volver al índice del Democracia Obrera Nº 54 A propósito de la teoría marxista sobre el Estado y la lucha “contra la criminalización de la protesta” El último spot publicitario del “FIT”: Una voz relata lo siguiente: “Marcha a Plaza de Mayo a un año del asesinato de Mariano Ferreyra. Encarcelan a Rubén Sobrero, el delegado ferroviario”. Una mujer sentada aparece en escena y dice: “que vergüenza lo que hicieron”. Un hombre a su lado, responde: “yo que pensaba que esto lo hacia la derecha”. “Basta de persecuciones a los delegados de base y a los que luchan”, recita Castillo. “Contra la criminalización de la protesta social y las patotas, contamos con tu voto”, concluye Altamira. Así transcurre el último spot televisivo del “FIT”. A confesión de parte relevo de pruebas. La dirección del “FIT” continúa negándose a denunciar a la Kirchner como la comandante del ataque sanguinario contra la clase obrera y los sectores más explotados. Callan que, además de asesinar a Ferreyra y meter preso a Sobrero, masacraron en el Parque Indoamericano, en el barrio obrero de El Alto en Bariloche, a los campesinos Qom en Formosa y en Jujuy; mantienen encarcelados a Oñate (delegado petrolero) y Olivera (SITRAIC); militarizaron Las Heras en Santa Cruz y la mayoría de los barrios obreros del conurbano bonaerense; y se han llevado la vida de miles de jóvenes a manos de los policías asesinos del “gatillo fácil”. Pareciera que el PO, el PTS, e IS tienen prohibido en sus spot televisivos nombrar a la Kirchner, sobre la cual afirman que no es la “derecha”, sino que seria entonces, por omisión, una patroncita “progresista” de “centro o izquierda”. No solo que la Kirchner es la más rancia representante del gobierno de las petroleras, las cerealeras, las mineras y las transnacionales del MERCOSUR, sino que es la que ordena cada uno de los ataques contra los trabajadores. Es más, tan es así que hace un mes salió públicamente a bastardear a los combativos trabajadores del Subte que se encontraban en lucha por mejoras en las condiciones laborales. Cuando Altamira nos dice desde la televisión que “Contra la criminalización de la protesta social y las patotas, contamos con tu voto”, esta repitiendo la vieja teoría de los Kautsky, Berstein, Hilferding y demás dirigentes de la socialdemocracia alemana de fines del siglo XIX y principios del XX, quienes en relación al carácter del Estado, argumentaban que el mismo “es una bolsa vacía que puede llenarse de cualquier contenido”. Esto, tal cual lo afirma Altamira, es decir que el estado es neutro y dejó de ser una herramienta de opresión de una clase sobre otra. Contra ellos, el marxismo revolucionario afirma que el Estado es el instrumento supremo de la “criminalización de la protesta social” y de la persecución contra todos los que quieren derrumbarlo. Según Marx, citado por Lenin en su trabajo “El Estado y la Revolución” (1917), “el Estado es un órgano de dominación de clase, o un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del “orden” que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases”. Para frenar la represión, liberar a nuestros presos, imponer el juicio y castigo a los políticos patronales y burócratas asesinos de obreros, etc., hay que luchar por: ¡Disolución de las fuerzas represivas del estado burgués! ¡Por comités de autodefensa obreros y populares! ¡Abajo la casta de jueces y la Suprema Corte de justicia! ¡Por tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los patrones y sus partidos políticos asesinos de obreros! ¡Libertad a Oñate y Olivera, presos de la Kirchner! ¡Desprocesamiento inmediato de Sobrero, Portorreal, Costilla, Hermosilla y a los más de 6.000 luchadores populares, obreros y estudiantiles perseguidos por la justicia patronal! Para dar esta pelea es necesario organizar, desarrollar y extender la lucha extraparlamentaria de masas, llamando a poner en pie un Congreso Obrero Nacional, con delegados con mandato de base, para votar un plan de lucha y reagrupar las fuerzas que incansablemente buscan barrer a la burocracia sindical de la CGT y la CTA, como condición fundamental para abrir el camino a la Huelga General y que vuelva a tronar en las calles el “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. |