volver al índice del Democracia Obrera Nº 54


An­te las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les del 23 de oc­tu­bre…

En Argentina, se ha impuesto la trampa electoral del gobierno, la “oposición” gorila, el imperialismo y la patronal esclavista, a fuerza de persecución, cárcel, represión y muerte contra los sectores más combativos de la clase obrera, y de miles de puñaladas por la espalda contra los explotados.
Este circo electoral, donde se presentan todos los políticos corruptos que las masas echaron con su lucha revolucionaria en el 2001, es una cortina de humo para encubrir el feroz ataque patronal y el saqueo imperialista que desangra la nación.
Hoy las masas, por traición de sus direcciones, fueron llevadas a tener que optar en las urnas por alguno de sus verdugos, mientras la patronal y el imperialismo buscan legitimar con millones de votos a su gobierno y su régimen infame, para redoblar su ofensiva contra los explotados y profundizar la superexplotación obrera en esta verdadera “maquila” que es Argentina.

A medida que se acercan las elecciones, y más y más las encuestas engolosinan a los candidatos del “Frente de Izquierda y los Trabajadores”  para conseguir bancas, se ha desarrollado una feroz carrera por el “voto útil” de la dirección del “FIT” y sus partidos.
Sus dirigentes, como Altamira del PO y Puddú del PTS de Córdoba, han llamado a “cortar boleta”, a transformar esta elección cada vez más en una “legislativa” y menos presidencial, lo que significa que no sólo están llamando a no enfrentar al gobierno kirchnerista y preparar su derrocamiento. No sólo han sacado de su programa toda lucha por la revolución socialista y tan sólo se animan a plantear “por una alternativa de los trabajadores en todo el país”, cuestión que para nada plantea una alternativa de poder de los explotados al gobierno de los explotadores.
Ahora ya están haciendo abiertamente explícita su política implícita de llamar a cortar boleta y votar a la Kirchner como presidenta y a diputados de izquierda para el congreso.

Declaraciones De altamira en el Diario Diagonales Del 24/07/11:
“¿Qué hacemos con Cristina que me lleva de candidato a un amigo del hombre que mató a mi compañero Mariano Ferreyra, como lo es Carlos Tomada? ¿Llamo a votar a Tomada? Ni muerto. (…) Es un enemigo de la clase obrera, jamás voy a votar a un enemigo de la clase obrera. (…) Yo no voy a votar a Gioja, que es un hombre de la Barrick Gold. ¿Puedo votar a Peralta? Si está reprimiendo a los docentes y trabajadores de Santa Cruz. No, yo creo que a la gente militante y luchadora del kirchnerismo hay que decirle: ‘Querés defender a Cristina, bueno votala sólo a ella. Para abajo votá al Frente de Izquierda. Si Cristina es el proyecto y los demás son todos derechistas, votá al Frente de Izquierda.’”

Declaraciones De Puddú en el Diario Día a Día Del 14/10/11:

“¿Por qué no una mujer al Ejecutivo y un obrero al Congreso?” “Si logramos que la elección sea legislativa, nuestra fuerza tiene más chances.”

Un sobre con el voto de diputados de izquierda y cristina presidente, es un voto de colaboracón de clases

Los obreros y jóvenes que enfrentamos en las calles a este gobierno hambreador y represor y a sus burócratas sindicales asesinos, ni cortamos boleta, ni votamos a nuestros verdugos
Desde Democracia Obrera llamamos a votar críticamente a la lista completa del Frente de Izquierda y los Trabajadores” sin cortar bolea, con nuestro programa por el socialismo y la revolución obrera que ha sido abandonada por las corrientes que integran el FIT

Declaración de la Liga Obrera Internacionalista – Cuarta Internacional

 

Las transnacionales imperialistas y la patronal esclavista se reagrupan
con el gobierno de la Kirchner para redoblar su ataque contra la clase obrera
 

Ante las próximas elecciones presidenciales, el conjunto de la burguesía reagrupó sus fuerzas alrededor del gobierno asesino, represor y antiobrero de Cristina Kirchner, que es el administrador del conjunto de los negocios de la clase dominante. Todos los directorios de las transnacionales imperialistas, como Cargill, Monsanto, Repsol, la Total, Panamerican, BH Billinton, FIAT, Ford, todos los banqueros y demás monopolios, están de fiesta. Es que desde hace años que no cuentan con un gobierno que en Argentina haya obtenido más del 50 % de los votos, como sucedió con Cristina Kirchner en las últimas elecciones primarias.
Así la burguesía está en las mejores condiciones para profundizar su ofensiva contra los explotados, y esto lo ha logrado no sólo con represión, masacres como en el Parque Indoamericano y Jujuy, y persecución contra los luchadores obreros, sino gracias al accionar de la burocracia de la CGT y la CTA, esos guardiacárceles del movimiento obrero que impusieron las paritarias truchas y un salario mínimo de miseria, junto con la colaboración de las corrientes de la izquierda reformista que ante cada combate de la vanguardia se negaron a unificar las filas obreras, para llevar a los sectores en lucha a los pies de las instituciones del régimen.

Con la imposición del “Pacto Social”, donde la izquierda reformista sembrando confianza en las conciliaciones obligatorias del Ministerio de Trabajo y los jueces “democráticos”, se fue apagando el fuego de la revolución que las masas protagonizaron en el 2001. Gracias al sostén que brindaron los “bolivarianos” y la burocracia castrista, sometieron a lo mejor de la clase obrera a sus verdugos, el gobierno de los Kirchner, y se relegitimaron y fortalecieron todas las instituciones burguesas que habían sido descalabradas por las acciones de los explotados en las calles, como el Parlamento antiobrero, los partidos patronales y la justicia videlista-peronista-patronal.

