La visión de un trabajador chileno sobre las pseudo-teorías de los revisionistas del marxismo
10/06/2012
Compañeros:
El pasado jueves 07/06 participé de una charla sobre “El marxismo de León Trotsky: una época de guerras, crisis y revoluciones” que realizó el PTR (partido hermano del PTS de Argentina) en la USACH (Universidad de Santiago).
Esta comenzó con una exposición de la dirigencia del PTR que duró bastante. Hablaron dos dirigentes durante más de una hora sobre la historia del siglo XX y de la necesidad de “regenerar al marxismo con visión estratégica”, para terminar planteando que el problema “de la causalidad histórica, tal como decía Trotsky, era el problema subjetivo”. Incluso, abordaron la cuestión de la restauración del capitalismo en la URSS y demás estados obreros en el ’89 sin mencionar siquiera el rol contrarrevolucionario del estalinismo (de esos mismos “pacos rojos” que todos los días enfrentamos los trabajadores y estudiantes de Chile cuando salimos a pelear). Y a renglón seguido plantearon que la pérdida de los estados obreros había significado un “shock” en las masas, que las había llevado a una “inmadurez política” ya que después de eso “nadie más hablaba del socialismo”.
Luego de esta aburrida intervención (donde incluso la propia base del PTR poco entendía a su dirigente) dieron la palabra. Pero nadie quería hablar. Es que todo se había vuelto confuso, porque todos fuimos allí a debatir alrededor de las posiciones del marxismo revolucionario, pero la gente que habló en ningún momento las defendió.
Un estudiante allí presente preguntó entonces qué era lo que teníamos que hacer para ir hacia adelante. Allí fue que intervinieron 2 compañeros del POI-CI que se encontraban en la charla. Ellos comenzaron planteando que los exponentes de la charla habían omitido que Lenin definía que una de las características fundamentales de la época imperialista es que la burguesía compraba a un sector de la clase obrera, que eso formaba la aristocracia obrera y, a su vez, se convertía en base social de la burocracia obrera y del reformismo. Dijeron que por ello no se trataba de un problema “ideológico” el del reformismo, sino material. Y desnudaron a los dirigentes del PTR, afirmando que como falsificaban a Lenin, ellos hablaban del “problema subjetivo” y de la “inmadurez política de la clase obrera”; y que ya Trotsky había polemizado alrededor de las lecciones de la Revolución Española en los ’30 contra el grupo Que Faire que tenía el mismo método del PTR de hablar de la subjetividad en general de la clase obrera. Los compañeros dejaron bien en claro que ese era un viejo truco para traspasarle la responsabilidad de las derrotas a las masas y así salvarle la vida a las direcciones traidoras, conscientes y compradas por el gran capital para traicionar, y que por ello “omitían” hablar de la traición del estalinismo en el ‘89 y en ningún momento planteaban la premisa histórica con la que se fundó la IV Internacional, es decir, la crisis de dirección revolucionaria, que no era ni es solamente la ausencia de un partido revolucionario, sino la sobreabundancia de traidores y lacayos de la burguesía al interior del movimiento obrero, a quienes hay que derrotar en el plano teórico, programático e inclusive físico.
Todo quedó claro cuando los compañeros del POI-CI afirmaron que el PTR responsabiliza de la derrota del proletariado mundial al “atraso de la conciencia” de las masas en general y no a las direcciones traidoras, mientras buscaban infructuosamente una “madurez perfecta” de las masas, renegando así de las condiciones de decadencia y putrefacción del capitalismo. Y que eso no era trotskismo.
Todo esto lo plantearon los compañeros en medio de que los quisieron callar los del PTR varias veces, pero varios de los allí presentes saltamos a pedir que dejen que terminen su intervención.
Cuando finalizaron, volvió el silencio a la sala. Todos los militantes del PTR se miraban entre ellos y no respondían, hasta que intervino uno de los máximos dirigentes diciendo que en España en los ’30 valía la ley de la crisis de dirección porque había una revolución; pero que el ’89 había sido tan duro que la “¡crisis de conciencia superó como factor decisivo a la crisis de dirección!”, para terminar hundiéndose más planteando que después de la Segunda Guerra Mundial hubo desarrollo de las fuerzas productivas. Al finalizar les pidió al POI-CI que no sean “dogmáticos con el trotskismo”.
No dejaron volver a hablar a los compañeros, pero a los gritos éstos respondieron que la crisis de dirección es una premisa histórica para toda la época imperialista, y no para una coyuntura histórica como él decía, y que el ‘89 había agudizado la crisis de dirección y no la había aplacado.
El dirigente del PTR les intentó responder nuevamente planteando que en Libia quedaba demostrado que la burguesía igual expropió la revolución, y los compañeros del POI-CI volvieron a insistirle, con justa razón: “¿No fue por crisis de dirección que las milicias no tomaron el poder?” El del PTR de nuevo cambió de tema y enroscándose en sí mismo terminó afirmando que “en Chile el año pasado no se avanzó por crisis de dirección, pero sólo en Chile”. Todas falsedades y mentiras, que después se profundizaron con siete militantes más intentando “convencer” al POI-CI de que “España había pasado hace mucho”, hasta que por suerte un trabajador que había sido de los Cordones Industriales cortó con toda esa maraña de bajos argumentos planteando que los compañeros del POI-CI tenían razón, porque “tenemos que ver el impacto y las consecuencias de la traición del reformismo”. Y ahí sí se quedaron todos mudos.
En definitiva les escribía porque en esta charla, donde supuestamente el PTR iba a hablar sobre “el marxismo de León Trotsky”, he visto como vuestra organización en Chile, demostrando ser una corriente verdaderamente marxista, demolió todos los argumentos del PTR que no ha podido responder ni a una de las críticas de los compañeros del POI-CI que defendían las posiciones de Trotsky y la IV Internacional
Esto me terminó de dejar en claro quién es quién entre las corrientes que se reivindican del trotskismo en Chile. Me he dado cuenta que el PTR no es más que una corriente neo-estalinista, que no tiene nada que ver con el trotskismo. Es más, me llamó la atención que a la charla asistieron todos los militantes del PTR y que allí no había ni uno solo obrero; eran todos militantes provenientes del movimiento estudiantil y de las clases medias. Y lo otro que la verdad me chocó fue la soberbia y la pedantería con la que hablaban, más aún cuando se notó mucho que tienen muy bajo nivel para responder sobre las cuestiones del socialismo y el marxismo.
Pero igualmente todo esto me sirvió mucho, porque me terminó de definir y de captar para la IV Internacional.
L, obrero minero de Chile,
hijo de un trabajador de los Cordones Industriales en los ’70 |