción, apriete y chantaje. Allí los dirigentes tratan a la base como capataces al mejor estilo de los punteros peronistas, imponiéndoles a los compañeros algún tipo de contraprestación laboral, arrogándose el derecho de quitar planes o bolsones, dando de baja a los compañeros que tienen diferencias políticas y critican su manera de actuar, o que, por estar haciendo changas o trabajando en negro, no pueden tener una participación activa.
Estos dirigentes gestores quieren imponer el "mercado piquetero", una feria de mendicidad de los pobres. Ahí están las obreras de Brukman, desalojadas, pagando las consecuencias de la política de las direcciones reformistas que sembraron la ilusión de que, con "espacios de comercialización", fábricas aisladas ocupadas y puestas a producir por sus trabajadores, podrían subsistir en medio del sistema y el mercado capitalista. Ahí están los dirigentes de la CCC, del MIJD de Castells, del Polo Obrero, impulsando "microemprendimientos" donde los desocupados se transforman en cuentapropistas, super-autoexplotados, por la miseria de 150 lecops. ¡Es una verdadera filosofía de la miseria la que impulsan estos gestores del estado y administradores de la crisis provocada por los capitalistas!
La nueva burocracia de "gestores", liquidando la lucha por trabajo genuino, ha transformado al movimiento piquetero en un movimiento resignado a la lucha de presión por migajas, liquidando al mismo tiempo todo vestigio de democracia obrera al interior de las organizaciones, barriendo también a su paso con los más elementales principios de clase, siguiendo así como la sombra al cuerpo a la vieja burocracia sindical peronista estatizada hasta los huesos.
El movimiento de los desocupados no surgió luchando por planes trabajar, sino por trabajo digno y genuino: ¡luchando por eso se levantó en el "Cutralcazo", en el "Jujeñazo" y en Tartagal y Mosconi, dejando jalones como el programa obrero de los 21 puntos de los piqueteros del norte de Salta!
Este movimiento conquistó una centralización a nivel nacional en las dos "indomables" Asambleas Nacionales piqueteras, donde al grito unificado fue "se va a acabar la burocracia sindical".
El peligro para la burguesía -que rápidamente comprendió la burocracia- era que el levantamiento de los desocupados que se dio en Mosconi se repitiera, pero esta vez en las principales concentraciones obreras como en el gran Buenos Aires, atacando la propiedad de los grandes capitalistas para conquistar el trabajo genuino. Es por ello que las direcciones reformistas y la nueva burocracia piquetera nunca más pusieron en pie la III Asamblea Nacional Piquetera.
El levantamiento de los desocupados de Mosconi no llegó a darse en Buenos Aires, pero sin embargo se desarrollaron las jornadas revolucionarias del 13, 19 y 20 de diciembre de 2001, que abrieron la revolución argentina. Entonces la nueva burocracia piquetera junto a las direcciones reformistas, desarmaron una y otra vez toda lucha por trabajo genuino y contra la burocracia sindical, haciéndolas desaparecer.
Pusieron de pie así una santa alianza para que no se vuelva a escuchar el grito atronador de "se va a acabar la burocracia sindical", liquidando el contenido revolucionario del movimiento de desocupados y transformándolo en un movimiento resignado a la lucha de presión por migajas, para borrar de la memoria la irrupción revolucionaria con que nació y transformarlo en lo que es hoy.

LA VANGUARDIA OBRERA PUSO JALONES EN EL COMBATE POR TRABAJO GENUINO, CONTRA LA BUROCRACIA
"GESTORA" Y CONTRA LA ESTATIZACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS

Así se expresó en las "dos indomables" Asambleas Nacionales Piqueteras de La Matanza del año 2001: en la primera se echaba a pedradas al burócrata de Moyano y, en el mismo sentido, en la "segunda" se mostraba el justo odio de clase no permitiendo que hablaran los burócratas sindicales. Al mismo tiempo que D'Elía, Alderete y Altamira llamaban a De Gennaro y a Moyano a la "unidad", salvándoles la vida, tanto la base de la FTV como la de la CCC y la base de lo que es hoy el Bloque Piquetero Nacional, junto a los piqueteros del norte de Salta y la vanguardia obrera encabezada por los obreros de Zanón, coreaban unificados "se va a acabar la burocracia sindical", identificando a los traidores que dejaron pasar millones de despidos, cierres de fábricas y entregaron todas las conquistas.
En febrero de 2002 en la Asamblea Nacional del Bloque Piquetero, ante una nueva oportunidad histórica para unificar las filas obreras, las direcciones reformistas encabezadas por el PO, el MIJD, el MTL, etc. sepultaron la lucha por trabajo genuino imponiendo la política activa del día a día para "conquistar" más planes y bolsones de comida y la de microemprendimientos -auspiciados por el Banco Credicoop- poniendo en pie un nuevo "corralito", cerrando el camino a la Tercera Asamblea Nacional Piquetera Unitaria. Nacía entonces una nueva burocracia piquetera.
Esa nueva burocracia le negó la palabra a una delegación de piqueteros de Mosconi, delegados docentes del Suteba Matanza, ceramistas de Neuquén y compañeros de Democracia Obrera, que asistieron para luchar por trabajo genuino contra los microemprendimientos, contra la burocracia sindical y en defensa de la democracia obrera. Y, cuando se levantaron para pedir la palabra, los hizo expulsar a punta de pistola del teatro Colonial de Avellaneda, por la seguridad de Altamira, Castells y Pitrola.
En la Asamblea Nacional del Bloque Piquetero de Setiembre de 2002, donde no le dieron la palabra a Brukman y Zanón, fue puesto otro jalón por la base del FTC y de la Lista Naranja de la UOCRA donde los compañeros combatieron por trabajo genuino y se enfrentaron a la nueva burocracia piquetera del PO, Castells, etc. al grito de "piqueteros de cartón", y "se va a acabar la burocracia sindical" y "se va acabar esa costumbre de mandar". Se ponía así un nuevo jalón en la lucha contra la burocracia sindical y piquetera, y por trabajo genuino. Fue este combate dado por los compañeros del FTC y la Naranja el que luego nos permitió confluir en la construcción de la Tendencia Nacional Clasista.
En Noviembre de 2002 se desarrolló el Primer Encuentro de la Tendencia Nacional Clasista, en la que -a diferencia de lo sucedido en otros Encuentros- los dirigentes obreros combativos, como el compañero Alcides Christiansen, junto al combate dado por los delegados de DO, garantizaron el respeto a la democracia obrera y velaron permanentemente por los derechos de la minoría. Fueron también los delegados de DO los que, como continuidad de los combates dados, propusieron incorporar como consigna programática central "abajo la burocracia sindical", quedando en absoluta minoría por la negativa a votarla por parte los compañeros que representaban a la lista de "oposición a la CTA" encabezados por el FOS, acompañados lamentablemente por la absoluta mayoría de los delegados presentes, entre ellos los dirigentes del MAS y el PRS.
El último y quizás el más importante jalón puesto por la vanguardia obrera en el combate contra la burocracia sindical, por la unidad de las filas obreras y por la coordinación de los sectores en lucha, fue la marcha a la CTA el miércoles 14 de Mayo, donde el conjunto del FTC marchó, acompañando a las obreras de Brukman y a las piqueteras del Norte de Salta, para exigir el paro nacional a De Gennaro para recuperar la fábrica y liberar a los compañeros presos del Norte de Salta como parte de un pliego único de reclamos, y para que el CTA mande representantes a la reunión de coordinación de Brukman. El FTC fue el único movimiento de desocupados que asistió, junto a delegaciones del MAS, la LSR y de DO, cumpliendo con el compromiso asumido en la reunión de coordinación.
El FTC -más allá de las diferencias que tengamos con otras corrientes obreras que actúan a su interior-, tiende a expresar, en su programa, una continuidad con estos jalones puestos en el combate contra la burocracia, por trabajo genuino y por la unidad de las filas obreras. El punto más alto de esta continuidad fue la marcha a la CTA que, junto al rol activo que está desarrollando en la lucha de Brukman, se han transformado en la primera gran lucha por trabajo genuino que lleva adelante el FTC y en un punto de referencia de la vanguardia obrera combativa.
Por ello creemos que, para fortalecer el FTC, el Segundo Congreso debe comenzar por rever las votaciones de la TNC en su Primer Encuentro Nacional del 23 y 24 de noviembre del 2002, y colocar como consignas principales: ¡Abajo la burocracia sindical y piquetera! ¡Por la centralización de todas las luchas en un comando nacional unitario, para organizar y preparar la huelga general! Esta es la primera propuesta que hacemos desde Democracia Obrera al Congreso del FTC, porque juntos ya la hemos conquistado en las calles marchando al CTA y luchando por la coordinación alrededor de las obreras de Brukman y de las piqueteras del norte de Salta.


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