Ahora los directorios de las transnacionales y bancos se frotan las manos. Es que si en las elecciones del 23 de octubre se fortalece con millones de voto el gobierno de la Kirchner, se fortalecerá el conjunto del frente burgués y todas las instituciones del estado, para dejar atrás el régimen expropiador de la revolución del 2001. Este contaba con fuertes elementos de colaboración de clases y de coqueteo con las masas, donde el kirchnerismo era un frente transversal formado por “bolivarianos”, castristas como Hebe de Bonafini, representantes de movimientos piqueteros y de organismos de Derechos Humanos e incluso por radicales como Cobos, con un enorme peso de la burocracia de la CGT y la CTA.
Hoy los explotadores buscan asentar un kirchnerato, un gobierno con alta legitimidad y un régimen blindado y totalmente autoritario, tan bonapartista como el menemato en los ´90 y sin ningún elemento de colaboración de clases, para garantizarle al imperialismo mano de obra aún más barata y esclava, y un saqueo más impune de la nación.
La pequeño-burguesía democrática y liberal soñaba y aún sueña (como también lo hace la izquierda reformista), con un régimen “plural” bipartidista. Pero este tipo de regímenes estables es un privilegio para los países ricos, y podríamos decir, que ya ni siquiera para ellos.

El kirchnerato se asentó, no en los elementos de colaboración de clases que utilizó, sino en la estatización extrema de los sindicatos, con la burocracia sindical y sus 100.000 pistoleros como una verdadera fuerza de choque para reprimir y atacar a la clase obrera durante los últimos años.
Ahora inclusive su perro guardián de la burocracia quiere más lugar en la casa. Pero la burguesía no sólo no se lo dará, sino que piensa echarlo de la casa. Es que necesitan debilitar al extremo al movimiento obrero y todas sus organizaciones, incluidas las dirigidas por la burocracia sindical. Al servicio de este plan es que el gobierno de la Kirchner profundiza su ofensiva contra los sindicatos y las organizaciones obreras, redoblando la persecución a los delegados obreros de la mano de ese “López Rega” que es Aníbal Fernández, con la que inclusive disciplinarán hasta al propio Moyano de la CGT, el máximo sostenedor del gobierno kirchnerista.
En todos los países semicoloniales, o se estatiza los sindicatos y las organizaciones obreras, o se las ataca duramente. En este péndulo siempre oscilan los capitalistas.
Por eso afirmamos que en Argentina no viene más democracia, sino un mayor bonapartismo y autoritarismo por parte de este gobierno de los grandes monopolios.

Esto les permitirá a los capitalistas redoblar su ataque contra el movimiento obrero y profundizar su modelo de “maquila” contra las masas explotadas, con el conjunto de los trabajadores produciendo en terribles condiciones de esclavitud y flexibilización laboral como tienen los obreros que trabajan en los talleres de “cama caliente”.
A la vez que continuarán profundizando la miseria de las masas con más desocupación, salarios de hambre, inflación, carestía de la vida y nuevos tarifazos, mientras hunden cada vez más la salud pública y la educación de los hijos de los trabajadores, incluso imponiendo por decreto que 400.000 secundarios deben trabajar gratis, bajo la forma de “pasantías”, en las empresas y en el estado. Mientras las transnacionales del Mercosur utilizan la crisis económica como un chantaje contra la clase obrera para arrebatarle aún más sus conquistas, amenazando con despidos y suspensiones, como sucedió en la FIAT.

Es que solamente imponiéndole estos planes a la clase obrera, el gran capital podrá garantizar arrancarle una nueva tajada de plusvalía al proletariado, en medio de la crisis económica que sacude al planeta y amenaza con hacer saltar por los aires el ciclo de expansión de la economía argentina y de todo el Cono Sur del continente. Sólo así los monopolios podrán mantener su tasa de ganancia y sus suculentas ganancias obtenidas con los huesos y los músculos de los trabajadores, y a costa del hambre y las penurias inauditas de la amplia mayoría explotada.

La ofensiva de la burguesía ya ha comenzado. El encarcelamiento del delegado ferroviario Sobrero –que luego fue liberado- y el ataque de las patotas financiadas por la patronal a los delegados de la línea 60, son apenas dos botones de muestra de lo que los capitalistas tienen preparado contra las masas. Los explotadores, su gobierno y su régimen vienen a por todo.
Pero ellos son muy concientes que estos planes deben imponerlos en las calles, en un choque directo con la clase obrera que se definirá en el campo de batalla de la lucha de clases. Saben que la clase obrera recibió mil y una puñaladas por la espalda por parte de las direcciones que tiene a su frente, pero que no ha sido sacada de escena. En la década de los ´90 Menem tuvo que lidiar con una feroz resistencia de los explotados como en el Santiagueñazo o el Cutralcazo. Todos tienen bien presentes la suerte que corrió De la Rua en el 2001 y que un golpe revolucionario certero de las masas dejaría descalabrados todos sus planes antiobreros.
Por eso el gobierno de la Kirchner, junto con la “oposición” gorila, debe propinarle una superior y decisiva derrota a la clase obrera. La Kirchner debe atacar a los explotados como lo hacen todos los gobiernos del continente, tanto los “bolivarianos”, como los del TLC y el propio Obama en EE.UU. –que toda la izquierda reformista a nivel mundial pintaba como “democrático”-, que viene de votar en el Parlamento el programa del fascista Tea Party para hacer que los costos de la crisis los continúen pagando las masas.

