LAS LECCIONES DE LA LUCHA DE LOS OBREROS PETROLERAS DE LAS HERAS EN EL AÑO 2006
SON VITALES PARA EL COMBATE QUE VIENEN PROTAGONIZANDO LOS TRABAJADORES DE CERRO DRAGÓN

Los obreros de Cerro Dragón retomaron el combate que quedó inconcluso de sus hermanos de Las Heras, que en el 2006 se levantaban al grito de ¡A igual trabajo, igual salario! ¡Todos somos petroleros! ¡Abajo el impuesto al salario! Unían sus fuerzas votando sus voceros a mano alzada, paralizando la producción y con piquetes y asambleas en la ruta.
La patronal, ante el enorme combate de Los Dragones, agudizó su instinto de clase y comenzó a aplicar el mismo plan con el que ayer derrotaron a los petroleros de Las Heras.
Así, ante esta enorme lucha, mientras los esclavistas del Ministerio de Trabajo, prometían en papeles el “encuadre escalonado” de los obreros de la UOCRA a convenio petrolero y la “discusión” en el Parlamento de la suba del mínimo no imponible al “impuesto a las ganancias”, enviaba a sus tropas de la Gendarmería armados hasta los dientes y a sus servicios de inteligencia a patrullar en autos sin patente.

En uno de esos días, Navarro –uno de los voceros de la lucha, miembro del Partido Comunista argentino–, era encarcelado. Los obreros fueron a liberarlo. La policía responde a los tiros desde la Alcaldía. Los obreros no hacen más que defenderse. Durante la lucha, muere uno de los verdugos uniformados, de apellido Sayago.

Ya libre, Navarro, decía que “no podíamos festejar porque había muerto un trabajador”, haciendo referencia al represor que cayó en su ley.
Las promesas del gobierno y sus instancias de negociación se convirtieron en “papel mojado”: se impuso una feroz ocupación y represión generalizada. El “Chaco” Segovia, burócrata del sindicato Petrolero de Santa Cruz entregaba las “listas negras” de los activistas para que los persigan y así, más de 40 compañeros fueron encarcelados y 80 procesados, de los cuales 6 compañeros fueron mantenidos de rehenes durante 3 años y hoy continúan procesados sin poder salir del pueblo.

La conciliación obligatoria tiene como fin dispersar las filas de los obreros en lucha, para que la patronal gane tiempo y lance su estocada. Hay que impedir que la historia se repita. Que los obreros de Cerro Dragón triunfen, pasa a ser una tarea de todo el movimiento obrero.
Las Heras continúa bajo la ocupación de la Gendarmería y un régimen de terror videlista. En el combate de los obreros de Cerro Dragón, que retoman la pelea de sus hermanos del Norte de Santa Cruz, se ponen en movimiento las fuerzas no sólo para conquistar las demandas que están planteadas, sino también para derrotar la ocupación videlista que hoy soportan los obreros de Las Heras.