Los Kirchner, sirvientes de los monopolios,vs Clarín:
una disputa por el botín
Cristina Kirchner ha provocado un gran revuelo entre las pandillas burguesas. Bajo el escudo de la “ley antimonopólica” con la que quieren obligar al monopolio Clarín a que se desprenda de varias de sus empresas, canceló la licencia de Fibertel y presentó un informe denunciando que Clarín y La Nación se quedaron con Papel Prensa por su apoyo a la dictadura militar.
¿Qué significa esta “ofensiva” del gobierno de los Kirchner contra Clarín? Se trata de una gigantesca disputa por los negocios entre distintas fracciones burguesas.
El negocio del papel y de la celulosa significa una jugosa rentabilidad. Y los Kirchner y la burguesía rastrera que representan no quieren perderse este negocio. Por eso salieron a denunciar que los Graiver, antiguos dueños de Papel Prensa, fueron obligados a vendérsela a Clarín y La Nación bajo extorsión en plena dictadura.
Con esto los Kirchner buscan hacer con Papel Prensa lo que hicieron con la papelera Massuh: privatizar las ganancias y socializar las pérdidas. En 2008 la patronal de Massuh se robó los créditos que le otorgaron distintos bancos, presentó la quiebra y echó a 600 trabajadores. Los Kirchner salvaron a los patrones “nacionalizando” la empresa bajo el mando del secretario de comercio Moreno y formó un fideicomiso para que los obreros paguen las deudas de los dueños de Massuh entregando todas sus conquistas, mientras los patrones seguían superexplotando a los trabajadores y fugando millones de pesos. El gobierno subsidió a la patronal durante dos años y cuando el negocio se terminó se retiró de la empresa, cerró la fábrica y dejó en la calle y con todas las deudas a cientos de trabajadores.
Los Kirchner, representantes de la Corona española, se presentan como “defensores de los Derechos Humanos” pero lo que esconden es que no solo quieren quedarse con las gigantescas ganancias del papel y la celulosa sino que quieren entregarle a su amo Telefónica el gran negocio de Internet y el cable.
La oposición gorila de la Carrió, los radicales, etc. tomaron partido en esta disputa por el monopolio Clarín, en nombre de salvaguardar la “libertad de expresión” y “el periodismo independiente”.
Así en medio de la crisis económica mundial, las distintas fracciones burguesas, representantes de diferentes monopolios, se disputan estos suculentos negocios que significan enormes ganancias.
Hoy estos burgueses chupasangres y negreros, todos sirvientes del imperialismo, pueden pelearse a dentelladas por el botín, porque por el momento han sacado a la clase obrera de la escena nacional, garantizando sus negocios en base a la más terrible superexplotación del proletariado, a quien le han impuesto el quite de enormes conquistas, suspensiones, rebajas salariales y miles de despidos.
Para ello contaron con la burocracia de la CGT y la CTA que entregaron todas las luchas del movimiento obrero. Y también con la colaboración de las corrientes de la izquierda reformista que llevaron a la vanguardia obrera a los pies del Ministerio de Trabajo, la justicia patronal, el Parlamento, etc.
Los trabajadores necesitan que sus organizaciones obreras tengan su propio periódico y cuenten con su propia radio, donde puedan hacer sentir su voz, sus combates, para que lleguen a todos los obreros, para que puedan denunciar a los esclavistas y expresar sus reflexiones y sus distintos puntos de vista. Donde puedan decir su verdad oponiéndola a las mentiras que le quiere mostrar la burguesía desde sus medios de comunicación.
Para ello ¡Hay que expropiar a los expropiadores! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a Papel Prensa! ¡Hay que expropiar sin indemnización y bajo control obrero toda fábrica que cierre, despida, suspenda o presente la estafa de la “quiebra”! ¡Hay que expropiar a los monopolios de los medios de comunicación! Para que todos los hijos de obreros tengan acceso a Internet: ¡HAY QUE EXPROPIAR SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO A TELEFONICA Y TELECOM!