Frente a esta estrategia de la burguesía, los partidos de izquierda que componen el “Frente de izquierda y los Trabajadores” (PO, PTS e Izquierda Socialista) en su tribuna electoral no llaman a derrotar en las calles al gobierno de la Kirchner, ni a la “oposición” gorila. Hasta el gorila de Alfonsín en su último spot afirma que “no le cree nada” a la Kirchner, mientras que estos partidos que se reclaman de la clase obrera ni siquiera denuncian al gobierno kirchnerista.
Es más, ellos desde sus spot publicitarios impulsan una política de “cortar boleta”, donde solamente le piden a los explotados que voten al “FIT” para meter “diputados de izquierda en el Congreso”, en una clara política de colaboración de clases con los verdugos y enemigos de los trabajadores.
Es una desgracia para el conjunto de la clase obrera y las masas oprimidas, que estas corrientes, lejos de llamar a las masas a tomar la solución de sus problemas en sus manos con el triunfo de la revolución obrera y socialista, sostienen desde su tribuna electoral que los “reclamos” de los explotados se conquistarán con leyes en el Parlamento antiobrero pregonando la vieja política de “vía pacífica al socialismo” del estalinismo y la burocracia castrista cubana.
Se están perdiendo una gran oportunidad de demostrarles a los trabajadores el carácter antiobrero y lacayo de gobierno de la Kirchner, que comanda la ofensiva de las clases enemigas contra el proletariado para arrebatarle hasta la última de sus conquistas, porque el “FIT” no llama a derrotar a este gobierno infame con los métodos de la revolución obrera y socialista.
Cuando el imperialismo y la burguesía han cerrado filas detrás del gobierno de la Kirchner para redoblar su ataque contra las masas, los dirigentes del “FIT” plantean que ellos pondrán en pie una “alternativa política de los trabajadores en todo el país” ante la “fragilidad del esquema político del gobierno” y la “dispersión” de los partidos de la oposición burguesa. Están planteando que los voten para ser una “alternativa” desde el Parlamento, proponiendo debates “democráticos” en el Congreso con el kirchnerismo, como si el ataque de los capitalistas y el gobierno, que imponen sus planes en las calles, a los tiros limpios y persiguiendo a los luchadores obreros, se pudiera parar con votos o con parlamentarios de la izquierda “levantando la mano” desde sus bancas en el Parlamento. Estas corrientes preparan a las masas para afrontar “tiempos de paz”, cuando la burguesía le ha declarado la guerra a los explotados.
Ante estas elecciones, lamentablemente el “FIT” de hecho se ha ubicado como un “ala izquierda” del kirchnerismo, con sus dirigentes llamando abierta y claramente a “cortar boleta”. Esto es un engaño. No lo podemos permitir. Los obreros y jóvenes que enfrentamos en las calles a este gobierno hambreador y represor y a sus burócratas sindicales asesinos, ni cortamos boleta ni votamos a nuestros verdugos.
El “FIT” no representa ninguna alternativa de independencia de clase, sino que con su política cretinamente parlamentaria y de colaboración de clases, no hace más que sembrar ilusiones en el gobierno de la Kirchner para terminar sometiendo a los sectores de vanguardia del proletariado a los pies de la burguesía, su gobierno y el régimen infame de la Constitución del ´53.

El “FIT” con su política de “cortar boleta” que no enfrenta al gobierno de la Kirchner y no le plantea a los explotados que deben tomar el poder

En las elecciones presidenciales está en discusión el problema del poder; es decir, se les plantea a las masas quién debe gobernar. Frente a esta cuestión, el “FIT” guarda un absoluto silencio. En los spot publicitarios de su campaña electoral -que los repiten cada cinco minutos en televisión y radio, y son vistos y escuchados por millones de explotados-, no hay una sola denuncia ni llaman a derrotar al gobierno antiobrero, asesino y cipayo de Cristina Kirchner.
Incluso Altamira, candidato a presidente y figura principal del “FIT”, en una entrevista al diario Diagonales (reproducida en Prensa Obrera el 28/07/11), afirmó: “¿Qué hacemos con Cristina que me lleva de candidato a un amigo del hombre que mató a mi compañero Mariano Ferreyra, como lo es Carlos Tomada? ¿Llamo a votar a Tomada? Ni muerto. (…) Es un enemigo de la clase obrera, jamás voy a votar a un enemigo de la clase obrera. (…) Yo no voy a votar a Gioja, que es un hombre de la Barrick Gold. ¿Puedo votar a Peralta? Si está reprimiendo a los docentes y trabajadores de Santa Cruz. No, yo creo que a la gente militante y luchadora del kirchnerismo hay que decirle: ‘Querés defender a Cristina, bueno votala sólo a ella. Para abajo votá al Frente de Izquierda. Si Cristina es el proyecto y los demás son todos derechistas, votá al Frente de Izquierda.’
¿O sea que para el candidato a presidente del “FIT”, la Kirchner no es una enemiga de la clase obrera, no reprime a los que luchan y no es sirviente de las transnacionales imperialistas? Pareciera mentira leer semejantes afirmaciones de Altamira, cuando es la Kirchner la que comanda el ataque del imperialismo y la patronal contra los explotados, redoblando la represión, la persecución y las masacres contra las masas en lucha, de la mano de su “López Rega” de Aníbal Fernández. Cuando fueron los Kirchner los que financiaron con toda la patronal a los 100.000 pistoleros de la burocracia sindical para que le rompan la cabeza a los trabajadores en lucha y los asesinen como sucedió con Mariano Ferreyra.
Estos dichos de Altamira son una verdadera confesión de partes. Ahora queda claro por qué el “FIT” no ha puesto sus spot al servicio de la lucha por liberar a los presos políticos como Oñate (delegado petrolero de Las Heras), y Olivera (SITRAIC); por desprocesar a los más de 6.000 luchadores obreros, populares y estudiantiles perseguidos; y por tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos de Ferreyra, los mártires del Parque Indoamericano y Jujuy, masacrados por el gobierno kirchnerista.
Por eso Altamira y Castillo terminan sus spot televisivos planteando: “para fortalecer la lucha por tus reclamos, diputados de izquierda en el Congreso”. Es decir, están llamando a las masas a “cortar boleta” –como lo hacen también Pino Solanas, De Narváez y Macri- y así admiten que voten por sus verdugos para la candidatura a presidente.
Así lo confirma también Hernán Puddú –ex delegado de Iveco despedido y dirigente del PTS-, candidato a diputado del “FIT”, en una entrevista al diario “Día a Día” del 14/10 donde se preguntaba: “¿Por qué no una mujer al Ejecutivo y un obrero al Congreso?”, para luego afirmar: “Si logramos que la elección sea legislativa, nuestra fuerza tiene más chances.” Hasta el propio periodista planteó que estos dichos se trataban de una “invitación encubierta al corte de boleta”.
El llamado del “FIT” a “cortar boleta”, mientras se niega a llamar a las masas a derrotar al gobierno con la revolución obrera y socialista, es un llamado a fortalecer al gobierno de la Kirchner, sirviente del FMI, el mayor agente de las transnacionales imperialistas, y la peor de los enemigos de la clase obrera. Votar a la Kirchner es votar por los 10.000 millones de dólares pagados en efectivo al FMI; es votar por los directorios de todas las transnacionales imperialistas en Argentina; es votar por los capangas que explotan a los obreros de los talleres de “cama caliente”; es votar por cada uno de los policías y matones de la burocracia que dispararon y reprimieron a los obreros y jóvenes en lucha.

