Así es que en las carteras principales del estado como YPF, Aerolíneas Argentinas, la SIDE etc. Cristina puso a “los chicos” de La Campora, que más que “los pibes para la revolución” son una banda de conchetos sedientos de poder, plata y propiedad. Toda esa banda K lo que ha hecho durante estos años fue montar la pantomima bolivariana de los “Derechos Humanos”, para enriquecerse al mejor estilo menemista mientras le pagaron millones de dólares a los buitres imperialistas, quebraron las cajas del estado y las provincias y dejaron a la clase obrera esclavizada en las fábricas mientras los monopolios desangraron la nación. Pero la fiesta K ya no alegra a todos los sectores y fracciones de la burguesía. El sector burgués ligado a los subsidios como el Transporte, fue quedando por fuera y por eso llegó a su fin la relación del gobierno con la burocracia sindical de Moyano y la CGT que son agentes directos de ese sector patronal anegado. Las otras fracciones burguesas y sus representantes de los partidos patronales ya se cansaron de esta fiesta y ahora quieren robar ellos. Los banqueros ven que el gobierno de Cristina se devoró todas las “reservas” y no para de endeudarse, y se preguntan ¿Esta mujer como va a pagar toda esta fiesta? Pero los K no quieren “repartir” nada de los negocios, se han asociado a sectores de las transnacionales con los cuales amasan fortuna y afirman “no hay más lugar para todos”. A decir verdad, a los K ya les crecieron las patillas y se están quedando pelados, Cristina está aplicando un despiadado ataque contra los trabajadores y las clases medias al mejor estilo Menem-Cavallo: “Corralito 2” al dólar, Tarifazo en el transporte y los servicios, impuesto al salario obrero e inflación. Si ayer en la fiesta menemista sus funcionarias aparecían con costosos tapados de piel mientras millones de obreros estaban desocupados y muertos de hambre, hoy los funcionarios K de los “Derechos Humanos” mientras la clase obrera se subleva por el pan, comen un asado en la ESMA donde se torturaba y mataba obreros y luchadores en los 70 bajo el nombre de “asado”. ¡Caraduras! La oposición burguesa ataca duro al gobierno de Cristina que se pensó que con el 54% de los votos que tuvo en las últimas elecciones podía robarse todo para ella y hacer y deshacer a gusto. Estamos entrando en una enorme crisis política y en el actual desorden que cunde, la Justicia, esa institución central de este estado asesino, ha salido a jugar el rol de arbitro de las disputas y negocios… por ello también la misma Cristina que afirmaba hace poco “tenemos una justicia independiente, que respeta y defiende los Derechos Humanos por primera vez…” hoy afirma que son una banda de delincuentes… en fin, repetimos, entramos en un periodo de crisis política signada por la profundización de la crisis mundial y su impacto en el Mercosur y Argentina. La clase obrera debe intervenir de forma independiente En medio de esta situación y disputas es que ya comenzaron a colarse franjas de la clase obrera y los explotados que no soportan más. La fiesta K la está pagando el pueblo pobre con tarifazos, impuestos al salario, superexplotación, IVA, inflación, despidos y suspensiones, asfixia presupuestaria en salud y educación, carestía de la vida y encima brutal represión… mientras los funcionarios afirman que se puede comer con $6 por día ¡Que coma Cristina, su gabinete y los patrones con $6 por día! En este escenario, las direcciones del movimiento obrero, mantienen completamente divididas las filas de los trabajadores. Esta es la tragedia que impide que la clase obrera irrumpa de forma independiente. La burocracia sindical de la CGT, las CTAs y las burocracias piqueteras mantienen sometido a las organizaciones obreras, por un lado al gobierno (Caló y Yasky) y por el otro a los gorilas del PS, la UCR, la Federación Agraria, (Moyano, Michelli y Barrionuevo). La izquierda reformista se mantiene también sometida a su majestad la burocracia sindical y sus “cuerpos orgánicos” y por esa vía llenan de impotencia a los sectores más combativos de la vanguardia. Es el momento donde el movimiento obrero debe intervenir con su programa y dividir a las clases medias acaudillando a sus sectores mas arruinados, con un programa para dar salida en medio de esta crisis política y también del ciclo de “crecimiento” que está llegando a su fin. Ningún sector de la clase obrera puede ni podrá salvarse a sí mismo sin pelear de conjunto. No se puede conquistar aumento salarial con millones de desocupados utilizados por la patronal para hundir el salario. No se puede derrotar al impuesto al salario sin atacar la propiedad de los bancos y las transnacionales luchando junto a los obreros precarizados. Por ello la lucha es por ¡TRABAJO PARA TODOS! ¡Un turno más en todas las fábricas para que todas las manos disponibles entren a trabajar con salario digno y bajo convenio! Esta es el camino para unificar a trabajadores ocupados y desocupados y con esas fuerzas derrotar el impuesto reaccionario al salario obrero. Por ello hay que coordinar a los que luchan para marchar a un ¡Plan de Lucha! En el camino de organizar la ¡Huelga General! Afirmamos que estamos entrando en una tormenta con tempestad y que bajo las condiciones de la crisis mundial la clase obrera solo puede conquistar la más mínima de sus demandas luchando por todo, como las masas del Norte de África y Medio Oriente, atacando al estado burgués y su gobierno, a la propiedad privada y expropiando a los expropiadores comenzando por los banqueros y las transnacionales. La lucha contra el saqueo imperialista es lo único que puede erigir al proletariado como caudillo de la nación ¡Hay que preparar una nueva revolución como en 2001, pero esta vez llevarla al triunfo! Hay que refundar la IV Internacional y al trotskismo argentino para conquistar una dirección de la clase obrera que le marque con claridad sus aliados y sus enemigos y llevar al triunfo la revolución socialista.
Comité Redactor de Democracia Obrera |
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