volver a la editorial del Democracia Obrera Nº 56 Un nuevo instrumento para perseguir y encarcelar a los luchadores obreros y populares La nueva “ley antiterrorista” dictada por la CIA, el Pentágono y la Secretaría de Estado norteamericana El kirchnerismo y el conjunto de la cipaya burguesía argentina votaron el pasado 22 de diciembre una nueva “ley antiterrorista” dictada por la CIA, el Pentágono y la Secretaría de Estado norteamericana. En los años de gobierno del Frente Para la Victoria (FPV) se han impuesto 8 leyes “antiterroristas”: 2 en 2003, 2 en 2005, 1 en 2006, 1 en 2007 y 1 en 2009. Con las del 2005 se incorpora el derecho nacional a la convención de Barbados (Convenio Interamericano contra el Terrorismo) y al Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo de la ONU. Las llamadas “leyes antiterroristas” fueron directamente dictadas por los organismos internacionales del imperialismo como el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) y el FMI. Esta nueva ley (26.734, modificación del Código Penal) votada por el Congreso de los patrones, en nada difiere con las anteriores por su carácter; y será usada como tantas otras leyes represivas para proscribir, perseguir y encarcelar a los luchadores obreros y populares en momentos en que la burguesía necesita pasar un ataque en toda la regla contra los explotados. Queda más que claro que los gobiernos “bolivarianos” al igual que los del TLC, siguen los dictados del imperialismo yanqui, antes con Bush y hoy con Obama, que impulsa las mismas leyes antiobreras para cada país en todo el continente. Así lo acaba de hacer Piñera aplicándole esta misma ley a 400 dirigentes mapuches acusándolos de provocar los incendios del sur de Chile. La ultima modificación antes que la actual había incorporado al Código Penal dos figuras: la de la “asociación ilícita terrorista” y la del “financiamiento del terrorismo” como dos delitos específicos con sus respectivas penalidades. Esta nueva ley lo que viene a hacer es derogar estos artículos e incorpora uno: el 41 quinquies, que es un agravante para cualquier delito tipificado por el Código Penal, duplicando las penas cuando estos sean cometidos con “la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”. La otra modificación al Código Penal es que incorpora el art. 306 que plantea “Será reprimido con prisión de cinco (5) a quince (15) años y multa de dos (2) a diez (10) veces del monto de la operación, el que directa o indirectamente recolectare o proveyere bienes o dinero, con la intención de que se utilicen, o a sabiendas de que serán utilizados” con los fines estipulados en el 41 quinquies. Esto quiere decir que la justicia patronal, esa casta vitalicia de jueces peronista-videlista-radical, es la que definirá la “finalidad”, y puede utilizar esta modificación del Código Penal contra cualquier protesta de los trabajadores. Veamos un ejemplo: si trabajadores de una empresa petrolera extranjera ocupan un pozo o cortan una ruta impidiendo que los gerentes pasen, los jueces -como fieles sirvientes de las trasnacionales- podrán adjudicarle a la acción de los trabajadores una “finalidad terrorista”; y no sólo eso, si otros trabajadores deciden apoyarlos recolectando dinero para el fondo de huelga a estos se le aplicará un castigo de ¡5 a 15 años de prisión! Así el conjunto de la burguesía, tiene un nuevo instrumento jurídico con el cuál continuar la brutal persecución contra el movimiento obrero. Aprovechando la mayoría parlamentaria que le dio la obtención del 54% de los votos en las últimas elecciones, y el apoyo de sus “críticos” como Nuevo Encuentro (Sabatella, el banquero comunista Heller, etc), el gobierno hizo votar a fines de diciembre esta ley, junto a todo un paquete de leyes antiobreras. La “oposición” burguesa del parlamento (UCR, Frente Amplio Progresista) que votó en contra sólo formalmente -porque no pueden bloquear la mayoría parlamentaria del oficialismo- también está a favor de la “ley antiterrorista”. Pues no dudaran en aplicarla contra la clase obrera cuando la necesiten, como no dudaron en reprimir a los trabajadores cuando fueron gobierno -como los radicales y la Alianza que el día de su asunción masacraron en el puente de Corrientes a los trabajadores-, o lo son hoy en Santa Fe -como el caso del Partido Socialista de Binner- donde mueren 140 jóvenes y obreros por año acribillados por la yuta asesina del “gatillo fácil” y las fascistas barrabravas del fútbol. Semejante servilismo de la Kirchner ha hecho sonrojar a sus “intelectuales” adictos de Carta Abierta, al Juez Zaffaroni, a Estela de Carlotto, y otros, que han salido a “criticar” esta ley argumentando que hay “jueces conservadores” o “gobernadores” que pueden “malinterpretarla” aplicándola contra los trabajadores. Este coro democratizante no hace más que lavarle la cara a este gobierno antiobrero y sirviente del imperialismo como es el de Cristina Kirchner: pues ella no la malinterpretaría como si pueden hacerlo los que “no están alineados” con el gobierno nacional. ¡Mentira! Es Cristina Kirchner, todos los gobernadores, todos sus jueces “conservadores” y “garantistas”, es toda la cipaya burguesía argentina que se arrodilla frente al imperialismo la que está de acuerdo en aplicar esta ley. ¡Ellos son los que han sembrado el terror con la dictadura genocida de Videla! ¡Ellos son los que no han dudado en masacrar a la clase obrera y los explotados para aterrorizarlos con los gobiernos de Alfonsín, Menem, De la Rúa y ahora con los Kirchner! ¡Los verdaderos terroristas son ellos que asesinaron a Víctor Choque, Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, a los mártires del 20 de diciembre del 2001! Las corrientes que integran el “FIT” y otras que hablan en nombre del socialismo, también se han sumado al coro democratizante, y continúan buscando a los “kirchneristas de izquierda”: han salido a recordarle a Kunkel y otros diputados del FPV que en el ’74 ellos rechazaron en el parlamento la “ley represiva” de Perón. Las corrientes reformistas ubicadas a la izquierda del coro democrático, plantean que la lucha contra la “ley antiterrorista” es de “largo aliento” (PTS, LVO 27-12-11), y llaman a las organizaciones “democráticas” a ser “miles en las calles”. ¿Organizar y coordinar a todas las comisiones internas y delegados perseguidos por la justicia patronal para luchar por su desprocesamiento y por la libertad de Oñate, Olivera, Tapia, Claros y todos los presos políticos? ¿Utilizar los métodos de la clase obrera como los paros, los piquetes, y luchar por la huelga general? Lamentablemente la izquierda reformista impide el camino de la autoorganización de los trabajadores y estudiantes combativos para someterlos al frente “democrático” de Zaffaroni, Carlotto, Carta Abierta, la burocracia de la CTA, etc. ¡Abajo todas las leyes represivas y “antiterroristas” dictadas por el imperialismo yanqui! ¡Libertad a Oñate, Olivera, Tapia, Claros y todos los presos políticos! ¡Desprocesamiento inmediato de todos los luchadores obreros y populares! La clase obrera tiene el legítimo derecho a defender a sus dirigentes combativos ¡Basta de masacres y muertes obreras! ¡Por un comité único nacional de autodefensa de todas las organizaciones obreras y estudiantiles combativas! Los únicos terroristas son el imperialismo y los explotadores ¡Tribunales obreros y populares para enjuiciar y castigar a todos los asesinos de obreros y jóvenes de ayer y de hoy!
|