Al igual que Altamira, el PTS también llama a “cortar boleta”

El “FIT” tras los pasos de Izquierda Unida de los ´90

Como ya dijimos, Hernán Puddú, delegado despedido de Iveco, del PTS de Córdoba también ha hecho explícito su llamado a las masas a “cortar boleta” y votarlos a ellos solamente para diputados en una entrevista al diario “Día a Día”. Puddú, al igual que Altamira, no tiene pruritos para llamar a los trabajadores a votar por sus verdugos burgueses como Cristina Kirchner.
Pero aquí no terminan las afirmaciones de Puddú. En dicha entrevista, también afirmó que “Cristina viró a la derecha. No está más Hebe, ahora está con un cheto de la Ucedé.”, lamentando que la Kirchner haya roto su frente de colaboración de clases con sus sirvientes del castrismo y el estalinismo, a una vez que los usó. ¿Y dice que ahora es cuando el gobierno “gira a la derecha”? ¿Acaso la Kirchner y antes su marido no atacaron a la clase obrera con sus pistoleros a sueldo de la burocracia sindical en Dana, el Hospital Francés, Casino, Santa Cruz, etc., con el total apoyo de “Hebe” que decía que ya “no había un enemigo en la rosada” desde el 2003? ¿Y la ocupación videlista de Las Heras en el 2006 y ahora en el 2011? ¿No fueron la misma “Hebe” y Schoklender los que denunciaron a los obreros que ocupaban tierras en el Indoamericano a fines del año pasado? Lamentablemente Puddú descubre un “giro a la derecha” cuando la Kirchner no está más con Hebe y no cuando la clase obrera es brutalmente atacada, teniendo presos, luchadores procesados y mártires obreros a manos del gobierno kirchnerista, y así encubre la terrible ofensiva contra los explotados comandada por la Kirchner. ¡Que vergüenza para quien pretende ser un “diputado socialista” en el congreso!
Pero el servilismo de Puddú no se queda allí. Va por la caza de más votos que lo hagan entrar al parlamento planteando: sumar a los K críticos, a los progresistas y a los pinosolanistas, con quienes compartimos muchos puntos de la agenda política. Y al igual que Altamira, insiste en que “votar la lista completa de Cristina significa sentar en el congreso a Daniel Giacomino” (diputado kirchnerista que compite con su candidatura a diputado provincial).
¡Pero esta es la vieja política del Partido Comunista de Vittorio Codovilla! Es decir, “unidad del PC con el peronismo disidente, con la izquierda de la UCR… por un ¡frente de liberación nacional!”. Esta es la política estalinista con el cual el PC y Tumini de Patria Libre entraron al “frente trasversal” de los Kirchner en el 2003.

Estamos frente a una reedición, aún mucho más a la derecha, de “Izquierda Unida” del MAS y el PC de los ’90 que también levantaba una política de colaboración de clases. Pero esta vez, Altamira y los candidatos a diputados “socialistas” del “FIT” no dan vueltas. Llaman a los trabajadores a que voten a la burguesía misma, a su presidente, al más grande enemigo de las masas, al que concentra todo el ataque de las fuerzas capitalistas contra los trabajadores.
Si es para meter diputados, cualquier medio es útil para el “FIT”. Si ese medio no lleva al fin de la revolución socialista, ni mucho menos a que los obreros levanten una política independiente de clase, no les importa. Ese no es un problema para “Izquierda Unida”, perdón, el “FIT”. Lamentable.


Todo partido que se reivindica de la clase obrera y deposita la más mínima confianza en este gobierno asesino y hambreador de las masas, significa que ha renunciado a la lucha por la toma del poder por parte de los explotados. Despertar la más mínima ilusión en el gobierno de la Kirchner, no llamar a su derrocamiento con la revolución obrera y socialista, no preparar este combate luchando por la unidad de las filas obreras y por desarrollar el más potente odio de clase de los explotados contra los explotadores y su representantes, como hace el “FIT”, es apoyar abiertamente al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que en Argentina encabeza la guerra de clases de los explotadores contra los trabajadores.
Como el “FIT” no enfrenta al gobierno nacional, tampoco plantea desde su tribuna electoral la lucha por un gobierno obrero y popular basado en los organismos de autodeterminación y democracia directa de las masas. Por eso han silenciado el programa de independencia de clase de la revolución del 2001 de “¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!”.
Todos sabemos que en el primer programa que firmaron el PO, el PTS e IS cuando conformaron el “FIT”, ni siquiera existía la consigna de la lucha por el poder de la clase obrera. Lo tuvieron que agregar en su programa electoral como una cobertura, aunque insistimos, que jamás lo plantearon en sus spot publicitarios ni en ninguno de sus espacios en televisión y radio. Igualmente el combate por la revolución obrera y socialista para derrotar al gobierno de la Kirchner y al poder de los explotadores continúan sin figurar en su programa, cuestión que haría enrojecer hasta a los exponentes del “Frente del Pueblo” e “Izquierda Unida”, esos frentes electorales socialdemócratas del MAS con el Partido Comunista que se dieron en los ‘80 y los ‘90.
El “FIT” ha devenido en una “colectora” de izquierda del kirchnerismo al que quieren pintar de “progresivo” ante la clase obrera. Pero no es de extrañar que hagan esto, porque estas corrientes son las que llamaron a votar por Morales en Bolivia, Chávez en Venezuela, Palacio en Ecuador, Humala en Perú, entre otros.
El programa del “FIT” no enfrenta al gobierno ni al imperialismo, sino que levantan abiertamente una política de colaboración de clases y de frente popular de sometimiento de la clase obrera a la burguesía, que demuestra que no son ninguna alternativa de independencia de clase contra los explotadores.

