La juventud obrera sufre un verdadero genocidio, una política de exterminio por parte del Estado burgués para que la juventud sin futuro no vuelva a luchar como en el 2001 contra los explotadores al grito de: “Que se vayan todos que no quede ni uno solo”.
El llamado “gatillo fácil”, las masacres de las bandas parapoliciales como de las barras bravas, los calabozos de las taquerías donde se tortura hasta la muerte o desaparecen jóvenes como sucedió con Luciano Arruga, son algunos de los métodos aplicados por la burguesía para intentar disciplinar a la joven generación del proletariado. Los “sobrevivientes”, son condenados a la peor superexplotación en las fábricas sin ningún derecho gracias a la traidora burocracia sindical de la CGT y la CTA, otros miles a la desocupación y una gran parte a la descomposición social con el paco, las drogas, la trata y todos esos negocios que controla la yuta asesina vía sus matones de los “barra bravas”.

En Rosario son cotidianos tanto los fusilamientos a los jóvenes en los barrios como las muertes en las fabricas, obras de construcción y en el Puerto. Nos matan si estamos en el barrio, nos matan en las fábricas y el trabajo, nos matan cuando queremos divertirnos como en Cromañon. Sus bandas armadas de “civiles con poder de fuego” son financiadas por la gran patronal asesina que saquea por el puerto de Rosario la renta agraria mientras hunden las barriadas obreras en la miseria y desesperación.
Ya no quedan dudas, no hay nada que investigar, son todos culpables, son todos asesinos: el gobierno provincial y nacional, la policía, gendarmería, los jueces; todos ellos bancan, organizan y mandan a quienes gatillan contra la clase obrera y los explotados. ¡Estado asesino!
El problema de la “inseguridad” es la existencia de un estado asesino que prepara, organiza y ejecuta cotidianamente crímenes contra la clase obrera y los explotados ¡Disolución de todas las fuerzas represivas del estado y su reemplazo por comités de vigilancia obreros y populares!
¡Basta! Hay que poner en pie un COMITÉ DE LUCHA junto a los trabajadores de los frigoríficos como Swift de Rosario y Venado Tuerto que enfrentan despidos. Hay que volver a la lucha por la reincorporación de los compañeros de Sancor de Rosario, y por la recuperación y reapertura de Paraná Metal bajo control obrero. Por la exporpiación , sin pago y bajo control obrero de las transnacionales que saquen la nación por el puerto de Rosario para conquistar el trabajo, salario, vivienda y que no nos masacren en los barrios.

¡Jere, Mono y Patón, Presentes!

Ante la masacre a Jere, Patón y Mono se marchó en Rosario y Buenos Aires

El 6 de enero, temprano por la mañana, se marchó en Rosario ante la masacre de los pibes. Desde Democracia Obrera nos hicimos presentes en el barrio para acompañar a los familiares y amigos quienes marcharon con pancartas y remeras con las fotos de los chicos reclamando ¡Justicia! 
Por el centro de la ciudad marchamos cerca de mil compañeros de distintas organizaciones de desocupados, algunas delegaciones sindicales como de la CTA, ATE, AMSAFE, agrupaciones estudiantiles y partidos de izquierda.
Una vez llegados a la gobernación se realizó un acto donde se leyeron cientos de adhesiones y tomaron la palabra los familiares de los pibes y algunos compañeros de militancia del FPDS. Finalmente los familiares ingresaron a la audiencia con el gobernador para exigir justicia.
Al mismo tiempo en Buenos Aires unos 1600 compañeros de distintas organizaciones concentramos en el Obelisco para marchar sobre la secretaría de DDHH de la nación, la casa de Santa Fe y terminamos en Plaza de Mayo. En otras provincias del país se realizaron marchas y acciones de todo tipo exigiendo justicia para los pibes de Rosario.
Lamentablemente la política de la dirección del FPDS se torna impotente, reclamando audiciones con el gobierno de Santa Fe y presionando por “justicia” a los mismos jueces y fiscales que encubren a los asesinos de los pibes. Su política de “Multisectorial” donde asisten los partidos patronales e incluso del gobierno asesino y antiobrero de la Kirchner, como la Campora y Peronismo Militante quienes fueron a la marcha, lleva al callejón sin salida de buscar “jueces buenos” y “más seguridad” en las instituciones del estado asesino.
Se torna urgente un llamamiento a todas las organizaciones obreras y populares, estudiantiles y piqueteras a unificar filas en un plan de lucha bajo un pliego único de demandas que comience por reclamo de justicia para los pibes de Rosario. Ésta no vendrá de la mano de la “justicia” patronal que dejó libres a todos los asesinos de la clase obrera y los explotados, sino de la lucha en las calles con los métodos de la clase obrera, con los piquetes, las huelgas, la movilización, comités de autodefensa y de seguridad en los barrios y llamando a poner en pie Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos de Jere, Patón y Mono.

Relatos y testimonios de la masacre de Rosario

Llegamos al barrio. La tensión y el dolor se respiran en la atmósfera. En el comedor del FPDS una veintena de jóvenes pintan carteles y banderas preparando la marcha. Junto a las fotos de los pibes las leyendas “Jere, Mono y Patón los llevaremos siempre en nuestros corazones” “Siempre estarán en la lucha”. El sol castiga, sin embargo los jóvenes agarran carteles y salen en motos y bicicletas a pegarlos por el barrio.
El hermano de Adrián “Patón” Rodríguez de 20 años, relata “Yo los encontré. La cancha estaba oscura, buscábamos con las luces de los celulares. A Patón fue al ultimo que encontramos, estaba acribillado en el corner de la cancha”
Estelia Maris Gómez, mamá de Claudio Suárez dialogó con Democracia Obrera “Me mataron a mi hijo que estaba sentado sin molestar a nadie, el era parte del Frente Darío Santillán y estaba lleno de proyectos. No se lo que pasó, creo que estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada. Vinieron y los mataron. Eran chicos sanos. La justicia y la policía se lavaron las manos y ni aparecieron. Nos vamos a movilizar para pedir justicia.”