El “FIT”: Un programa socialdemócrata para someter a las masas al Parlamento burgués

Para fortalecer la lucha por tus reclamos,  diputados de izquierda en el Congreso”, es la campaña del “FIT”. Pero en sus spot televisivos, no figuraron ni los “reclamos” de la clase obrera y las masas explotadas –en primer lugar, el “reclamo” de enfrentar al gobierno kirchnerista-, ni las “luchas” de los sectores de vanguardia contra el ataque de los capitalistas como los trabajadores de la línea 60, de Fate, de Paty, de Kraft, los ferroviarios de la línea Sarmiento, los trabajadores de la salud de Córdoba, entre otros.
Pero esto no es central para el “FIT”, porque lo que afirman desde sus spot electorales que la solución a nuestras “luchas” y “reclamos” puede conquistarse con leyes en el Parlamento antiobrero, es decir, en esa cueva de bandidos donde conviven las distintas camarillas de los capitalistas, garantes y defensoras de la propiedad privada y de los negocios del imperialismo. Por eso el Parlamento jamás votará una ley a favor de los trabajadores que afecte los intereses de los capitalistas, porque no es más que la cobertura “democrática” de la más feroz dictadura del capital contra el movimiento obrero.
Con esta política cretinamente parlamentaria, el “FIT” encubre como “democráticas” a las instituciones de este régimen infame, enemigas de la clase obrera. Así terminan siendo la izquierda “democratizante” de la Constitución de 1853/1994.
Los partidos que integran el “FIT” demuestran ser verdaderos partidos socialdemócratas, discípulos de Kautsky, Bernstein y Hilferding, los jefes de la socialdemocracia alemana -con los que rompieran Lenin, Trotsky y demás militantes del marxismo revolucionario para fundar la III Internacional-, que con su política de colaboración de clases sometieron a las masas a su propia burguesía y terminaron convirtiéndose en partidos que, hablando en nombre de la clase obrera, se dedicaron a administrar los negocios de los capitalistas desde los cómodos sillones de las bancas parlamentarias y los cargos en los sindicatos.
El “FIT” es un frente electoral que busca conseguir reivindicaciones en las instituciones burguesas, en base a un programa mínimo reformista, como era la política de los “socialistas” de la socialdemocracia, tal como lo definía la III Internacional en las “Tesis sobre parlamentarismo” de 1920: “los partidos socialistas (adaptaron su táctica parlamentaria, N. de R.) a la acción legislativa «orgánica» de los Parlamentos burgueses y la importancia cada día creciente de la lucha por la introducción de reformas dentro de los marcos de la sociedad capitalista, el predominio de programas mínimos de los partidos socialistas, la transformación del programa máximo en una plataforma destinada a la discusión sobre un «objetivo final» cada vez más remoto. Sobre esta base se desarrollaron el arribismo parlamentario, la corrupción, la traición abierta o disimulada de los intereses primordiales de la clase obrera.”
Pero lo más trágico, es que el “FIT” llama a las masas a confiar en el Parlamento burgués, reeditando la vieja política de “socialismo por la vía pacífica” que ayer impulsaba el estalinismo y Fidel Castro para expropiar la heroica revolución de los “Cordones Industriales” en Chile en los ´70, como si estuviéramos en la época de desarrollo del capitalismo, y no en la época imperialista, de putrefacción y decadencia de este sistema maloliente, donde lejos de haber largos años de “paz” y “estabilidad” para pelear por concesiones mínimas -como les gustaría a Altamira y Castillo-, la norma son las grandes convulsiones históricas, que ponen al proletariado ante la crisis, el crac, la guerra y la revolución, como en Chile, Bolivia, el Norte de África y Medio Oriente y las duras batallas del proletariado europeo ante la quiebra de los estados imperialistas que la burguesía se la está haciendo pagar a las masas.
Por eso, los trotskistas de Democracia Obrera afirmamos, junto a la III Internacional revolucionaria: “para los comunistas el Parlamento no puede ser en ningún caso el campo de una lucha por las reformas y por el mejoramiento de la situación de la clase obrera (…) En la época precedente, el Parlamento como instrumento del capitalismo en vías de desarrollo, ha trabajado, en cierto sentido, por el progreso histórico. En las condiciones actuales, caracterizadas por la expansión del imperialismo, el Parlamento se ha convertido en un instrumento de las mentiras, del fraude, de las violencias, del bandidaje a su servicio; las reformas parlamentarias, desprovistas de espíritu de continuidad y de estabilidad, y realizadas sin un plan de conjunto, han perdido toda importancia práctica para las masas laboriosas. (…) Así el deber histórico inmediato de la clase obrera es el de arrancar esos aparatos a las clases dirigentes, quebrarlos, destruirlos y reemplazarlos por los nuevos órganos del poder proletario. El estado mayor de la clase obrera está profundamente interesado en tener agitadores en las instituciones parlamentarias de la burguesía para facilitar su destrucción.” (“Tesis sobre parlamentarismo”)
Contra esta izquierda socialdemócrata, la clase obrera debe hacer suyo el grito de los “indignados” de España de “¡Nuestros sueños no caben en vuestras urnas!”. ¡Acá tampoco nuestros sueños de trabajo, pan, salud, educación e independencia nacional tampoco caben en las urnas de los Kirchner, Duhalde, Macri, Binner, Alfonsín, ni en las de Altamira y Castillo! Es que la única manera de enfrentar la guerra que les han declarado a los explotados, no es con votos ni con leyes, sino con la lucha revolucionaria de las masas en las calles contra el gobierno de la Kirchner, la “oposición” gorila, el imperialismo y la patronal esclavista.
El “FIT” se ha cerrado paso en educar a la clase obrera en que solamente debe confiar en sus propias fuerzas, en su organización y su lucha. Han roto con el apotegma marxista que afirma que “la liberación de los trabajadores, será obra de los trabajadores mismos”. Así, no se preparan para organizar un puesto de batalla en el terreno del enemigo, sino que plantean que presionando al Parlamento las masas pueden conquistar sus demandas. Lamentablemente, están llevando a los obreros y jóvenes avanzados a un callejón sin salida.

La campaña electoral del “FIT” no está al servicio de los combates de la clase obrera

La política cretinamente parlamentaria del “FIT”, que se niega a unir y organizar las filas obreras para derrotar en las calles el ataque de los capitalistas y su gobierno

En esta campaña electoral se está perdiendo una enorme oportunidad para la clase obrera y las masas explotadas. Es que, lamentablemente, las corrientes que integran el “Frente de Izquierda” se han negado a utilizar su tribuna, sus spot publicitarios y todos sus espacios en radio y televisión al servicio de reagrupar las filas de la vanguardia obrera y juvenil contra el ataque de los capitalistas.
Así fue desde el inicio de su campaña, donde el eje del “FIT” hacia las elecciones primarias de agosto fue: “nos exigen 400.000 votos para poder presentarnos en octubre. Que no silencien tu reclamo, votá al Frente de Izquierda”. El “FIT” puso todas sus fuerzas para superar la medida proscriptiva que requería que obtuvieran en las primarias más del 1,5 % de votos del padrón electoral para poder presentarse en octubre. Pero no al servicio de preparar las mejores condiciones para que la verdadera proscripta que es la clase obrera –sometida a la feroz dictadura del capital-, enfrente el ataque, llamando a centralizar y coordinar las luchas obreras en un solo combate contra los explotadores.
La tribuna electoral del “FIT” no estuvo al servicio de desarrollar esta tan necesaria lucha extraparlamentaria de masas, demostrando que son un frente por arriba de las cúpulas de los aparatos de los partidos, cuando lo que estaba planteado era conquistar un Frente Nacional de Lucha de todas las organizaciones obreras y estudiantiles combativas para organizar el combate por que la clase obrera vuelva a pesar en la vida política nacional contra el gobierno y la patronal, donde las corrientes de izquierda pusieran su tribuna electoral al servicio de esta perspectiva.
Pero el “FIT” se negó a poner todas sus fuerzas para organizar la lucha por frenar la ofensiva patronal, por la libertad de los presos políticos, el desprocesamiento a los luchadores perseguidos y el juicio y castigo a los asesinos de los mártires obreros como los del Indoamericano y Jujuy; y así tampoco preparó el combate de los explotados contra el ataque que vino después de que los capitalistas terminaron de contar el último voto de las primarias.
Tan es así que Altamira no terminaba de brindar con periodistas amigos de la dictadura de Videla, festejando los 500.000 votos que obtuvo el “FIT” en las primarias, que el gobierno de la Kirchner, Aníbal Fernández y la justicia patronal metían preso al delegado ferroviario “Pollo” Sobrero y a Leonardo Portorreal; una patota enviada por la patronal atacaba la casa del delegado Farella de la línea 60, al mejor estilo de la Triple A; y la justicia patronal procesaba a Vilma Ripoll, dirigente del MST y ex legisladora porteña, por solidarizarse con la lucha de los obreros de Kraft, un verdadero alerta de lo que la burguesía está preparando, como un escarmiento a todo el movimiento obrero, contra los delegados procesados y los trabajadores de Kraft, que osaron tocarle la propiedad a los monopolios imperialistas en la huelga de 2009.
La política socialdemócrata y de colaboración de clases de los candidatos del “FIT” impidió una perspectiva de lucha unificada, pero ante semejante ataque, fue la base obrera la que pugnó por conquistar la unidad de sus filas contra el gobierno de la Kirchner (el mismo gobierno al que el “FIT” llama a apoyar).
Los trabajadores de la línea 60, los ferroviarios de la línea Sarmiento y demás sectores en lucha de la clase obrera, ante el feroz látigo de los capitalistas, demostraron que siempre sobraron condiciones, no sólo para pelear, sino para centralizar y coordinar los combates de los trabajadores. Digamos la verdad: fue a pesar y en contra de las corrientes de la izquierda reformista, como las que componen el “FIT”, todas enemigas de unir las filas obreras, que decenas de organizaciones se hicieron presentes en la movilización a Plaza de Mayo por la libertad de Sobrero el 3/10, y luego en la reunión realizada en el Bauen el 11/10, donde estuvo al alcance de la mano poner en pie un Comité de Lucha nacional para reagrupar a la vanguardia combativa y organizar un gran combate a la altura del ataque, perspectiva que nuevamente evitaron los dirigentes del PO, PTS e IS, entre otros.

El “FIT” no es una alternativa de independencia de clase, es una variante socialdemócrata de la izquierda argentina

Desde Democracia Obrera, no confiamos en las direcciones de los partidos que conforman el “FIT”, pero sí en los obreros y jóvenes combativos que se lo pusieron sobre sus hombros y que quieren, sienten y luchan por que este frente sea realmente una alternativa contra la burguesía. Pero a ellos debemos decirles la verdad: el “FIT” no constituye ninguna alternativa de clase en estas elecciones, porque desde sus spot publicitarios y sus espacios en radio y televisión no llaman a derrotar a la burguesía y a su gobierno. Son corrientes que abandonaron la lucha por el socialismo y la revolución proletaria. Por eso jamás su política fue la de poner su tribuna electoral al servicio de preparar y organizar la Huelga General para derrotar al gobierno de la Kirchner, el régimen infame, el imperialismo y la patronal con la revolución obrera y socialista triunfante.
Los obreros y jóvenes enfrentamos en las calles al gobierno asesino y antiobrero de la Kirchner, la patronal y la burocracia en decenas de luchas como Kraft, Subte, Fate, las automotrices de Córdoba, Paraná Metal, los ferroviarios del Roca y el Sarmiento, los trabajadores de la línea 60, los docentes y petroleros de la Patagonia rebelde, en las tomas de los secundarios y facultades de todo el país, y un sinfín más de combates librados por la vanguardia combativa en el último período. Somos la fracción de la clase obrera que más combatimos, y por ello, la que más presos, procesados y muertos tenemos a manos del gobierno kirchnerista, mientras los dirigentes del “FIT” les plantean que el gobierno nacional no es su enemigo.
Por eso podemos permitir que los aparatos políticos de la izquierda reformista lleven a los trabajadores a los pies de este gobierno kirchnerista, lacayo del imperialismo y enemigo de los explotados. Los trabajadores y estudiantes que luchamos en las calles contra el gobierno asesino y antiobrero de la Kirchner, ni cortamos boleta ni votamos a nuestros verdugos.