Ignacio Rodríguez, papá de Adrián, se refirió con mucho dolor “Soy el papá de “El Patón” que le dicen. A mi hijo lo mataron como a un perro. La Comisaría 15 encubre todo y si mete a alguien lo largan al otro día. Pero no hay nadie detenido ni nada.”

Una vecina de los chicos nos dice “a esta hora este lugar era alegría, cumbia, los chicos jugando al fútbol y mirá ahora el dolor y la tristeza que hay porque asesinaron a los pibes. Ellos estaban siempre juntos los tres y mirá como terminaron juntos nomás”. La mayoría de la juventud del barrio son obreros de la construcción, que changuean en el puerto y entran y salen de las fábricas de la zona ¡Abajo la masacre contra la juventud obrera por parte del estado asesino!

Palabras del Papá de Jere en la movilización de Rosario
“Porque entendemos que esta suerte tiene que cambiar, creemos que el mal debe ser derribado y no hay mejor forma que el pueblo moviéndose”

“(…) terminábamos de hablar con los papás que nos parece mentira tener que marchar por la muerte de nuestros hijos, en esta circunstancia en la que nos encontró la vida. Cuando llevábamos al cementerio a Jeremías, yo sentí algo en el corazón, y lo dije al lado de la tumba y es que no estábamos sepultando a Jeremías, sino que lo estábamos sembrando para la vida, para la vida de tantos jóvenes, y creemos que la vida de Jere, de Patón y de Mono van a ocasionar un movimiento extraordinario como este (…)”

“(…) Esto como dijimos ayer los papás en los distintos medios no es que es por nuestros hijos, es por sus hijos, es por los jóvenes que hoy viven y los que vendrán, es por algo que queremos que cambie en Rosario, en Argentina, pero también en América Latina y apelamos a que estos movimientos a como hoy los estamos viendo, nosotros estamos siendo apoyados pero con el alto compromiso de nosotros, como papás a apoyar a los movimientos que vendrán, en Rosario y adonde tengamos que ir. Porque entendemos que esta suerte tiene que cambiar, creemos que el mal debe ser derribado y no hay mejor forma que el pueblo moviéndose (…)”

Las huellas de un genocidio contra la  juventud obrera

En Villa Moreno, al sur de Rosario, la vida cotidiana está cruzada por el sufrimiento de perder todos los días un hijo, un hermano, un compañero, un vecino, un amigo.

Entrando al comedor donde militaban Jere, Mono y Patón hay una cancha de fútbol. El comedor fue construido con sus propias manos, las mismas manos que limpiaron la cancha, cortaron el pasto y la dejaron a punto para jugar en cualquier momento un picadito.
No se puede entrar al predio sin pasar al costado de dos chanchos, muy grandes y bien cuidados. Un señor los baña y les da de comer. Sentados en un tronco, a la sombra de un árbol, mirando a los animales y masticando dolor escuchamos la anécdota “Che, hoy se cumple un año del asesinato de “Pato”… esos dos chanchos los ganamos con él en un campeonato de fútbol. El padre los estaba alimentando para que los comamos. Pero a “Pato” lo mató una banda igual a la que mató a los chicos. Por eso nunca nadie quiso comer a los chanchos y el padre de “Pato” los sigue cuidando y alimentando…” La anécdota nos la contaba el hermano de Patón, quien encontrara a los chicos masacrados la madrugada del 1 de enero.

A los pocos minutos se acerca una mujer grande, de ojos lagrimosos, de angustia visible, de dolor a flor de piel “Chicos, a mi hijo lo mataron igual hace dos años. Lo encontramos tirado en el cementerio, lo pudimos cremar y dejar descansar recién dos meses después que lo asesinaron. Todo quedó en la nada. Yo no puedo ir a la marcha porque estoy operada, pero sigan luchando…” quebrada en llanto cruzó la calle y se alejó.
Corresponsal.

Con una nutrida columna del barrio donde fueron asesinados los pibes, el 6 de enero se marchó por las calles de Rosario. Democracia Obrera dialogó con amigos de Jere, Mono y Patón.

Ro: Los pibes eran nuestros amigos. Lo que sucedió nos da bronca, hay que hacer justicia, la tienen que pagar porque mataron a chicos inocentes, a quienes no tenían que matar… eran buenos pibitos.

Me: eran buenos, no se metían con nadie, eran chicos trabajadores.
Ro: Los asesinos empezaron a tirar a cualquiera, le tiraron a tres pibas, una de las pibas esta grave
Pi: y a otra le dieron en el hombro.
Me: queremos que los culpables paguen
Pi: si, por los chicos inocentes.
DO: ¿La yuta organiza las banditas no?

Ro: La policía no hace nada están todos metidos con ellos. A veces vos ves
que en el barrio pasan los pibes estos (las barras) y pasa la policía detrás de ellos….
Me: un día vimos que pasaba un comando lleno de pibas adentro.
Pi: la policía está con ellos.
Li: si están todos ahí metidos.
DO: La yuta mete la droga en los barrios…
Pi: si en realidad saben quienes la tienen y la venden y el comando no hace nada, los encubren