El “FIT”, que se reclama a sí mismo “clasista”, se ha negado a plantearle a la clase obrera que la única manera de conquistar sus demandas, no es con un voto en las urnas, sino fundamentalmente retomando el camino de las grandes gestas revolucionarias cuando el proletariado argentino conquistó su verdadera independencia de clase, como el Rodrigazo, el Villazo y el Cordobazo en los ´70, y la revolución del 2001 y su grito de “¡que se vayan todos, que no quede ni uno solo!”
Los dirigentes del “FIT” son raros “clasistas” que no plantean que solamente con nuevos combates como el Cordobazo, el Rosariazo y el Villazo, poniendo en pie las Coordinadoras del Gran Buenos Aires, los trabajadores podrán enfrentar el ataque del gobierno y la patronal y conseguir pan, trabajo, salario, vivienda, salud, educación y el conjunto de sus reclamos.
Ha quedado claro que estas corrientes no son clasistas, que sólo hablan de las luchas revolucionarias de la clase obrera de los ´70 para los días de fiesta, y no como un programa de acción para el combate cotidiano de las masas. Las banderas del clasismo en Argentina han quedado en manos de los trotskistas que peleamos todos los días por la revolución obrera y socialista.

En la campaña electoral del “FIT”, incluso, silenciaron los combates revolucionarios de las masas de Chile, Bolivia, el Norte de África y Medio Oriente, cuando ellos son los que les marcan el camino a la clase obrera argentina de cómo conquistar sus demandas: luchando contra las transnacionales imperialistas como los explotados chilenos y su juventud al grito de “renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre”; peleando contra esos gobiernos “bolivarianos” asesinos y cipayos como el de la Kirchner, como marcan los trabajadores y campesinos pobres de Bolivia que vienen de protagonizar una enorme huelga general revolucionaria al grito de “¡Aplastar al gobierno de Evo Morales, genocida!” y “¡Fuera las transnacionales!”; enfrentando a los gobiernos y regímenes burgueses con la revolución obrera y socialista al igual que lo hicieran las heroicas masas de Túnez, Egipto y Libia.
A 180° de esta perspectiva de combate revolucionario de enormes franjas del proletariado mundial, el “FIT” les dice a los trabajadores que conseguirán sus reclamos en el Parlamento argentino, cuando las demandas de los explotados de Argentina de pan, trabajo, vivienda, salud y educación, contra la represión, por la libertad de los presos y el castigo a los asesinos de los mártires obreros, son demandas de toda la clase obrera mundial.
El “FIT” interviene en las elecciones con un programa “nacional” y “popular”. Tan es así que, desde sus spot, Altamira y Castillo afirman que conquistarán “nacionalizar el petróleo”, “jornadas de 8 horas de trabajo con un salario al nivel de la canasta de familiar” y “recuperar los sindicatos para los trabajadores” votando leyes, en momentos en que se han puesto en pie de lucha los mejores aliados, no sólo de la clase obrera argentina, sino de los trabajadores revolucionarios de Bolivia, Chile, Túnez, Libia, Egipto y de los explotados de todo el mundo semicolonial: los “indignados” de Estados Unidos, que son los que tienen la llave para tocarle la propiedad a los parásitos de Wall Street, los dueños de las transnacionales que súper-explotan a los trabajadores de América Latina, África y Asia, y saquean a las naciones oprimidas del mundo.
Por eso, tampoco utilizan su campaña para marcarle a los explotados sus obligaciones internacionales para con sus hermanos de clase de todo el mundo, en primer lugar, ante la ofensiva de los hermanos Castro, Obama y todo el imperialismo que se aprestan a restaurar el capitalismo en Cuba, con el despido de un millón de obreros cubanos y restaurando el derecho a herencia en la propiedad inmobiliaria, que de consumarse significará una terrible derrota para las masas de todo el continente.
El “FIT” ha renegado de la lucha por poner en pie una fracción internacionalista de la clase obrera argentina, sin la cual, el proletariado no puede triunfar. Es que el “socialismo nacional” separa a los trabajadores de las condiciones de su victoria, porque los divide de sus verdaderos aliados que combaten a sus mismos enemigos en todo el mundo: los explotados de EE.UU., Bolivia, Chile, Colombia, Europa y el Norte de África y Medio Oriente. Contra ellos, los trotskistas de la FLTI en Argentina peleamos por refundar al movimiento obrero de abajo hacia arriba sobre las bases del internacionalismo militante.

Llamamos a la clase obrera a no votar a la Kirchner
Un voto al “FIT” para diputados y a la Kirchner para presidente, es un voto de colaboración de clases.

                                                Con el programa de la revolución obrera y socialista, y luchando por la independencia de clase
Por un voto crítico a la lista completa del “Frente de Izquierda”

En estas elecciones, los explotados no pueden votar por sus verdugos, que con millones de votos buscan legitimar a su gobierno y su régimen para redoblar y profundizar su ataque. Los explotadores están preparando el peor de los infiernos para la clase obrera.
Por eso, los trotskistas de Democracia Obrera, militantes de la IV Internacional, llamamos a la clase obrera y las masas explotadas a desacatar a Altamira, Castillo y demás dirigentes del “FIT”, a no votar a la Kirchner el próximo 23 de octubre y a unir sus filas para preparar una gran lucha para derrotar en las calles a este gobierno antiobrero retomando el camino revolucionario del 2001 cuando las masas tiraban al gobierno de De la Rua al grito de “¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!”.

Sabemos que muchos trabajadores y estudiantes combativos que están buscando un camino de lucha, tienen ilusiones y expectativas en este frente electoral del PO, PTS e IS, pero a ellos debemos decirles la verdad: la política de la dirección del “FIT” de llamar a las masas a “cortar boleta” para votarlos a ellos sólo para diputados, es una clara política de colaboración de clases que no lucha por el poder de la clase obrera, sino que despierta ilusiones en el gobierno y no hace más que fortalecerlo. Porque un sobre con el voto a los candidatos de la izquierda para diputados y a Cristina Kirchner para presidente, es un voto de colaboración de clases.

Por eso en estas elecciones, desde Democracia Obrera llamamos a los trabajadores a no acatar la política de colaboración de clases y cretinamente parlamentaria de la dirección del PO, PTS e IS, a no cortar boleta, a no votar a la Kirchner, sino a realizar un voto crítico por la lista completa del “FIT”, tanto a su fórmula presidencial como a todos sus candidatos para el Parlamento. Es decir, a votar para presidente a los partidos que se reivindican de la clase obrera, contra el gobierno de la burguesía y el gran capital, pero lo hacemos repudiando su política de colaboración de clases.

Desde ya, todo compañero que en estas elecciones decida no votar al “FIT” y anule su voto con un voto programático con un programa revolucionario está en todo su derecho de hacerlo. Opinamos que también es una posición principista porque es para condenar la política de colaboración de clases de la dirección del “FIT”.

Llamamos a los obreros y estudiantes combativos que luchan con el “FIT” a que juntos le exijamos a estas corrientes que rompan con su política de colaboración con la burguesía si quieren seguir hablando en nombre de la clase obrera y sus organizaciones de lucha, porque no podemos votar jamás por los enemigos del proletariado como el gobierno asesino de la Kirchner.

¡Ninguna confianza en el gobierno de la Kirchner ni en el Parlamento antiobrero!
¡Por un Comité de Lucha Nacional YA!

Desde Democracia Obrera opinamos que la tarea central y fundamental del momento es organizar una gran lucha contra el gobierno kirchnerista, la “oposición” gorila, el imperialismo, la patronal esclavista y la burocracia de la CGT y la CTA.
Llamamos a todos los trabajadores y estudiantes combativos a que peleemos juntos por conquistar un Comité de Lucha Nacional YA, para centralizar los combates de la clase obrera y de la vanguardia juvenil, en el camino de preparar y organizar la Huelga General contra los explotadores, para liberar a los luchadores obreros presos, defender a las organizaciones obreras, conquistar el salario digno contra las paritarias de hambre, 6 horas de trabajo para todo el movimiento obrero y todas las demandas de las masas.
Sólo con esta perspectiva de lucha, la clase obrera argentina podrá desatarse las manos para seguir el ejemplo de las masas revolucionarias del Norte de África, Medio Oriente, Chile y Bolivia, para pelear en un solo combate con sus hermanos de clase que hoy se ponen de pie en EE.UU. y todo el mundo contra los capitalistas. Hay que retomar el camino de la revolución obrera y socialista como en el 2001 para esta vez llevarlo al triunfo imponiendo sobre los escombros del régimen y el poder de la burguesía, un gobierno obrero y popular, basado en los organismos de autodeterminación de la masas, el único que podrá expropiar a las transnacionales y a la burguesía nativa, y romper con el imperialismo, para que esta vez sí se vayan todos y no quede ni uno solo de los capitalistas, sus políticos corruptos y burócratas traidores.

¡Hay que poner en pie un partido revolucionario bajo las banderas de la lucha por la revolución socialista!
¡Ha llegado la hora de refundar la IV Internacional!

La tragedia es que la clase obrera no ha tenido una dirección revolucionaria a su frente para intervenir en la lucha de clases y también presentar batalla en estas elecciones. Esto es responsabilidad de las corrientes de izquierda reformista como las que integran el “FIT”, que ha demostrado no constituir ninguna alternativa mínimamente clasista en el terreno electoral.
Generaciones enteras de la clase obrera y de la juventud combativa por décadas buscaron un curso revolucionario para poner de pie a la IV Internacional en Argentina, pero las direcciones reformistas, que han roto hace rato con el trotskismo, llevaron a estos miles de trabajadores revolucionarios al callejón sin salida de la colaboración de clases y la conciliación con la burguesía.
Ha llegado la hora de poner en pie un partido revolucionario para la toma del poder, contra esta izquierda de la Constitución del ´53 que impide que la vanguardia obrera reagrupe sus filas para saldar cuentas con sus verdugos y ser enemiga de la revolución obrera y socialista, para terminar sembrando ilusiones entre los obreros en la burguesía y sus instituciones. Son las mismas corrientes que apoyaron a esos gobiernos “bolivarianos” asesinos y antiobreros, expropiadores de los procesos revolucionarios y antiimperialistas que sacudieron el continente americano en el primer lustro del Siglo XXI, y que sometieron al proletariado norteamericano a los pies del carnicero Obama, con su pérfida política de “todos contra Bush”, y luego, “todos contra el Tea Party”.
Es la izquierda del ELAC, agrupada a nivel mundial en el Foro Social Mundial y la V Internacional de Castro, Chávez y Hu Jintao, que con su veneno de colaboración de clases, someten al proletariado país por país a su propia burguesía.
Contra estas corrientes reformistas, que se han abrazado al programa y las banderas del estalinismo, los trotskistas de Democracia Obrera, militantes de la IV Internacional en Argentina, llamamos a todos los obreros y jóvenes a pelear junto con la FLTI por un Comité por la Refundación de la IV Internacional de 1938, el Partido Mundial de la Revolución Socialista, para devolver al proletariado y su juventud la dirección revolucionaria internacionalista que éstos necesitan y se merecen para triunfar.

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